Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

24. Anonadado

Eran casi las nueve de la noche, en exactamente doce minutos comenzaría la última cena del año, y por ese motivo Wonsik escuchó desde su cuarto el sonido el timbre de la entrada, avisándolos que los invitados ya estaban aquí. Se enteró en el último momento que vendrían también los padres del marido de Sora y unos amigos de ésta, no le hizo mucha gracia pero lo aguantaría, y solo porque al final de la noche llegaría su gran momento.

Hyuk no había sido de mucha ayuda, únicamente supo lo que realmente sentía por Taekwoon al comprobar que las cosas raras que hacía su cuerpo coincidían con lo que le contaba su amigo, era raro pero debía aceptarlo, ya que no le desagradaba en absoluto.

El descubrimiento de aquellos que todos llamaban amor.

Sí, Kim Wonsik estaba de acuerdo que el adorable pelinegro había conseguido con sus expresiones, actos y sonrisas robarle aquello que creía que no servía para nada, su corazón. Podría sonar cursi o típico, pero ahora entendía con extrema claridad lo que significaba ser feliz con solo mirarle a los ojos, y estaba dispuesto a informárselo, sin importarle si a Taekwoon le pasaba lo mismo o no.

Porque si ambos coincidían en tener eso del amor, Wonsik dispondría de la compañía de su gatito siempre, y eso lo ponía de buen humor; y en el caso de que solo fuera él el afectado, le daría las suficientes razones para que también se contagiara de ello.

Le diría la gran exclusiva después de las campanadas que los informarian que el año acababa de comenzar, lo llevaría a la fuente de la sirena y aún estaba decidiendo si se arrodillaría o no, porque, según las películas, eso se hacía para pedir matrimonio, y él era Ravi y si se quería arrodillar para decirle a Taekwoon que estaba enamorado de él, lo haría.

- ¿Estás listo? – Escuchó a su espalda la voz más dulce del mundo.

- Siempre lo estoy. – Dijo mientras daba una vuelta en el sitio. - ¿Qué te parece? ­­– Lo vio dudar antes de hablar.

- Es muy tú.

En comparación al aburrido traje negro con corbata roja que llevaba Taekwoon, había optado por la única vestimenta que a Wonsik le parecía formal, un conjunto azul celeste de chaqueta y pantalones lisos. No llevaba ninguna camisa, así que la parte del pecho la tenía descubierta mostrando algunos de sus tatuajes, y las solapas negras no hacían más que resaltarlos. En el lado izquierdo tenía el estampado de un corazón con una flecha clavada, reflejando así su nuevo estado de ánimo.

- ¿No piensas llevar nada debajo?

- ¿Para qué?

Le gustó es escaneo que le hizo Taekwoon en cuanto se puso delante para luego seguir son su típico sonrojo, si no fuera porque los estaban esperando, cerraría con llave la puerta y no lo dejaría salir.

- Es igual, vámonos.

Lo siguió por el pasillo y las escaleras hasta llegar al comedor principal, había demasiada gente desconocida, pero no le importó, tenía claro que esa noche solo se fijaría en su gatito ya que lo ayudaba a tener más inspiración para lo que iba a suceder. Notó las miradas puestas en él, estaba claro que destacaba con el color de su pelo y su preciada vestimenta, pero si no fuera así no sería Ravi.

Taekwoon lo presentó a los invitados como un amigo y compañero de trabajo, Wonsik solo sonreía y asentía de manera formal, algo incómodo y con ganas de que todo aquello pasara de una vez, pues le recordaba a aquellas fiestas con desconocidos a las que solía asistir de pequeño con sus padres. Lo odió, pero lo soporto por la persona que estaba a su lado, mostrando aquella preciosa sonrisa, a la que prometió proteger con su vida si era necesario.

Pasaron a la mesa en cuanto estuvieron todos, Taekwoon ayudó a su hermana y su marido a colocar los platos que faltaban, Wonsik también quiso colaborar, pero le asignaron la peor tarea, vigilar al pequeño Minyul el cual estaba sentado en su trona esperando su propia comida personalizada. Lo vio sacarle la lengua al sentarse a su lado.

- Ese es el sitio de tío Degon.

- Tu tío "Degon" está ocupado ahora mismo. – El niño se le quedó mirando con el ceño fruncido.

- No se poqué mi tío está anonadado de ti, eres raro.

- ¿Anonadado?

