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ALEC

Caminaba por el instituto después de haber llegado del Loft, estaba otra vez solo, su Parabatai después de haber pedido perdón por haber provocado este problema se llevó a Clarissa a descansar y así poder después de eso ir a hablar con los adultos Nephilim de todo lo que vio en la mansión de Valentine, sus padres después de comprobar que su primogénito está bien y sano dieron como excusa de ir a enseñarle a Max sobre runas, entonces ahí estaba Alec paseado por los pasillos con angustia.

Magnus lo había tratado mal y no entendía porque, si con él se sentía cómodo, estaban las cosas bien ¿Por qué esa manera de comportar? ¿Era cierto que lo hacía para estar a mano? golpeó con fuerza la pared más cercana, tenía que sacarse la frustración de encima, tenía que entender al brujo, pero le era inútil y difícil, su cambio de humor le ponía los pelos de punta ¿O el problema era él? Se le hacía más fácil entender a Jace, ya sabía lo que le gustaba, las cosas preferidas y lo que no le gustaba, pero con Magnus no era así, no sabía nada de él más que al brujo le gustaba las cosas brillantes ¿Pero por qué ahora quería saber todo de Magnus? ¿No era suficiente con su corazón roto por Jace? Caminó hacia su habitación, su habitación parecía más opaca y fría que otras veces, se imaginó una habitación más colorida y con más calidez, dándose cuenta que sus pensamientos estaban rondando por la habitación de Magnus. ¿Pero cómo? Si había estado dos veces allí ¿Por qué tanto amor hacia eso? no era su estilo, no se imaginaba con algo que no fuera negro o blanco.

— ¡Magnus! ¿Qué me has hecho?— susurró Alec enojado.

Se sentó en la cama y trató de pensar algo lógico para la situación, capaz Magnus Bane lo había hechizado, pero al pensar eso Alec empezó a reír, Magnus no haría eso ¿Para qué haría eso a un Nephilim como él? suspiró cansado y se acostó para que el sueño llegará a él y así volver olvidarse del tema un rato, pero el tiempo pasaba y el sueño no quería aparecer haciéndolo enfadar, nunca le había pasado esto con Jace, nunca había llegado a estos límites ¿Por qué con Magnus sí?¿Por qué lo pensaba como un adolescente enamorado?¿enamorado? Se empezó a mover por toda la cama y a quejarse en voz alta. ¿Y si eran efectos de la sangre de demonios? Claro que no, Magnus le había sacado todo ¡Maldito Magnus!

RAPHAEL

Miro como su chico iba hacia el baño llevándose una buena vista de regalo después de una buena práctica entre ambos, sonrió y pidió nunca cansarse de ver el cuerpo del menor, cuando la vista del cuerpo de Simón desapareció, agarro su celular y busco el contacto del Nephilim rubio y mandó un mensaje, no le agradaba pero debía hacer esto por el bien de Magnus y de ese chico llamado Alexander.

Raphael: Nephilim necesito el número de Alexander.

Jace: ¿No sabes de la palabra por favor vampiro?

Raphael: Es urgente Nephilim.

Jace: ¿Ha sucedido algo? ¿Qué ha pasado con el brujo?

Raphael: Es de eso, pero incluye a Alexander en esto.

Jace: ¿Y tú qué haces metido entonces en esto?

Raphael: ¿Y entonces quién piensas que lo van a unir? Por favor, cada vez con menos inteligencia los hacen a ustedes.

Jace: Está bien, si Magnus le hace algo, ambos se verán conmigo ¿Escuchaste?

Raphael: Es leíste, no te puedo escuchar a través de un mensaje, vuelvo a repetir que están cada vez menos inteligentes ustedes.

Jace: Vete al infierno vampiro.

Raphael dejó escapar una carcajada y dejó la conversación para comenzar una con el otro Nephilim a quien en verdad necesitaba contactar.

ALEC

Aún no podía dormir, los pensamientos sobre Magnus no lo dejaban, ya había descansado mucho ¿Pero por qué estaba pensando en Magnus? Su celular empezó a vibrar en su pantalón haciéndole perderse de los pensamientos y estuvo tratando de agarrar su celular con los ojos cerrados, al sacarlo abrió los ojos y desbloqueo la pantalla inicial, viendo un nuevo mensaje.

Desconocido: Esta noche tienes que venir a la casa de Magnus, hay fiesta.

Alec: ¿Quién eres? No, gracias, no me apetecen las fiestas.

Aún no supera como lo había tratado el día de hoy, ni siquiera quiere verlo y no sabe si quiere el brujo verle.

Desconocido: Soy Raphael, claro que vendrás o te iremos a buscar con Simón.

Alec: No pueden entrar acá. ¿Para qué quieren que vaya? Magnus no le gustaría verme allí.

Desconocido: Tonterías, tú ven, Simón necesita verte ¿Le vas a negar eso?

Alec: ¿Sabes qué me estás manipulando? Te avisaré más tarde la decisión.

Desconocido: Claro que lo sé, el tema de la fiesta es de antifaces.

Dejó el teléfono de lado y miro el techo ¿Ir o no ir? Sería de antifaces Magnus no lo reconocería ¿Ir o no ir? invitaría a su hermana y a Jace ellos lo acompañarán ¿Ir o no ir? ¿Que perdería? Su dignidad, pero... Solo sonrió y colocó sus brazos en su cabeza.

— Hay que ir.

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