–Hola ¿Está encendido? –pregunté probando el micrófono

–Se te escucha perfecto, ahora puedes empezar con tu historia chico –dijo el locutor que me acompañaba

–Bien –contesté para luego tomar aire –Hoy quizá no es mi mejor día, pero necesito compartir esta historia con ustedes oyentes de Radio Share Your Experience

Hoy me encuentro en esta emisora que se dedica a compartir historias de mucha gente que ha pasado por alguna situación complicada como experiencias traumatizantes, enfermedades, condiciones de vida deplorables, etc. Lo que tengo para contar aquí no entra exactamente en alguna de esas categorías, esto es una experiencia que realmente espero que entiendan los oyentes, pero para eso es mejor empezar desde donde yo considero que inició todo.

–Hay que retroceder 9 años

Esta historia empieza cuando yo era un lince de 9 años, quien apenas se estaba mudando a otra casa en Lima. No era un cambio tan grande como irse a vivir al extranjero o si quiera de ciudad, pero aún con eso se sentía bastante similar. Uno de los cambios más grandes empezó cuando entré a mi nuevo colegio, no era el único alumno nuevo y no me costó adaptarme realmente. Avancemos un poco en el tiempo y veamos cómo le iba a este pequeño, ya estaba por cumplir los 10 años, faltaba su tiempo. En este punto tenía algunos cuantos amigos, pero no me hablaban tanto porque la mayoría de ellos estaban ocupados. No me quedó de otra que tratar de divertirme solo con lo que fuera que hiciera, y con el tiempo creo que me resigné a ello porque o me dejaban de lado o yo no tenía ganas de hablar. Pero eso cambió cuando conocí a mi mejor amigo en ese entonces, con ello llegaron mejores momentos, esas situaciones en las que estaba solo al menos ya no eran tan recurrentes. Avanzando hasta fin de año cuando se recopila de todo como mejores puestos en cursos generales, concursos que se organizaban muy seguido y reconocimiento en disciplinas deportivas. Pero adivinen... Exacto, no ganaba una mierda de premio ahí, siempre hacía como que no me importaba, porque sabía que me enfrentaba a alumnos que estaban mejor preparados que yo, además de que no quedaba tan abajo. Así tal cual fueron pasando los años siguientes hasta que cumplí 12 años.

–Es aquí donde empiezan los momentos... complicados de mi vida

Yo tenía un amigo tiburón que le decían Aquaman porque era un aficionado a la natación, no era exactamente mi mejor amigo, porque apenas nos frecuentábamos, pero nos llegamos a llevar bien... Pero todo eso terminó cuando él me empezaba a menospreciar por ser gordo. Yo era el chico gordo amable del salón, el que no tenía conflicto con nadie, quizá no era el único así, había otros que estaban igual o más grave que yo, pero había un grupo de alumnos que se hacían constante burla de ello, no se metía con los otros y había una razón, ellos no estaban solos. Yo solo me quejaba un poco de eso, pero cuando este tiburón me empezó a menos preciar, se alejó y se juntó con ellos empecé a sentirme acomplejado, pese a que mi madre me dijo que no les hiciera caso, el daño estaba hecho. Por esos tiempos me volví mucho más cerrado, solamente hablaba con mis amigos más cercanos, pero ellos comenzaban a hablarme mucho menos porque en los recreos se iban a jugar fútbol, y no me gustaba ese deporte. El resto de mis compañeros de clase ni me hacía caso fuera de un hola, todos querían estar con ellos o con otra gente. Es ahí donde saqué mi primera conclusión, si no tienes premio o reconocimiento en algo, pasaran de tí como persona.

–Lo peor de todo es que yo creí que por eso nadie me hablaba, pero supongo que con el tiempo dejé de pensar así. Sonará estúpido, hasta yo lo reconozco, pero en esos tiempos investigar era demasiado para mí.

Estuve con ese pensamiento por lo menos hasta que cumplí 14 años, no es que haya mejorado abismalmente, pero por lo menos el grupo que me molestaba ya se disculpó conmigo y ya no me trataban mal, pero seguía estando solo y tampoco recibía reconocimiento ni en lo que me gustaba, no lo tenía en matemáticas, no lo tenía en música, no lo tenía en los juegos, nada.

–En específico en el segundo, la música, hay otra parte importante de la historia que voy a resumirles.

Desde que tengo 12 yo me encontraba en la banda del colegio, no era exactamente porque me gustaba al inicio, pero me fui metiendo cada vez más y más. Yo sabía que mínimo tenía que estar en primero de secundaria, y mi mejor amigo también estaba ahí, aunque no hablábamos tan seguido como parecería a primera vista, porque yo me iba a percusión y él a sinfónica. Cuando entré a segundo de secundaria llegó un oso a percusión y él que se llevó la atención de todos, dentro de mi mente al inicio no había problemas, pero cuando me enteré de que él estaba en sexto grado sentí...

–Envidia...

Ese sentimiento de mierda fue lo que hizo que le tuviera un odio injustificado al chico; él tenía mucho talento, brillaba, se llevaba bien con los que ya tenían tiempo en la banda. Sabía que él no era muy querido por los de sinfónica, pero por los de percusión era amado, tocaba bien la tarola, la batería, el cajón, etc. Menos el Bombo, más que todo porque era demasiado grande para él a menos que estuviera encima de una banca. En lo que seguí en la banda jamás quise cruzar palabras con él, más que todo porque el hecho de conformar parte de ella comenzó a perder sentido para mí cuando entré en cuarto de secundaria, yo quería negarlo, pero cuando ya no pude más, me puse a hacer otras cosas en la hora de música, me la pasaba en el teléfono haciendo otra cosa y solamente sacaba la nota correspondiente pasando pruebas cortas de batería que ya me sabía de memoria.

–Con todo eso explicado, es momento de explayarme con el caso que quiero compartir con ustedes.

Era 2021, apenas había salido de la escuela para entrar a la universidad y todavía tenía 16 años, mientras me dedicaba a estudiar una carrera que elegí un poco a la fuerza, yo me divertía en una página llamada Wattpad. Yo era medianamente conocido por algunos escritos que tenía, el de nominaciones y demás también era bastante activo. Iba por una racha de leer libros que me parecían malos o poca cosa, nada realmente interesante. Fue hasta que me encontré un libro en febrero de 2021 lo que me hizo encontrar a un usuario el cual en esta historia tan especial. Como era de mi agrado, decidí seguirlo y probablemente me siguió también al poco tiempo y no me di cuenta en el momento.

–Esto es complicado de entender y probablemente me vean distinto luego de esto

No sé qué pasaba conmigo en ese entonces, pero estaba obsesionado con este usuario que me puse a chequear la lista de a quienes sigue para verificar si estaba yo en la lista al darme cuenta que él seguía a todos los que lo seguían y también algunos más de paso. Cuando no me encontré a mí me puse un poco extraño, digo, no es que sí o sí me tengan que seguir si yo doy "follow" a alguien, yo sé que hay mucha gente que no lo hace y yo era el ejemplo, pero en mi mente no concebía que yo siga a alguien que sigue a todo el mundo. Luego ya dije que esto no me afectaría, hasta que descubrí que ya me llevaba siguiendo por varias semanas. No recuerdo exactamente que sentí ese día, solo sé que me calmé y me reí de mí mismo por el drama que hacía.

Con su libro nunca tuve problemas, es más, me gustaba mucho. La cosa vino cuando me enteré de la vida fuera de Wattpad de esto joven que es mayor que yo. No le quería dar más importancia a ese asunto porque tampoco podía estar así todo el día, así que me mantuve ocupado con mis tareas y proyectos personales, pero era inevitable no ver la barra de notificaciones y saber que llegó a mi bandeja. Fue así como poco a poco comenzaría todo a destruirme por dentro sin darme cuenta, pues este usuario tenía muchísimo por contar al público, tenía proyectos interesantes que era del gusto de todos incluyendo el mío... es ahí cuando llegó el segundo enemigo, la comparación.

–¿Alguna vez han escuchado la historia del padre que compara a su hijo con otro niño ya sea familiar o no? Bueno, voy a suponer que sí. Ahora bien, cambien de lugar al padre con el mismo hijo comparándose a sí mismo ¿Ya ven por dónde quiero ir?

Comentarios al final de sus capítulos, mensajes en su tablero, su blog... Estaba realmente mal de la cabeza para seguir dándole como masoquista. No habré vivido obsesionado día y noche, porque el chico a diferencia mía tenía una vida y no estaba pegado a la pantalla publicando algo a cada rato, pero no todo el tiempo. Para bien o para mal, ya no tenía 12 años y no me iba a quedar de brazos cruzados sin hacer nada al respecto.

Me mantuve ocupado intentando hacer algo entretenido... pero por alguna razon sentía que no era suficiente, por lo que buscaba desesperadamente algo que hacer debido a que sentía que todos se estaban aburriendo de mí. Por ello empecé a dejar un poco mis proyectos de lado, ya no era divertido, esto se convirtió en una competencia en mi cabeza. Seguía reseñando libros que me interesaban, pero los resultados me llegaban a disgustar por los resultados, eso mismo también se vio reflejado en el recibimiento que tuvieron. No es que fueran recibidos de mala gana, pero daba a entender que lo que escribía estaba decayendo luego de haber expuesto un capítulo muy personal de mi vida. Fue hasta que revisé nuevamente un top que hice donde por primera vez un trabajo de este joven lobo salió como algo muy bueno, algo que increiblemente hizo que comenzara a desanimarme demasiado.

–Antes de seguir, hay un evento que me gustaría mencionar

Un concurso... No se ni cómo o por qué, pero terminé en un concurso de historias de terror. Probablemente muchos ya saben cual fue el resultado, evidentemente no gané por mi falta de experiencia en el tema, pero hubo un sueño en particular que ya advertía como me sentiría si participaba. Básicamente yo estaba en una entrega de premios escolares, y me dieron un premio, pero cuando estaba por bajar de recibirlo me llaman de vuelta para decirme que cometieron un error y que yo no gané nada. Ese sueño lo recuerdo hasta hoy, pues eventualmente cuando mandaron los resultados, yo me sentí... mal.

–No digo que yo debí ganar, pero... tampoco tenía una razón para seguir adelante luego de darle tantas vueltas al mismo sueño que tuve días atrás.

Esos días fui yo el que comenzó a menospreciar mi trabajo y todo lo que había logrado. Que si tengo un blog con críticas elaboradas, a nadie le interesa, eso no es divertido. Que si logré pasar mi examen de conducir, eso lo hace cualquiera. Que si hice una historia, solo les gustó por pena. En ese plan estaba y me encontraba fatal, y con eso retomo lo que me estaba pasando en octubre.

–Puede que acá no se entienda del todo este asunto, pero seré lo más claro que pueda

Cuando releí ese top comencé a preguntarme... ¿Por qué? ¿Por qué no puedo lograr algo por mí mismo? ¿Por qué sigo esfrozándome si al final termino siendo ignorado? ¿A este punto ya le estoy aburriendo al resto? ¿Por qué sigo haciéndolo? ¿Por qué mi vida no es tan interesante?

–Esto no me pasaba al admirar el trabajo de otra gente, usuarios que han hecho maravillas, libros fantásticos, escritos profundos, divertidos, interesantes... Estaba obsecionado con este usuario, pero no quería hacerle daño a este mismo... él también es un seguidor mío; puede que apenas hayamos hablado...

Estaba ciego, la envidia me consumió por pensamientos sacados de la nada y con el único fin de convencerme que era menos que alguien que llevaba menos tiempo que yo y había logrado mucho más. Eso era algo que ya no quería ser, alguien que aparte de hacerse daño a sí mismo, hacerle daño a un inocente. El sentir que nunca gané nada por cuenta propia, vivir con la inseguridad que hago todo mal, no ser honesto conmigo mismo y vivir al pendiente del resto me llevaron hasta ahí. Todo esto pudo haber acabado mal si no hablaba con alguien en específico,  muy cercano a mí. Fue gracias a que lo hablé con alguien con más experiencia que yo que pude prevenir un escándalo innecesario. Fue cuando me contó una historia suya que pensé mejor las cosas. Recuerdo muy bien ese día, el 17 de octubre de 2022.

–Si pudiera copiar y pegar toda la conversación, lo haría, pero voy a mantenerlo en el anonimato.

Hace varios años mi estimado amigo empezó en la escritura, no era gran cosa lo que hacía, eran fanfictions de algunos de sus personajes favoritos. De alguna forma él era como yo, un joven con un objetivo específico viendo como al resto le avanzaba mientras se encontraba estancado, desanimándose en el proceso. Fue hasta varios años después cuando publicó un fanfiction en específico que lo llevó a animarse con su pasión, pues la historia que escribió sobre una película reciente en esos años hizo que fuera más conocido en otra página. Quizá no era el más reconocido, pero podía vivir con lo que había logrado, gente nueva llegando; entre ellos, un usuario muy popular en la plataforma. Este usuario popular por llamarlo de alguna forma, sacaría su fanfiction de la misma película que mi colega. Lo particular acá es que ambos actualizaban practicamente al mismo tiempo, y si bien no generó una guerra, hubo algo de pelea. La diferencia se notaba, mientras mi amigo se llegaba a atrasar en sus publicaciones, el otro usaurio ya tenía todo listo, y eso repercutió en que el otro usuario en menos tiempo lograra subir en críticas y reviews positivas, mientras él no tenía nada de eso...

–Si son atentos, ya sabrán donde esta la similitud

Mi amigo se quedó estancado, pues no avanzaba y por esto llegó a dar un comunicado público donde anunciaba que no podía avanzar más con su historia... Pero como el otro usuario no sabía en absoluto que mi amigo sufría, le mandó un mensaje de motivación para no abandonar el fanfiction. Como no se encontraba bien, hizo una locura, empezando por criticar su fan fic con el que se frustró tanto que criticó el mismo duramente. Esto lastimó tanto a ambos que el otro usuario le escribió de todo a mi colega donde su última palabra fue que él escribía mejor y por eso mi colega no avanzaba. Llegó a tal grado que parecía una premonición de lo que podría suceder conmigo. Caer en la depresión y paranoia era solo una parte de ello, tener la obseción de demostrar a fuerzas algo que solo lo haría sentir vacío era la peor parte, sin importar lo que pase con el resto de su vida.

–Actualmente él se encuentra mejor; pudo recuperarse y seguir con su pasión, escribir. Él es alguien a quien yo respeto mucho, por cómo es hoy y lo que sé que puede llegar a ser.

Cuando terminó de contarme este problema que tuvo seguimos hablando con él sobre este asunto. Me ayudó a reflexionar acerca de lo que estaba a punto de hacer. También me hizo algunas preguntas que parecían corrientes, pero al responderlas con honestidad, me puse a llorar por verme a mi mismo sin la máscara del fingimiento. Muchas cosas que me encontraba haciendo no eran algo que realmente quisiera hacer. No disfrutaba de darle vida a más personajes por medio de mi tablero, publicar payasadas que ni a mí me hacía gracia, forzar bromas que evidentemente no quedaban. Fue cuando llegué a aceptar que tenía bajo aprecio a mí mismo, a mi trabajo, pues pensaba en que ya no era realmente divertido para nadie, ya se aburrieron de mí, solo me tenían pena ¿Qué tendría de interesante un niño de ciudad que ni puede salir a la esquina para comprar una botella de agua para ofrecer a esta gente? Es mi realidad, todos tenemos realidades distintas. Supongo que el enterarme de la vida de este chico hizo sentirme menos de cierta forma. Me molestaba tanta indiferencia en lo que puedo llamar mi territorio, ver tanta interacción en otros lugares y donde yo trato de generarla no pasa, realmente me encontraba obsecionado.

–Yo sé que parece ridículo, pero así pasa.

Finalmente creo que puedo decir que llego al arco final de esta locura. Ya había reflexionado, quizá no del todo, pero justo quería subir un bonus a mi blog. Estaba dudando en si hacerlo con el libro que tanto tenía pendiente, pero al final lo terminé haciendo. Fui lo más honesto posible con todo el trabajo, no podía destrozarlo o bajarle puntos por caprichos tontos. Actualmente es la reseña más larga que he hecho y no me arrepiento de haberle dedicado tanto tiempo que lo terminé subiendo a la justa el mismo 25 de octubre. Con esto supongo que ya pueden confirmar la identidad del usaurio, conocido como Lobo_Alfa789 la mayoría del tiempo, aunque alterna de nombre de vez en cuando, pero siempre mantiene esos numeritos al final. Si eso no los sorprendió, pues les sorprenderá saber lo siguiente.

–Esta es la parte donde yo de verdad me sentí una mierda.

Los que hayan leido la reseña sabrán que fue positiva, lo que evidentemente no todos saben es que el mismo autor fue a agradecerme por privado el que haya subido esto. Pero junto a las gracias me confesó algo personal que si no me equivoco reveló luego en su blog. De todas formas lo resumo en que tenía una situación un poco delicada en su casa y todo estuvo patas arriba.

Aunque no sepa lo que hubiera pasado si hacía una locura o solamente darle más problemas aquí en Wattpad, igual me sentí una basura pese a que me dio las gracias. Le respondí sus agradecimientos siendo algo modesto, pero detrás de la pantalla me encontraba perdido. No quice hacer tanto en Wattpad durante un tiempo, solo subí lo que tenía listo. Necesitaba algo de tiempo, sumado a que quería cambiar más cosas de mi actual estado en ese momento, noviembre de 2022.

–Con eso ya les dí el contexto de mi punto de vista, pero igual quiero compartir una pequeña reflexión por este medio

–Tenemos hacerte una preguntas antes –Interrumpió el locutor

–Claro, con gusto

–¿Hay una razón por la que no hayas hecho escándalo anteriormente?

–Bueno, en realidad si tengo una explicación para ello, pero ni yo la entiendo

Verán, cada que me meto en alguna polémica en donde sea es porque no pensé muy bien lo que decía, normalmente era texto inocente que se podía interpretar de forma distinta. Pero cuando de verdad quiero hacer escándalo, no puedo si no está fundamentado. En este caso, en el fondo todavía quería a Dharían, le tengo cariño y eso fue lo que me detuvo en este tiempo. No iba a ser parte de algo en lo que estoy en contra, no podía hacerle daño si realmente no estaba haciéndo algo malo.

–Probablemente no entendieron nada de lo que dije, pero no se preocupen, solo espero que no se interprete de otro modo.

–Muchas gracias amigo, ahora puedes pasar con tu reflexión –dijo el locutor principal del programa

Quiero que esto sirva más que una aclaración de un asunto personal que ocurrió hace no mucho. Para mí no fue fácil hacer público un problema de este calibre, pero no iba a estar en paz conmigo mismo si no salía a quitarme esta carga en mis hombros. El odio, la envidia, los celos, etc. nos pueden consumir si no liadiamos con eso, no crean así nomás que ya se les va a pasar porque así no pasa. Solucionen sus problemas propios antes de hacer algo de lo que se puedan arrepentir o asuman que algo puede traerles problemas. Háblenlo con alguien que consideren de confianza así sea por un chat en redes sociales; ayuda a liberarse y sentirse mejor. Pero sobre todo les recomiendo una cosa, NO SE COMPAREN CON ALGUIEN MÁS. Esta mierda de compararse como seres vivos es lo que hace tanto daño a uno mismo que lo puede llevar a autodestruirse cuando menos lo esperas. Si alguien más es quien los compara, tomen esas palabras y tírenlas a la basura aún si las intenciones del emisor son buenas. Si te vas a comparar, hazlo contigo mismo de forma constructiva, toma cartas en el asunto si crees que estás peor que antes, y si estás mejor, siéntete alegre por ello que has logrado así no sea gran cosa. Por último, si ves que alguien más te hecha la culpa de su fracaso o su miseria, no te tienes que sentir mal por eso, tú no tienes la culpa. Con todo eso dicho voy a cerrar esta historia.

–Muchas gracias joven por venir a esta radio, y a todos nuestros oyentes, espero les haya servido la experiencia de Fudan –anunciaba el locutor antes de ser interrumpido

–Luis, Luis es quién estuvo con ustedes hoy.