—No voy a disculparme, papi.

Pisando el freno suavemente, Zayn detuvo el vehiculo con delicadeza donde el semaforo establecia antes de mirar hacia el asiento del pasajero. Lo que vió allí le produjo dolor fisico, de ese que te duele aunque no estes herido en realidad, una sensación que solo un padre es capaz de sentir a través de sus hijos.

No quería estar enojado, estaba intentando duro no llegar a ese punto, pero su hijo no estaba haciendolo nada fácil. Nee era tan terco que había veces en que solo quería permtirle darse contra la pared, solo para ver si eso lograba enseñarle algo. Pero como padre responsable, era su deber detenerlo antes de que resultase herido, sin importar lo mucho que eso fastidiara a su pequeño.

Encontrandose con esos ojos tan similares a los suyos, le dedicó una dura mirada—. Te disculparas.

—¡No lo haré! —el ceño fruncido fue seguido por una mueca cuando el corte en su ceja izquierda pareció hacerse notar ante el movimiento. Su voz bajo, pero la determinación seguía allí—. No puedes obligarme a disculparme si no deseo hacerlo.

—Golpeaste a tres de tus compañeros de clase, Nilo —le recordó—. ¡Noqueaste a uno de ellos!

—Fue un buen golpe, ¿que culpa tengo yo de que fuese tan fácil de derribar?

—¡Nilo!

—Estoy diciendo la verdad, ni siquiera los golpee tan fuerte. —bufó—. Ellos son un grupo de debiluchos.

—Rompiste la nariz de uno de ellos —puso el auto nuevamente en marcha cuando la luz cambió—. Y espero, por tu bien, que solo haya sido una torcedura y no hayas, en realidad, quebrado la muñeca de ese niño.

—¿Por qué sigues culpandome a mi de todo? —se quejó—. Se creería que por ser mi padre, me defenderías en un caso así.

—Tu no tienes defensa.

—Dame un respiro, ¿quieres? —pidió—. ¿Tan mal me he comportado que ni siquiera tengo derecho a defenderme?

Viendo la coherencia de las palabras del menor, Zayn empujó su enojo a un lado y suspiró—. Tienes razón, no debí aleccionarte sin pedirte primero una explicación.

—Gracias.

Asintió, mirando la carretera—. ¿Quién lanzó el primer golpe?

—Yo.

—¡Nilo!

—Espera —levantó sus manos—. Yo lancé el primer puñetazo, pero ellos fueron quienes abrieron sus bocotas primero. ¿Porque cargo yo con la culpa de que ellos no sepan mantener la mierda que sale de sus bocas lejos de mis oidos?

—Cuida el lenguaje.

—Lo siento.

Tomando aire, le arrojó una mirada—. ¿Por qué lo hiciste, Nee? Te pedí expresamente que te comportaras de la mejor manera posible en el colegio, ni siquiera te estoy pidiendo que tengas notas excelentes, solo quiero que pases al siguiente grado sin incidentes. ¿Por qué te empeñas así en llevarme la contraria?

—¿Acaso me estas escuchando?

Estacionando frente al edificio de apartamentos, le lanzó una mirada mortal—. Cuida el tono en el que me hablas, soy tu padre, no uno de tus compañeros de colegio.

Podía ver la lucha en esos ojitos brillantes. Su hijo quería pelear, le gustaba poder defender sus pensamientos, pero Zayn también sabía que lo respetaba demasiado como para ser mal educado con él. Las dos partes estaban luchando en su interior y su pequeño tenía problemas para dejarse guiar por una.

Tomando un respiro, asintió—. Lo lamento —volvió a disculparse—. Pero ni siquiera me estas dejando defenderme, papi.

Recostandose en su asiento, sacó las llaves del encendido y le hizo un gesto—. ¿Por qué lo hiciste?

Nee bajó la mirada a su regazo, apoyando el paño húmedo en la herida de su labio y quitando un poco de la sangre que bajaba desde el corte en el mismo—. Ellos no han dejado de hablar de ti —susurró—. Algunos tienen ropa de tu colección y ellos... agh, se vuelven fastidiosos luego de un rato. Intenté mantenerme lejos, en serio, no quería decepcionarte, pero ellos siguieron fastidiandome con eso sin parar. —lo miró con pena—. No pude detenerme.

Zayn lo observó por un largo momento antes de dejar que su enojo simplemente se fuera, desinflandose como un globo, antes de alcanzar el bonito rostro de su hijo, enmarcandolo entre sus manos—. No estoy enojado contigo, Nee, en serio, no lo estoy —aclaró, pasando su pulgar sobre el labio hinchado y la piel rojiza que comenzaba a ponerse morada alrededor del lado izquierdo de la boca—. Solo... no quiero tener que verte herido por algo tan tonto como esto.

—No es tonto para mi, me molesta.

—Lo sé, lo entiendo —aseguró—. Pero tienes que comprender, que aunque los estamos dejando lejos de todo el lío mediatico, aun así, tanto Liam como yo, somos bastante reconocidos. Si no hubiesen sido tus compañeros, seguro otra persona habría hecho algún comentario sobre uno de nosotros, a las personas les gusta opinar, no puedes enojarte con alguien solo porque lo haga.

Nee hizo un pequeño puchero—. Odio que las personas hablen sobre ti de esa manera.

—¿De que manera?

