Corrí cuanto mis piernas podían, está segura que estaba ahí, en la sala de Ranvenclaw. Tenía un amigo de esa casa, Yian Chang. Así que si no estaba en los demás sitios de Hogwarts solo me quedaba ese, ¿No? A lo cual seguí corriendo hasta llegar a la entrada, muy diferente a la de Gryffindor.

—Segundo párrafo del libro, página cuarenta y ocho del libro....Era, era...— no me acordaba de cómo entrar, era muy frustrante. Me pasaba mis manos por el pelo enredándolo todo..., por fin entiendo la manía que tiene James en hacer eso.

Caminaba de un lado a otro de la puerta, la miraba mientras pensaba en cómo entrar pero me era imposible recordarlo.

Pero para mí suerte (o mala suerte) salió de ahí una chica; muy guapa, con el pelo negro, ojos azules cristalinos y al parecer un curso más alto que yo. Sonreí nerviosamente mientras ella me alzaba una ceja en señal de pregunta.

—¿Qué haces aquí?— preguntó de mala gana.

—Ehh...— me quedé atrapada, estaba segura que no le iba a contar la verdad, ¿Pero que le digo?

—¿Se te a comido la lengua el gato? ¡Por las barbas de Merlín, contestame! Sino, le diré a la jefa de tu casa que merodeabas por aquí para hacer una broma de las vuestras.— declaró con un tono amenazador.

Ahora entendía un poco más ese carácter que tenía hacia mí.

— No, no, esta vez vengo en son de paz. No haré lo mismo que la última vez.— le miré a los ojos mostrando sinceridad. La última vez que estuve aquí pintamos las paredes de escarlata, creo que está enfadada con nosotros.— Estoy buscando a Yian Chang, ¿Sabes dónde está?

Ella me miró perspicaz, incrédula a mis palabras.

—No, no lo sé. Ahora vete por donde has venido, largate.— dijo en tono cortante.

Me rehúse a creerla, ¿Por qué debo confiar en su palabra? Puse mis manos en la cintura y ahora fui yo quien alzó una ceja.

—¿Ah, sí? Entonces no te importa que eche un vistazo, ¿Verdad?— aquí pasaba algo más de lo que ella quería contarme, lo noté al ver como su mandíbula se puso más recta.

—Ni de broma te dejo pasar, niñata. Vuelve a tu casa, último aviso.— parecía no querer tirar la toalla, pero...yo tampoco.

—Ups, ¿Que pasaría si entro?— dije inocente con una sonrisa maléfica.

—No acertarás la adivinanza.— contestó en tono superficial, lo cuál yo sonreí, ahora sabía cómo entrar.

—Tienes razón, mejor me voy— me di medía vuelta y camine hasta la esquina, justo cuando la doble me asomé con cuidado y miré a la puerta. La chica se había ido, ahora tocaba entrar.

Me acerqué corriendo y me puse enfrente de la puerta.

—Quiero entrar.— entonces me di cuenta (aún después de haber pasado más de cien veces por delante de la puerta) de que no había un pomo, pero sí una estatua de una águila.

Por muy extraño que fue, la águila habló:

—¿Qué es lo que aún no ha sido, que debe ser, pero cuando lo sea, ya no lo será?

Parpadeé varias veces, estaba realmente pérdida. Siempre fue, ligeramente, Lily más lista que yo para estás cosas.

—¿Puedes darme otra?— pedí, pero no pasó nada—Vale, vale, pensaré en algo— respondí resignada.

El pasillo se quedó en total silencio, por lo cual, mientras pensaba en la solución escuche un ruido, un objeto pequeño y poco pesado cayendo. Me giré pero no había nadie, por un momento jure escuchar algo... seguramente serán imaginaciones mías.

Llevaba casi una hora enfrente de esa puerta, no podía más. Bueno, no había forma, mañana posiblemente Lily este en otro sitio...¡Espera! ¡Mañana!

—¡El día de mañana, la respuesta es el día de mañana!— grité con lujuria.

—Respuesta correcta.— tras eso se abrió la puerta mientras yo llevaba una sonrisa de oreja a oreja, estaba claro: aún no ha sido, debe ser pero cuando sea ya no lo será. Era el día de mañana, ahora es un futuro, luego será un presente para luego ser un pasado.

La puerta se cerró detrás mía y observé mi alrededor, todo de plata y azul,  colores característicos de esta casa. Todos se giraron y me miraron con mala cara a lo cual les sonreí con timidez.

—Ejem, hola...¿Sabéis dónde puedo encontrar a Yian Chang?

Todo cayó en un nupcial silencio, a lo cual volví a preguntar:

—Hola, ¿Sabéis dónde puedo encontrar a Yian Chang?— repetí.

Una chica me contestó:

—Te hemos oído a la primera, no hacía falta repetir.

Le sonreí irónica, estaba más que claro que los Ranvenclaw nos odiaban.

—¿Pero sabéis dónde está?

—¿Para que lo necesitas?— me interrogó una persona del fondo.

—¿Por qué debemos decírtelo?— replicó otra persona.

—¿Vienes a gastarnos otra broma?— siguió alguien.

—¿Y si no te lo decimos nos pegarás como le pegaste a Black?— ronde los ojos cansada.

—Si queréis decirme algo de importancia, hablar, sino permanecer callados.— coloqué mis manos en forma de jarra, en una pose intimidante.

Tensión y silencio se apoderó del ambiente, pero una chica; de pelos rubios cenizos y ojos azules, se levantó y me sonrió con dulcedad.

—Hola, yo sí sé dónde está— su voz me sorprendió mucho, era tan aguda y soñadora que fue muy acogedora.

—¿Si? Que bien, ¿Me puedes guiar?— pedí a la chica, ella asintió con la cabeza y salimos de ahí, de esa sala con gente que me odiaba a muerte.

Estando solas en el pasillo ella me habló:

—Hola, soy Pandora, vamos a clase de pociones juntas, ¿Lo sabes?

Entonces estuve apuntó de matarme. Debía de abrir más mi círculo de amistades.

—Oh, sí, sí, lo sé. Gracias por guiarme...pero, ¿Adónde vamos? Los he buscado por todo Hogwarts y no los he visto.

—Sabía que no le buscabas a él, sino a tu gemela, ¿Verdad?— indagó con su encantadora sonrisa.

—Eh, pues sí, quiero...

—Disculparte, ¿Cierto?— me interumpió.

—Si, exactamente. —confirmé.

Me dejaba llevar por donde ella nos conducía, solamente caminaba sin reprochar, pero me extrañó mucho que fuéramos en dirección del campo de Quidditch. Estaba extrañada, por lo cual le pregunté:

—Oye, Pandora, ¿Dónde vamos?— ella me miró de perfil sonriendo.

—Al campo de Quidditch, son unos fanáticos de ese deporte.

Fruncí el ceño, confusa.

—¿A Lily le gusta el Quidditch? Que raro, yo lo odio, no pensaba que podía gustarle...— mencioné en alto.

—Si, casi todo Hogwarts lo sabe, no pensaba que tú..., bueno, que no los supieras.

—¡Magnifico! — dije en tono sarcástico— Todo el mundo sabe más de mi gemela que yo de ella.

—Bueno, yo realmente pensaba que lo sabías.— siguió—Hasta tus amigos lo saben.

—Que asco de deporte— murmuré con desprecio.

—Si, a mi tampoco me gusta tanto.— me giré para mirarla.— Crea mucha rivalidad entre las casas. Pero bueno, también se disfruta de las victorias.

—Y que lo digas.— para entonces ya habíamos llegado al campo, estaba casi vacío, solo dos figuras surcaban el aire y me hice una ligera idea de quién eran; Lily Evans y Yian Chang.

Apuntó de acercarnos una voz nos interumpió el paso.

—¡____!¿Podrías venir un momento? Es muy urgente.— la voz se notaba agitada, como si acabase de correr una maratón.

Ambas miramos al lugar donde provenía la voz, era Remus Lupin.

—La verdad es que no me pillas en un buen momento...— mencioné mirándole; estaba exhausto.

—Oh,— siguió con el poco aire que tenía en los pulmones— perdone "majestad" por molestarla, ¡Pero James y Sirius se están peleando!— hizo énfasis en majestad y marco comillas con sus dedos.

—¡Pero por muy inútiles que sean no puedo ir ahora!

—____— interumpió Pandora— Deberías ir, ya irás con tu hermana otro día. No creo que se enfade más, por todo lo que pase seguiréis siendo hermanas. Tú tomas la decisión.

Pensé en sus palabras, y tenía razón; había que tomar una decisión. No creía que se pudieran poner más mal las cosas entre nosotras pero tampoco quería que James y Sirius se matasen a puñetazos.

—Vámonos, Remus. Luego nos vemos Pandora.— y así Remus y yo salimos corriendo ha dentro en el castillo. La verdad, todo el esfuerzo de encontrarla para abandonarla. Pero no había opción.

....

Lily esperanzada de que su hermana se acercarse a ellos vio como Remus entraba en la escena.

—¿Ese es Remus Lupin?— preguntó su amigo Yain Chang.

Para aquel entonces ya habían parado de entrenar y estaban colgados en el aire encima de sus escobas.

—Si, ¿Qué hace ahí?— dudó Lily.

—No lo sé...¡Mira!— señaló con el dedo— ¡Se está yendo con ____! No sabe lo que se pierde.

Antes de que dijese algo más, Lily interumpió;

—No valen la pena, ahora lo sé.— apartó la mirada de ahí cuando Pandora clavó la suya en ella— Sigamos jugando.

—Vale— aceptó el chico.

Aún Lily no lo mostrase, la quería, pero ella había dado constancia que ella no.

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Holaaa gente,
Aquí está el nuevo capítulo uwu. A habido mucha acción, pero va ha ser muuuuy necesaria más adelante, lo veréis ( ͡°‿ ͡°).
Saludos desde Hogwarts, se despide;

Diana Weasley