Capitulo único
Ya no lo soporto.
Tengo que salir aquí antes de que me destruyas por completo, antes de que nos destruya a ambos.
Tire todas mis cosas a mis maletas, no me importa una mierda si no está bien hecho, solo quiero irme.
Me miraste confundido por el marco de la puerta de nuestro cuarto.
Tome mis cosas y salí frente de ti, bajando sin cuidado las escaleras.
—¿Namjoon, qué haces?— te atreviste a preguntar.
No respondí y abrí la puerta principal, mas me frenaste tomándome por el brazo.
—¿A dónde vas?—pequeñas lágrimas en tus ojos se hacían visibles en tus ojos y tu ceño se frunció.
—Lejos de ti— te pusiste pálido, tanto que pensé que te desmayarías.
No dijiste nada y me solté de tu agarre para largarme de este carrusel de emociones.
Llevamos meses siendo unos hipócritas, queremos alejarnos de nosotros y aún seguimos diciendo que nos queremos, más ambos sabemos que solo lo hacemos para no estar solos.
Me gustaría que me dijeras cómo fue que todo empezó pero sería injusto porque ni siquiera yo lo sé.
—Por favor no te vayas—rogaste, tus largas manos temblaron y paré frente a unos pasos de ti.
No puedo hacerlo, no puedo seguir así, me lastimas hasta que solo quiero morir y eso no es posible .
Te amo, de verdad lo hago, pero todas las discusiones e insultos se están volviendo más frecuentes e insufribles.
Odio tu presencia porque siento que te necesito a pesar de todas las heridas que me abres y les tiras sal.
—Nos amamos— dijiste en un intento de evitar que me fuera.
No sabes cuánto quisiera que eso fuera cierto, empero nuestras acciones nos contradicen.
Caminé lejos de ti, mi coche a unos metros de mi.
No me quería ahogar de nuevo en el alcohol ni en esos labios tan dulces que tengo, eso sería volver a marcar mi muerte.
—¡¡N-Namjoon, por favor no te vayas!!— gritaste en medio de la lluvia con la voz rota.
—¿Cómo carajos esperas que me quede cuando todo esto que tenemos se está tornando tan tóxico?— reproche con dolor mirándote directamente a los ojos—. Dueles tanto, joder —reí sin gracia cerrando los ojos—, y si soy honesto dueles cómo la mierda.
—Y-yo lo arreglaré, cambiaré, lo prometo— lo dijiste con la misma desesperación que yo tenía.
—Eso dijiste la última vez que discutimos—esa vez en la que alzaste la mano y casi me golpeas.
Todo dolía en demasía, todas tus acciones me recordaban miles de bonitas ilusiones fragmentadas que viví contigo, pero no me puedo permitir que esto continúe.
—N-no te vayas, por favor— volviste a rogar cuando abrí mis ojos.
—No puedo quedarme cuando nos lastimamos mutuamente, entiéndelo— comencé a llorar.
— Lo arreglaremos— te acercaste a mi y sostuviste mis manos.
—Joder— suspire y aleje mis manos, lastimando tus sentimientos un poco más—. No puedo hacerlo, Jin, ya no.
—T-te amo— me abrazaste.
Tus abrazos eran tan adictivos y tú siempre lo utilizaste para tu beneficio. No dejas de chantajearme con todas las muestras de consuelo y cariño que me forzaban a volver a ti.
Joder, para.
— Intenta dejar de abusar del poder que tienes sobre mi, ¿Quieres?— solloce todavía más fuerte.
— Dejare de ser un abusador— sonabas honesto pero ahora no creo en tus palabras, no ahora.
—No, no lo entiendes— sorbí mi nariz—. No sabes cuánto dueles, hasta que estás solo.
Me miraste dolido y te separaste con delicadeza.
—Sé que ya no me amas, pero solo te pido que te quedes—tragaste duro.
Demonios, si tan solo lo supieras Jinnie. La razón por la que me voy es por ti, no me gusta verte tan mal, no es bueno para ti.
—N-no —forme un puño con mis manos—, yo te sigo amando, es por eso que hago esto.
— Me amas— susurraste con una emoción indescriptible—, pero yo no merezco tu amor. Vamos, quédate e ignórame, pero no te alejes.
Todo es tan tóxico y lo que dijiste es cierto, ninguno de los dos nos merecemos ni mucho menos algo tan jodido cómo lo que tenemos.
— Sería una tortura. Por favor deja de abrir todavía más estas heridas que buscamos— 'Déjame sanar' iba a agregar; sería una mentira—. No te quiero herir más, te he roto lo suficiente.
— ¿Cómo puedes decir eso, Nam?— miraste al cielo cómo si fueras a poder escapar de está situación si lo hicieras—. Tu fuiste el único que logró hacerme feliz en esta maldita vida, solo te quiero a ti, cerca.
— Eres un monstruo, Jin, tienes todo el control sobre mi y lo utilizas a tu gusto. Me corrompiste de la forma más adictiva y ahora dependo de esos labios sucios — duele decirlo, pero es tan cierto—. Déjame alejarme por un tiempo, solo necesito un poco.
No hablaste, te veías cómo si estuvieras perdido en tu cabeza. Esos ojitos que siempre me miraron con amor y furia, ahora estaban llorosos y muertos. Odio este sentimiento. No estoy rompiendo contigo, solo estoy tomando mi distancia para olvidar todos los traumas que bien me gane. Supongo que esto es el Karma que ambos merecemos.
Eso no te excusa.
Deja de intentar mantenerme atrapado en esta jaula de espinas con tu afecto, me hace demasiado masoquista por no negarme a ser tu esclavo. Sé que solo somos dos humanos errantes que buscan consuelo en otros pecadores, pero no abuses de esa necesidad que tengo, tal vez no te guste perder ese privilegio de control.
Todo iba bien, Jinnie, empezamos esta utopía hace tres años y éramos la envidia de todos. El segundo año fue el mejor, eras mi bebe y yo el tuyo. Sigo recordando las sonrisas y caricias que nos dábamos constantemente, incluso puedo jurar que las siento cuando pienso en ellas. El tercer año, el pasado, las cosas se pusieron inestables, se sentía una desconfianza entre nosotros. Y este año, en el que casi cumplimos el cuarto, todo se ha ido a la mierda. Los golpes e insultos reinan nuestra relación y solo quiero saber esto:
¿Cómo fue que esa utopía de ensueño se rompió?
— ¿Cuánto será?— tu voz tembló.
— Unos siete meses o un año— pensar en estar tanto tiempo sin ti me lastimaba de una manera aterradora. Necesito irme de aquí, de ti. Mientras más rápido lo haga mejor, sé que si tardo en hacerlo tú vendrás con esa cara perfecta hecha un desastre y me arrastraras a tus trampas.
—¿P-por que haces esto?— tus labios se redujeron a una fina línea y tus ojos inexpresivos brillaron en un limbo para mirarme. Estabas intentando manipularme de nuevo.
Es increíble que no seas una actor y puedas fingir tan bien las cosas.
—No me mires así—susurre virando los ojos con negación—. Esos trucos se han caducado, ya no intentes usarlos — verte intentar evitar que escape de nuestros demonios, me hace pensar en qué solo eres un narcisista con miedo a quedarse solo —. Deja de intentar controlarme.
— No quiero que te vayas— dijiste en un susurro.
— Me has lastimado demasiado y no puedo quedarme sabiendo que es...
— ¡Dios! Sé que la he cagado, Joon... y muy feo— explotaste interrumpiéndome—. Pero no fui el único que lo hizo. No fuiste tú quien te esperaba preocupado a altas horas de la noche solo para que llegarás y durmieras a mi lado como si nada hubiera pasado— sonabas tan melancólico y roto. ¿En serio fui capaz de poner así de mal a aquel chico tan alegre y sonriente en el que todos se apoyaban? Eres un hermoso ángel que torture hasta que me regreso todos mis pecados— . No me hables como si yo tuviera toda la culpa, no hables como si estuviera mal luchar por no perder a la única persona que realmente amo.
—No importa, eso no me es relevante—boqueaste y giraste tu cabeza para evitar mirarme, se te fue todo el aire. Supongo que no eres el único que puede dominar. Solo tuve que decir esas siete palabras para dejarte sin aliento—. Es el hecho de que todo está cayendo como un meteorito hacia el infierno y no podemos hacer nada porque ambos estamos demasiado enfermos cómo para enfrentarnos a mil batallas — sollozaste tomando tu cabeza entre tus manos—. Lamento que tengas que aprenderlo de está forma, Jinnie... Debes estar preparado para las batallas qué eliges y ninguno de los dos lo esta — te estabas desesperando, tu cara se puso rojita. Es demasiado para ti—. Ya no soporto tener que escucharte llorar todas las noches porque estabas demasiado drogado y faltaste a mis presentaciones, ni aguanto tener que verte perder tu luz cuando estoy demasiado perdido en las botellas.
— ¿Son por los medicamentos? Lo es ¿Cierto? Lo dejare—te apresuraste a decir abrazándome—. Quédate— no me necesitas Jin, ni yo a ti. Verte en esta condición tan deplorable me hace pensar en lo dañinos que somos para el otro.
—Me encantaría poder excusarme diciendo que tú no eres lo único que las pastillas están destruyendo, Jin, pero sería una mentira. En parte yo fui quien provocó esa catástrofe, y debo terminarla— lo siento, lo siento, mucho amor. Te convertiste en la salvación que me atormenta en la madrugada mientras me envuelvo en las gotas de lluvia. Y honestamente debo dejar de pensar eso, porque justo ahora debería de estar manejando hacia alguna parte y sigo aquí, esperando un segundo más, disfrutando de tu calor—. Te amaba, de verdad lo hacía y lo sigo haciendo.
