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❝ Sentimientos.❞
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Con sus corazones acelerados y su respiración agitada ambos corrían en la misma dirección, el cerezo, corrían con desespero anhelando aquel encuentro entre ambos, decididos así a dar ese paso que tanto miedo les ocasionaba.. hablar de sus sentimientos, aclarar aquel pequeño sentir que ya hacían sintiendo desde hace mucho. Sus corazones deseaban con intensidad, ser aceptados, que aquel amor creciente fuese correspondido.

Ambos sentían el tiempo pasar con lentitud, como si en vez de avanzar solo retrocedieran sin poder llegar a su destino.

En sus pensamientos llegaron las inseguridades y preguntas, todas referente al mismo tema «¿Dirá que si o solo me rechazara?» Eso era lo que surcaba las mentes de ambos, dando como resultado el miedo a llegar al punto de encuentro.

Mientras corrían sus corazones solo se agitaban aún más al igual que un pequeño nudo en sus gargantas se hacía presente en ellos, aún así ninguno dejo que el miedo los cegara siguiendo así su camino hacia aquel parque tan significativo para ambos. Su lazo se había vuelto más fuerte en ese lugar y si debía romperse, ambos sabían que debía ser ahí.

Aunque estuvieran corriendo desde diferentes caminos su destino era exactamente el mismo. De lejos empezaban a visualizar ya el gran cerezo que se hallaba en el centro de ese pequeño parque, poniendo así sus pieles de gallina y sus nervios de punta.

Corrieron aun más de prisa a su destino, queriendo llegar lo más rápido posible, nada existía alrededor de ninguno, ambos solo estaban centrados en aquel árbol de rosadas hojas, pensando en el otro. Todo corría en camara lenta y sin siquiera prestarle atención a lo demás llegaron a su destino al mismo tiempo, bajando sus miradas respirando fuertemente para intentar recuperar el oxígeno perdido.

Ya recuperados levantan sus miradas, perdiéndose en los ojos del contrario sonrojándose cada uno al instante. Con lentitud y algo temblorosos se empiezan a acercar sin apartar la mirada del contrario, quedando enfrente del majestuoso árbol. Al estar completamente cerca desvían un poco la mirada, ninguno pronunciaba palabra alguna y solo evitaban el contacto visual del otro.

El silencio entre ambos duro poco, la maga de cabellos dorados había Sido la primera en hablar, rompiendo así ese silenció incómodo que los había invadido.

—Rogue..— Este la mira pero al instante nota que la rubia solo mantenía la mirada gacha, escuchando atentamente sin apartar la mirada de ella, está prosiguió.— Tengo miedo.— Susurro, confusión apareció en la mirada del moreno, con cuidado tomo la mano de esta entrelazando sus dedos y con su otra mano tomo el mentón de la rubia, haciendo así que está lo mire a los ojos, los cristalinos orbes de la rubia hicieron que el moreno hiciera una mueca y apretara con un poco de fuerza la mano de la contraría.— Tengo miedo de que todo esto que está sucediendo entre nosotros desde hace nueve meses acabe.

Suspirando el moreno relajo sus facciones, acariciando el rostro de la rubia con las yemas de sus dedos, Mirándola con comprensión.

—Claro que no acabará esto, ¿Por qué piensas que si, Lucy?— La Rubia lo miro con dolor apretando el agarre de sus manos muy fuerte.—¿Lucy? ¿Que pasa?— Pregunto preocupado el moreno.

Ella bajo ligeramente su cabeza, por un momento sumida en sus pensamientos, de un momento a otro ella levanta la mirada directamente hacia él, sin dejar de apretar el agarre lo miro fijamente antes de continuar.

—Rogue— Él la miro confundido, no entendía el cambio repentino de su tono de voz, de un momento a otro unos pequeños nervios entraron en su sistema, miedo a que ella supiera lo que el siente y no saber cómo rechazarlo.— ¿Qué es para tí... El amor?

Pregunto ella en tono bajo, sin apartar la mirada de él. El moreno se vio sin palabras ante la pregunta de la Heartfilia, él sabía exactamente que era el amor para el pero aún así tenía miedo de responder.

—¿Qué es para tí?— Devolvió la pregunta él, evadiendo así su propia respuesta.

La rubia lo miro irónica ante la respuesta de este, ambos sabían que era de tontos responder una pregunta con otra, pero aún así, decidió responder primero a esto antes que él.

—El amor.. para eso es un sentimiento muy fuerte, es amar todo de la otra persona, es aceptarla tal y como es, con defectos, prejuicios, miedo e inseguridades, incluso enamorarte del alma de la otra persona, es amarlo con todo tu ser y saber que aunque pudieras vivir sin el o ella digas con seguridad que prefieres estar aún así a su lado.— Respondió ella con un ligero brillo en sus chocolatados ojos, un brillo que para él moreno fue especial y único.— Te amo Rogue y realmente tengo miedo de que tu no sientas lo mismo, que mis sentimientos arruinen todo esto que hemos creado.

El moreno con delicadeza suelta la mano de la rubia, colocando así sus dos manos sobre las mejillas de esta, mirándola con ternura y una sonrisa temblorosa en sus labios, sus ojos se hallaban cristalinos y mirándola fijamente el decidió responder.

—Para mí el amor— susurra con suavidad.— Eres tú.— Sonríe tiernamente uniendo sus labios con los de la rubia frente a él, la cual empezó a derramar unas pequeñas lágrimas mientras correspondía el beso. Abrazando por los hombros al moreno, este por su parte la acerco aun más a el y con lentitud se separó de ella sin alejarse tanto dejando apenas unos centímetros de distancia.—Te amo, Lucy.

—Y yo a ti, Rogue.— Ella lo besa con dulzura y felicidad, derramando aún más lágrimas sin dejar de abrazar al moreno.

El amor era algo extraño, difícil de descifrar y saber si es verdadero, para muchas personas es difícil saber si de verdad llegan a sentir aquel sentimiento, Para otras se da primero una conexión y poco a poco, puede tardar meses o años incluso en que apenas esa primera pequeña chispa aparezca.

Algunos, sin embargo, se encuentran en la situación donde pensaron que no pudiera haber una chispa y cuando dan la oportunidad a que suceda, el resultado no es sólo una pequeña chispa, no, el resultado son fuegos artificiales. Eso sucedía con esos dos magos de magias opuestas, ellos solo decidieron darse la oportunidad sin arrepentirse del resultado.

Después de todo, estaban hechos el uno para el otro y todo había sucedió gracias a aquella pequeña Sonrisa.

FIN