04
Los hombres se conducen
principalmente por 2 impulsos;
Por el amor, o por el miedo...
Justo en este momento, solo quiero irme, tomar una maleta y marcharme sin mirar atrás, pero... Lo amo.
Tengo que luchar por YoonGi, por que en la guerra y el amor todo se vale.
La puerta del baño empezó abrirse lentamente, dejando ver a YoonGi recién bañado, las gotas de agua aun recorrían su cuerpo, llevaba solo enredada la toalla alrededor de su cintura, como de costumbre.
—Terminaste, ¿Quieres que busque tu pijama? —Sonreí, quitando las sabanas.
—Puedo hacerlo, anda vamos a dormir, estoy cansado. —Murmuro, mientras buscaba su ropa interior, colocándose solo sus calzoncillos.
—Dormirás así? —YoonGi asintió en silencio ayudándome a poner las nuevas sabanas.
Ambos nos metimos entre las nuevas sábanas. Tome los brazos de YoonGi haciendo que rodeará mi cintura, acostándonos de cucharita, intando retener mis lagrimas.
—YoonGi, no me sueltes por favor, quiero sentirte así, toda la noche. —Murmure sintiendo un nudo en mi garganta. —Toda mi vida.
Fingir que todo esta bien, me es difícil...Mucho.
Me está matando.
—No te soltaré. —Dijo besando mi frente.
—Solo por si se te olvido, nadie en el mundo te ama mas que yo. —Susurre con la voz rota, sintiendo la primera lagrima correr en mi mejilla.
—¿Lloras? —Pregunto intentando darme media vuelta.
—No me veas... —Sentencie cubriendo mi rostro con las sábanas. —Solo que el mensaje me ha puesto mal, yo en realidad creí que me engañabas, creo que moriría si fuera cierto.
—Cariño no llores, nunca te dejare. —Susurro cerca de mi oído, abrazándome con fuerza.
Hasta parece real.
Es que cuando uno esta enamorado no ve las señales...
—Yo en realidad no se que hice mal... —Limpie mis lagrimas, descubriendo mi rostro. —Pero tu no me engañas. —Sonreí triste.
—No has hecho nada mal Jimin.... Olvidemos esto y vamos a dormir. —Susurro comenzando hacer caricias en mi cabello.
Y es que a él le es tan fácil mentir.
Le es tan fácil engañarme.
Empecemos nuestro juego de mentiras.
Es doblemente placentero mentirle al impostor.
La noche paso tranquila como si nada, desperté antes de las 7 de la mañana, prepare el desayuno como de costumbre, hasta que vi a YoonGi salir de la habitación con el uniforme puesto.
—Amor, hoy planee una cita. —Hable mientras terminaba de servir el desayuno.
—Jimin hoy trabajo. —Alzo una ceja sentándose en la mesa.
—Yo... Llame y dije que estabas enfermo. — Sonreí sentándome frente de él. —Hay una película que enserio quiero ver.
—Esta bien, creo que te lo debo. —Respondió, mientras tomaba los cubiertos para comer.
En realidad me debes mas que eso.
La comida paso normal, está vez YoonGi no uso su celular, o se negó a sentarse a desayunar... Todo marchaba bien, como debía haber sido siempre.
—Por favor, ponte muy guapo. —Hable, acercándome a él. Cámbiate y usa el perfume que me gusta. —Susurre cerca de sus labios, dejando un casto beso en ellos.
—El perfume es para ocasiónes especiales. —Habló, mientras se ponia de pie.
—Hoy es una ocasión especial. —Conteste. —Limpiare un poco, cuando termine me cambio de ropa.
YoonGi asintio, regresando a la habitacion, pude escuchar su celular sonar una y otra vez, mientras lava traste.
Sonreí al ver que ignoraba todo mensaje, dedicando su mañana a mi, solo a mi...
Como debe de ser.
Entre a la habitación YoonGi terminaba de cambiarse, su celular volvió a sonar, he ignoro la llamada.
—Deberías contestar, tal vez es importante. —Busque mi camisa blanca favorita, y un pantalón rasgado de las rodillas.
—No es importante. —Respondio alanzando la voz. —Olvidalo, me lavare los dientes. —Contesto, una vez lo vi entrar al baño, tome sus celular para ver si mis sospechas eran verdad.
13 llamadas perdidas, y 24 mensajes de "Amor". Sorpresa, sorpresa estoy en lo cierto.
Deje el celular en su lugar, quería ver esos mensajes, pero todo me indicaba que es Taehyung quien insiste.
—¡Yoonie! —Lo llame desde el vestidor, mientras peinaba mi cabello hacia atrás.
—¿Dime? —Contestó, observándome desde el baño.
—Te gusto? Bueno ¿te gusta como me veo hoy? —Mordí mi labio inferior, ocultando mis segundas intensiones.
Se de antemano que YoonGi no dirá nada, si yo creo que me veo bien, entonces me dejara ir con la camisa que muestra nuestro amor, las marcas que deja sobre mi.
—Te ves hermoso. —Contesto, caminando hacia mi, acerque lo poco que faltaba para abrazándolo, recargando mi cabeza en su pecho.
—Me pongo hermoso para ti. —Murmure levantando mi mirada conectando con la suya, abulte mis labios, esperando que me besara, y lo hizo. —Vamos o llegaremos tarde.
Guíe a YoonGi hasta el garaje. —Vamos en tu auto. —Sentencie entregándole las llaves.
Espere que YoonGi abriera la puerta del auto para entrar.
—¿Cual película veremos? —Indago mientras encendía el auto.
—Una película de terror, vi un tráiler y me llamo la atención. —YoonGi asintió, y comenzó a conducir.
Prendí la radio cantando alguna de las canciones que pasaban, tome la mano de YoonGi, mientras el sostenía la palanca del carro, lo besaba rápidamente en cada semáforo en rojo que nos tocaba.
—Llegamos. —Hablo cuando logramos estacionarnos.
—Listo. —Baje del auto sin esperar que YoonGi abriese mi puerta, me adelante a entrar a la plaza.
—¡Espérame! —Grito detrás de mi.
Seria un buen momento de empezar un juego de atrápame si puedes.
—¡A que no me atrapas! —Grite perdiéndome entre la gente, cuando sentí que me atraparon por la espalda dejando muchos besos en mi rostro.
—Soy policía, obvio te atraparé siempre que quieras huir de mi. —Murmuro, volviendo a besar mis labios.
—Nunca voy a huir de ti. —Sonreí, tomando su mano entrelazando nuestros dedos, haciendo fila para comprar los boletos.
YoonGi besaba mi cuello, mientras estamos en la fila, yo suelto pequeños suspiros y risitas.
Siento la mirada de la gente pero no importa.
—¿Que función? —Pregunto el cajero, sin disimular su mirada en mi cuello, lleno de pequeñas marcas de amor.
—La de las 12:35 para el conjuro. —Respondí tomando la mano de YoonGi dejando un beso en ella.
—Okey 2 entradas para el conjuro a las 12:35, Correcto. —Pregunto el cajero, YoonGi asintió pero yo le detuve.
—No, 3 entradas. —El cajero asintió, giro la pantalla para que eligiéramos nuestros lugares en la sala.
—¿Por que 3? Invitaste a alguien mas? —Indago curioso, una vez recibimos nuestras entradas.
—Si, mira ahí esta. —Sonreí, al visualizar a Taehyung caminando a las mesitas del cine. —Hola Tae.
No pude evitar notar las miradas que ambos se brindaron, o que los ojos de Taehyung no dejaban de ver las marcas en mi cuello.
No debiste empezar una guerra que no puedas ganar, Taehyung.
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