- Mi mamá dice que el tío Degon está anonadado y que por eso siempe se ríe.

No entendía ninguna palabra de lo que decía el enano, pero antes de poder preguntarle, el último platillo fue colocado sobre la mesa, y dejó a Taekwoon sentarse en su silla, al lado de su sobrino.

La cena pasó con normalidad, e incluso Wonsik la pudo considerar entretenida. Hablaron de todo un poco, Sora contó anécdotas de Minyul a cada rato y sus suegros reían encantados, conoció lo precioso que era México gracias a la pareja amiga que los acompañó y adoró demasiado ver la cara de felicidad en Taekwoon constantemente, muy diferente a la que le mostró cuando le explicó su desastrosa relación con sus padres.

Cuando ya iban por el postre, al reloj ya le faltaban pocos minutos para dar las doce, así que todos de dirigieron a la sala de estar para poner la televisión, y cambiar al canal donde se emitirían las treinta y tres campanadas que darían la bienvenida al año nuevo. El ambiente era alegre, todas las personas presentes se sentían entusiasmadas por ver que les esperarían los próximos doce meses, incluido Wonsik, que deseaba que aquel chico permaneciera siempre en ese lugar, a su lado. Le habló a la oreja en un tono que solo ellos oían.

- ¿Sabes que es tradición en otros países? – Taekwoon negó mirándolo. - Besar a una persona los primeros minutos del año. Dicen que trae buena suerte en el am-

- ¡Ya empiezan! – Gritó Sora interrumpiéndolo mientras subía el volumen del televisor. Le dedicó una mirada asesina.

Todos prestaron atención a la pantalla, hasta Taekwoon que dejó de escucharle. Pero Wonsik no estaba interesado en ella, ni en cantar los números como todos hacían en ese momento, así que en un movimiento rápido, agarró la muñeca de su lado y lo arrastró hasta el pasillo.

Colocó las manos a cada lado de su cabeza, acorralándolo en la pared del pasillo, el pelinegro lo miraba sorprendido, pero no se quejó en ningún instante. Estaban a oscuras y aun así podía ver su cara muy bien, la cuenta atrás se podía escuchar gracias a las voces de sus familiares.

- ¡Cinco! ¡Cuatro! ¡Tres! ¡Dos!

- Uno – Susurró Wonsik antes de lanzarse a sus labios.

Entrelazaron los dedos como solían hacer en cada beso largo, disfrutó de su boca como si fuera la última vez, aunque tuviera claro que era la continuación de todas las veces que le seguirían. Lamió lo que pudo antes de jugar con la lengua contraria, que aceptó gustosa cada movimiento e incluso consiguió aumentar la intensidad, consiguiendo así que ambos se quedaran sin aire.

- Feliz año nuevo, gatito. – Susurró pegando las dos frentes.

- Feliz año nuevo, Wonsikkie.

Abrió mucho los ojos sin creerse lo que había salido de aquellos preciosos labios, el cosquilleo raro se manifestó en su estómago de nuevo, avisándole que aquella era la ocasión idónea, no aguantaba más.

- Taekwoon, yo...

- ¡Aquí estáis! – Sora le había caído muy bien desde el primer momento, pero en estos últimos minutos la estaba odiando con todo su ser. - ¿Por qué no dejáis los arrumacos para luego y venís a celebrar? ¡Hay champagne!

Se separaron de un salto y caminaron con el resto, Taekwoon sonrojado hasta las orejas y Wonsik sacando humo de ellas, tendría que dejarlo para luego y no tenía ganas de esperar más. Quiso volver a llevárselo fuera y seguir con su plan, pero los siguientes minutos los dedicaron a brindar varias veces y desearse un buen año entre todos, un ambiente festivo al que le siguió algo de música actual.

El marido de Sora bajó las luces y subió el volumen de la canción que ahora sonaba, una en la cual todos se sabían la coreografía y bailaban sin vergüenza, hasta el mismo Minyul se animó. Taekwoon se quedó apartado, su timidez no lo permitía seguir el ritmo de sus familiares, o al menos hasta que su hermana lo cogió de las manos para incluirlo en su show particular y éste no pudo más que seguirle la corriente, sonriendo y tapándose la cara de la vergüenza.

Wonsik miraba la escena enternecido desde un rincón, a él no le gustaba bailar pero si ver como los demás se lo pasaban bien. Una de sus manos fue atrapada sin esperárselo, la culpable fue la suegra de Sora, una señora en sus cuarenta que lo arrastró a la pista improvisada sin permiso ninguno. Quiso huir, pero le fue imposible así que no tuvo más remedio que unirse al grupo y mover las caderas torpemente, al ritmo de una canción con letras que hablaban de ser esclavos del amor.

Muy oportuna.

Igual que la siguiente, con una melodía lenta y romántica que incitó a que todos se pusieran en pareja, excepto Minyul que ya dormía en el sofá. Logró ver sus ojos entre la gente, eran los únicos que no estaban agarrados y como imanes se acercaron, sin importar quienes estaban a su alrededor. Tal vez lo ideal sería bailar aquella canción, agarrando la cintura de Taekwoon y disfrutar de aquel momento íntimo, pero Wonsik daría el giro a todo aquello.

En vez de la cintura optó por su mano, e igual que antes lo arrastro fuera pero esta vez pasando el pasillo, cruzando la entrada y saliendo al jardín únicamente iluminado por las luces decorativas. Miró el cielo, las nubes tapaban la luna y no se podía apreciar ninguna estrella, también hacía bastante frío, el ambiente de película que esperaba no lo acompañaba, pero estaba tan desesperado que no le importó. Habló en cuanto Taekwoon lo miró, preguntándole que hacían allí.

- Quería un sitio tranquilo para hablar. – Un rayo iluminó los arbustos milésimas de segundo.

- ¿Hablar de qué? – Comenzó a ponerse nervioso, algo que no solía pasarle, pero algún motivo tendría que ponerle el que le temblaran las manos.

- Taekwoon. – Comenzó de nuevo. – Verás, yo siempre te digo que las cosas son normalmente aburridas, como el día a día a no ser que les des algo que lo haga diferente. – Lo vio asentir extrañado, luego se escuchó un gran trueno que los sobresaltó, pero él no le dio importancia. – El caso es que el perro es azul, tiene ese toque que lo hace especial, incluso el panda rosa lo tiene y eso es divertido.

- Wonsik, no entiendo lo que quieres decir... hace frío- Lo vio frotarse los brazos. - ¿No podemos seguir la conversación dentro? – Él solo negó.

- Quiero decírtelo aquí, es distinto...

- ¿Decirme qué? – Una gota cayó en la coronilla de su cabeza, ambos miraron al cielo. – Parece que va a llover, vamos a-

- ¡Aún no! – Gritó dejando al mayor sorprendido. Cerró los ojos para respirar profundo y seguir con lo que tenía planeado en su cabeza. - Verás, los días de una persona son una rutina a no ser que... ¡Joder!- Lo que al principio eran cuatro gotas de agua, se convirtieron en pocos segundos en una fuerte tormenta, dejándolo con la palabra en la boca. Otra vez.

Se tiró al suelo abatido dejó que la lluvia lo empapara, no se molestó en correr, tal vez eso era algún tipo de señal, tapó su cara con las manos, luego notó como Taekwoon se agachaba a su lado.

- ¿Por qué es tan difícil? – Preguntó entre sus dedos. – Solo quería decirte que estoy enamorado de ti, pero Sora me ha interrumpido dos veces y ahora la lluvia. Tal vez no esté preparado para esto, creo que no se me da bien. – Lo dijo todo de carrerilla, sin pensarlo y sin percatarse, hasta que no levantó la cabeza, de la sonrisa que le estaba dedicando Taekwoon. Luego se dio cuenta de sus propias palabras, y recordó las de Minyul en la mesa. – ¿Eso quiere decir que estás anonadado y por eso te ríes? Ahora lo -

De nuevo lo habían cortado en mitad de su frase, pero no le iba a poner ningún impedimento a aquello que lo había provocado. La adrenalina de pintar en la calle no era nada, comparada con lo que su cuerpo sintió en ese momento.

Tirados en mitad del jardín y con altas probabilidades de coger una pulmonía Taekwoon lo besó, acariciándole las mejillas y evitándole respirar, él solo correspondió, entendiendo que el niño solo había dicho mal el adjetivo. 

❤👨‍🎨👨🏻‍💻❤

Siguiendo mis pautas, el siguiente capítulo debería seguir con Hakyeon... pero no puedo dejar esto así ¿Verdad?

Besitos!!!😘

PD: Nueva portada! Os gusta?? :)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro