Aunque el programa intuye que lo que cuenta esa persona es falso no les importa, lo que sí importa es el dinero y la audiencia que eso les va a generar. Y siempre será así ya que se encargarán de aleccionar a las siguientes generaciones de periodistas para que sigan haciendo lo mismo y así llenarse los bolsillos.

Los artistas solo son juguetes en manos de la industria del entretenimiento y si ellos se aprovechan de toda esa gente para ganar dinero, los medios de comunicación también quieren su porción de tarta. No van a ser menos.

¿Qué más dan las mentiras? ¿Qué más dan los ataques?

Sus sentimientos no son importantes, pero el dinero que les hacen ganar sí. Ganan demasiado dinero y son famosos de modo que tienen que aguantar lo que se diga de ellos. Solo son cantantes y actores, solo eso. No son gente respetable como si lo son los periodistas o los productores.

Sí, algunos medios de comunicación encubren a verdaderos criminales porque ocupan puestos importantes y tienen poder e influencia sobre la prensa, pero eso no es importante.

Tampoco es tan grave que los encubran, ya otros inocentes pagarán por lo que los verdaderos delincuentes hacen.

¿Qué son corruptos?

¡Por supuesto! Ellos lo saben, pero la gente que compra sus publicaciones y ve sus programas no saben que lo son, creen de manera ciega en ellos así que se aprovechan de eso.

Hay periodistas honestos sí, dicen la verdad, también, pero esos no ganan tanto dinero y no llegan a tanta gente como los mentirosos, los llaman farsantes y repugnantes por mentir, pero los que están acostumbrados a mentir tienen sus métodos para neutralizar a estos periodistas honestos y que la gente solo crea en lo que a ellos les conviene que crean.

El actor, que es quien está detrás de toda esa campaña de difamación hacia su compañera de rodaje no puede estar más satisfecho por todo lo que está escuchando. Es algo en lo que ya tiene experiencia, no es la primera vez que está detrás de una campaña e difamación en contra de alguien pues es algo que suele hacer con cierta asiduidad. En esta ocasión el motivo ha sido el rechazo de la actriz a sus intentos de conquista. Si logró que su padre fuese a prisión por algo que no hizo y no se tocó el corazón, mucho menos va a hacerlo con el resto de la humanidad.

Negocios, racismo, dinero envidia, negocios o todo a la vez son sus motivos para destrozar la vida se otras personas, incluso otros compañeros de profesión. Y para ello siempre ha contado con la inestimable ayuda de determinado tipo de prensa a los que paga muy bien por la campaña difamatoria que lanzan en contra de determinados individuos. Además a este tipo de prensa, les encantan las historias salaces, cuanto más negativas, repugnantes y escandalosas son mucho mejor. Más jugosas, más vendibles. Además Marilyn Monroe siempre ha sido objeto de la prensa de sus ataques. Muchas son las mentiras que se han dicho y la gente las cree, es algo que suele pasar. La gente siempre tiende a creer lo peor de los demás. Es muy fácil engañar a la gente y el aspecto de Marilyn siempre influye de forma negativa para que la gente crea todo lo que escribe y dice de ella.

Lejos de allí, alguien que lleva unos, días acechando al actor sonríe. Sabe que Kevin se va a llevar la sorpresa de su vida cuando estén frente a frente. Será cuándo menos se lo espere y el actor va a experimentar el daño que ha hecho en sus propias carnes. Va a empezar a pagar y lejos estar de imaginar lo que se le viene encima.

—Prepárate Kevin. Vas a ser expuesto al mundo como el delincuente que eres. Los medios de comunicación que te son leales no podrán hacer nada para protegerte porque ellos también van a ser arrastrados contigo. —dice la misteriosa persona observando al actor.

Aunque el galán ha desaparecido para el mundo, no ha podido esconderse de la persona que le está espiando en ese momento porque le conoce demasiado bien y aunque vaya disfrazado puede reconocerle. Sus andares, sus gestos, todo le delata.

En casa de la actriz, Michael decide ver un rato la televisión y en ese momento algo llama su atención. Hay un programa de televisión y la imagen de la rubia sale en él. El artista llevado por la curiosidad decide ver de lo que trata y así confirmar si lo que sospecha es cierto. Su experiencia sufriendo mentiras de los medios de comunicación ha activado sus sentidos y puede oler cuando están contando algo de alguien que no es cierto. Y después de haber leído cosas de Marilyn, pero sobre todo después de conocerla sabe intuye que la mayoría, si no todo lo que se ha dicho de ella es falso. Cuando el artista escucha lo que se dice de la mujer que ama se ríe a carcajadas a pesar de que el asunto que se trata es muy serio.

—Sí, sí. Marilyn Monroe es una mujer muy fría, maquiavélica y manipuladora. —se ríe a carcajadas. —Y vosotros basura. Hay que ser muy limitado cerebralmente para creer en todo lo que se lee, ve o escucha. -Sí, ella es de lo más fría, como un témpano de hielo. —se vuelve a reír el chico de pelo rizado mientras se estremece recordando la noche de pasión vivida con Marilyn, su Norma Jean en realidad. —¡Idiotas! Siempre haciendo daño a la gente por dinero. —dice el cantante muy molesto tirando uno de sus zapatos al aparato de televisión. —Esta gente enferma! ¡Les encanta destruir a la gente por dinero y audiencia!

En el mundo de Michael, en el que ahora vive Marilyn, los médicos hacen exámenes y cultivos a la rubia. Janet espera nerviosa a un médico y piensa en su hermano Michael. Él tendría que estar allí. ¿Dónde puede estar ese loco?

Los médicos hacen una ecografía para ver que es lo que provoca ese dolor en el vientre de la actriz y tras las pruebas llegan a la conclusión que la rubia tiene piedras en el riñón algo que sin duda sorprende a la rubia.

—No son excesivamente grandes pero si tienen un tamaño considerable. Creo que en su caso señorita...

—Montersen. Norma Montersen. —dice la actriz dando su nombre real pero variando un poco su apellido para que no sea tan obvio

—Bien, señorita Montersen, vamos a usar una cirugía llamada nefrolitotomia percutánea para eliminar esos cálculos renales. Insertaremos un tubo en el riñón para eliminar la piedra. Después de eso tendrá que estar unos cuantos días en el hospital para recuperarse del tratamiento. —le dice el facultativo a la artista.

La rubia se resigna ante la situación, pero si hay que hacerlo no queda más remedio. Pero ¿y si llega Michael y se entera de lo ocurrido?

En los años noventa, la Marilyn de esa época es ingresada en el mismo hospital y curiosamente es atendida por el mismo médico que ha atendido a la Marilyn de los años ochenta aunque unos años más mayor.

Sin embargo, en esta ocasión, Janet no ha acompañado a la artista. Mientras efectuaba unas compras, la pareja del Michael Jackson de los noventa comenzó a sentirse mal y alguien en la calle la auxilió acompañándola al hospital. A diferencia de la rubia, su versión morena, ha sido ingresada por un dolor en el pie tras sufrir una caída mientras llevaba las bolsas de la compra. Tras revisarla, el médico ha dictaminado un rotura de tobillo y procederán a operar.

De nuevo y de manera inexplicable las Marilyn de ambos mundos vuelven a cruzar sus destinos cuando sus caminos se cruzan en el pasillo que las lleva a quirófano. Ambas se miran por un instante sin podérselo creer.

En otro punto de la ciudad, en la época de Marilyn, Kevin acude disfrazado a una cafetería a desayunar. En la puerta al entrar tropieza con un hombre grande pelirrojo y de aspecto intimidante.

—¡Apártate, idiota! —le grita el maleducado actor. —Déjame pasar. —exige el actor de malas formas.

El individuo le mira con rabia y eleva su puño para golpear al actor pero en el último instante se arrepiente cuando el encargado del local está a punto de intervenir para separarlos.

A unas mesas de distancia alguien le observa fijamente. Cuando el actor pide su desayuno y se dirige con él hacia una mesa, tropieza con la pierna de alguien y termina cayendo al suelo con su cara estampada en la nata de las tortitas que ha pedido y el café caliente mojando su cabello, su peluca en realidad.