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¿Que es el amor?
Cuantas lo saben en realidad.
Enserio espero esto les ayude un poquito a comprender que es el amor, hay miles de formas distintas de amar y ser amado.
Esto es solo ficción, no digo que asi es siempre, pero si pasa, hay veces en la que el amor por la otra persona es tan grande que no notas cuanto te daña, o solo lo ignoras... Para no perder ese amor.
Hay tanta gente que romantiza los celos, el ser posesivo, que creen que es amor.
En lo personal yo nunca renunciaría a mi, por otra persona, pero conozco tantas chicas y chicos que lo hacen, y dicen que es por amor.
Y es a lo que voy, a veces amas tanto y tan profundamente, que aceptas que las acciones de las otras personas son correctas.
El amor no debe doler, no debe herir, no debe lastimar, no te hace cambiar tu forma de ser, no te obliga a actuar de una manera diferente.
O a veces ni siquiera tu notas el daño que te causas.
Con este fanfic yo no estoy buscando romantizar nada, ni la infidelidad. Solo es ficción.
" Si yo me hago totalmente responsable de mi parte y usted asume la suya, podemos volver a amarnos".
Prosiga....
........
A veces debes hacer lo correcto
aunque duela.
Pasamos varios minutos en un abrazo que parecía contener tantas emociones no expresadas. Me permití hundirme en los brazos del hombre que, en el pasado, había causado tanto dolor en mi corazón. Pero en ese momento, había algo reconfortante en su cercanía, una sensación de familiaridad que no podía negar.
Después de un rato, intenté alejarme, tratando de procesar todo lo que había sucedido. Sin embargo, Yoongi me detuvo. —Quiero intentarlo, Jimin. —Dijo, sus palabras resonando en el aire de la habitación.
Me quedé sin palabras, sin saber cómo reaccionar a esa declaración. Mi mente era un torbellino de pensamientos y emociones contradictorias. Todo lo que podía hacer era asentir, una respuesta que reflejaba mi confusión y la lucha interna que estaba experimentando.
Después de un momento incómodo, decidí que era hora de irme. Sentía la necesidad de alejarme, de estar solo para procesar todo lo que había sucedido.
—Estoy cansado. —Murmuré, encontrando la excusa más sencilla para dejar la habitación.
Mientras salía, no pude evitar sentir un nudo en mi garganta y un peso en mi pecho.
Cuando salí de la habitación, me encontré con los ojos llorosos de Taehyung. Su mirada se clavó en la mía, y en esos ojos húmedos pude ver una mezcla de emociones: tristeza, preocupación y traición.
No sabía qué decir en ese momento, cómo explicar lo que había sucedido en la habitación de Yoongi. Mis palabras se quedaron atrapadas en mi garganta mientras Taehyung me miraba en silencio.
Era como si el universo estuviera sosteniendo la respiración, esperando a ver qué camino tomaríamos a continuación.
Las palabras de Taehyung resonaron en el aire como un eco de tristeza y frustración.
—Ganaste, Jimin, siempre lo haces. —Pronunció con un tono de reproche, y su mirada perdida reflejaba las emociones que estaba experimentando.
Pude ver en sus ojos el dolor de sentir que algo que consideraba suyo estaba escapando de sus manos, al igual que yo lo hice.
Observé cómo se dejó caer al suelo, como si su cuerpo ya no pudiera sostener la carga emocional que llevaba. Suspiré en silencio, sintiendo un nudo en mi garganta mientras lidiaba con la situación. No era fácil verlo en ese estado, pero también sabía que no podía ceder solo para evitarle el dolor.
—No, no me hagas esto. —Respondí, mi voz llena de una mezcla de tristeza y determinación. —No intentes culparme a mí. —Agregué, mis palabras llevando consigo una carga de honestidad y firmeza.
Sabía que lo que estaba sucediendo era difícil para él, por que ya lo pase.
El berrinche de Taehyung resonó en el aire, y mientras lo observaba, sentí un aguijón de compasión. Pero también sabía que tenía que ser sincero con mis propios sentimientos.
El silencio se cernió entre nosotros, cargado de una tensión que no podía ignorarse. Miré a Taehyung, viendo en su mirada una lucha interna mientras trataba de procesar todo lo que estaba sucediendo. No sabía qué más podía decir en ese momento.
Las lágrimas brillaban en sus ojos, y me di cuenta de que esta era una situación en la que todos estábamos heridos de alguna manera. No había respuestas fáciles, no había soluciones simples para esta compleja red de emociones y relaciones.
—Viví engañado todo este tiempo... siempre has sido tú, Jimin... Jimin. —Balbuceó con un tono lleno de amargura. Sus palabras parecían llevar consigo el peso de todas las expectativas rotas y las ilusiones desvanecidas que había albergado durante mucho tiempo.
Mientras lo escuchaba, pude sentir el peso de su corazón herido, la tristeza que emanaba de cada una de sus palabras. Era evidente que había vivido en una especie de engaño, creyendo en un amor que nunca había sido completamente correspondido.
—Creía que podía enfrentarlo todo y esperar que te olvidara. —Continuó, su voz temblando ligeramente mientras hablaba. —Creyendo que mi amor era suficiente, que yo podía amar por los dos. —Agregó con una mezcla de desesperación y frustración. Sus palabras eran un reflejo de su lucha interna misma que había estado experimentando, tratando de mantener una relación en la que sentía que siempre estaba en desventaja.
—Ya no quiero vivir a tu sombra, lo odio. —Sus últimas palabras resonaron en el aire como un eco triste y amargo. Era evidente que había llegado a un punto de quiebre, donde ya no podía seguir soportando el peso de una relación que había sido desigual. —Creyendo que el me amaba que podía enfrentarlo todo y esperar que te olvidara, que mi amor era suficiente, que yo podía amar por los dos...
Mis propias emociones estaban en conflicto mientras escuchaba sus palabras. Sabía que mis decisiones habían afectado a Taehyung de maneras que nunca había pretendido, y el peso de eso era difícil de llevar.
Estaba haciendo lo mismo que él.
—Lo sé. —Respondí con sinceridad, mi voz llevando consigo una sensación de tristeza compartida. —Lo mismo creí yo. —Confesé, admitiendo que también había sido presa de ilusiones y expectativas que no habían sido cumplidas. Era como si estuviéramos en el mismo barco, enfrentando el dolor de haber creído en un amor que no había resultado ser lo que esperábamos.
Las palabras que habíamos compartido eran como piezas de un rompecabezas que habían encajado en su lugar, revelando una imagen más clara de lo que habíamos vivido y sentido. Aunque no podía borrar el pasado, al menos estábamos siendo honestos entre nosotros, enfrentando la realidad de nuestras emociones y decisiones.
Finalmente, me atreví a decir lo que sentía, aunque sabía que no sería fácil escucharlo. —Taehyung, sé que esto es difícil para ti, pero no puedo vivir mi vida solo para satisfacer las expectativas de los demás. Mi corazón está dividido, y estoy tratando de descubrir lo que realmente quiero. —Concluí con sinceridad, esperando que pudiera comprender, que esta pudiese entender.
Caminé hacia la salida del hospital, tratando de procesar todo lo que había sucedido en las últimas horas. Mi mente estaba en un torbellino de emociones y pensamientos, y cada paso que daba parecía llevarme más lejos de una situación que seguía siendo complicada y confusa.
En mi camino, me encontré con el profesor Ahn. Levanté la mirada para encontrarme con sus ojos, pero rápidamente desvió su camino, yendo en sentido contrario al mío. Sentí como si un puñal se clavara en mi pecho al ver su indiferencia. No había anticipado lo mucho que me dolería su reacción, y en ese momento, el dolor se hizo más real.
La indiferencia del profesor Ahn era una especie de recordatorio de lo complicado que era todo, de las conexiones que habían sido formadas y luego desgarradas. Me quedé parado por un momento, sintiendo una mezcla de confusión y tristeza. No sabía cómo enfrentar lo que sentía por él, cómo lidiar con la complejidad de las emociones que había despertado en mí.
Estaba dividido entre dos caminos, dos conjuntos de sentimientos que parecían estar en conflicto. Por un lado, estaba YoonGi, alguien que había sido una parte importante de mi vida y que había vuelto a ella de una manera inesperada. Por otro lado, estaba el profesor Ahn, alguien que también había dejado una huella en mi corazón de una manera única.
Ambos hombres me habían dado tanto a su manera, habían dejado una marca en mi vida que no podía ser ignorada. Pero también sabía que tenía que ser honesto conmigo mismo y con lo que realmente quería y necesitaba en mi vida en este momento.
Tomé un profundo respiro, reuniendo todo el valor que podía mientras me acercaba al profesor Ahn. Quería explicarle todo, contarle sobre mi confusión, sobre la lucha interna que estaba enfrentando entre mis sentimientos. Pero antes de que pudiera decir una palabra, sus palabras resonaron en el aire, golpeando mi corazón de una manera que no esperaba.
—No estoy dispuesto a estar en medio. —Dijo con una firmeza que parecía cortante. Su mirada era intensa, y pude ver en sus ojos la determinación que lo caracterizaba. Sus palabras eran un recordatorio de que él también tenía sus propias convicciones, sus propios límites.
Las palabras parecieron golpearme con fuerza, como si hubiera recibido un golpe directo en el pecho. Sentí un nudo en mi garganta mientras luchaba por procesar lo que estaba sucediendo. No había anticipado que su reacción sería tan fuerte, tan definitiva.
—Yo... yo solo quería hablar contigo. —Murmuré, mi voz temblando ligeramente mientras hablaba. Quería que entendiera que no estaba tratando de ponerlo en una situación incómoda, que solo estaba tratando de enfrentar mis propios sentimientos y tomar decisiones difíciles.
El profesor Ahn seguía mirándome con una intensidad que me hacía sentir vulnerable. —Sé lo que valgo, Jimin. —Pronunció con un tono que llevaba consigo una profunda seguridad en sí mismo. —No puedo aceptar que no estés seguro de tus sentimientos.
Sus palabras resonaron en mis oídos, y sentí como si estuviera retrocediendo, como si el suelo bajo mis pies fuera inestable. No sabía qué decir en ese momento, cómo explicarle que no era que no valorara lo que teníamos, sino que estaba tratando de descubrir lo que realmente quería en mi corazón.
Observé al profesor Ahn, viendo cómo se mantenía erguido y elegante, como si llevara consigo una armadura de fortaleza. Pero también vi un destello de vulnerabilidad en sus ojos, una pequeña grieta en su fachada perfectamente mantenida. Un par de lágrimas caían por su rostro, como testigos silenciosos de las emociones que estaba tratando de contener.
En ese momento, me di cuenta de que no podía forzar a nadie a esperar mientras yo tomaba decisiones difíciles. Sabía que tenía que ser honesto y sincero, incluso si eso significaba enfrentar la posibilidad de perder a alguien importante en mi vida.
—Lo siento. —Murmuré, mis palabras cargadas de pesar. —No quería lastimarte... —Agregué, luchando por encontrar las palabras adecuadas mientras mi propio corazón se rompía en pedazos. Sabía que no había respuestas fáciles, que había herido a alguien que realmente se preocupaba por mí.
—Lo sé, no te gusta lastimar a las personas. —Comenzó a decir, su voz suave pero llena de un tono resignado. —Pero también sé que si estás confundido es porque no me amas, así que terminemos aquí. —Pido, sus palabras como un eco de la realidad que había estado tratando de evitar.
Las palabras del profesor Ahn resonaron en el aire, cargadas de una tristeza que parecía envolvernos a ambos. Sabía que tenía razón, que mi confusión era un reflejo de lo que realmente sentía en mi corazón. Sus palabras eran como un recordatorio de que no podía seguir adelante si estaba arrastrando a alguien más en medio de mi propia confusión y lucha interna.
—No quiero lastimarte. —Balbuceé, mis palabras llenas de pesar y honestidad. No era mi intención causarle dolor, pero también sabía que había llegado a un punto en el que no podía seguir siendo injusto con él ni conmigo mismo. —Fue real, lo que vivimos fue real. —Agregué, tratando de no herirlo aún más.
Vi en sus ojos una mezcla de dolor y aceptación, como si hubiera llegado a términos con la realidad de la situación. Era evidente que él también estaba luchando con sus propias emociones, con la decepción y el dolor de tener que dejar ir algo que había sido importante para él.
—Gracias por darme la oportunidad de amarte. —Pronunció por primera vez, sus palabras llenas de sinceridad y vulnerabilidad. Sentí como si esas palabras fueran un regalo que nunca había esperado recibir.
Las palabras del profesor resonaron en el aire como una confesión que había estado esperando durante mucho tiempo.
Miré al profesor Ahn, sintiendo cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho. Nunca supe, nunca había imaginado que sus sentimientos por mí fueran tan reales y tan intensos. En ese momento, me di cuenta de que había estado cegado por mis propias luchas internas y mis confusiones, sin darme cuenta de lo que tenía frente a mí.
Las emociones me abrumaban mientras procesaba sus palabras. Amor. Esa era la palabra que resonaba en mi mente y en mi corazón en ese momento. Era una palabra poderosa, llena de significado y profundidad. Nunca había entendido completamente el alcance de sus sentimientos por mí, y eso me hacía sentir humilde y agradecido.
—Yo... no sabía. —Balbucee, mis palabras cargadas de sorpresa y gratitud. No podía evitar sentirme abrumado por todo lo que estaba sintiendo en ese momento.
Era como si hubiera descubierto un nuevo capítulo en una historia que pensé que ya conocía completamente.
El profesor Ahn sonrió suavemente, como si sus palabras fueran un alivio para él también. —No te culpo por no saberlo. —Respondió, su voz suave pero llena de calidez. —Simplemente quería que lo supieras. —Agregó, como si estuviera compartiendo un secreto que había guardado durante mucho tiempo. —No fui capaz de hacerte llegar mis sentimientos.
El silencio se cernió entre nosotros, pero esta vez era un silencio cargado de comprensión y conexión. Habíamos compartido nuestras verdades, habíamos abierto nuestros corazones de una manera que nunca habíamos hecho antes. Era un momento de vulnerabilidad y autenticidad, y me di cuenta de que era un regalo que no podía tomar a la ligera.
El profesor Ahn asintió, su mirada llena de un entendimiento compartido. No sabía qué nos deparaba el futuro, pero en ese momento, sentí una conexión especial con él, una conexión que había estado allí todo el tiempo, pero que solo ahora había sido completamente reconocida.
Vi al profesor Ahn alejarse, sin una despedida, sin siquiera voltear atrás. Su figura se iba haciendo cada vez más pequeña, hasta que finalmente desapareció de mi vista. Observé ese momento con una mezcla de emociones, sintiendo cómo algo dentro de mí se estrechaba con su partida.
Mis pensamientos eran un torbellino mientras me quedaba allí, parado, observando el espacio donde él había estado. Había sido un momento cargado de emociones, un momento en el que habíamos compartido nuestras verdades y habíamos decidido seguir caminos separados.
Al salir del hospital, el aire fresco del exterior me envolvió, haciéndome sentir aún más solo y vulnerable. El viento acariciaba mi rostro, como si llevara consigo los susurros de todas las emociones que habían sido desencadenadas en ese día.
Caminé por el camino que me llevaba lejos del hospital, mi mente llena de pensamientos y reflexiones. Aunque había tomado decisiones difíciles y había enfrentado realidades dolorosas, también sentía una sensación de liberación. Había sido honesto conmigo mismo y con los demás, había compartido mis verdades y había enfrentado el peso de mis propias emociones.
El camino parecía interminable mientras seguía avanzando, mis pasos resonando en el silencio de la tarde. Sentía la soledad de una manera que nunca antes había sentido, una soledad que estaba teñida de una sensación de indefensión. Había enfrentado desafíos emocionales que no tenía respuestas fáciles, y eso me hacía sentir vulnerable y expuesto.
A medida que caminaba, las lágrimas se mezclaban con el viento en mi rostro. Eran lágrimas de liberación, lágrimas de duelo por lo que había perdido, pero también lágrimas de esperanza. Sabía que había tomado decisiones difíciles, pero también sabía que había comenzado un nuevo capítulo en mi vida, uno en el que podía explorar mis propios sentimientos y deseos, y buscar la felicidad en mi propio camino.
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