Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

36. Viaje

La cafetera estaba que echaba humo, el local estaba a rebasar de gente por el aniversario de la revista. Habían venido celebridades, prensa y las mejores modelos de Corea para sesiones de fotos icónicas. Dos de ellas esperaban que Hyuk les sirviera un par de cafés descafeinados cortos con leche de soja y dos sacarinas, mientras hablaban sin parar del escenario donde modelarían la semana siguiente. Pero a él no le importaba lo más mínimo que fuera en París, sino el giro que dio la conversación al aparecer un ángel por la puerta.

- ¿Has visto su sonrisa? Me latía el corazón tan fuerte cada vez que me decía que fuera más natural. – Comentaba una mirándolo sin descaro.

- Tienes razón... es una pena que sea gay y que esté a punto de casarse. – Murmuró la que era más morena.

- ¿Cuándo es la boda?

- Creo que el mes que viene.

Era cierto, solo quedaban treinta y dos días para el evento del año según la televisión, y para Hyuk el peor día de su vida. Miró a Hongbin mientras éste saludaba a algunos conocidos, y les agradecía cuando lo felicitaban por su gran trabajo durante las sesiones fotográficas con el tema del mar. Aunque todos los días iba guapo, hoy especialmente lo encontró espectacular con esa chaqueta azul oscuro, combinada con camisa blanca y pantalones negros, era increíble como seguía causándole ese revuelo en su interior cada vez que sus ojos se fijaban en él.

Sus miradas se cruzaron por milésimas de segundo, y el calor en las mejillas no tardó en aparecer, tanto en Hyuk como en Hongbin, ya que ambos sabían lo que ocurriría en cuanto la última persona en la fiesta saliera por la puerta. Actuaron como si nada, e incluso se hablaron como cliente y camarero, se guiñaron un ojo en varias ocasiones, y sonreían tímidos cuando sin querer sus ojos se encontraban. Llevaban algo menos de dos meses con esos gestos, y por lo tanto eran comunes, había veces incluso que ni les importaba que alguien los pillara dedicándose miradas cómplices.

Hyuk nunca se imaginó estar con el fotógrafo de aquel modo, aunque para empezar tampoco se esperó que su primer beso fuera tan intenso y en un coche delante de su casa, pero menos era nada, y es que aunque no fuera correcto, la aventura que estaba teniendo con Hongbin desde hacía semanas era lo mejor que le podía haber pasado.

Fue extraño el modo en el que comenzaron, pues pasaron de no verse casi nunca, a comenzar a hablar a diario, con comodidad como dos buenos amigos, como si la escena del coche nunca hubiera pasado, como si el mayor no estuviera prometido. Pero aquel día ninguno de los dos se negó, y su tercer beso lo compartieron sin pudor en el ascensor al quedarse encerrados por un fallo eléctrico.

Sabía que era una locura, Sungjae se lo había dicho en una de sus conversaciones, pero no podía resistirse a él. Se derretía con cada caricia suya en los vestuarios de las modelos, le encantaba verlo lamerse los labios de café mientras lo observaba por las mañanas  y adoraba el modo que pronunciaba su nombre entre gemidos. Porque aunque Hyuk tenía presente que Hongbin iba a casarse, era muy difícil no caer ante sus encantos en el sofá del estudio.

Bostezó después de mirar la hora, eran casi las dos de la madrugada, y por suerte la gente ya estaba comenzando a irse. Empezó a adelantar trabajo recogiendo los platos y vasos vacíos junto a sus compañeros, apagó la cafetera y barrió por donde pudo. No pasaron más de treinta minutos cuando se percató de que ya no había nadie, excepto un último invitado con un par de copas de más, que intentó abrir la puerta a pesar de estar cerrada ya con llave, así que después de ayudarlo y despedirse de sus ayudantes, al fin pudo respirar.

Miró a los lados, aún quedaban cosas por recoger, pero decidió dejarlas para el día siguiente, estaba realmente cansado. Se sintió algo decepcionado al no ver a Hongbin por ningún lado, ya que ambos habían decidido verse después de la fiesta, pero seguramente él también se sentiría agotado y se habría marchado, lo comprendió pero pensó que sería una noche menos sin aprovechar.

Claro que deseaba que el mayor dejara al actor y no tener que estar preocupándose de cuando verse o que noches Yesung tenía rodajes lejos, pero en palabras de Hongbin "No es algo fácil". No sabía mucho más porque en realidad casi nunca hablaban de ello, y aunque Hyuk tuviera ganas de decirle que su prometido también le era infiel, se lo guardaba por dentro para no entrometerse, por mucho que supiera que tal vez eso sería el paso necesario para que la relación del castaño se terminara.

Revisó las neveras, estaban casi vacías así que decidió recargarlas antes de hacer caja e irse a su casa a descansar. Comenzó a apuntar lo que le hacía falta para no hacer más viajes de la cuenta, y luego de coger las llaves del almacén se dispuso a ir hasta allí, pero unas manos en su cintura lo detuvieron, sobresaltándolo. Cualquier persona podría pensar que alguien se había colado, pero Hyuk reconocía lo suficientemente bien aquellos dedos que ahora recorrían su abdomen sobre la camiseta con el logo de su cafetería. No pudo evitar sonreír, sobre todo cuando el intruso comenzó a lamerle el cuello desde atrás, haciéndole cosquillas.

- Creí que te habías marchado. – Susurró con los ojos cerrados, y entrelazando una de sus manos con la contraria. Sintió un beso en el cuello.

- Mmm... no. Solo esperaba a que no hubiera nadie. – Acto seguido lo tomó de los hombros para girarlo y quedar cara a cara. – Pareces cansado. – Hongbin acarició sus mejillas con los pulgares, Hyuk asintió débilmente.

- Un poco sí, pero ahora estoy recuperando energía. – Dijo completamente rojo. Le gustó apreciar sus hoyuelos al pronunciar esa frase.

Acercaron sus rostros casi a la vez, sus bocas no tardaron en engancharse, el beso comenzó lento y pausado, con pequeños chasquidos por la saliva. El corazón de Hyuk iba a mil por hora, cada vez que se unían le parecía estar en un sueño, a veces incluso llegaba a suplicar no despertarse nunca. Pero por suerte no tenía que hacerlo, porque era real el modo en el que sus labios se amoldaban de manera perfecta.

Le gustó unir sus manos con las de Hongbin mientras, sin despegarse, caminaban hasta la puerta más cercana. Tal vez podían haber escogido otro lugar más cómodo, pero por la mente de ambos pasó la misma idea morbosa. Hyuk abrió con desesperación la cerradura a la vez que notaba el cuerpo contrario pegado a su espalda, tal vez con la misma prisa que él.

El siguiente roce le labios fue mucho más intenso, y lo mezclaron con un ataque de risa al casi tropezar con una de las cajas que había por allí en medio. Avanzaron con torpeza hasta el montón de cascos de refrescos, tanto llenos como vacíos, y Hyuk notó como diez dedos lo levantaron del suelo para seguidamente poder rodear las piernas en la cintura contraria. Su espalda golpeó las cajas, haciéndolas resonar y al instante recordó las palabras de su mejor amigo, una idea que nunca imaginó que se haría realidad, y menos con quien lo acompañaba.

Todo el cansancio que podría tener se esfumó, cuando menos se lo esperó se encontró despojando las ropas de Hongbin y éste, a su vez, lo ayudaba con la propia. Echó el cuello para atrás para dejarse morder por el fotógrafo, mientras después de varias preparaciones, sintió como entraba en él. Los vaivenes comenzaron lentos, los combinaban con caricias y más besos, ambas manos resbalaban por el sudor.

- Hyuk... - Adoraba como decía su nombre en cada envestida, lo abrazó del cuello intensificando el roce.

Era cierto que el chinchineo de las botellas de cristal a su espalda era sumamente excitante, sobre todo cuando la velocidad comenzó a aumentar si control. Arañó los omoplatos de Hongbin como acto reflejo, el final estaba cerca y los sonidos que había en ese momento en el almacén eran extremadamente obscenos. Solo bastó un último movimiento para que ambos llegaran al final del juego, sin separar sus bocas y compartiendo alientos.

Las piernas les temblaron, y no solo por la incómoda posición, sino por el placer absoluto que los dos sintieron. Se sentaron en el suelo, Hyuk seguía entre las piernas de su amado, le gustó sentir el calor de su pecho en la espalda, no se preocuparon ni de vestirse, sino más bien de controlar la agitada respiración que inundaba el almacén. Volvieron a entrelazar las manos, parecía que no quisieran soltarse jamás, su corazón latía rápido y sin control, si por él fuera viviría allí toda su vida.

Un tono de llamada los hizo explotar la burbuja en la que ambos se encontraban, venía de los pantalones de Hongbin que estaban esparcidos por encima de una caja de leche desnatada. La felicidad de Hyuk desapareció en un instante, no era la primera vez que su prometido los llamaba mientras estaban juntos, lo que solía venir a continuación era el dejar de sentir sus caricias, para verlo levantarse y hablar con Yesung tranquilamente.

No fue muy diferente aquella vez, se comenzó a vestir mientras el castaño atendía la llamada, siempre pasaba lo mismo, estar en esa nube tan alta para que luego la caída fuera aún más dolorosa. Nadie sabía las ganas que tenía de decirle a Hongbin que su futuro marido le estaba engañando con el chico que les servía agua de las Fiji, pero Hyuk no podía hacerle eso, no era capaz de hablar, aunque tal vez ese fuera el método para poder estar al fin con él.

Le sonrió falsamente cuando lo vio girarse después de colgar el teléfono, siempre era igual.

- Yesung se queda una semana más en Tokyo. – Esa frase debería alegrarlo, ya que solo significaba que tendría más días para disfrutar de Hongbin, pero no fue así.

- Que bien. – Dijo simplemente, intentando ocultar como se sentía.

Odió el silencio incómodo que se formó mientras los dos se terminaban de vestir, quiso llorar pero se aguantó hasta que el fotógrafo se marchara, agachó la cabeza y cogió la libreta que tenía en su bolsillo para leer los refrescos que le harían falta para el día siguiente.

- Voy a seguir con mi trabajo. –Susurró.

- Claro. – Lo escuchó decir como si nada. – Adiós.

Normalmente se despedían con un beso, pero aquella vez fue diferente, ya que solo lo escuchó dar pasos hasta la puerta y cerrarla después de salir. Se sintió estúpido por haber vuelto a caer, tendría que haber parado cuando pudo en el ascensor y tenía que haber aceptado salir en serio con Sungjae, tal vez de ese modo no sufriría.

Hyuk suspiró como solía hacerlo cuando estaba frustrado, así que decidió centrarse en su faena, y en las ganas que tenía de terminar para volver a casa y meterse en la cama para llorar en paz. Comenzó a acumular las cajas de refrescos, intentó no pensar en lo que ahora significaban para él; sacó botellas de agua de cristal para enfriarlas en la nevera, y mientras la sonrisa de Hongbin apareció en su mente de repente, ni se percató de que una de ellas estaba rota, y que su mano la había rozado sin querer.

La sangre brotó de la palma en seguida, emitió un gemido de dolor y por inercia se la apretó contra el pecho, manchando todo a su paso. Pensó donde tenía el botiquín de primeros auxilios, fue en su busca, lo abrió como pudo y le alivió ver que tenía todo lo necesario para que la herida no se infectara. Fue algo difícil untarse el yodo junto con el algodón con tan solo una mano, pero lo logró. No tuvo tanta suerte con la venda, la giró y maldijo varias veces porque no se estaba quieta, hasta que su torpeza la hizo caer al suelo.

Hyuk se sentía inútil, si no sabía ni curarse un estúpido corte, ¿Cómo iba a ser capaz de hablar con Hongbin y decirle, al menos, lo que sentía?

- ¿Qué te ha pasado? – Su voz lo sobresaltó ¿No se había ido? Lo vio correr a su lado y agarrarle la mano, Hyuk solo podía mirarlo con los ojos abiertos. – Estás sangrando mucho.

- ¿Qué haces aquí? Creí que...

- Ven conmigo.

Rodeó su muñeca y lo llevó hasta el baño para meter la herida bajo el grifo, el agua salía cristalina y terminaba color rojo, pero eso a Hyuk no le importaba, ni siquiera que le doliera muchísimo. Acto seguido, Hongbin comenzó a curarlo del mismo modo que él lo había intentado antes, pero con más maestría, quedó sorprendido con la habilidad que tenía y la rapidez con la que envolvió su mano.

- Antes de dedicarme a la fotografía, hice un curso de primeros auxilios. – Dijo mostrando los hoyuelos.

- Se nota... - Intentó sonreír. - ¿Te has olvidado algo? – Preguntó lo obvio, Hongbin no tenía motivos para volver.

- Sí. – Hyuk desvió la mirada para que no captara su estado de ánimo.

- El almacén está abierto, puedes...- Pero no pudo continuar, porque Hongbin lo agarró del mentón para besarlo.

Por supuesto, cerró los ojos y le correspondió, no entendía como había pasado tan poco tiempo y ya los había estado echando de menos sin quererlo. Entrelazaron sus lenguas, se desgastaron los labios, besar a Hongbin era todo un viaje de sensaciones, odió tener que respirar de nuevo, aunque la parte buena era que le encantaba ver sus pupilas dilatadas.

- A ti. – Hyuk frunció el ceño, estaba perdido. - ¿Me has preguntado si me he olvidado algo, no? – El castaño entrelazó sus manos.

- ¿Qué...? – No debía estar oyendo bien.

- Me había acobardado con la llamada de Yesung... - Agachó la cabeza. – Pero no puedo aguantarlo más. – Volvió a mirarlo a los ojos. – Hyuk... voy a dejarle. Quiero estar contigo.

Abrió la boca para decir algo, pero la volvió a cerrar porque tenía que asimilar lo que estaban escuchando sus oídos. Normalmente en esta parte del sueño solía despertarse, pero las heridas no duelen cuando estas dormido, y la mano aun la tenía sensible, también era demasiado real el roce de sus dedos.

- Me gustas mucho, Hyuk. – Hongbin hizo juntar sus frentes. – Solo te pido un poco de tiempo... - Notó el aire de sus pulmones en su rostro. - ¿Me esperarás?

Pudo haberle dicho con un sí directo e incluso responderle con un beso, pero lo único que hizo Hyuk fue lanzarse a su cuello, como si de ese modo se cerciorara de que era cierto todo lo que estaba viviendo en ese momento. Adoró sentir la risa de Hongbin sobre su hombro junto a la suya, y en ese instante creyó en los finales felices.

💕☕📸💕

Un Hyukbin larguito y feliz por la espera!😊 Espero que os haya gustado!!💕

Besitos😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro