Capitulo Veinticinco.
—¡El azul, papi! ¡El azul!
Sonriendo, Zayn se quitó el blazer negro que estaba probandose y recuperó el azul, que había descartado momentos antes. No pudo evitar sacudir la cabeza, divertido, cuando los mellizos aullaron y aplaudieron su confirmidad con el atuendo. Los dos bribones se habían instalado en su armario luego de que les explicara porque su casa estaba llena de rosas y les comunicara que su tío Harry iba a cuidarlos por la noche, se habían autodeclarado sus estilistas personales y en el proceso, habían vetado más de la mitad de su guardarropas.
Teniendo en cuenta a lo que se dedicaba, la situación era bastante ironica.
—¿Ya? —preguntó, dando un pequeño giro para que tuviesen toda la imagen—. ¿Este es de su total agrado, mis majestades?
—No sé —Nee golpeo su dedo contra su barbilla, pareciendo realmente meditarlo—. El rojo tiene su encanto también.
—El rojo no es un color para una primera cita, tonto. —Nick rodó los ojos hacía él—. Papi no es tan fácil.
—No dije que fuese "fácil" —hizo comillas con sus dedos—. Solo dije que el rojo es un bonito color.
—Pero da el mensaje equivocado.
El castaño parpadeo—. ¿Que mensaje quieres que dé?
—Bueno, es un padre de familia, debe verse bonito, pero inalcanzable.
"Inalcanzable" Zayn gesticuló, bastante divertido con la charla que estaba escuchando y poco dispuesto a interrumpirla. Sus niños eran demasiado graciosos a veces.
Nee pareció pensar en ello—. No debe ser inalcanzable, queremos que papá crea que tiene oportunidad.
—Pero cuanto más inalcanzable, más deseable, lo leí en una novela.
—¡Era una novela, torpe! —le dió un pequeño empujón—. Esta es la vida real, debemos acelerar las cosas.
—¿Quieres mandar a papi con un moño rojo en la cabeza en su primera cita?
—No estaría mal. —se encogió suavemente de hombros, recibiendo un golpe en el brazo de parte de su ceñudo hermano.
—¡Papi no es un regalo! —siseó—. Y aunque sea papá con quién sale, no debemos hacerselo tan fácil, tiene que luchar por ello.
El ceño del castaño se frunció y pareció pensarlo por un largo momento—. ¿Te gustaría tener más hermanos, Nicky?
—Mmm... no sé, creo que si, ¿por qué?
—Porque si ellos no avanzan en esto, entonces tendremos más hermanos cuando estemos en la universidad.
—Seríamos demasiado viejos para jugar con ellos, Nee.
—Exacto.
Nick se volvió a mirar a Zayn, su expresión sería—. Deberías usar el traje rojo, papi.
Y eso lo hizo, Zayn se echó a reir sin poder detenerse.
—¡No es gracioso! —Nee aseguró—. Debes ser sexy, papá, queremos hermanos.
Tomando aire entre risas, intentó estabilizarse nuevamente—. ¿Quieren hermanos?
—Si.
—Y, diganme algo —se aclaró la garganta—. ¿Acaso no se les ocurrió preguntarme a mi o a su padre si queremos más niños?
Nee bufó—. Por supuesto que quieren —jaló a su hermano cerca, señalando sus rostros—. ¿Quién no querria más niños luego de tenernos a nosotros? ¡Papi, eres una fabrica de gente bonita!
—Mm, creo que tengo que tomarme un momento para presentarte a una amable señora llamada "Humildad".
—Papá, tenemos el cincuenta porciento de los genes del exitoso arquitecto y codiciado soltero, aunque no por mucho tiempo esperemos, Liam Payne, y el otro cincuenta proviene de el hombre al que le fue dado el titulo del diseñador más sexy de la última decada —pasó una mano por su cabello, apartandolo de su rostro de forma elegante—. No necesitamos humildad, somos la combinación perfecta.
Nick asintió con fuerza—. Estoy de acuerdo con él.
Eso sorprendió a Zayn—. ¿En serio?
—Tenemos los padres más atractivos que he conocido, y no lo digo solo yo, la gente en las revistas me respalda —se encogió suavemente de hombros—. Perdoname, papi, pero no podemos ser feos cuando fuimos gestados en tu interior.
Mirando entre ellos, no pudo replicar sus palabras cuando para él, los dos eran los niños más hermosos que habían nacido. Acercandose, besó la mejilla de cada uno antes de mirar a sus ojos—. Tienen razón, ustedes dos son hermosos y nadie puede replicar esa afirmación.
—¿Harás más gente bonita como nosotros?
Zayn sacudió la cabeza hacia el pequeño atrevido de su hijo, divertido—. Ya eligieron mi atuendo, ahora vayan a hacerle compañia a su tio Colt mientras termino de arreglarme.
No parecían conformes, pero de igual manera se dirigieron a la puerta. Una vez que ellos se habían marchado, Zayn soltó una pequeña risita antes de dirigirse al baño para darse una rápida ducha. Ya pensaría como evadir el tema de "crear más gente bonita" luego, porque estaba seguro de que era algo que sus hijos no dejarían pasar en breve.
(...)
Harry silbó bajo cuando Zayn entró a la sala, ya vestido y peinado—. Wow, babe, eres el hombre más malditamente sexy que he visto.
Un momento después de ese comentario, una mueca de dolor apareció en su rostro cuando Colt le lanzó una patada, una expresión ofuscada en su bonito rostro—. ¿Que hay de mi, idiot?
—Ow, you're my angel, babe —el rizado se inclinó sobre el sofá individual, dejando un pequeño beso en la nariz pecosa del rubio—. Eres el ángel más hermoso y extraordinario que he visto. Zayn es solo un simple mortal con buena apariencia.
Colt sonrió encantado y Zayn puso mala cara—. Gracias por nada, amigo.
—Esta belleza de aquí me va a dar un hijo, Zee, tu solo me das tu insignificante amistad.
Le enseñó el dedo medio—. Jodete.
—Hablando en serio, te ves genial, Zee —Colt le aseguró con una sonrisita dulce antes de que extendiera la mano hacia Harry—. Help me, Honey.
Con facilidad, el rizado lo ayudó a levantarse del sofá, ya que su enorme barriga le hacia dificil hacerlo solo. Zayn sonrió al ver a su amigo pasando una mano cariñosa por la misma—. Hi, my little angel.
Se esperaba el abrazo, asi que recibió al rubio con los brazos abiertos cuando se acercó—. Usa protección, my friend.
—¡Colt!
—Hey, solo te prevengo —se alejó con las manos en alto—. Es la primera cita, al menos espera a embarazarte a la segunda.
—¡Tío Colt, no arruines nuestros planes! —Nee se quejó—. Queremos otro hermano, cuanto antes mejor.
Zayn suspiró, mirando a sus hijos con seriedad—. Niños, dejen eso ahora, por favor. —el timbre hizo eco en el apartamento un momento después—. Ese debe ser Liam.
—Yo abro. —Nee se levantó de un salto y corrió a la puerta antes de que pudiese detenerlo.
—Jesús, él va a poner ideas locas en la cabeza de Liam sobre más bebes, estoy seguro —murmuró, apresurandose a la puerta justo detrás de Nick.
Liam estaba en la puerta, luciendo un impecable traje gris y perfectamente peinado. Tenía una sonrisa suave en el rostro, que se iluminó aun más en cuanto lo vió acercarse—. Hola, amor.
Si se sonrojó, hizo todo lo posible por ignorarlo—. Hola, Liam.
—Bah, ya tuvieron dos hijos, dejense de tonterias. —Nee cortó el momento como si tuviese un cuchillo en mano antes de darle una severa mirada a Liam—. Escuchame bien, muchacho, te estoy vigilando. Lo quiero aquí a las once, ni un minuto más, ni un minuto menos, o te las verás con mi escopeta.
Zayn rodó los ojos—. ¡Nilo!
—¿Que? —se quejó—. Vi eso en una pelicula, parecía lo correcto a hacer.
—Solo despidanse y vuelvan adentro. —pidió, aceptando los abrazos de ambos antes de girarse hacia Liam—. ¿Nos vamos?
—Vamos. —le ofreció la mano, dandole un pequeño tirón para acercarlo en cuanto estuvo en su palma.
—¡No se cuiden! —Nee gritó detrás de ellos mientras caminaban hacia el ascensor—. ¡Queremos más hermanos!
—Hagan más gente bonita como nosotros. —Nick le siguió la corriente.
Volteandose, Zayn les dedicó una mala mirada—. Vayan dentro antes de que los castigue a ambos.
Harry apareció detrás de ambos traviesos y los jaló dentro, dedicandole una sonrisa a Zayn—. Diviertanse. —la puerta se cerró detrás de él.
Liam lo miró divertido luego de oprimir el botón para llamar al ascensor—. ¿Que fue eso?
—Eso, fueron los mellizos mostrando su falta de sutileza.
—¿De quién lo habrán heredado? —susurró.
—No te quedes sin cita antes de que esta empiece —canturreó, metiendose al ascensor en cuanto las puertas se abrieron—. Hablando de eso, ¿a donde iremos?
—Mm, es una sorpresa.
—La última sorpresa que me diste vino en combo —le recordó, el ascensor comenzó a moverse—. No quiero morir de un infarto siendo tan joven, así que solo dime de que se trata.
—No volveré a dejarte embarazado de mellizos, lo prometo.
—Woh, que alivio —ironizó—. ¿Quién dijo que te dejaría llegar tan lejos, niño rico?
Atrapando su mano, Liam lo jaló a sus brazos y se inclinó a besarlo con dulzura—. Te ves realmente hermoso esta noche, amor.
—Los mellizos eligieron mi atuendo, dijeron que me veo bonito, pero inalcanzable. —había elegido ponerse el atuendo azul, sin importar lo mucho que los niños habían insistido con el rojo.
—Ellos tienen una buena visión, te ves increible.
—Gracias —su rostro se sonrojó ante la seriedad en que Liam lo había dicho—. También te ves bien.
—¿Solo bien?
Lo miró bajo sus espesas pestañas—. Te ves sexy.
Eso logró una sonrisa del mayor y que lo acercara para un nuevo beso dulce antes de que las puertas se abrieran. Los dedos de Liam se enlazaron con los suyos al salir y lo guiaron hacia su auto.
Media hora después, Zayn se percató de que debió haberse hecho cargo de la cita desde el principio. Liam tenía buenas intenciones, pero desde que eran jovenes, había sido un asco en esto de planificar salidas.
Cuando por tercera vez, el silencio incomodo cayó entre ellos en la mesa del caro restaurante donde los había llevado, Zayn había tenido suficiente.
—¿A donde vas? —Liam preguntó cuando se puso de pie.
—Nos vamos. —decretó—. Te llevaré a un lugar, donde ambos estemos cómodos.
—Pero...
Inclinandose sobre la mesa, dejó un pequeño beso en los labios del mayor, silenciandolo—. No necesitas impresionarme, Liam, te conozco, ¿recuerdas? Conozco todo de ti y me gusta, no necesito restaurantes caros, quiero pasar tiempo contigo. El verdadero tú.
—Hace demasiado tiempo que no veo a mi verdadero yo. —confesó.
—Entonces, vamos, te ayudaré a encontrarlo. —le tendió la mano—. Vamonos.
Liam dudó por una milesima de segundo antes de pedir la cuenta y seguirlo fuera del local. Con sus manos enlazadas, Zayn lo jaló por la vereda, metiendose bajo el brazo del mismo en cuanto tuvo la oportunidad de hacerlo. Ni siquiera pensó demasiado en ello cuando lo guió a la primer cafetería abierta que encontró y a la mesa más alejada que existía.
Cuando el castaño se dejó caer en el sofá rojo, lo miró—. ¿Una cafetería es mejor que un restaurante de cinco estrellas?
—Si —se deslizó a su lado, metiendose bajo su brazo nuevamente—. Lo es porque puedo hacer esto y en ese lugar sofisticado no.
El brazo del mayor se apreto a su alrededor mientras una sonrisa se abria paso en su rostro—. Dios, te extrañé tanto, amor.
Zayn le devolvió el gesto—. ¿Extrañabas que arruinara las citas perfectas que planeabas para nosotros?
—Extrañaba que me sacaras de los horribles lugares que elegía y nos arrastraras a una verdadera cita —sonrió—. Citas express de quince minutos.
Se acurrucó más a su lado—. Creo que necesito más de quince minutos esta vez.
—No necesitamos apresurarnos ahora. —dejó un beso suave en sus labios—. Podemos quedarnos aquí todo el tiempo que quieras.
Zayn no pudo evitar la sonrisa cuando Liam ordenó por ambos cuando la camarera se acercó, pidiendo un batido de frutas para él. Era gracioso que después de doce años, todo fuese tan igual a cuando eran adolescentes.
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