09
La cosa mas fácil que puedes hacer por aquellos que amas, es renunciar a ti mismo.
La mañana había llegado, Namjoon se marcho en algún momento mientras dormía.
En realidad quiero ponerme de pie, e ir a casa, pero... No se si aun tengo un hogar al cual regresar.
No puedo solo regresar con YoonGi, y fingir que nada paso. La última vez que lo intenté no termino bien...
No importa cuanto lo pensara, solo hay una persona, de todo el mundo solo me queda una persona.
Mi celular sonó indicando que eran las siete con quince minutos.
Como todos los días la alarma sonaba faltando 45 para las 8:00 AM, 45 minutos perfectos para preparar el desayuno, esperar a que YoonGi termine de alistarse y que al terminar su café aun siga caliente.
Por primera vez lo noté, solo yo me esforzaba por cuidar nuestra relación.
Me empece a cuestionar desde hace cuanto tiempo...
¿Cuando dejo de beber el café que le preparaba?, ¿desde hace cuanto ya no podía quedarse al desayuno?, ¿desde hace cuanto tiempo estuve solo sin notarlo?
—Desde hace cuanto tiempo. —Suspire, quitando las sábanas de mi cuerpo.
Lo hice mal, mi relación con YoonGi, lo hice mal.
El camino a casa fue lento y tortuoso, tome el camino mas largo, hacia alto en cada esquina, cedía el paso a cualquiera que pasara por la calle, la realidad es que yo no quiero llegar a casa...
Estacione el coche en la orilla de la calle, baje a pasos torpes, podía sentir mis manos temblar cada que me acercaba mas a la entrada.
Su auto aun esta en casa.
No fue a trabajar.
Entonces por un instante, solo por un instante, quise pensar que no fue a trabajar, por que me esperaba.
Que al abrir la puerta correría a mis brazos, mientras me pedía una oportunidad, pero ese tonto pensamiento desapareció apenas llegue a la entrada.
Y lo escuché... Los escuche.
Taehyung y YoonGi hablando detrás de la puerta, se escuchan tan... tan cariñosos.
—Ya es tarde, no vayas a trabajar. —Escucho a través de la puerta. —Quédate conmigo.
Él se negará ¿Cierto?
Él dirá que debe trabajar, como siempre lo hacia conmigo.
Él lo dejará.
YoonGi lo hará.
—Quisiera quedarme contigo pero debes irte, Jimin llegará y no quiero que nos vea juntos.
—¿Aun te preocupas por él?
—Taehyung.
—No lo hagas, YoonGi no te preocupes por Jimin... Perdón, me iré a casa, llámame cuando hayas hablado con él.
No se exactamente cuánto tiempo estuve parado en la entrada, mientras escuchaba su conversación, quería correr pero mis piernas no reaccionaban, o tal vez solo quería escuchar lo que hablaban.
Al parecer me había vuelto masoquista.
No sabia si abrir la yo mismo, si tocar a la puerta, o marcharme.
No tuve que pensarlo demasiado cuando la puerta fue abierta.
Taehyung sonrió, pero su sonrisa se sentía tan falsa, ahora podía ver que en realidad él siempre fue falso.
Ahora mas que nunca odiaba ver su sonrisa cuadrada.
Sonreía como si nada hubiese pasado, como si no hubiera robado a mi esposo.
—Jimin. —Habló luego de varios segundos, sin embargo no se movía de su lugar, él estaba bloqueando la entrada de mi casa.
Como si quisiera impedir la entrada.
—Viniste. —YoonGi hablo detrás de la puerta, tomo a Taehyung por los hombros aportándolo de la entrada.
—Vine a recoger mis cosas. —Asegure, mordiendo mi mejilla interior. —Vendré más tarde. —Hable, desviando la vista.
—Entra, después de todo esta es tu casa. —Susurró tomando la mano de YoonGi.
—¿Lo es? —Pregunte adentrándome a la casa. —¿También la quieres? Perdón se me olvidaba que no pides permiso para tomar cosas ajenas. —Hable con sarcasmo.
Taehyung estaba siendo un perfecto descarado.
—Se que tus sentimientos no cambiaran solo por que me disculpe, así que no lo haré. —Murmuró aferrándose mas al cuerpo de YoonGi.
—Cállate Taehyung. —Pidió YoonGi, mientras soltaba el agarre que Tae hacia sobre su cuerpo. —Ve por tus cosas Jimin.
Camine a pasos agigantados lo mas rápido hacia la habitación.
Me senté sobre la cama, intentado no verme patético, mientras intentaba retener mis lagrimas.
Al final de la habitación había un par de maletas.
¿A caso Taehyung ya se esta mudando?
—¿No podías esperar? —Indagué acercándome a la esquina donde estaban las maletas.
Al acercarme lo suficiente descubrí que no eran sus maletas, eran mis maletas.
Taehyung no se apresuro a mudarse.
YoonGi se apresuro a echarme de su casa.
—¿Cómo estas? —Escuche su voz a mi espalda.
—Bien. —Susurre ignorando el dolor en mi pecho, y el nudo en mi garganta.
—¿Quieres hablar? —Pregunto tomando mi mano, negué en silencio, soltándome del agarre que hacia sobre mi mano.
—Creí que te disculparías por haberme lastimado. —Susurre tomando el par de maletas. —Pero en cambio hiciste mis maletas.
—Las maletas... Fue Taehyung. —Murmuro apartando la vista. —No tienes que irte, yo me mudare.
—No te preocupes por mi, a Taehyung no le gusta. —Sonreí, o eso intente, pero las lagrimas seguían cayendo una a una, recorriendo mis mejillas.
Tan patético Park Jimin.
—¿Escuchaste? —Pregunto limpiando mis lagrimas con sus dedos pulgares.
¿Por que?, ¿por que no solo se comporta como un idiota?
Me hace querer perdonarlo.
—Si, YoonGi... —Hable entre palabras, baje la mirada hasta mi mano izquierda, observaba el anillo sobre mi dedo anular. —¿No podemos regresar? ¿Empezar otra vez? —Pregunte intentando aferrarme a nuestra promesa, a nuestros votos de matrimonio. —Solo pídeme perdón y empecemos de cero.
—¿A donde iras? —Respondió con otra pregunta.
—Evadiste mis preguntas. —Murmure, levante mi vista solo para ver que él ya no llevaba nuestro anillo de matrimonio.
—No puedo contestar, no puedo darte una respuesta correcta. —Negó, masajeando mi hombro derecho.
¿A caso intentaba confortarme en este momento?
Acaricie el anillo en mi dedo anular por última vez, lo tome entre mis dedos mientras sentía como una parte de mi se desvanecía con cada milímetro que alejaba ese anillo. —Lejos de ti. —Susurré entregándole mi anillo de bodas, cerré su mano para que sostuviera el anillo con fuerza, toque sus manos por ultima vez. —Donde no vuelva a verte.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro