Antes de empezar este capítulo quiero disculparme si a alguien le molesta algo de lo que pongo aquí. No es mi intención hacer eso, siempre trato de escribir las cosas con un poco de tacto aunque en algunas cosas me exceda algo más aunque siempre con respeto. O al menos lo intento. Siempre intento escribir sobre ellos con respeto, así que si lees algo que te incomoda lo siento. No es, ni nunca será mi intención.
Gracias.

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Enseguida el galán de la década de los años cincuenta se da cuenta que ha logrado escapar de la policía. Ignora donde está, pero sabe que se ha librado de los agentes de policía que le perseguían. Una vez más se ha salido con la suya, ya encontrará la forma de volver, aunque solo lo hará cuando dejen de buscarle. Cambiará de imagen y volverá, la gente es tan idiota que no se dará cuenta de nada. Le adoran tanto y es tan fácil engañarles...Cualquier cosa que diga la creerán aunque sea la más flagrante de las mentiras.

Además por si fuera poco tiene a la prensa de su parte que dan una imagen suya bastante positiva y algo victimista. En esta ocasión su palabra, la palabra de un hombre, vale más que la de la rubia Marilyn Monroe.
Después de todo él era un pobre hombre casado y ella una rubia casquivana con varios amores en su historial.

¿A quién es más probable que crean? ¿Al novio de Estados Unidos? ¿O a una rubia hueca, artificial y sexualmente promiscua?

El actor sale de la fuente totalmente empapado de agua y con frío. Esa noche en Nueva York el clima es bastante gélido. Si no se quita esa ropa rápido, se pone otra seca y toma algo para entrar en calor puede morir congelado. Entonces no habrá servido de nada escapar de la policía que quería apresarle por lo que ha hecho.

Y para sobrevivir hará lo que sea necesario. Ya ha matado a sangre fría a alguien que le amaba y que tanto hizo por él, así que después de eso, está dispuesto a hacer cualquier cosa que deba hacer para salvar su vida, su pescuezo y seguir engañando al planeta entero. Tiene que buscar otra ropa rápidamente. Su vida depende de ello, debe mantenerse en movimiento hasta que su cuerpo entre en calor y pueda ponerse ropa limpia.

En ese momento, el asesino venido de otro tiempo descubre algo y sonríe. A unos metros, un "sin techo" duerme sobre uno de los bancos de Central Park.
Kevin McAllister se acerca al mendigo y ve una botella de alcohol casi vacía junto al hombre.

—¡Maldito borracho! —dice el actor mirándole con cara de asco.

El artista despierta al desválido hombre y cuando este reacciona le asesta un fuerte puñetazo que le deja sin sentido. En realidad, eso no era necesario para hacer lo que va a hacer, pero como odia a los mendigos y los borrachos quería darse ese gusto. Luego el más joven de los hombres agarra la cabeza del que está inconsciente y de un brutal giro le rompe el cuello causando la muerte instantánea del pobre mendigo.

«El asqueroso borracho ni se habrá enterado de lo sucedido.» «Lo hubiera disfrutado más rompiendo su cuello con él plenamente despierto, seguro que lo habría disfrutado mucho más pero todo no puede ser.» piensa el compañero de rodaje de Marilyn.

El artista desnuda a su nueva víctima, se despoja de su propia ropa mojada con la que seca un poco y se viste con la ropa del pobre hombre al que acaba de arrebatar la vida de forma tan miserable. Por el momento tiene que conformarse con esa ropa si no quiere perecer de frío. Dentro de unos días verá como conseguir techo, ropa, comida y dinero en condiciones. Luego toma la botella de alcohol del sin techo y da un sorbo mirando con sorna el cuerpo inerte que tiene a sus pies.

—¡A tu salud, borracho! Gracias por dejarme tu ropa, me servirá un tiempo y a ti ya no te hace falta. —se burla el individuo.

Kevin aprovecha sus conocimientos de actor para fingirse un pobre mendigo con problemas de bebida. Busca algo con lo que ensuciarse la cara y pasar desapercibido. Nadie extrañará a su víctima porque la gente que vive en la calle pasa desapercibida para la mayoría de las personas. Son invisibles para el resto, sin identidad. Pocas son las que se preocupan por ellos. La mayoría de los seres humanos pasan por su lado como si no existieran. Ni una sonrisa amable, ni un buenos días, o buenas tardes, ni una sonrisa compasiva. Ni siquiera un abrazo. Son invisibles para todo el mundo, y nadie se entera de su desaparición. No se interesan en saber porque acabaron en semejante situación.

Solo unas personas de buen corazón les traen algo de ropa de abrigo en invierno o algo para comer cuando tienen hambre. El ser humano está tan centrado en él mismo y sus propios intereses que se vuelven egoístas. Tremendamente egoístas.

En el local al que Janet, Marilyn y Michael han ido, Bolton sigue con su mirada fija sobre la rubia. Le atrae su belleza pero sin duda le sorprende el gran parecido físico de la mujer que tiene ante sus ojos, con la rubia sexy más famosa del cine.

Marilyn se da cuenta que el hermano de su nueva amiga no está allí cuando va a comentarle algo.

La rubia mira a su alrededor para ver si lo encuentra.
Aquel es un sitio grande, lleno de gente, incluidas varias celebridades que han ido llegando poco después de la aparición del cantante de rizos dorados allí, así que la rubia ya no es el centro de atención de la gente.

Al menos no tanto.

La actriz recorre el lugar buscando a su "amigo" durante unos minutos hasta que al fin da con él casi a saliendo por la puerta del local.

—¡Eh! ¿Dónde vas? —pregunta ella cuando llega junto a él.

—No creo que te importe mucho, Norma Jean. —responde molesto —Ya tienes un galán a tu altura. No me necesitas. —le dice el cantante irritado.

—¿De qué estás hablando? —pregunta ella.

Marilyn piensa durante unos segundos en las últimas frases de Michael y sonríe.

—¡Estás celoso! —le sonríe Norma Jean con picardía.

—No seas absurda. ¿Cómo voy a estar celoso? Tú y yo no somos nada. —se defiende el cantante no muy convencido.

—Estás celoso. Lo sé. Mira Michael hace poco tiempo que nos conocemos y además nuestro primer encuentro fue un tanto "peculiar" pero he aprendido a leerte. —responde la rubia.

—¿Leerme? —contesta él girándose mirándola sin entender una palabra de lo que la rubia le dice.

—Michael, puede que seas una de las personas más cultas e inteligentes que he conocido en mi vida y con toda seguridad el cantante con más talento que mis ojos han visto nunca, pero eres tan fácil de descifrar...Eres tan transparente en tus emociones...Puedo ver lo que estás sintiendo sin necesidad de preguntarte. Todo se queda reflejado en tu cara, tanto para bien, como para mal y también en el tono de tu voz. Yo soy insegura muchas veces, algo voluble y es posible que algo niña en ocasiones, sin embargo tú no te quedas atrás. ¿Por qué eres tan inseguro Michael? ¿Por qué te sientes tan intimidado ante otros hombres? Acabo de conocer al tal Michael Bolton, apenas he cruzado un par de frases con él. Es un tipo guapo, varonil y agradable, pero Michael, no siempre que a una mujer un hombre le parece guapo significa que se sienta atraída por él de manera física o romántica. A veces es solo eso, apreciamos su belleza física. Sólo eso. —le aclara ella tratando de hacerle entender. —Algunas veces son los hombres que menos os imagináis los que nos atraen tanto para tener una intensa y apasionada noche de...sexo, como para algo más. —responde la sexy artista acercándose más a Michael Jackson agarrando una mano del chico de pelo rizado con una de las suyas.

El artista mira la retaguardia de Marilyn con cierto disimulo, mordiéndose después los labios.

—Michael, ¿qué estás mirando? —pregunta ella sonriendo aunque sabe la respuesta a la perfección.

Norma Jean agarra el cuello de Michael con una mano y lo atrae hacia ella.

—Ven acá, mi idiota inseguro. Vas a tener algo mio que ese cantante de la discoteca no ha tenido. —le asegura ella con picardía

La mujer de ojos azules besa apasionadamente al afroamericano que no puede evitar emitir un gruñido animal de deseo

—Puede que yo sea tímido y respetuoso con las mujeres, pero no me enciendas si no vas a llegar al final. Por compasión. Porque si sigues y me das permiso para seguir adelante te consumirás como la leña en el fuego de una chimenea. No quieras comprobar cuanta de esa energía sexual que derrocho en mis conciertos puedo guardar...para ti. Soy perfeccionista en todo lo que hago y no paro hasta que no estoy satisfecho o no me dan el...visto bueno. —le dice él al oído logrando que a Marilyn se le ponga la piel de gallina y comience a acalorarse.

Ella le sonríe y le sigue besando.

Una ligera lluvia que enseguida comienza a ser más intensa comienza a caer minutos después mojándolos a ambos. Michael toma una mano de Marilyn que se quita los tacones y ambos comienzan a correr bajo la lluvia mientras ríen como dos niños pequeños. Necesitan algún lugar en el que guarecerse de la lluvia y la casa de Janet, por suerte, está a un par de manzanas de allí y no tardan mucho en llegar hasta allá.

El chico abre la puerta con una copia de llaves que su hermana le ha dejado y ambos entran en el apartamento. Aunque han corrido todo lo que han podido para mojarse lo menos posible ambos están empapados.

El cantante evita mirar a Marilyn, la lluvia la ha mojado tanto que la ropa que se había puesto para ir al local se le ha quedado pegada al cuerpo dejando ver todas sus curvas, sin dejar nada a la imaginación. El artista se sonroja un poco y se marcha enseguida de allí a por unas toallas y algo de ropa seca para la diosa rubia.
Es la segunda vez que la actriz termina empapada hasta los huesos y no quiere que pesque un resfriado.

Cuando llega al salón ella ya se está desnudando. Michael se debate entre su timidez y el respeto que siempre le enseñaron a tenerle a una mujer y el deseo que siente de arrancarle el vestido allí mismo y darle el calor que su cuerpo está pidiendo a gritos que le de.

—Michael, ¿me ayudas a quitarme el vestido? —pregunta ella sin mirarle pero con una pícara sonrisa en los labios.

—¿Quitarte el...el vestido? —comienza a decir Jackson bastante nervioso.

—¡Claro! No es para tanto. Después de todo solo es un trozo de tela que cubre nuestro cuerpo como toda la ropa. Recuerda que es así como venimos al mundo... desnudos. Además no creo que sea la primera mujer desnuda que ves, ¿o sí? —le dice ella tratando de ponerle nervioso. —Me parece mentira que ahora te muestres tan tímido con las cosas que me has dicho hace un rato. —Anda ven, ayúdame a bajar la cremallera del vestido. Te prometo que no te morderé a menos que me des permiso. —se ríe ella a carcajadas.

Michael la ayuda a bajarse la cremallera del vestido y segundos después el trozo de tela cae al suelo. Es en ese momento empieza a sofocarse de veras al percatarse que debajo de ese vestido, la rubia no llevaba absolutamente nada.
Solo su piel.

Ahora tiene desnuda frente a él a la mismísima Marilyn Monroe que parece sentirse muy a gusto en su desnudez y tiene una perfecta visión de sus redondeces prominentes.

—¿Qué pasó Michael? ¿Sigues ahí? Dejaste de hablar de repente. —sonríe la rubia.

Ella sabe porque el chico dejó de hablar.

—Jackson voy a darme la vuelta para hablar contigo pero no quiero que cierres los ojos. Quiero que me mires bien como yo deseo verte a ti.

Tras decir esto, Marilyn apenas tarda tres segundos en darse la vuelta y quedar cara a cara frente al bailarín.

—Michael, no evites mirarme porque quiero que veas bien que es lo que voy a hacer contigo. —dice la rubia acortando distancias con él.

El corazón de él comienza a latir con frenesí al sentir la desnudez de ella y la curvatura de sus pechos casi pegada a su ropa aún mojada.

—No quiero que hagas algo que no quieres, aunque quiero que estemos los dos así; desnudos. Si pasa algo después ya veremos. Estar desnudo es lo más natural que existe y quiero que experimentes lo que se siente. —dice ella mientras comienza a desnudarle.

—Pero Janet estará a punto de llegar. —dice el cantante.

—Espero que no porque deseo estar a solas así contigo; desnudos. —dice ella mientras termina de quitarle la última pieza de ropa de Michael dejando totalmente desnudo, besando en el cuello al cantante. —Además creo que estará entretenida un buen rato con ese cantante. Da igual a quien le haya prestado atención en un principio. Tu hermana es muy bonita y no le es del todo indiferente a Michael Bolton. —le explica ella mientras se aleja un poco de él y le contempla...desnudo.