Capitulo Trece.
—¿Por qué jodidos le contaste eso, idiota?
Apretando sus puños cerrados, Nee contó mentalmente hasta diez, deteniendo la compulsión de asesinar a su mellizo. Había veces, en que realmente Nick lograba sacarlo de quicio tanto que las ganas de golpearlo eran jodidamente grandes. Su hermano podía hacerse el desentendido a veces, pero tonto era lo último que era y él sabía exactamente que sus acciones tenían consecuencias. Decirle a Liam sobre lo de ese hombre tendría como consecuencia que Nee lo asfixiara con una almohada por la noche.
Había cosas que simplemente debían permanecer en secreto y no decirse nunca, esta era una de esas cosas y había pensado que Nick comprendía lo que eso significaba. Pero no, apenas le dió la espalda, el idiota ya había soltado toda la sopa. Tendría que ahorrar dinero y comprarle un bonito bozal, a ver si eso conseguia silenciarlo.
—No sé —Nick susurró, arrojandose de espaldas sobre la cama—. Fue el momento, él me estaba abrazando y yo solo... es papá, Nee.
El ceño de Nee se frunció al instante en que esas palabras abandonaron los labios del menor—. No le digas de esa forma.
—¿Por qué?
—No se lo ha ganado —se sentó en el sofá cerca de la enorme ventana que ocupaba casi toda la pared, su libro aun cerrado desde que su hermano había comenzado a contarle la idiotez que había hecho—. Dile Liam o señor Payne.
Girando sobre su estomago, Nick lo miró—. Pero es nuestro padre, ¿no crees que se ha ganado que le digamos así ya?
—No, eso no tiene nada que ver, no solo porque sea nuestro padre tenemos la obligación de decirle de ese modo.
—Le decimos papi a Zayn.
—Papá Zayn nos dio la vida, ¿que más quieres? —elevó una ceja.
—Papá Liam también tuvo que ver allí.
Nee arrugó la nariz con asco—. No necesito imaginarme eso, gracias —miró distraidamente a través de la ventana—. Haz lo que quieras, Nick, no soy tu jefe para decirte como comportarte.
—Pero... tu eres el que toma las decisiones.
—Al parecer, ya no lo hago. —lo miró—. No necesitas que tome decisiones por ti, porque puedes tomarlas por ti solo o nunca te habrías quedado a solas con Liam y soltado estupideces.
Hundiendo el rostro en el material de las mantas, Nick ahogó un grito desconforme antes de volver a mirar a su hermano—. ¿Como quieres que te pida perdón por eso? No fue adrede, solo se me escapó.
—Entonces, la próxima vez que salgamos a algún lugar, pondré cinta en tu boca a ver si así aprendes a mantener los labios sellados.
—¿Por qué esto te enoja tanto?
—No tenías porque decirle sobre ese tipo a nadie, era nuestro secreto, Nick, rompiste nuestro trato.
Irguiendose, el moreno se sentó sobre sus rodillas y lo miró—. Pero, no se le guarda secretos a la familia, tu dijiste eso.
Soltó un sonido exasperado que sonó vagamente a un gruñido—. Agh, eres malditamente frustrante.
—¿Que quieres decir?
—No lo entiendes, no logras comprender lo que sucede y eso me crispa los nervios.
Nick estrechó los ojos en su dirección—. ¡No soy idiota!
—¿En serio? —preguntó burlón—. Entonces, deja de comportarte como tal.
—¡Estas siendo un asno!
—Y tu te comportas como si tuvieras cinco años, ¡madura de una vez, hermano!
—¡No te hagas el maduro, imbécil, no eres más que un jodido niño estupido que cree que sabe todo!
—Encontré a papá y logré traernos a ambos hasta aquí desde ese jodido agujero perdido del mundo donde viviamos, ¿tu que has hecho, bebé inteligente?
Nick lo miró rabioso—. De no ser por mi, tu aun estarias en esa casa hogar, simulando no querer saber sobre nuestro origen.
—Claro, olvide agradecerte por eso —poniendose de pie, se acercó a la cama y miró hacia abajo—. Gracias, querido hermanito, por abrirme los ojos a un padre que no nos quiere y el otro que no sabe que hacer con nosotros, te lo agradezco de todo corazón.
—¡No seas sarcastico!
—Oh, por dios, ¡el bebé conoce lo que es el sarcasmo, tirenle un trofeo!
Tomando una almohada, golpeó a su hermano con todas sus fuerzas justo en la cara—. ¡Imbécil!
Tratandose de una almohada, la cosa no hizo ningún daño a Nee, pero sus ojos brillaban furiosos cuando el objeto mullido se alejó de su rostro—. ¿Por qué hiciste eso?
—Porque creo que es la única manera de meter algo de sentido en tu jodida mente. —lo golpeó varias veces más antes de que su hermano atrapara la tela y lo detuviera—. ¡Sueltala!
—¿Para qué? ¿Para que sigas golpeandome?
—Si.
Mirando a su hermano, Nee realmente intentó comprenderlo, pero no lo lograba. Habían sido toda la familia del otro por tanto tiempo, que no era capaz de entender como su mellizo podía hacerlo a un lado tan fácil. Porque era de esa forma que lo sentía, que estaba siendo arrojado a un lado. Tanto tiempo teniendo a solo una persona en el mundo en quién confiar, había hecho a Nee desconfiado del resto del mundo. Había pensado que su hermano era capaz de comprenderlo, pero ahora se deba cuenta de que no era de ese modo.
Cuando habían llegado allí, había dejado entrar a su papá Zayn a lo que él consideraba su grupo familiar, porque lo sentía de esa manera, al igual que su tío Harry, pero Liam... él no se sentía como familia, no ahora, al menos. Había pensado que su hermano estaba emocionado por encontrar a sus padres, pero empezaba a pensar que lo de Nick era más desesperación por tener padres que otra cosa, y se sentía como si al tenerlos a ambos, él seria quién sobraria en la vida de su mellizo.
Nick y él habían superado muchas cosas en el correr de los años, siempre unidos. Esta vez, Nick parecía estar más del lado de Liam que intentando comprenderlo, lo cual lo hería profundamente.
Si su propio mellizo no lo entendía, entonces, ¿quién lo haría?
Tomando una almohada, ignoró la mueca de Nick, seguramente al pensar que sería golpeado por la misma, y se dirigió a la puerta.
—¿A donde vas? —su hermano interrogó.
—Dormiré en otra habitación —tomó el pestillo para poder cerrar, mirando a su hermano—. Buenas noches, Nick.
Cerrando detrás de él, arrastró los pies por el pasillo, dirigiendose a otra de las habitaciones de invitados que su padre tenía. Él les había ofrecido una antes, cuando habían llegado, pero ambos se habían negado a dormir en habitaciones separadas. Ahora, eran bastante útiles.
—Hey.
Dando un salto sorprendido, levantó la mirada para encontrarse con su padre de pie en el umbral de la puerta de su habitación. Llevaba sus pantalones deportivos y camiseta negra que utilizaba de pijama, por lo que suponía que había estado acostado.
—Hey. —respondió de la misma manera.
—¿Que fue todo eso?
—¿Nos escuchaste? —susurró.
—Fue dificil no hacerlo cuando ambos estaban gritando —le dedicó una pequeña mueca simpatica—. No quise entrometerme, parecía que ustedes dos tenían mucho que decirse.
Se encogió de hombros descuidadamente—. Tenemos diferentes opiniones sobre algunas cosas a veces.
—Eso esta bien —Zayn halagó cuando Nee bajó la cabeza, acariciando su cabello con dedos suaves—. No porque sean hermanos, deben estar siempre de acuerdo. Recuerdo que Yago y yo solíamos pelear por todo de pequeños.
—¿Yago?
—Mi hermano —le sonrió—. Tambien tengo una hermana mayor, su nombre es Iara.
—No sabia eso.
—Lo sé —Zayn admitió—. Pensaba presentarselos cuando los llevara a la reunión familiar que mi familia organiza cada mes. Solo estaba esperando a que ustedes dos estuviesen más acostumbrados a mi, antes de arrojarlos delante de ellos.
—No lo entiendo.
—¿Que es lo que no entiendes?
—¿Por qué has estado tan solo todos estos años si tienes más familia a parte de nosotros?
Suspirando, Zayn se puso a su altura y le sonrió, acariciando su mejilla—. Es dificil de explicar, amor.
—Intentalo.
Asintiendo, el moreno titubeó un momento antes de suspirar—. Tengo más familia, tengo a mis padres, tengo hermanos, tíos y primos, podría haber ido a ellos en vez de quedarme aquí, pero... no quería.
—¿Por qué? —no lo entendía.
—Porque cuando me los quitaron a ustedes, me quitaron mi corazón —confesó—. No quería estar con ellos, porque verlos me hacia pensar en que ustedes dos estaban lejos de mi, no podía soportarlo.
Suspirando, Nee se inclinó y dejó un beso en la frente de su padre antes de abrazarlo con fuerza—. Las cosas van a mejorar a partir de ahora, papi.
—Hey, eso es algo que debería decirte yo —Zayn bromeó—. Soy quién debe cuidar de ti, no alrevés.
—Pensé que ya habíamos llegado a un acuerdo de quién cuida a quién.
—¿Cuando hicimos eso?
—Cuando decretamos que hiciste un pésimo trabajo cuidando de ti mismo y que nosotros ibamos a tomar esa tarea ahora.
Zayn elevó una ceja—. Para eso, deberías llevarte bien con tu hermano, ¿no lo crees?
—No presiones.
Riendo, Zayn hizo una seña con su mano hacia atrás—. ¿Quieres dormir conmigo, cariño?
—Si, gracias.
—No es nada. —le dejó paso antes de seguirlo.
Miraron una vieja pelicula en blanco y negro antes de que el cansancio del día pudiera con el más joven, logrando que cayera rendido ante el sueño. A mitad de la noche, percibió claramente cuando un cuerpo más delgado y pequeño que él, se acurrucaba contra su espalda.
Sonrió.
(...)
—¿Por qué esta él aquí?
Zayn bajó la mirada hacia el rostro enfurruñado de Nee, quién apuntaba acusadoramente al castaño de pie en la sala, el cual había llegado demasiado temprano para su gusto. Había olvidado por completo decirle a los niños que había invitado a Liam a ir de compras con ellos, la pelea que los mellizos habían tenido y la cual no habían solucionado del todo, no ayudaba para nada a la situación tensa que se presentó en cuanto el mayor cruzó la entrada principal.
Suspirando, miró al joven—. Él quiere pasar tiempo con ustedes.
—Y yo quiero tener un perro, pero eso no esta sucediendo.
—Te compraré uno.
Nee saltó, sorprendido antes de darse la vuelta para enfrentar a Liam—. No, gracias.
—Nee es alergico a los perros —Nick proporcionó—. Su pelo hace que comience a estornudar muy fuerte.
Zayn atrapó la parte trasera de la camiseta de su hijo mayor antes de que pudiese lanzarse hacia su mellizo—. Controlate, cariño.
—Si quieres contar algo, cuenta algo de ti, dejame a mi fuera de la conversación —el castaño exigió a su hermano.
—Pero... si eres alergico.
—Ggh —produjo un sonido inarticulado de desconformidad, girandose a mirar a Zayn—. ¿Acaso lo dejaste caer de cabeza de bebé? Dimelo, juro no decirselo a nadie.
—Mm, no, no recuerdo haberlo hecho —fingió pensarlo—. Pero tu adorabas golpear tu cabeza contra las rejas de la cuna, tuve que acolchonar todo alrededor para evitar que te lastimaras.
Nick dejó escapar una risita y Nee se zafó del agarre de Zayn antes de que pudiese hacer algo, lanzandose al ataque de su hermano, quién salió huyendo cuando vio el peligro acercarse. Ambos se apresuraron fuera de la cocina, dejando a Liam y Zayn observandolos con un poco de desconcierto.
—Pensé que se llevaban bien. —Liam comentó.
—Lo hacen, pero tuvieron una pequeña pelea ayer y aun no han arreglado las cosas.
—¿Deberiamos hacer algo para ayudarlos?
—¿Realmente quieres estar en medio de una pelea de hermanos?
El castaño pareció pensarlo—. No, creo que no.
—Dejalos, ellos arreglarán sus diferencias en algún momento.
—¿Y si no lo hacen?
Dirigiendose al refrigerador, Zayn abrió la puerta y lo miró sobre el hombro—. Entonces, nosotros intervenimos.
Tomando una jarra de jugo de manzana, el moreno la colocó en el centro de la mesa antes de ir por vasos, colocando todo ordenadamente en cada puesto. Sacar a los niños de la cama había sido más laborioso de lo que había pensado, ellos eran jodidamente perezosos, por lo cual, todos estaban tomando un desayuno tardío antes de salir de compras.
—¿Desayunaste, Liam?
—Mmm, tomé una taza de café antes de salir de mi casa.
Zayn se detuvo y lo miró como si fuese estupido—. Eso no es un desayuno, sientate.
—Ow, cuidas de mi.
—Cuido de mi mismo, no quiero tener que hacerme cargo de ti si te desmayas en el medio de la calle por no haber comido.
Liam hizo un puchero—. Eso no es amable.
Arrojando algunos trozos de frutas, que había picado antes, dentro de los tazones de cereales de los mellizos, miró al castaño—. Jamás dije que lo fuera. —hizo un gesto a lo que hacia—. ¿Quieres fruta en tu cereal?
—No he comido cereal en años. —comentó, asintiendo.
—A los mellizos le gustan las hojuelas de cereal con frutas frescas o secas y yogur natural —informó—. Nunca intentes darles esos cereales de colores o de chocolate porque te lo arrojarán a la cabeza, los detestan.
Las cejas de Liam subieron, sorprendidas—. ¿Me acabas de dar información sobre ellos sin que la exigiera?
Zayn se encogió de hombros con suavidad—. No puedo evitar que te acerques a ellos y supongo que en algún momento, los invitarás a desayunar contigo. Quiero que mis hijos esten comodos y bien cuidados, solo me estoy asegurando de que sepas las cosas correctamente.
—Podrías ir con nosotros, ya sabes.
El moreno bufó—. Ni siquiera lo intentes.
—¿Intentar qué?
—Ya jugamos este juego una vez, Liam —negó con suavidad—. Y al parecer, fui quién perdió al final, no tengo deseos de pasar por ello nuevamente.
—Siento realmente lo que sucedió, no tengo excusa para ello. Era un bastardo egocentrico en ese momento, te herí y lo lamento muchisimo.
—No pongas en pasado esa frase, no estoy seguro de que hayas dejado de ser un bastardo.
Liam cerró los ojos por un momento, pareciendo verdaderamente dolido por toda la situación—. Lo siento, ¿que debo hacer para que me creas?
—Llena una piscina con tiburones, bañate en sangre y arrojate a ella.
—Zayn...
—Jodete.
Tomando el frasco donde guardaba el cereal, Zayn se volteó para guardarlo, viendose encerrado un momento después entre el cuerpo de Liam y la encimera detrás de él. Manos grandes enmarcaron su rostro, obligandolo a cruzarse con la mirada miel.
Zayn realmente intentó no mirarlo, intentó no poner atención a como de familiar se sentía la sensación de esas manos calientes sobre su piel o de esos ojos miel tan cerca de los suyos. Liam seguía usando el mismo perfume de cuando era adolescente, podía reconocerlo con fácilidad porque había sido él quién se lo había obsequiado por su cumpleaños, era extraño que siguiera utilizando la misma fragancia.
Obviamente, este no era el mismo Liam. Si, talvez su perfume era igual y su tacto se sentía genial sobre él, pero poco quedaba del adolescente del que se había enamorado. Este era un hombre, con su porte de tipo rico, la chaqueta azul de traje y los pantalones formales lo confirmaban. Su cabello estaba más corto y un poco más oscuro, y la barba había sido escasas en los días en que habían sido novios, ahora era espesa y notoría en su mandibula, mejillas y barbilla. El brillo en sus ojos delataba la experiencia, el conocimiento y el aprendizaje que había adquirido en todos esos años que no se habían visto.
Este Liam, no era un joven estupido de diecisiete años.
Este Liam le daba un poco de miedo.
—Sueltame —exigió.
—Dame un poco de confianza, cariño, dejame probarte que he cambiado.
—Te estoy dando toda la confianza que puedo luego de lo que sucedió, te estoy dejando acercarte a mis hijos.
Sabia que Liam quería replicar sobre sus derechos sobre los mellizos, pero pareció morderse la lengua a último momento—. ¿Que hay de ti? —susurró—. ¿Me dejas acercarme a ti también?
—No cometo el mismo error dos veces, Payne.
—No es un error, porque esta vez no voy a ser tan estupido de dejarte ir —la mandibula de Zayn se endureció cuando el castaño dió un paso más cerca, sus cuerpos tocandose completamente y sus rostros demasiado cerca el uno del otro, tanto que podía sentir la respiración caliente del castaño sobre su piel—. No estoy aquí solo por los niños, Zayn.
Percatandose de que el mayor pensaba besarlo, Zayn entró en panico e hizo lo primero que cruzó por su mente, dandole una patada en la espinilla y zafandose de su agarre con rápidez. Una vez que estuvo lejos, escondió el temblor de sus manos tras su espalda mientras gritaba— ¡Niños, vengan por su desayuno!
Escuchó a los mellizos acercarse mientras mantenía su mirada en Liam, quién se frotaba la pierna con una mueca de dolor dirigida a él. Esto solo confirmaba que los Payne eran peligrosos, incluyendo a Liam.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro