Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

(9)

MAGNUS

La hora de la fiesta ha llegado, jamás se ha sentido tan nervioso como hoy, ya que hoy tiene un pequeño invitado especial. Mira su atuendo, si que ha sido duro encontrar algo en el closet, que después de haberlo dado vuelta y rebuscado ha terminado eligiendo unos pantalones negros y una camisa violeta con brillantina. Desprende tres de sus botones del cuello haciendo lucir su pecho color miel, quiere llamar la atención y dar una buena impresión a aquel chico, y para no perder la esencia ha puesto brillantina en su pelo como en los contornos de sus ojos incluyendo accesorios para llamar la atención, ya que también es el anfitrión de esta fiesta.

Después de haberse mirado tanto en el espejo para ver si encontraba alguna imperfección, suspira y baja a la fiesta viendo como las luces del salón alumbran cada parte del lugar y los invitados empiezan a llegar, unos pocos comienzan a bailar mientras que otros caminan en busca de tragos, pero Magnus solo espera al pequeño Nephilim. Aplaudiendo las luces bajan de tonalidad para que la gente pueda cometer sus travesuras.

ALEC

Las manos le tiemblan y su corazón late con rapidez, está en su habitación mirando la ropa de su closet con total desconcierto, no tiene nada que ponerse para ir a ver a un brujo con vestimenta extravagante, aunque él no va a ir por el brujo, solo va a divertirse o eso es lo que él quiere pensar. Termina eligiendo unos pantalones de cuero con una chaqueta que suele usar en las cazerias nocturnas y una camisa blanca, algo no tan formal.

Sale a la puerta y va hacía la sala donde tendría que encontrar a los demás. Está Jace con su vestimenta que saca el aire a cualquiera, por lo menos a Alec se la ha sacado, el negro le sienta tan bien y hace resaltar el pelo rubio al igual que sus ojos dorados que es imposible no mirarlo, pero Alec trata de desviar la mirada y ve a la chica pelirroja. Es una maniática a la moda igual que Izzy, usa un vestido negro mostrando parte del pecho y mucha pierna con unos zapatos que le llegan hasta sus muslos, va maquillada y sus rizos van sueltos esparcidos por toda su hombros y espalda, luce bien pero Alec no quiere admitirlo.

Mira a su hermana, esta va más provocativa para agarrar y divertirse con cualquier subterráneo que se encuentre en su camino. Llevaba un top mostrando mayor parte de pecho donde está la runa angelical, unos pantalones oscuros bien apretados en las piernas y unos zapatos con tacos agujas que solo Isabelle podría saber cómo caminar con ellos, pero esta vez usa una trenza, que a pesar de no ser nada de su estilo va lleno de brillantes perlas.

Al otro lado de la sala y apartado de todos, está Jonathan, con una camisa gris y unos pantalones de cuero que nunca, en lo que llevaba en el instituto, ha usado. El chico tiene un pelo rubio plateado que deslumbra y resalta con su camisa, pero tiene la mirada perdida, como si estuviese pensando en algo. No le da importancia, quizas ya ha acabado un libro y ahora no sabe qué hacer con su vida, a veces hasta a él le pasa. Pero debe admitir que Jonathan es deslumbrante y guapo, pero lo malo es que no es sociable, parece un fantasma y eso lo oscurece un poco, pero tratando de no dar importancia mira de nuevo a todos.

— Vamos Alec, eres el último—se queja Izzy.

Todos empiezan a salir de la sala, Alec nota una mirada de tristeza por parte de Clarissa cuando mira a su hermano, pero Jonathan no la mira, al parecer hay problemas familiares. Ve como Jace la empuja hacia afuera y son los primeros en bajar hacia fuera del instituto, los siguientes son Izzy y Jonathan, haciendo que Alec se les sume ya que no quiere quedarse esperando un poco más, pero el ascensor es un hilo de silencio, nadie habla y aunque Isabelle es quién sabe hablar hasta los codos no dijo esta vez nada, porque está Jonathan presente.

Salen hacia las afueras del instituto viendo a la pareja que están abrazados, ella apoyando su cabeza en el pecho de él mientras que este la rodea con sus brazos apoyando su cabeza arriba de la de ella, Alec trata de mirar hacia otro lado, estas cosas le saben romper más su corazón de lo que estaba roto, mira al chico que tenía al lado, Jonathan, que mira al suelen y sus brazos están tensos chequeando su lengua de vez en cuando.

— Vamos, dejen eso para otro día— interrumpe Izzy cruzando hacia las rejas del instituto— hoy es día de fiesta.

Todos comienzan a caminar hacia la ciudad, cuadras y cuadras a pies, su Parabatai va más adelante con la chica así que es inevitable que en grupo tuviese alguna conversación, suben algunas calles y Alec toca una de sus dagas que lleva escondida en su cadera por si acaso, ya que los subterráneos podrían estar cerca.

< Precaución>

Tiene que tener grabado en su cabeza aquellos, estar preparado si algunos se metían en problemas. Unas calles arriba la música empezó a escucharse, sus piernas empiezan a temblar, sus manos a sudar frío, piensa por un momento darse vuelta y caminar hacia su instituto, pero sabe que no lo dejarían marcharse, comienza a planear que decirle al brujo.

"Lo que pasó en el restaurante no fue nada, lo lamento, pero estoy loco por mi Parabatai, pero nadie tiene que saber tal secreto, así que lamento haberte dado señales que no son."

No, no y no ¿Cómo iba a revelar algo tan personal? solo va a decirle que él era heterosexual, aunque estuviese mintiendo, y dejaría que el brujo se escapara de su radar. 

Pasa su mano por su pelo y deja escapar un suspiro para que su cuerpo se relaje cuando ve que están en la puerta, y está perdido, todo lo que estaba pensando en decir se esfumó de un minuto a otro. En la puerta un hombre de color azul está cuidando, tiene una altura de casi tres metros, Alec que es el más alto del grupo tuvo que subir la mirada cuando estuvo frente de este, el hombre tiene una mirada maniática, sus ojos no tienen pupilas, pero ninguno del grupo dijo ni hizo nada, debe tener las marcas de brujo.

— Nephilim, presentación ahora mismo— dijo el hombre con una voz grave.

Pero ninguno de ellos se pudieron presentar, el brujo ya estaba en la puerta acechando con la mirada a Alec y éste se sintió avergonzado, bajando la mirada porque aquello nunca lo había presenciado ¡No tenía que mirar al brujo! Pero es inútil, Magnus es hermoso y es inevitable no mirarlo.

— Tienen mi invitación— dijo Magnus en el oído del guardaespaldas.

Todos entraron, Alec entró al final seguido por Magnus que camina detrás de él, el Nephilim siente como una mano se coloca en su espalda, un toque suave que hace que una corriente corra por todo su cuerpo, tan íntimo y nuevo para él que hace que sus emociones se descontrolen

"¿Como puede ser tan así?" se pregunto Alec "Me está tocando y a pesar de eso me gusta cómo se siente..."

Puede sentir su rostro arder, pero está agradeciendo que los demás vayan adelante, porque no quiere que le vean como sus comisuras se han elevado por cuenta propia. Aunque vuelve a la realidad y se da cuenta que Jace está en el mismo lugar, así que se mueve tratando de que el brujo le saque la mano de la espalda, este obedece justo a tiempo que todos los demás se dan vuelta.

— Así qué... ¿Tu eres el gran brujo de Brooklyn?— pregunta Jace.

Alec retiene el aire, ese tono, solo Jace hace eso cuando quiere problemas, cuando quiere provocar para que la otra persona pierda la paciencia.

— Cierto, soy yo...—dijo Magnus con una fingida simpatía.

— Y nos invitaste a nosotros ¿Por qué...?— vuelve a preguntar Jace.

— Por uno de sus Nephilim— responde Magnus con indiferencia.

— ¿Uno de nosotros? ¿Quién? — pregunta Izzy sonriendo.

<<No digas mi nombre, no digas mi nombre>> ruega Alec.

— Él—dijo el brujo.

Para luego señalar con su dedo color miel a Alec, haciendo que este sorprendido y avergonzado mire a sus amigos que están igual que él, aunque su hermana le dedica una sonrisa divertida por presenciar aquello.

MAGNUS X2

Empieza a reír, ¿Cómo unos chiquillos irrespetuosos vienen a querer sobrepasarlo a él, al magnífico brujo de Brooklyn? Mira a su pequeño Nephilim que está mirando al suelo, tan serio y tan avergonzado a la vez. Alexander no es un Nephilim normal, mientras que este dirigía su vista al suelo y trata de correr la atención que han puesto en él, su amigo de cabellera rubia, que debía ser su Parabatai, trata de ser la atención de todo el lugar, tan seguro de él mismo. Le hace a acordar un antiguo joven que conoció hace siglos, aunque este joven no tenía ningún rasgo físico de mismísimo William Herondale.

— ¿Así qué nos invitaste por mi Parabatai?—pregunta el rubio elevando una ceja.

— Exacto—dijo Magnus ya cansado. 

— Lastima, a Alec le gustan las mujeres, ve a buscar a alguien más brujo... 

Ve como el chico de ojos azules levanta la vista mirando a su Parabatai, primero asombrado para después fruncir el ceño dando a mostrar que es mentira, pero que debe fingir que es cierto.

— Vayan a mezclarse a la fiesta chiquillos revoltosos—dijo Magnus con llamas azules en sus dedos.

Y todos los chicos obedecieron para comenzar a alejarse, Magnus agradece que no lo contradijeran después de esperar tanto tiempo, no va a dejar que lo arruinen y menos que el Parabatai de aquel chico lo amenace. Él es el gran brujo de Brooklyn, es Magnus Bane, y si él quería algo, iba a obtenerlo y Alexander Lightwood se veía como algo que él quería. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro