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29. Dulce

Escuchó el pitido de la arrocera que lo avisaba que la comida ya estaba lista, colocó las verduras y el jengibre en los platos correspondientes y mientras terminaba de cortar la carne, echó un vistazo al chico sentado en su sofá con la mirada perdida. La televisión solo emitía anuncios, y en vez de cambiar de canal, Wonsik se dedicaba a prestarles demasiada atención.

A Taekwoon le pareció extraño que estuviera tan concentrado en la crema para arrugas que anunciaba esa actriz entrada en años tan famosa, pero no le iba a preguntar por milésima vez desde que entraron en su casa, cuál era el motivo de estar tan ausente. No le gustaría parecer el novio pesado que nadie quería, pero que no le respondiera o que lo hiciera pero con un simple sí, lo agobiaba demasiado, y no podía evitar preocuparse el doble.

Continuó colocando la mesa, pudo haberle pedido ayuda, pero no quería molestarlo en aquello que ocupara sus pensamientos. Luego se acercó a él y se sentó a su lado, le cogió la mano sobresaltándolo y lo alivió ver cómo le sonreía.

- ¿Vienes a comer?

El pelirrojo frunció el ceño y luego miró la mesa con todos los platos colocados.

- ¿Cuándo has cocinado? – Y aquella pregunta no hizo más que preocuparlo el doble, le agarró de las dos manos.

- Wonsik... ¿Estás bien? Llevas toda la mañana en otro mundo.

De nuevo no respondió, seguía serio, imaginó que pensando si debía contárselo, pero no dijo nada, simplemente llevo una de sus manos a su cara, y acercó su rostro para depositar un beso dulce y casto, muy diferente a los que solían darse.

Taekwoon no se lo negó, lo dejó seguir a su gusto, saboreando su boca lentamente, el corazón le latía a mil por hora, como si fuera el primero y cada vez tenía más claro que no se había equivocado con él. Todo su cuerpo reaccionaba al suyo como si se tratara de un mecanismo, si Wonsik se encontraba mal, él notaba un gran peso en el propio.

Pero sintió la ligereza en cuanto se separaron, por lo visto, aquel beso había reparado aquello que lo mantenía con la mente en otro lado, le gustó verlo sonreír nuevamente y recuperar esa mirada marrón que tanto amaba. Solo esperaba que algún día llegara a confiar lo suficiente en él como para abrirse y confesarle lo que lo mantenía de ese modo, porque Taekwoon tenía claro que haría lo que fuera por no volverlo a ver así nunca más.

- Ya estoy mucho mejor. - Dicho esto, se levantó y caminó hasta la mesa, se sentó en una de las sillas y Taekwoon ocupó la otra.

Pudieron haber pasado una comida tranquila como una pareja normal, pero nunca se acordaba con quien había comenzado a salir. Para empezar, Wonsik consideraba que estaban demasiado lejos el uno del otro, y se movió hasta colocarse a su lado, de tal modo que sus rodillas se rozaban debajo de la mesa.

En vez de hablar de cosas triviales o de algo sencillo como el programa que había comenzado en la televisión, se dedicaron a discutir sobre el cabezal que su novio quería comprar, únicamente para tener la sujeción perfecta para futuros juegos en la cama. Aquello solo hizo que Taekwoon enrojeciera, y le diera vergüenza recordar a esa parte interna que pedía a gritos ser atado por el pintor. Tubo que beber agua varias veces para no atragantarse.

Luego le siguieron algunos besos juguetones con sabor a kimchi, una mancha en la comisura de sus labios limpiada con la lengua de Wonsik y algo tan hogareño como verlo a él con el estómago lleno, diciéndole lo delicioso que estaba todo, y eso lo hizo feliz. Taekwoon no había experimentado nunca algo como aquello, pero si era así siempre estaba dispuesto a disfrutarlo al máximo.

Después de fregar los platos y acabar ambos mucho más empapados que la misma vajilla, se sentaron de nuevo en el sofá, sin importarles demasiado los juegos absurdos que hacían en la televisión, o al menos a Wonsik, pues veía más interesante el cuello de su novio, que la chica vestida con colores llamativos que anunciaba el próximo reto a los ídolos que ese día entrevistaban.

A Taekwoon le llamó demasiado la atención lo mucho que gustaba ese juego al público, cuando la sociedad en la que vivían aun veía mal que dos hombres estuvieran juntos. El chico de pelo naranja sostenía entre sus labios aquel palito de chocolate por un extremo, y su compañero de grupo hacía lo mismo por el otro lado. Luego dos integrantes más repetían la acción a la misma vez, y ganaba el que consiguiera la medida más corta, debían morder el dulce hasta casi chocar sus labios.

Le hizo gracia la posición de sus bocas por lograr su objetivo sin tocarse, y que uno de ellos parara antes de tiempo, haciendo que su compañero perdiera el reto. Wonsik miró la pantalla para ver el causante de la risa de Taekwoon, y paró sus caricias para prestar atención, observando con atención todo lo que hacían.

- Ahora vuelvo.

No le dio tiempo preguntar ni siquiera a donde iba, primero imaginó que al baño, pero al cambiar su dirección hasta la puerta de su casa lo extrañó más, luego la escuchó cerrarse.  Volvieron los anuncios en la televisión, pasó los canales hasta parar en uno de cocina, donde preparaban aquella tortilla japonesa con arroz y tomate, y le gustó tanto que decidió hacerla en su siguiente cocinado. Sobre todo la parte en la que la chica hacía dibujos con lo que parecía kétchup o incluso escribía, se sonrojó al imaginarse a sí mismo creando un corazón sobre la tortilla y entregándoselo a Wonsik, no lo vio mala idea.

No supo el tiempo que pasó, hasta que escuchó el código de su puerta y Wonsik apareció con una bolsa colgada de su brazo, luego se acercó al sofá y se colocó en la misma posición en la que estaba antes de marcharse.

- ¿Dónde has ido? - Pero no le respondió, solo lo vio sacar de la bolsa una caja pequeña para después tendérsela, Taekwoon la cogió y se sorprendió al ver de lo que se trataba. - ¿Pockys?

- ¡Vamos a jugar!

No pudo ni siquiera reaccionar, ni de preguntarle lo que pensaba hacer con ellos, luego miró la pantalla y consiguió encajar todo. Se dejó arrastrar hasta su habitación, Wonsik pateó la puerta y lo acorraló entre la pared y su boca, centrándose en un beso ardiente que incluía lengua y choque de dientes.

Se alegró de que volviera esa parte que tanto le gustaba de su novio, esa canalla que lo hacía derretirse tan solo con un roce. Sintió un apretón en sus nalgas y luego una señal para que su siguiente paso fuera abrazar su cuello y rodearle la cadera con sus piernas, quedando así en el aire y siendo llevado hasta la cama. Su espalda chocó contra el colchón, seguían en la misma posición pero con caricias donde más querían y las lenguas muy entrelazadas.

Se dio cuenta de que Wonsik seguía con la bolsa de los Pockys colgada de su brazo cuando los sacó. Después de abrirlos, cogió uno y se colocó la parte que no tocaba el chocolate entre sus labios, del mismo modo que lo hizo el chico del programa. Taekwoon supo en seguida lo que debía hacer, así que no tardó en atrapar el otro extremo con los dientes. Ambos avanzaron poco a poco, mordiendo el dulce con lentitud disfrutando del sabor y la vez de su cercanía, y ansiosos no tardaron en acabar con el palito a la vez, comenzando así un beso de chocolate y galleta.

Hacer ese tipo de cosas con Wonsik solo le confirmaba que había escogido bien la parte amorosa de su vida, tenía claro que solo con él viviría momentos de pareja poco habituales, como por ejemplo hacer el amor y combinar cualquier postura vergonzosa, con aquel dulce que nunca volvería a mirar del mismo modo. De nuevo había gemido, se había dejado llevar por su sexy pelirrojo tatuado y lo escuchó gritar su nombre cuando intentó hacer su primera felación.

Todo era perfecto a su lado, Taekwoon cayó rendido sobre la almohada en cuando se hubieron liberado por cuarta vez en aquella tarde de viernes, y le encantó que fuera ese día de la semana pues aún tenían sábado y domingo para disfrutarse mutuamente, ya sea compartiendo ramen, caminar de las manos o intentar cumplir la fantasía de su novio, algo relacionado con la pintura y unas cuerdas, que no le importaría descubrir.

- Aún queda uno. – Lo vio sacar el último Pocky de la bolsa metalizada mientras sonreía.

Abrió la boca, y Wonsik se lo colocó sobre la lengua, el chocolate estaba algo derretido, así que sintió su sabor al instante, seguido por unos labios carnosos que se posaron sobre los suyos en cuanto la galleta desapareció entre sus rostros. Notó los dedos contrarios en su cintura desnuda, acariciándole con delicadeza y Taekwoon por su parte no dudó en repetir la misma acción pero con su pecho, sintiendo al instante el rápido latir de su corazón.

- Te quiero, Wonsik. – Susurró en cuanto necesitaron separarse para coger aire, mirándolo a los ojos, con toda la sinceridad del mundo.

Lo vio abrir los ojos muy sorprendido, estaba claro que no se esperaba algo como aquello, no entendía su expresión y por un instante el miedo se apoderó de él. Aunque ambos ya se habían confesado que se gustaban, e incluso Wonsik le había dicho que estaba enamorado, así que no entendía su expresión. Por suerte todo cambió a los pocos segundos, le dedicó una sonrisa torcida acostado a su lado y, en un movimiento rápido, estuvo atrapado entre sus brazos, con la oreja apoyada en lo que hacía nada estaba acariciando. El peso de la cabeza contraria cayó sobre su coronilla seguido de un sonoro y tierno beso.

- Vaya... yo creo que también te quiero gatito.

....

El despertador sonó a la hora perfecta para que a Taekwoon le diera tiempo asearse y desayunar para llegar pronto a su primer día de trabajo, después de las vacaciones y esa semana de más por haber estado enfermo. Quiso levantarse, pero los brazos de su novio lo tenían atrapado, por suerte pudo deshacerse de él sin problemas. Lo miró, Wonsik tenía el sueño tan pesado que ni la alama lo había despertado. Lo escuchó roncar mínimamente y sonrió al parecerle tan adorable, abrazado ahora a la almohada.

Aunque sabía que no lo iba a molestar, se vistió y comió lo primero que encontró en la nevera sin hacer ningún ruido, y cuando se dio cuenta ya estaba en el bus de camino a la revista. Le mandó un mensaje a Hakyeon para encontrarse y poder hablar antes de entrar, tenía la necesidad de compartir su felicidad con su mejor amigo. Taekwoon se sentía en una nube de algodón de azúcar, estaba en ese modo que solía ver en películas, aquel en el que todo le parecía hermoso y cualquier cosa le recordaba a Wonsik, como el color rojo del bolso de la señora que se había sentado a su lado.

- ¡Woonie! - Escuchó a su espalda en cuando bajó en la parada correspondiente.

Su amigo parecía más delgado, no tardó en decírselo y aquello conllevó a que le contara, mucho más a fondo, los detalles de su extraña vida amorosa, comenzando por sus encuentros casuales con el modelo, aun estando saliendo con su hermana, y lo mucho que le dolió tener que dejarlo para no herirla a ella, ni, literalmente, deshonrar a su familia. Hakyeon parecía realmente afectado, cada vez que mencionaba a Ken se le iluminaba la cara, algo que no pasaba cuando le hablaba de Jaerin.

- Pero tú estás enamorado de Jaehwan. – Lo interrumpió. Se quedó pensando antes de responderle.

- No sé si es amor, pero es él en quien pienso todos los días... y me duele que me gire la cara cuando nos encontramos.

- Creo que aún estás a tiempo de cambiar las cosas... ¿Te corresponde? – Lo vio asentir. – Pues... ¡Adelante!

- No puedo, Taekwoon... - Suspiró Hakyeon. – Si vieras lo orgullosa que está mi madre... y Jaerin es una chica estupenda.

- Yeonie... - Le puso las manos en los hombros. – Deberías ser más egoísta.

No tenía ni idea de si lo había convencido o cambiaría de parecer, pero si lo notó algo más animado y allí aprovechó para contarle sobre su propia felicidad. Lo bien que se sentía querer a alguien y que esa persona te corresponda del mismo modo, sobretodo de la misma manera en lo que lo hacía Wonsik. Hakyeon aprovechó, durante todo el camino a sus respectivas mesas de trabajl, para molestarlo cada vez que se sonrojaba o dejaba ver sin querer las marcas en su cuello que había intentado disimular con maquillaje.

En mitad de las risas, y antes de que pudiera encender el ordenador para ponerse al día, su jefa apareció de repente, indicándole que se presentara en su despacho en cuanto antes. Taekwoon asintió, y cuando terminó de organizar su escritorio, se dirigió a su puerta y entró cuando escuchó el "adelante". Debía reconocer que se sentía algo nervioso, pero él no tenía la culpa de haber enfermado una semana, bueno un poco sí, pero nunca lo diría.

- ¿Cómo llevas la entrevista de Ravi? – Soltó aire más aliviado, y sonrió.

- Casi lista, me faltan algunas correcciones y terminar de hablar algunos temas personales con él.

- Perfecto, porque hay un cambio de planes. – Frunció el ceño, no preguntó solo esperó a que hablara. – Vamos a adelantar la publicación del artículo al mes que viene.

- ¿Puedo saber el motivo?

- Pues la cantidad de ejemplares que vamos a vender gracias a ti, Taekwoon. – Seguía sin entender.

- Pero todos sabemos que el artículo es exclusivo de por sí, nadie a logrado hablar con él jamás, venderemos la misma cantidad ahora que en abril ¿no?

- Créeme que serán muchos más de los esperados. – La vio sonreír emocionada. - seremos los primeros en publicar una entrevista con Ravi, en cuanto lo encarcelen.

- ¡¿Qué?! – No podía haber escuchado bien.

- Verás, se ha corrido el rumor de que hemos conseguido ponernos en contacto con él, y ha llegado hasta oídos de los que van detrás de ese delincuente.- Su respiración era extremadamente acelerada, tenía ganas de gritarle que Wonsik no era ningún criminal.- Nuestro director se ha reunido con ellos, y nos ofrecen una gran cantidad de dinero por su contacto y así poder detenerle.

- Pero eso no es en lo que yo he estado trabajando... Ravi es un gran artista y-

- La gente comprará el especial de San Valentín por esa entrevista, por saber quién es en realidad y no por sus pintadas en la calle. A ello súmale la cantidad que vamos a recibir y sobretodo... ¡Piensa en tu ascenso!

- Yo... - No le salían las palabras, tenía que asimilar muchas cosas a la vez.

- Todo está en tus manos, Taekwoon. Eres el único que conoce su identidad...

❤👨🏻‍💻👨🏻‍🎨❤

Siento taaanto la tardanza!! Espero que aun le sigáis el hilo a la historia! Igual os agradezco el apoyo, siempre ^^

Besitos!😘😘

PD: Por si no lo sabíais, estos son los "Pocky" también conocidos como "Peperos"

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