— La distancia y el tiempo solo hizo que me perdiera en inseguridades que jamás me ayudaste a superar. Por favor, dame otra oportunidad. Déjame sanar junto contigo, no me dejes solo con mis demonios— rogaste y pude sentir los espasmos que sufrías.
— No puedo cuando soy yo tú enfermedad— tosiste sobre mi hombro.
—Por favor, no. No lo hagas, no, de verdad, por favor no— tus lloriqueos se aceleraron y sorbias tu nariz.
—Lo siento, Jin. Regresa a casa, volveré— susurre, esto era muy lastimero.
—No, Joonie, por favor no me dejes — te empuje hacia la puerta de nuestra cosa con esfuerzo, estabas poniendo resistencia—. Te amo, no lo hagas.
—Lo siento, bebe. No puedo continuar esta relación si no estoy estable— bese tu mejilla.
Te desplomarse en el suelo, supongo que todo esta situación te abrumaba y estabas aceptando que me alejare temporalmente. A mi también me duele, pero prefiero verte así unos minutos a que el resto de mi vida.
—No lo hagas, por favor no Namu— las gotas de lluvia fluían etéreamente sobre tu piel. Aún llorando te veías perfecto. No me puedo permitir romper una obra de arte tan pura.
—Lo siento, Jinnie— me agache sobre mis rodillas acariciando tus cachetes. Estabas muy frío—. Me tengo que ir. Prometo volver cuando esté bien— las lágrimas que antes caían cómo un río y no sentía se volvieron pesadas, tan pesadas que creí que rasgarían la carne de mis huesos por lo mucho que quemaban.
—No quiero que lo hagas. No quiero perderte. Tengo miedo de que te pierdas y empieces algo nuevo sin mi— hablabas entrecortado y desesperado, no podías evitar ahogarte con tu saliva y tu nariz congestionada no te dejaba respirar correctamente—. Nammie, solo quiero estar contigo ha...—te interrumpí con un beso. Es algo que usualmente te relajaba, ¿Por qué en este instante no funciona? Adquirimos un ritmo lento en el que mis labios acariciaban los tuyos en un intento fallido de saborearlos. Me enfoque en buscar la dulzura de tus belfos, pero... ¿Por qué el sabor es tan amargo? Todo el compás que seguimos emana el dolor de una despedida que no queremos; creí que esto sería algo reconfortante.
—Lo siento, amor— susurre alejándome de ti—. Necesito tiempo. Volveré, pero necesito que en mi ausencia te olvides de todos los dolores que te deje.
Me levante y gire en dirección a mi coche. Tomé mi maleta y la arrastre para ponerla en la cajuela. No miraría atrás, por nuestro bien no lo haría. Abrí la puerta de piloto e ingresé a mi automóvil, todo bajo tu atenta mirada rota. Ingrese la llave y lo prendí. Mis manos apretaron el volante; acelere para arrancar.
Lloré cómo un demente viendo por el retrovisor cómo me alejaba de tu sollozante figura rota arrodillada en el cemento frente al lugar que alguna vez me hiciste considerar mi hogar. No te quiero dejar.
Es algo sadistico quedarme teniendo en mente el poder destructivo y masivo que nos tenemos y abusamos descaradamente, por eso acelere aún más, si te seguía viendo regresaría en menos de un segundo.
'Lo siento, Jinnie' y 'Te amo' eran los únicos pensamientos que rondaban mi cabeza.
Te amo, prometo regresar.
—Te amo —susurre con la vista borrosa, ya estaba por las afueras de la ciudad. Me iría a un pueblo costero a unas cuatro horas de aquí.
Ahora no me queda nada más que seguir manejando y llegar a mi destino para poder pasar unos meses sanando o ahogarme en las violentas olas del mar por lo vacío que me siento lejos de ti.
Pase lo que pase, te seguiré amando. Todo lo que haga, sera por ti. No importa cuantos errores hagas, estaré ahí para corregirlos Todavía cuando me lastimes de las peores formas y me manipules, te seguiré queriendo.
Sé que estamos dolidos y en negación, que aún no pasan ni veinte minutos desde que me fui, pero hasta así, mi pequeño angel... anhelo el día en el que pueda regresar a abrazarte y besarte porque ya sé que no te puedo destruir.
No estoy rompiendo contigo, solo estoy tomando unas vacaciones en las que podré re organizarme y de las cuales regresare para fundirme contigo sabiendo que soy alguien puro y digno de hacerlo.
Lo siento, creo que lo he repetido en exceso, la culpa me carcome y ver lo roto que te deje solo me incita a decir lo siguiente:
Adios, Jinnie, te amo. Regresare pronto y prometo que en ese entonces tu poder sobre mi será el amor que me tienes y no nuestros abusos.
[...]
N/A: Es muy triste, lo siento. Es como una pequeña despedida que tenía guardada en mi cabeza desde un buen tiempo.
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