Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 16

El martes fue mortalmente tranquilo, es decir, esperaba más acosadores o alguna mierda parecida. Pero no, es increíble que la noticia sea desechada tan pronto... eso es raro.

Asistí a las clases de la mañana sin ningún percance. Ni siquiera vi a la perra de las perras y sus perritas. Ningún mensaje o insinuación... nada, cero, negativo, inexistente.

Voy a mi turno de la tarde en Domino's, donde Cipriano y Tay actuaron como una vieja pareja de melosos. Estuve a punto de vomitar dos veces por tanta dulzura entre ellos. Cecci y Fabio nuevamente están felices de ver a su hijo con Tay, Marco, sin embargo, luce triste. Desde que llegó hace unas horas de clase, está cabizbajo.

—¿Qué pasa, hermoso? —pregunto recostándome junto a él en la barra.

—Hola Bella. —Me sonríe tímidamente. Marco es un chico muy apuesto, pero cuando sonríe, incluso yo, estoy propensa a ser una asalta cunas.

—¿Por qué esa carita? Eres demasiado lindo para estar así de cabizbajo

—Yo... este bueno. Questo é difficile.

—Vamos, sabes que lo haré fácil para ti. ¿Es una chica verdad? —Asiente—. ¿Cuál es el problema con la chica entonces?

—Me gusta, como realmente gustarme.

—¿Y?

—Es demasiado bellissima, alegre, viva. Pero, ayer, cuando estábamos hablando sobre el baile y dije que no iría, se enfadó conmigo. No me habla.

—Tal vez ella quiere que la invites al baile

—Yo no puedo.

—¿Por qué? Estoy segura de que tus padres te dejaran salir sin problema.

—Eso no es el problema, bella. Yo... no sé bailar —susurra avergonzado.

—Sólo es eso. ¿El no saber bailar es lo que te impide llevar a la chica de tus sueños al baile?

—No sé bailar y es un baile.

—¿Cuándo es?

—¿Qué cosa?

—El baile, Troiloo.

—En un mes.

—Perfecto, tenemos el tiempo para esto.

—¿Para qué?

—Para enseñarte a bailar.

Decidido, Marco tomará clases conmigo los lunes, miércoles y domingos. Termino mi turno cerca de las ocho y, para mi sorpresa, Darren se encuentra fuera del restaurante, esperándome.

—¿Qué haces aquí?

—Tengo problemas con la clase del señor López. —Lo miro incrédula, él es increíblemente bueno en esa clase—. Está bien, quería verte. —Levanto una ceja y me cruzo de brazos—. Cristo, mujer... está bien, tengo hambre. Quiero Donas.

—¿Qué? ¿Crees que soy tu máquina de hacer donas?

—No, eres una buena amiga y alimentaras a este pobre hombre.

—Dijiste que eras rico.

—Lo soy.

—Entonces ve y compra Donas.

Hace una mueca como si le hubiera dicho que comiera excremento.

—¿Cómo crees que voy a comprar donas cuando tú sabes hacer las más increíbles, deliciosas y únicas? Estas matándome aquí, mujer.

—Está bien sígueme en tu auto.

Se apresura a su auto como si el diablo lo persiguiera. Me río mientras lo veo siguiéndome a casa en su Camaro.

Al llegar todo está silencioso, sé que Donna está en casa, sus cosas de la universidad están en el sofá, aun no habla conmigo y me preocupa. Tay se fue a casa de Cipriano.

Voy hacia la despensa, tomo lo que horneé el domingo y el día de ayer mientras, quedan unas cuantas donas y cupcakes de banano con crema de vainilla. Darren suspira al entregárselos.

—Eres un cerdito, tienes crema de vainilla por todo el rostro. —Tomo algunas servilletas y se las doy, niega con su cabeza y me pide que lo limpie. Lo hago, divertida—. Eres un cerdito bebé.

—Soy un sexy y hermoso cerdito bebé.

Ruedo mis ojos y resoplo.

—Lo que sea, hombre.

Su teléfono suena, lo ignora y continúa comiendo.

—¿Por qué no respondes?

—Porque estoy muy ocupado comiendo.

—Eso no te impide responder al teléfono.

—No, pero me impide disfrutar y saborear el momento correctamente —dice mientras come otro pastelito—. Cuando como no conozco a nadie, no existo, sólo somos la comida y yo, como una cita especial, una única conexión que el mundo no podrá arruinar. —Sonríe con el pastelito medio masticado y la crema bañando sus dientes.

No puedo evitar reír.

—Eres tan idiota.

—Soy un sexy y hermoso idiota.

—¿Qué pasa con lo de sexy y hermoso?

—Es la verdad, soy sexy y hermoso.

—Puaj —resoplo nuevamente—. Fanfarrón.

—Sabes, cuando resoplas, tu nariz se arruga mucho más... es lindo.

—Ahí vamos.

Ríe, después de devorar toda la harina que horneé, Darren va directo a mi habitación y se recuesta en mi cama encendiendo el televisor.

—Valeee, ¿quieres también un vaso de leche caliente o prefieres una cerveza?

—No creo que la cerveza combine con los cupcakes, pero aceptaré la leche caliente.

—Estoy siendo sarcástica, idiota.

—Yo no, así que, por favor, ¿me darías leche, amiga mía?

Las mariposas o el hambre vuelven a aparecer. Lo ignoro.

—Estás abusando de mi amistad.

—Me lo merezco después de hacer que toda la universidad dejara de molestarte.

—Así que fuiste tú. Ya decía yo que todo era muy extraño.

—¿Alguien te molestó?

—No, todo lo contrario. Estuvo demasiado tranquilo.

—Bien. —Asiente satisfecho y vuelve a recostarse en la cama.

—¿Qué hiciste?

—Nada importante.

—Si no hubiera sido importante, no hubiera tenido tan buen efecto.

—Déjalo así, conejita. Ahora, por favor, dame leche —lo dice acompañado de succiones al aire con sus hermosos y deliciosos labios.

—Eso se ve realmente enfermo... —Ruedo mis ojos haciéndolo reír—, voy por tu maldita leche, será mejor que no me borres las temporadas de Game of Thrones, te castraré si lo haces.

—¿Por qué las chicas siempre amenazan con cortarnos las bolas o en su caso el amiguito feliz?

—¿Amiguito feliz? Eres idiota —digo arrojándole un muñeco de peluche—. Y, para responder a tu pregunta adivina esto...

—No otro de tus estúpidos chistes por favor —S.e tapa los oídos como si mis chistes le causarán dolor.

—Es una adivinanza, pendejo.

—Es casi lo mismo.

—Escucha o te juro que no volveré a darte de mis golosinas.

—¿De qué golosina estamos hablando exactamente? —pregunta levantando sus cejas sugestivamente.

—¡Darren! —Siento como mi rostro empieza a colorearse.

—Está bien... escucho. —Se sienta como un niño que ha sido regañado.

—Bien. —Tomo aire y lo miro en desafío—. ¿En qué se parecen las escobas a los hombres?

—Uh... ¿Las escobas a los hombres?

—Sí, Darren.

—Eh... —Ladea su cabeza pensando en una posible respuesta—. No, no lo sé.

—En que, sin el palo, no funcionan —rio fuertemente. Darren se queda observándome evaluando mis palabras. No se ríe, en vez de eso se ve totalmente serio.

—¿Estás diciendo que sólo somos útiles si tenemos una polla?

—Algo así.

—¡Que chiste de mierda!

—No es un chiste

—Da lo mismo. Ahora la leche mujer.

—Idiota.

—Más idiota tú, que me haces caso —Sus palabras hacen que me vuelva hacia él y lo fulmine con la mirada—. No es cierto, no es cierto cariño, por favor cielito lindo ¿podrías por favor darme un poco de leche?

—No.

—Ahh, vamos cariño, era una broma.

Ahí va el cariño otra vez

—No.

—Está bien iré yo ¿Quieres algo?

Le pido un vaso para mí también, regresa con ambos vasos de leche unos minutos después mientras se reproduce los primeros capítulos de GOT.

—¿Te gusta Games of Thronos? —pregunto, da igual de todas formas, no lo cambiaré.

—Sí.

—Vaya, no te tenía por ese chico.

—Lo sé, soy increíble.

Murmuro un "ajam" para mí misma, tomo mi leche y me concentro en el televisor.

Un par de capítulos y ya estoy dormida.

Me despierto con una mano apretando mi cintura, está realmente caliente aquí.

Estoy bañada en sudor y puedo sentir un cuerpo que descansa a mi lado. Estiro mi cuello y ve a Darren aferrándose a mi cintura en sus ropas y zapatos, yo también uso las ropas del trabajo, no ayuda que las ventanas de mi habitación estén cerradas y el aire acondicionado esté apagado.

Con razón estoy muerta del calor, no tiene nada que ver con la mano de Darren y su dura polla en mi culo.

Trato de zafarme de su agarre, lo que es un poco complicado gracias a su agarre de muerte, pero lo logro. Primero voy a las ventanas y las abro un poco para que el aire fresco del jardín trasero entre, voy a la cómoda y saco una de mis camisolas para el verano, esta es de cerditos.

Rio al recordar cómo se veía Darren lleno de crema. Voy hacia Darren y quito sus zapatos, lo muevo un poco para remover su chaqueta, está profundo, no se despierta. Logro sentir cada uno de sus duros músculos con mis manos. Cuando llego a su pantalón para aflojar su correa, noto su creciente erección y hago una mueca al pensar que posiblemente debe doler tenerla presionada de esa manera por sus ropas.

—Darren —le llamo y sacudo para que despierte—. Darren, cariño.

—Mmm...

—Darren, quítate el pantalón.

—¿Qué dijiste? —Su voz adormilada es ronca y sexy.

—Dije, quítate el pantalón.

El idiota sonríe de forma sexy y atontada.

—Vaya, Ventura, no creí que fueras de esas chicas que se aprovechaba de los chicos indefensos.

—No me estoy aprovechado de nadie —murmuro, mientras acomodo sus zapatos a un lado de la cama—. Además, de inofensivo tú tienes lo mismo que yo tengo de comediante. Acomódate maldita sea, tu polla se ve como si fiera a fracturarse.

Inmediatamente digo eso, mis manos vuelan a mi boca

¿Qué carajos?

—Encuentro realmente interesante que el estado físico de mi polla te interese. —Se remueve un poco en la cama—. Pero lo que me resulta aún más curioso es ese maldito pijama tuyo. Dios chica... —Su mirada me recorre de pies a cabeza. Ahora que soy más consciente de mí misma, me doy cuenta que, a pesar de los cerditos, el camisón es bastante revelador y corto—. Nunca me habían parecido unos cerditos más sexys que ahora. —Y como si necesitará una confirmación de sus palabras, su polla crece aún más debajo de su jean. Darren sigue mi mirada y luego sonríe—. Sí, creo que probablemente se fracturará si no la libero.

—¿Si no la qué? —grazno.

—Libero —Sonríe y se pone de pie para desabrochar su jean. En pocos segundos, está frene a mí en su camisa negra y bóxer blanco, que permite ver perfectamente la forma y contorno de su polla.

Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre...

Me aclaro la garganta y señalo la cama. —Creo que... dormiré en el rincón.

Darren ríe mientras me escabullo hacia el rincón de la cama. Se quita su camisa y lo observo en su casi, máxima gloria.

Seria gloria completa si no tuviera ese bóxer

Es hermoso, realmente hermoso.

Mi boca se seca y mi antojada, pero traicionera vagina entra en espasmos con sólo imaginar a ese bello hombre sobre mí, o yo sobre él o de cualquier forma.

Estoy prácticamente babeando sobre él cuando me doy cuenta de que, vamos a dormir juntos otra vez.

—¿Por qué estás aquí Darren?

—¿Uh? —Se hace el desentendido, aunque sé que sabe exactamente lo que estoy preguntando—. Creo que estoy aquí para dormir

—Es obvio, pero eso no es a lo que me refiero, y lo sabes.

Suspira y se encoje de hombros mientras dice—: He pasado algunos días de mierda, no logro dormir mucho algunas noches. Pero ese día contigo fue... bueno, tal parece que tienes una cama mágica. Logré dormir sin interrupciones toda la noche.

Levanto una ceja porque sé que hay más.

—Y hoy fue otro día de más mierda, así que vine para estar con la única amiga que tengo y poder dormir cómodamente en su cama.

La única amiga que tiene

Eso no me sorprende, teniendo en cuenta que la mayoría, por no decir toda la población femenina, quiere acostarse con Darren, y no precisamente para dormir

Me pregunto a qué se refiere con días de mierda y por qué no acude a su novia.

—Bien por ti al tener una amiga como yo, que te permite que invadas su cama y abraces a su peluche.

—Yo no abrazo peluches —gruñe, pero hay diversión en sus ojos.

—Tengo una foto que prueba lo contrario. —Tomo mi móvil y busco la foto que le tomé hace unas noches—. Mira, estas sofocando a Sazzy.

Le enseño la foto a una distancia considerable, evitando así que tome mi teléfono y borre la fotografía.

—Dame eso. —Cómo lo intuí, intenta tomar mi teléfono, me aparto eficazmente—. No puedo creerlo, ese peluche se metió en mi camino. Un hombre como yo no sé acurruca con algo así.

—A mí me parece que te ves bastante tierno —rio fuertemente ante su mueca de disgusto—. Oh vamos... el hombretón y el dulce peluche rosa.

—No me parece gracioso.

—A mí sí. Mira, hasta haces un puchero —continúo burlándome de él. Intenta nuevamente alcanzar el teléfono, lo bloqueo rápidamente antes de que lo arrebate de mis manos.

—Tú, pequeña traidora —me reprende. Intenta desbloquear mi teléfono, no lo logra—. Desbloquéalo —exige.

—No. —Me rio más fuerte al verlo resoplar con frustración cuando por tercera vez no consigue desbloquearlo.

—Pequeña sanguijuela. —Me da una mirada que trata de ser dura, pero sonríe cuando me carcajeo otra vez—. ¿Quién más ha visto esta foto?

—No lo sé, cualquier persona que haya estado a mi lado cuando me llamas —Me encojo de hombros. Veo sus ojos ampliarse y su rostro sonrojarse...

Oh Mi Dios, que adorable se ve.

—¿Tienes esta foto como imagen de llamada? —Me mira con total incredulidad e indignación—. De todas las malditas fotos sexys que puedas tener de mí ¿Escogiste esa?

—¿Me imagino que soy la única chica que tiene una foto así de ti? —Cuando resopla y asiente continuo—. Bien, entonces, ¿porque no presumir que conozco ese lado tan tierno tuyo?, las demás pueden quedarse con las fotos de tu fantabuloso y pecaminoso cuerpo al desnudo.

—¿Fantabuloso y pecaminoso cuerpo? —sonríe con superioridad. Me sonrojo

—Ajam, ya lo sabes. Eres sexy maldito como el infierno Darren

—Definitivamente eso me gusta más. Ser sexy como el infierno. Ahora, borra esa foto

—No. —Me recuesto en mi cama y me arropo con mis sabanas.

—Oh cariño, me las vas a pagar... en juego largo hay desquite amor —susurra en mi oído. Escalofríos corren por mi cuerpo mientras mi mente grita que juegue conmigo.

Jodido cristo...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro