"... mă simt dezbrăcată..." ²

Tiras la camisa en una esquina cualquiera, cantas en voz baja y con los ojos cerrados te vas quitando el resto de las prendas lentamente. La bombilla desprende una tenue luz anaranjada, le da un aspecto casi mágico a tu piel morena. Sigues cantando

"... te ating doar în visele mele, ești sare pe rănile mele..." ³

Estás complemente desnudo, los versos no cesan de salir de forma melodiosa de tu boca fruncida. Observas tu reflejo en el espejo; observas tus hombros, tus brazos... Cicatrices alineados, horizontales, verticales surcan a lo largo del brazo y codo; abultadas y otras rosadas llegan hasta la muñeca, en el abdomen se ven claramente los cortes de un tono marrón claro y unas apenas perceptibles quemaduras.

¿Recuerdas? Te sentías perdido, realmente solo, te sentías menos de lo que eres...

Ahora ya no sientes nada al verlas, como cada vez últimamente. Sin embargo te causan una incertidumbre y curiosidad increíble, las exploras y tocas como si fuera un descubrimiento nuevo y ajeno a ti. Los recuerdos son tan vagos, que a veces dudas de si fuiste tú el causante de aquellas marcas y no un espejismo. No puedes contener una risa ante la ocurrencia.

... y para mi decepción decidiste desahogarte de aquella forma tan tóxica.

Dejas de observarte y te acercas a la bañera llena de agua. Te sumerges en ella. Sigues cantando.

Hace horas estabas teniendo un episodio de ansiedad, tirabas todas las fotos con ella a la papelera con rábia y no cesabas de gritar, así sin más, sin razón alguna en concreto. Pero sabes que estuvo bien así, fue una mejor forma de desquitar las malas vibraciones que te envolvían. En este momento estás completamente calmado, apacible; con el agua tibia acariciando tu piel y los brazos sobresaliendo fuera de la bañera. Lo único que quedó de aquello son tus ojos rojos e hinchados y un dolor insoportable de cabeza.

Querías echarle la culpa a ella, solo a ella, realmente lo deseabas. Pero habría sido demasiado estúpido de tu parte, corazón. ¿Quién sino fue la que estuvo a tu lado en todos aquellos momentos en las que caíste una y otra vez? Te apoyó cuando tus padres estaban demasiado ocupados catando sus drogas nuevas. Ella fue un pilar imprescindible en tu rehabilitación. 

Claro que lo hiciste por ti, pero ella...

No sé cómo, pero fue el detonante.

Te enrabiaste, pero ella de algún modo estaba preocupada. ¿Lo peor? Lo hizo en calidad de la mejor amiga que antaño fue. Con ese pensamiento inevitablemente comienzas a reír con matiz triste y a recordar a tu vecino riendo con ella. Siempre lo quiso a él, la verdad.

Sorprendentemente ante el pensamiento ya no sientes la misma desesperación que hace unas horas, en el fondo siempre lo supiste. Pero la querías tanto que preferiste aferrarte a los míseros  momentos cariñosos que ella te regalaba como muestra de caridad, diciéndote a ti mismo que disfrutarías durante el tiempo que sea posible.

Pero nunca contaste con que dolería tanto, ¿verdad?

Definitivamente debéis hablar y echar las cartas encima de la mesa; tú lo sabes, ella lo sabe, yo lo sé.

²: "... me siento desnuda ..."

³: "... te toco solamente en mis sueños, eres sal en mis heridas..."