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Esperé a que llegara la noche y el hombre que se supone me acompañaría al aeropuerto cruzó la puerta de mi habitación con cara de pocos amigos.

-Cancelaste el vuelo- su tono era seco

– Lo siento, solo quería descansar pero no he cancelado el vuelo solo lo cambie de fecha, quiero irme en 5 días

– Entonces debes irte donde tus padres…

- Kim Seokjin!... alguna vez me dijiste que si por error me hacías daño yo podía pedirte lo que quisiera y no me lo negarías

- ¡No puede ser!, vas a pedirme que me case contigo?... eso es!

– Nunca voy a obligarte a eso; quiero otra cosa

- ¡Que es lo quieres! y no me vengas con estupideces

– agache la cabeza por que sabia lo que quería, aunque me daba vergüenza

– quiero pasar tres noches contigo

- ¿Cómo?... espera; me estás pidiendo – su cara de estaba seria pero empezó a reírse – Te das cuenta que eso te hará daño más a ti que a mi, Wonnie eres una chica muy lista, te diste cuenta que estaba borracho y no me paraste … ¡diablos!

– esta ves fui yo quien se tenia que ofender por sus acciones - No me dejaste ni opinar sobre quedarme o irme, tu fuiste el que no me soltó en toda la noche, si es demasiado para ti, con una noche es más que suficiente –

Me miró para solo darse la vuelta asotando la puerta en su salida, respiré profundo por que solo fue un intento por quedarme; uno estúpido por que solo a mi se me ocurre pedir semejante cosa.

Miré la maleta hecha y salí con ella, ya había arrastrado mi orgullo a sus pies como para quedarme a verle la cara de nuevo.

Lo miré sentado en el comedor, siempre fue así, la ansiedad lo hacía comer; sino extrañaba mi presencia, por lo menos extrañaría mi sazón. Levanto la cabeza para mirarme

– Ya pensaste mejor las estupideces que me pides  – No quería herirme más de lo que lo había hecho pero mi orgullo no estaba en su mejor momento – No vale la pena pedir por algo tan insignificante –

Caminé hacia la puerta y una mano se interpuso en ésta, para después apretujarme entre el y ella

– si fuera insignificante por que pedirías que te haga mía de nuevo – me dijo al oído mientras mordia mi oreja

– Por que esta vez quería que tu estuvieras consciente de tus acciones – No estaba tan borracho como para no saber lo que hacía –

Escuche como el cierre de su pantalón se abría y seguidamente el me volteo violentamente golpeándome la cabeza contra la puerta, eso me dejó aturdida por unos segundos solo para después sentir como entraba en mi, despues de haber roto mis bragas . Llevaba una falda no muy larga por lo que acceder a mi no le fue difícil.

Envolvi mis piernas alrededor de su cintura para darle más acceso a mi intimidad cosa que nos hizo gemir a ambos; sabía que le encantaba morder mis pechos por la manera que se aferraba a ellos, siempre tuvo el descaro de decir que eran más grandes que el resto de chicas.

Una oleada de sensaciones invadió mi cuerpo cuando sus dedos empezaron a presionar mi zona íntima, el quería terminar pronto.

Esa sensación eléctrica invadió mi ser y junto con ella un grito de placer de parte de ambos; se recostó por unos segundos en mi hombro aún sosteniéndome, luego de no se cuanto tiempo quiso alejarme y baje mis pies de su cintura, salió de mi para dejarme caer en le frío piso.

-No puedo creer que haya cedido a tus provocaciones – me miró con frialdad

– jamás te provoque en ningún sentido

– Quien sabe con cuántos hombres has estado – eso me ofendió en gran manera pues todo este tiempo me había guardado para él

– Espero lo sepas cuando vayas a la cama esta noche –
Las piernas aun me temblaban pero no iba a quedarme aquí, abrí la puerta salí de allí. Estando en el ascensor recordé que no llevaba nada debajo así que pensé en cambiarme al llegar a mi auto; si tenia un auto uno que solo usaba si era absolutamente necesario.

En cuanto estuve en el asiento de este me fui a la pagina para reservar un boleto de ida a España. Luego vería que hacer, un mensaje de mi “mejor amiga llegó a mi bandeja” .

Espero te vaya bien en tu viaje

¡Que! ¿Cómo sabía que yo…

espero que ya estés en tierra extraña, yo no hallaba la hora de que te fueras, que tu estuvieras en su casa hacia las cosas difíciles para mí por eso me hice amiga tuya, lo siento pero el solo te trato como una hermana a la que debía cuidar y lo hizo, yo agradezco que le cuidaras pero soy la única chica en su corazón

Me reí, sabía que el y ella se traían algo desde hace mucho, pero yo acepte estar en el medio desde que mis padres me dijeron que habían hecho un trato con los padres de Jin ya que una chica nacida bajo la luna de octubre le daría lo que necesitaba para que sus manos  no siguieran atrofiandose… eso le habían dicho los adivinos a sus padres y por eso me habían buscado a mi.

Dejé eso a un lado y busque lo que debía…

Jin

-Jodida la vida mia ¡que hice! – se tomaba la cabeza contra la puerta, quería ir por ella pero las fotos que le había mostrado Zoe venían a su mente, Wonnie tenía muchas citas en la universidad; ciertamente debía ser discreta pero nunca la dijo que no debía conservar su papel de prometida.

Se fue a su habitación y al parecer nadie arregló la cama, tiró de la colcha solo para encontrar una mancha marrón en la sabana, ella… era pura, pero el la había tomado casi a la fuerza la noche anterior

- ¡Mierda!- grito y quiso darse la vuelta para ir a buscarla, pero entre las sábanas cayeron dos hojas dobladas –

-Jinnie –

No soy tan buena con las despedidas así que solo espero seas feliz con quien amas, nunca en la vida te deseaba ni te deseo menos que felicidad.

Lamento tanto no ser lo suficientemente buena para quedarme contigo y hacer de nuestro compromiso un hogar de verdad, me quedé durante tanto tiempo esperando porque me miraras diferente a una amiga que el corazón se me hacía pedazos cada vez que esa mirada tuya hacia contacto con mi persona. Eso fue hasta anoche, me miraste con deseo, deseo de hombre y quise negarme por que no lo recordarías pero tu no me dejaste apartarme y mi fuerza de voluntad no es tan buena cuando se trata de ti.
Desde que era una niña supe que tu eras lo que yo deseaba en mi vida y cuando vinieron a mi con la propuesta del compromiso yo acepte sin dudarlo por que te amaba con cada poro de mi cuerpo; lo que pasó fue un sueño del cual no quería despertar, uno del cual sabía que llegar el sol me haría llorar.

No te culpo, soy yo la culpable por que podía negarme, pero pasó y no hay vuelta a tras, Jinnie, mi Jinnie por una noche; gracias por traerme felicidad a mi vida y no me arrepentimiento de nada de lo que pasó. Te amé y dejó de lado el amor que te tengo por que no vale la pena quedarme a esperar por que algún día me ames, el amor no se fuerza yo ya hice mucha fuerza en un corazón de piedra.

Siempre tuya Euwon… tu Wonnie.

Jin tomó su teléfono para que alguien averiguara en que vuelo saldría Wonnie pero no había ningún boleto registrado a su nombre. Llamo a los padres de Wonnie pero no le contestaron y luego a sus padres.

-Hijo, ya tomaste tu decisión, si no ha tomado el vuelo está por hacerlo, Jinnie ella tiene doble nacionalidad, no se si uso sus documentos como extranjera no encontraras su nombre en el vuelo y no recuerdo su otro nombre

– Mamá por favor ayúdame

– Si ya decidiste dejarla ir, déjala en paz y haz tu vida… le dejaron hablando solo al teléfono

– tomó el auto y se dirigió al areopuerto con la esperanza de encontrarse con ella, llamó a alguien dentro pero le dijeron que nadie con el rostro de esa chica había tomado el vuelo a Inglaterra.

Wonnie, estaba en otra parte tomando un vielo a España, había usado una peluca y su nombre en el pasaporte era Wendy. El quería que se fuera, se iría pero bajó sus propios términos, una llamada a sus padres había dejado su lugar la razón por la que no uso su nombre al irse…