Las mejillas del castaño se enrojecieron de golpe y su voz bajó—. Como si quisieran tenerte —frunció el ceño—. Eso está mal, tu no eres para ellos.

Arqueó una ceja—. ¿Y para quién soy?

—Bueno, duh, para papá Liam, obvio —susurró—. Y para Nicky y para mi —puso su mano en la barriguita de Zayn—. Y para mis nuevos hermanitos, pero para nadie más.

—Cariño, ustedes siempre serán lo más importante y principal para mi, pero, debes aprender a compartir-

—¡Sé compartir! —se defendió—. Comparto tu atención con Nicky y papá y no me quejo, es el resto del mundo el que me fastidia.

Zayn intentó suprimir una sonrisa, pero estaba teniendo un momento dificil en ello—. ¿Te das cuenta de que ellos hacen ese tipo de comentarios, solo porque saben que te molesta?

—¿Uh?

—Ellos hablan de mi, porque te molesta y eso es lo que quieren, incomodarte.

Nee bufó—. Ya sabía yo, esos niños ricos son una bandada de retorcidos retoños.

—¿Que quieres decir con "niños ricos"?

—Los niños de ese colegio, vienen todos de familias con mucho dinero, por eso se creen mucho y hacen ese tipo de cosas.

—¿Te das cuenta de que Blue, Nicky y tu también van a ese colegio? —preguntó—. ¿Eso no te dice nada?

—¿Decirme que? —se detuvo, sus ojos se ampliaron de golpe—. ¿¡Nosotros también somos niños ricos!?

Y Zayn rió, porque nada podía hacer ante el espanto del descubrimiento en el rostro de su hijo.

—Ah, diablos, ¿por qué no me había dado cuenta de eso antes? —murmuró. Curzandose de brazos, esperó a que Zayn se recompusiera antes de enviarle una mirada—. Ellos siguen siendo más retocidos que yo, de igual manera.

—¿Te recuerdo que golpeaste a tres de tus compañeros por un simple comentario?

—Fue más de un comentario —se defendió—. Y se los advertí, les dije que se detuvieran, pero ellos siguieron, lo que es sorprendente, pensé que habían comprendido el mensaje cuando hablamos sobre Nicky.

—¿Sobre Nicky? —la diversión se fue—. ¿Que hiciste, Nee?

El castaño se removió inquieto—. Solo dejé un par de puntos claros.

—¿Que fue lo que hiciste?

—Golpee sus traseros cuando los escuché hablando sobre mi hermanito. —confesó en un murrmullo.

—¿Cómo es que no supe de eso?

—Ninguno se desmayó y no hubo tanta sangre, ellos corrieron como pequeñas ratas luego de un par de puñetazos —se encogió de hombros—. Supongo que comprendieron el mensaje.

Cerrando los ojos, dejó caer la cabeza contra el volante y se quedó allí—. ¿Que voy a hacer contigo, cariño?

—Mm, gracioso, papá Liam me preguntó lo mismo cuando hablamos hace unos días.

Irguiendose, desprendió su cinturón de seguridad mientras sacudía la cabeza—. No importa ahora —hizo un gesto—. Vamos, debemos empacar lo que queda para llevarlo a la casa, quiero hacerlo hoy mismo.

—¿Por qué papá no vino a ayudarnos?

—Vendrá —prometió, cerrando la puerta y esperando que Nee rodeara el capó para seguir hablando—. Él solo irá por Nicky al colegio antes de venir, no quise sacarlo antes de que el turno terminara, él si sabe comportarse en un aula.

—La pelea empezó en el patio, no en el aula, que ellos lo llevaran allí, es otra cosa.

Frotando sus sienes, intentó evitar el dolor de cabeza—. Lo que sea. —Nee abrió la puerta del edificio para él, dejandolo entrar primero—. Solo intent-

—¡Malik!

El grito provino del exterior, estridente y cortando el aire con su tono cargado de ira. No logró darse la vuelta, pero no necesitaba hacerlo para saber de quién se trataba.

—¡Papá! —el cuerpo pequeño de Nee chocó contra él al tiempo que su voz llegaba sus oidos, el vidrio de las puertas de cristal estallando detrás de ellos.

Ambos se precipitaron al frente y sobre el suelo brillante que decoraba el recibidor del edificio. Escuchó la seguridad del lugar correr en su dirección, por primera vez, se alegró de elegir un lugar tan lleno de medidas de seguridad como lo era ese.

Apenas pudo ver a la Clarissa Payne apuntando con un arma hacia el edificio desde el cordón antes de que Nee comenzara a jalarlo lejos del peligro.

—Por aquí, papá.

El portero también estaba calificado como seguridad, por lo que Zayn no se extraño de verlo agazapado detrás del escritorio principal, preparado para usar su arma de necesitarse. Acurrucandose detrás de la estructura de madera, intentó controlar su corazón desbocado mientras escuchaba la disputa fuera, donde la seguridad intentaba tranquilizar a la loca mujer para evitar que hiciera más daño.

—La hija de perra intentó matarme. —susurró sin poder creerselo, estaba en shock.

—Lenguaje, papi. —Nee susurró.

—Lo siento, amor.

—¿Papi? —la vocecita lo incitó a mirar, justo a tiempo para ver a Nee observar su mano manchada en sangre con terror—. Papi, creo que si me lastimé.

La camisa blanca de su uniforme escolar tenía una gran mancha roja que crecía más a cada momento que pasaba.