Acabo de recibir dos golpes de traición. Uno más fuerte que el otro. Dos puñaladas que hicieron trizas mi corazón.

Mi novio y mi mejor amiga. La persona que sentía que era mi compañero de vida, y mi hermana por elección. Juntos. Horriblemente juntos.

No entiendo nada, aunque tampoco sé si quiero hacerlo. Cuanto más pienso en lo que acabo de ver, más enferma me siento.

Los labios de la persona que amo sobre los de mi mejor amiga, sus cuerpos desnudos rozándose. A punto de tener sexo, siendo que la noche anterior él me hizo el amor a mi.

Alice cubrió su cuerpo con las mismas sábanas que cubrieron el mío. Comienzo a detestar ese maldito color azul gastado.

Sus ojos se llenaron de lágrimas de forma inmediata, mientras que Jared se colocaba su bóxer con rapidez.

—Lo siento mucho —dice Alice, mientras llora como si ella hubiese sido la traicionada.

Estoy parada en esta sucia habitación sin saber qué hacer. Mi cuerpo no responde a las señales que le envía mi cerebro.

Aunque todo es confuso; siento ganas de correr, también de insultarlos, de saltar encima de Jared y golpearlo, como si esa fuera la solución.

Pero sobre todo, siento unas enormes ganas de desaparecer. En verdad quiero que la tierra se abra en estos momentos para que me consuma por completo.

Jared se pone de pie y se acerca hacia mi.

—¡No! —es lo único que consigo decir, y doy un paso hacia atrás.

Las lágrimas pican sobre mis ojos, en aquellos que me gustaría arrancar.

—Mack... —dice mi nombre tras un suspiro.

—¿Qué? ¿Me vas a decir que no es lo que parece? —me quiebro en un llanto que temo no poder controlar— ¿Por qué? ... ¿Por qué Jared?... ¿Por qué Alice?

Mi corazón se acelera, al igual que mi respiración. Mi llanto se potencia, las lágrimas no dejan de salir, creo que puedo ahogarme con ellas.

Me duele el cuerpo, el alma. Todo, absolutamente todo. Me estoy consumiendo en un dolor punzante, desgarrador.

¿Por qué?

¿Hace cuánto?

Jared me dice algo, pero no lo escucho. Su voz se encuentra silenciada por los millones de pensamientos que corren por mi mente.

Veo que Alice se altera, y se levanta de la cama. También dice algo, se enoja con Jared y me mira con dolor.

No los entiendo, no los escucho. No quiero hacerlo. No sé qué hago aquí.

¿Por qué sigo aquí?

Me siento mareada, enferma y las ganas de correr se multiplican. Entonces, simplemente lo hago.

Les doy la espalda y corro lejos de esa habitación, lejos del departamento. Lejos de las personas que más amo y juraron amarme a mi también.

Gritan mi nombre, lo hacen con desesperación. Creo que comienzo a detestar como me llamo.

Mackenzie...

Mack... Sí, definitivamente detesto mi nombre.

Monto mi bicicleta, y me alejo por completo de ellos. Las lágrimas nublan mi vista, pero no quiero frenar, sólo quiero seguir.

Alice se había convertido en mi mejor amiga cuando nos conocimos en la preparatoria, desde ese entonces fuimos inseparables.

Presenció los momentos más horribles de mi vida, los que me marcaron en un antes y un después; el fallecimiento de mi madre, y el abandono de mi padre al mes de lo sucedido.

No tenía más familia, todos se encontraban lejos y jamás había tenido contacto con ellos, sólo en el funeral. Entonces, simplemente, Alice se había convertido en mi hermana, mi familia.

En la universidad conocí a Jared, no podía creer que un chico tan lindo como él se haya fijado en mi. Y cuánto más se introducía en mi vida, más lo hacía parte de aquello que llamaba familia.

Me hizo sentir hermosa por mi persona, me hizo sentir valorada ¿y todo para qué? Para que de la peor manera posible me quite ese valor.

No entiendo por qué me hicieron algo así, siendo que los amo con todo lo que soy. Y ahora los malditamente amo con todo el dolor de mi corazón.

Mis personas favoritas, mi todo, mi familia, me acaban de romper en mil pedazos. Desde la muerte de mi madre, y el abandono de mi padre que no siento tanto dolor como ahora.

Un claxon me quita de mis pensamientos, freno de golpe y el conductor de un auto gris pasa por mi lado con una serie de insultos.

Mi celular comienza a vibrar en el bolsillo de mi chaqueta, cuando lo saco, veo que tengo muchas llamadas perdidas de Alice y Jared. También hay mensajes que me preguntan dónde estoy, que vuelva, que tenemos que hablar.

Conozco esta avenida, pero aún así me siento perdida. No quiero volver, y no quiero hablar. No quiero escuchar los motivos de su traición. No puedo.

Cubro mi rostro empapado y sigo llorando. O tal vez nunca deje de hacerlo.

Quiero que esto sea un feo sueño, y que al despertar, Jared esté a mi lado, durmiendo profundamente. Y encontrarme con un mensaje de Alice preguntándome si vamos a desayunar juntas.

Pero eso no va a suceder, la realidad es esta. Y la odio, la odio mucho.

¿Y ahora qué? ¿Cómo se repara un corazón roto?

                                                            MUY    PRONTO