-estaba esperando que me lo digas dulzura.

Y en ese momento me sentí en el quinto cielo, como le pedí, sus embestidas eran rápidas, y bruscas.
Se formó un hermoso orgasmo.

Caímos rendidos.

- nada mal eh - se recostó en la cama. Dio unos golpes en ella para que me acueste a su lado.

- tengo que irme. - dije segura.

- ¡Vamos! Acuéstate a mi lado, estás cansada y mereces descansar.

- está bien, me quedaré un rato más, pero solo porque fue muy agotador y estoy un poco cansada.

- igual el que tiene que estar más cansado soy yo, los hombres hacen casi todo el trabajo.

- Si, como digas. - me recosté a su lado,  tapándome con una sábana. - ¿Christopher? - llamé su atención.

- Si Barbie, ¿Pasa algo?

- ¿Que hay entre tú y tu padre? Se nota que no se llevan para nada bien. - me miró, en su mirada había tristeza, y odio a la vez.

- Mi padre no es como piensas que es Bárbara.

- No es lo que yo piense o no Christopher, te estoy preguntando que por qué hay tanta mala onda entre ustedes dos.

- hay cosas que es mejor no decirlas. - suspiró. - ¿hablamos de otra cosa? - asentí. - cuéntame algo de ti.

- la verdad no tengo casi nada que contar, solo que... Hace casi dos meses mis padres se quedaron sin trabajo, mi padre se fue a otro país a trabajar con mi abuelo...

- Y a ti no se te ocurrió mejor idea que trabajar de prostituta para mantener a tu familia.

- no entiendes... Quería hacer hasta lo imposible para no ver mal a mi familia, si trabajaba de algo común, no me pagarían lo suficiente.

- ¿y no te pusiste a pensar que puede llegar a decir tu familia cuando se enteren de esto?

- no se van a enterar. - dije segura de lo que decía.

- ¿Cómo estás tan segura?  Te pasas todo el día y noche en el prostíbulo, hasta estoy muy seguro de que tu familia sospecha de algo.

- no te metas en mis problemas, eres mi cliente y nada más, no tenés por qué opinar, yo sé lo que hago, no necesito a nadie que me diga que está mal y que está bien. - me levanté de la cama y me empecé a cambiar.

- No es para que te enojes Bárbara. - me detuvo. Me agarró del brazo.

- entonces no te metas. - me solté de su agarre.

Me vestí, agarré mi bolso y salí de ahí. Eran las 2 am recién, decidí ir a mi casa, iba conduciendo, las calles estaban solitarias, no había nadie, absolutamente nadie, ni un auto por las calles, ni personas.

- ¡no, no me puede estar pasando esto! - me dije cuando se escuchó que se pinchó una rueda. - genial, estoy en el medio de la nada con una pinchadura.

Bajé del auto para ver qué tan grande era la pinchadura de la rueda.

Me daba mucho miedo estar sola, en medio de la calle, sin nadie alrededor y más si era de noche.

Me metí en el auto, no sabía que hacer, estaba sola, no tenía señal, no tenía a nadie.

- ¿tan linda y tan sola a estas horas de la noche? - se me acercó un hombre a la ventanilla del auto.

- se me pinchó la rueda. - dije nerviosa.

- ¿quieres que te ayude?

- ¿tienes una rueda de mas? ¿O puedes arreglar la mía?

- no, pero puedo llevarte a mi casa si quieres.

- no gracias. - me daba miedo su cara, parecía un pedófilo.

- no te haré nada belleza, vamos a casa.

- no quiero ir a ningún lado con usted, ahora sí me disculpa quiero que se vaya.

Abrió la puerta del copiloto y se sentó en el asiento.

- ¿que hace? - lo miré con los ojos aguados, estaba por llorar.

- si no quieres aceptar mi oferta me vas a obligar que te viole acá adentro.

- voy a llamar a la policía.

- por esta zona no hay señal linda.

Me tocó el muslo.

- por favor no me haga nada. - dije con lágrimas ya en mis ojos.

Me quiso tocar la cara pero lo esquive, tenía demasiado miedo, me iba a hacer algo.

Abrí la puerta del auto y salí, quise correr pero me agarró del brazo.

- ¿a donde vas nena? - me agarró del cuello y me empezó a besar.

- suelteme. - mis lágrimas no paraban de salir. - por favor. - suplique, pero nada servía.

Me empezó a tocar toda, mis pechos, mi zona femenina.

- que asco me da. - le escupí la cara.

- me encanta las chicas como tú, así de rebeldes. - traté de alejarme de él. - ahora te vas a venir conmigo.

- ¡No! ¡Suelteme! - empecé a gritar.

- ¡dijo que la sueltes! - ahí estaba él, mi salvación.

- ¿quién eres tú? ¿El guardaespaldas de esta sexy muchacha?

- yo soy el novio.

Nuevo capítulo😎

Quién será? 😱

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Quería contarles que ya al fin ando de vacaciones y voy a estar actualizando muy seguido! 😁