25. Peculiar
Se sentía extraño el sentir frio y calor a la vez, el agua había traspasado toda su ropa pero los escalofríos que sentía no era por estar calado hasta los huesos, si no por el roce de la nariz de Wonsik en su cuello. Estaba sentado sobre la mesa de herramientas, por suerte vacía, con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, nunca creyó que fuera tan buena idea meterse en el trastero de la gran mansión de su hermana para cobijarse de la lluvia.
Apretó las piernas alrededor de la cintura de su pelirrojo, mientras trazaba con sus manos las líneas de su pecho y le quitaba la chaqueta del curioso traje, extraño para los invitados y extremadamente sexy para Taekwoon. Se lo comió con los ojos, no solo tenía ganas de hacerlo sobre la mesa, si no de atraparlo y no soltarlo jamás.
Su intento por confesarse, la ternura y sinceridad con la que le dijo que estaba enamorado de él, no hizo más que aumentar lo que ya sentía. Descubrió la sensación de ser correspondido, y no le pudo gustar más, era feliz y completo, tubo la necesidad de rodearlo con los brazos y Wonsik no se lo negó.
- ¿Siempre es así? – Preguntó sin dejar de hacerle círculos en la espalda con el pulgar, Taekwoon lo miró. - Esto del amor... - Lo oyó suspirar. – Creí que era un mito pero está bastante bien, como cuando te subes a una montaña rusa y parece que estés volando.
Le hizo gracia la comparación, pero creyó que no hubo mejor marera de hacerlo, se rio antes de robarle un beso, era cierto, cada vez que rozaba sus labios notaba como si tocara el cielo.
La mesa chirrió minutos después, estaba algo coja y demasiado inestable, en realidad podían haber escogido el sillón que había en la esquina, pero a ambos les pareció que entregarse el uno al otro, por primera vez enamorados, sobre ella era sumamente excitante y algo que no olvidarían jamás.
Ninguno de los dos se contuvo a la hora de gemir, estaban en la otra punta de la casa, serían las tres de la mañana pasadas y lo más probable era que todos ya estuvieran dormidos después de la fiesta. Taekwoon arañó la espalda de Wonsik mientras empujaba sus caderas para que llegara más al fondo, con la práctica había averiguado el movimiento perfecto así que no desperdiciaba nunca la oportunidad.
Lo oyó decir su nombre repetidas veces en suspiros, sobretodo en el momento que aumentó su velocidad al sentir como el clímax estaba a punto de alcanzarlos casi a la vez. Una última estocada y un fuerte chasquido en el beso, los hizo caer rendidos sobre la mesa, con los cuerpos temblorosos como la gelatina.
Wonsik apoyó la frente sudada sobre la suya, se percató que tenía los ojos cerrados mientras intentaba controlar su respiración, le gustó el color de su pelo en contraste con la bombilla tenue de la habitación, se lo acarició y como resultado pudo ver su sonrisa. De nuevo cayeron en un nuevo roce de labios, esta vez fue lento y delicado, le dedicaron el tiempo suficiente para saborearlo como era debido, no tenían ninguna prisa.
- ¿Gatito? – Sin abrir los ojos hizo un sonido conforme lo había escuchado. - ¿Somos novios ahora? Porque no entiendo cómo funciona, Hyuk me habló una vez de esto, pero no me enteré muy bien.
Lo miró desconcertado, por un momento le pareció un niño pequeño preguntando de donde venían los bebés, le sonrió con ternura.
- Bueno, no lo sé... supongo que los dos tenemos que estar de acuerdo. – Dijo enrojecido.
- ¿Y tú lo estás?
Asintió con efusividad sin pensarlo en ningún momento, todo era mucho mejor que cualquier cliché peliculero, todo lo sería si tenía a Wonsik como novio y eso le encantaba. Lo volvió a besar como si con eso cerrara el trato.
- ¿Y ahora qué hay que hacer? – Taekwoon frunció el ceño. – Quiero decir, ¿Tenemos que hacer algo especial por ser novios?
- Creo que tenemos que hacer lo mismo de siempre.
Se quedó pensativo, ambos solían estar juntos como una pareja, hacían el amor y a los dos les gustaba la compañía el uno del otro, supuso que no había ninguna diferencia en su comportamiento habitual, o sí. Esta vez iría a su casa vara estar con él y no por trabajo o por cumplir una de aquellas condiciones que a día de hoy ya no servían para nada. Tal vez podrían cambiar, hacer algo nuevo.
- Tengamos una cita. – Wonsik frunció el ceño.
- ¿Una cita?
- Ya sabes... ir al cine...al parque de atracciones... – Lo vio dudar, puso una cara extrañada.
- Que aburrido.
- ¿Y que no es aburrido para ti?
- Atarte a la cama. – Dijo con mucha decisión y lamiéndose los labios. Taekwoon no pudo evitar la imagen en la cabeza y le entró calor. Tosió fuerte y movió la cabeza.
- ¿Y algo que no tenga que ver con eso? – Ahora hablaba en serio.
- ¿Pretendes que te lleve a ver una película y que nuestras manos se rocen sin querer en el cuenco de palomitas? ¿O entrar al túnel del terror para que te proteja de personas con cuatro pintadas en la cara?- Hizo una falsa carcajada. - Menuda tontería.
Taekwoon dudó, tal vez fueran cosas típicas pero no estarían nada mal si las hacía con él, por un momento se sintió triste. Pensó que el que ambos se correspondieran en sentimientos, no quería decir que estuvieran preparados para algo como una relación seria.
Se levantó de su lado para buscar la ropa y ponérsela rápidamente, le estaba comenzando a entrar frío, notó la mirada de Wonsik en cada uno de sus movimientos. Odió estar así, el cómo pudo pasar de ser feliz a decaer completamente, no se supone que debían comenzar de ese modo, por un momento imaginó cursilerías y besos a cada rato, no con él diciendo que era una tontería tener momentos juntos.
- Deberíamos ir a dormir, parece que ha dejado de llover. Cuando amanezca tenemos hacer las maletas para volver a casa.
- Taekwoon... - Se giró con un intento de sonrisa en la cara.
- Nos vemos por la mañana.
....
Se dio una ducha rápida antes de irse a dormir, entre el sudor, la lluvia y el barro, relajarse bajo el agua era lo mejor, pero sobre todo le vino bien para pensar en la manera infantil en la que se había comportado. ¿Una cita? ¿Qué era, un adolescente? Además Wonsik no era de ese tipo de persona, él era un ser peculiar, alguien que prefería ir en traje color celeste y sin camisa a un evento y el mismo hombre que vivía en un garaje con un sofá rojo y un buldog francés llamado literalmente Culito .
Y él estaba enamorado de todo aquello, no podía decepcionarse por una tontería pues cada minuto con Wonsik valía oro, y más ahora cuando sus sentimientos eran recíprocos. Taekwoon salió de la ducha decidido a hablar con él de nuevo, no le importaba si ya estaba durmiendo o tal vez enfadado por su estúpido comportamiento.
Se puso la camiseta y los pantalones anchos rápidamente, y se dirigió con paso decidido a la puerta contraria, pero lo que no se esperó al abrirla fue encontrarse con Wonsik de cara, al parecer él tenía intención de salir de su habitación. Se miraron fijamente unos segundos antes de hablar los dos a la vez.
- Necesito hablar contigo.
Ambos se rieron como dos tontos enamorados, Wonsik se apartó de la puerta para dejarlo entrar y luego la cerró a su espalda. Taekwoon quiso comenzar la conversación, pero se le adelantó, le cogió de las manos para entrelazarlas con las suyas.
- Déjame a mi primero, por favor. – Le sonrió de manera tierna, luego asintió. – Estoy dispuesto a pasar un aburrido túnel de supuesto terror solo si es a tu lado, pero más les vale no asustarte demasiado, porque el único que puede hacer latir tu corazón rápido soy yo. – Por supuesto que lo hacía, justo como en ese instante. - También acepto ir al cine a ver una estúpida película, no me importa de lo que sea, pero si accidentalmente nos rozamos no me voy a contener, y tal vez te saque de la sala para encerrarnos en el lavabo.
- Creo que aceptaré el riesgo. - Dijo con una sonrisa que iba de oreja a oreja, se acercó a su oído. – Pero me quitarás fuerzas para atarme luego a la cama... aunque ahora que lo pienso. – Se apartó de él, con la cara completamente roja y colocándose la mano bajo la barbilla. – Tu solo tienes un colchón.
- Ya buscaremos la forma, gatito.
Wonsik le enseñó los dientes y luego se abalanzó sobre él, profundizando un beso que hablaba por sí solo. Se abrazaron, con esa extraña conversación habían solucionado algo que ni siquiera habia sido una discusión seria, sino una pequeña piedra que ambos habían pateado fácilmente.
- ¿Te quedas a dormir?
Se lo pudo haber pensado, pero estaba lo suficientemente enganchado a su adorable pelirrojo como para negarse. No le importó que alguien de la casa pudiera descubrirlos a la mañana siguiente, ni que la consecuencia fuera explicar que su supuesto compañero de trabajo se había convertido ahora en su novio. En esos momentos se sentía capaz hasta de buscar el número de su madre y llamarla para decirle que estaba enamorado de un pintor delincuente de pelo rojo y preciosos tatuajes, y que además lo hacía gozar en un colchón tirado en el suelo de un garaje.
Por suerte eso nunca tendría que hacerlo.
Si el año comenzaba de ese modo estaba dispuesto a disfrutar del resto al máximo, a ver esos ojos marrones todos los días, y acostumbrándose a que sus brazos lo rodearan como lo hacía en ese mismo momento, sobre aquella cama con sábanas verdes y azules. Tal vez podrían haber hecho una segunda ronda después de la mesa del trastero, pero los dos cayeron rendidos en cuanto se tumbaron el uno al lado del otro.
...
La luz de la mañana no lo hizo abrir los ojos, pero si lo despertó, así que su primer movimiento fue el de buscar una almohada para taparse y seguir con el sueño que estaba teniendo, aunque no se acordara de él. Palpó la blandita superficie con la mano sin éxito, dormir boca abajo no le gustaba, así que su siguiente opción fue darse la vuelta, pero se topó con algo duro que lo hizo dudar de donde estaba.
Luego lo recordó todo, y sonrió al saber que todo había sido real.
Se acurrucó en su pecho desnudo mientras lo abrazaba, intentando que Wonsik quedara pegado a él de esa manera durante mucho tiempo. No sabía si él seguía dormido, pero le gustó que también correspondiera a ese intento de posesión, apretándole y apoyando su barbilla en la cima de su cabeza.
No quiso pensar en la hora que era, pero solo esperó que no fuera demasiado tarde para poder seguir un ratito más en aquella cómoda posición. Suspiró e intentó dormir de nuevo, pero no lo logró pues el sol los iluminaba demasiado, uno demasiado fuerte para ser invierno y eso solo podía significar que no era tan temprano como creía.
Abrió los ojos y se zafó como pudo de los fuertes brazos que lo rodeaban, fue en busca de su teléfono pero recordó que no estaba en su habitación, así que por suerte, logró localizar el de Wonsik sobre la mesa de noche a su lado. Le dio al botón, y un adorable Buttie cachorro le informaba con números blancos que eran casi las tres de la tarde, y su tren salía a las cuatro.
- Wonsik. – Dijo girándose y moviendo su brazo, pero este no dio respuesta, así que volvió a repetir la acción pero con más fuerza. – Wonsik, es muy tarde. – Elevó su tono un poco más, pero lo único que recibió fue el apreciar la espalda de su novio al girarse. - ¡Wonsik!
- Me gustaba más como me llamaste ayer.
Frunció el ceño, por mucho que lo intentó no lo lograba recordar, pero una bombillita se le encendió en su cabeza en cuanto reconstruyó los hechos de la fiesta y luego enrojeció. La verdad, no sabía cómo se le había ocurrido decir su nombre en diminutivo, pero le salió solo, y por lo que veía no le había desagradado. Sonrió con malicia, tenían media hora para hacer las maletas y coger el taxi, si tenía que ablandarlo para que se diera prisa, tendría que intentarlo.
Recorrió su trabajado cuerpo con la mirada al sentarse sobre la cama, y bajó lo suficiente la cabeza para trazar con la punta de su nariz su hombro y llegar hasta su oreja para susurrar con dulzura:
- Wonsikkie... como no nos demos prisa, perderemos el tren.
Fue un movimiento rápido, y en poco segundos se encontró atrapado por las muñecas sobre su cabeza, y una cadera sentada encima de la suya. Luego sus labios favoritos lo atraparon en un ardiente beso, al que Taekwoon no dudó en corresponder con la misma intensidad.
Luego un carraspeo los sobresaltó, ni siquiera oyeron como Sora había llamado antes de entrar.
❤👨🏻💻👨🎨❤
Azúcar para todos!🤗 Ainss vaya dos tortolitos, como me gusta hacerlos empalagosos❤ y lo que queda^^
Espero que esta semana me tengais un pelin de paciencia... No se cuando tendré listo el siguiente, espero no tardar!!
Besitos😘
PUBLI: Si quereis hacer la espera un poco más rápida, he empezado un Navi indecente😂 Os invito (si no lo habéis hecho ya) a conocer a Boy 23 👀🙈🔥
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro