Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

(37)

CLARISSA

Estaba encerrada en una habitación, las lágrimas no dejaban de descender por sus mejillas y su sollozos no eran capaz de parar, no podía creer lo que estaba sucediendo, no podía creer que su hermano mayor le exigiera que se casaran y su padre no hubiera hecho nada para evitar esa asquerosa decisión, se sentía inútil, su estela y arma lo tenía ahora Jonathan y no podía salir de donde estaba, la mansión tenía algún hechizo, extrañaba a Jace, lo extrañaba más que nunca, pero sabía y él mismo se lo había confirmado que no vendría a salvarla. Todo esto era su propia culpa por no escuchar su razonamiento.

Ahora lo que sabía es que su propio hermano la tenía encerrada, nunca había creído que Jonathan haría aquello porque eran hermanos y este nunca había tenido un ataque de locura así, el era tímido, callado, solo podías entenderlo por miradas. Pero él ya no tenía sus ojos verdes, si ojos negros, como el carbón.

Un frío recorrió su cuerpo, no podía imaginar cómo había pasado eso, pero sus instintos decían que se había metido en grandes problemas.

MAGNUS

Jace se sentó en el sillón que se situaba en forma paralela a donde estaba Magnus, este suspiró y miró con atención al niño rubio ¿Tendría que contarle todo? No era un Nephilim para contar algo tan importante de las personas de Idris a quién sí era uno, pero se trataba de algo que podría servir a futuro cuando Jonathan saliera de esas cuatros paredes de su mansión y atacará a subterráneos y Nephilim.

— ¿Sabes la historia de Valentine?— preguntó Magnus.

— Claro brujo, Valentine fue el mejor servidor de Idris y murió en una trágica lucha de subterráneos— murmuró Jace molesto.

Magnus dejó escapar una risa irónica, todo era mentira.

— Pero sabes que Valentine está vivo— dijo Magnus—repito de nuevo ¿Sabes la verdadera historia de Valentine?

Vio cómo el niño rubio se acomodaba en el sillón y con una mirada seria negó.

— Cuéntame su verdadera historia, brujo.

Levantó su mentón en forma de superioridad, sus brazos estaban apoyados a cada lado del sillón y sus piernas cruzadas, mientras recordaba aquellos amargos momentos que nadie quisiera atravesar de nuevo.

— Valentine— escupió Magnus— fue el peor y el más despreciable ser humano que podía existir, un corazón más negro que todos los subterráneos juntos.

— ¿Estás diciendo que Valentine era malo?— preguntó Jace confundido.

— Exacto, Valentine y el círculo, un grupo de Nephilim que creó cuando tenían tu edad.

— Se de ese tema—dijo Jace— Valentine lo había creado para defender a los mundanos y matar a los demonios.

— Con ellos hubieron muchas muertes de inocentes— musitó Magnus— subterráneos, muchos de ellos y parte de Nephilim también.

— ¿El círculo mataba a subterráneos y a Nephilim?

— Por desgracia sí— dijo Magnus con angustia—el círculo se había vuelto irrelevante, matando a inocentes por un simple capricho de Valentine.

— ¿Un capricho?

— Valentine quería venganza por la muerte de sus padres por culpa de un subterráneo, pero como sabes Valentine conoció a Joselyn, su mujer.

— La madre de Jonathan y Clarissa— susurró Jace.

— Exacto, un amor de Nephilim adolecentes—dijo Magnus— tu sabe el proceso, hasta que Joselyn quedó embarazada del pequeño Jonathan.

— ¿Qué tiene eso de malo?

El Nephilim no dejaba de preguntar y eso estaba irritando un poco al brujo que no le dejaba continuar.

— Valentine había pedido la poca cordura que le quedaba, trabajaba en su sótano con algo que un Nephilim no tendría que usar jamás, ni ninguna persona que supiera los peligros a los que se estaba enfrentando.

— ¿Qué cosa?

— Sangre de demonios— dijo Magnus.

— ¿Sangre de demonio?—repitió Jace horrorizado.

— Valentine estaba tan desquiciado que quiso hacer un experimento con su primogénito, empezó a inyectar de esa sangre a Joselyn para que el bebe lo recibiera.

— ¿Entonces Jonathan contiene sangre de demonio?

— Claro y por su parte de ángel, cual no tengo idea cómo la consiguió, pero lo hizo para reponer al monstruo que creó—dijo Magnus—y la sangre angelical la uso para su segundo hijo y un bebe del territorio, bueno eso no lo sé tanto, pero siguió experimentando por buen tiempo.

— Pero Jonathan nunca había sido malo— dijo Jace.

— Solo faltaba que alguien activará su sangre— explicó Magnus.

— ¿Entonces...?

— Jonathan vendría a ser ya un demonio mayor, como Azazel—dijo Magnus.

— ¿Clarissa está en peligro?

— Sí.

CLARISSA x2

Tenía la mirada baja mientras pensaba en su madre, ella sabría qué hacer y cómo controlar esta situación, había cometido un error al no saber dónde se había metido, tendría que haberse ido con Jace, su hermano ya no está en sus cincos sentidos; el lugar se inundó de un olor agrio y asqueroso, la puerta se abrió dejando caer algo para que la puerta volviera a cerrarse, y el lugar se llenó de un exquisito olor comida haciendo que su estómago se quejará por el hambre, se arrastró hacia donde estaba el alimento y encontró una bandeja de plástico con comida adentro, empezó a comer pero fue interrumpida cuando la puertas volvió a abrirse mostrando a Jonathan con una gran bolsa negra en sus manos, la chica dejo lo que estaba haciendo para mirarlo aterrada.

— Hermanita, acá tiene tu vestido de boda —dijo Jonathan.

Clary vio como sentía un vestido largo con diseños rojos acompañado de detalles negros.

— Los Nephilim se casan con dorado—susurró Clary.

— Yo no soy un Nephilim—dijo Jonathan— Estarás hermosa para mañana, futura esposa.

Y desapareció por la puerta, dejándola con el corazón en la garganta y con un terror a saber que la boda era mañana, rogó por que Jace apareciera y la salvará por esta vez.

MAGNUS x2

Miró con un poco de diversión como el Nephilim rubio caminaba por la habitación maldiciendo por haber dejado solo a aquella chica en aquel lugar, tanto que Simón y Raphael aparecieron por el lugar para ver la situación que había interrumpido su juego.

— Iré a salvarla antes de que sea tarde— dijo Jace.

Después de un rato se decidió, el brujo vio como el Nephilim empezaba a hacerse marcas con la estela y miraba que todas sus armas estuvieran en el lugar, realmente iba a hacerlo.

— Brujo has un portal—ordenó Jace.

— Ni piensen que te dejaré ir solo—dijo Magnus— ¿Qué le diré a Alexander cuando tú mueras?

La habitación se llenó de maldiciones por parte del chico y el brujo arqueo sus cejas a ver los berrinches de Nephilim por no estar cumpliendo lo que quería.

— Yo te puedo acompañar— susurró Simón.

— ¡¿Qué?!— gritó Raphael.

Y otra pelea más surgió en aquella sala.

—Raphael, volveré sano y a salvo—dijo Simón con pucheros.

—No, no y ¡No!

— No pasará nada.

— Que no— dijo molesto Raphael.

Mientras tanto Magnus empezó a hacer el portal, si Jace quería irse solo se iría, él tenía que cuidar a Alexander no al otro Nephilim, aunque fuera el Parabatai de la persona inconsciente en el sillón.

— Espero que la encuentres—comentó Magnus deseándole suerte.

Jace se despidió de Alec y caminó para adentrarse al portal desapareciendo al instante cuando Magnus empezó a deshacer el portal, algo pasó a su lado entrando con velocidad al portal y desapareciendo junto con ella.

— ¡Simón! — Gritó Raphael detrás de su espalda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro