Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 18

MIJAIL

Casi un año después.

- ¡Estuvo maravilloso! -grita mi madre al entrar al camerino.

Acabo de dar la última actuación de la obra que habíamos estrenado hace más o menos un año atrás. Me siento orgulloso de mi equipo, puedo decir que fue todo un éxito y por esa razón es que vamos por una segunda temporada, pero ahora nos tomaremos unas vacaciones bien merecidas.

- ¡Felicidades viejo! -dice mi hermano dándome un abrazo de hombre. Hoy están todos, no falta nadie, hasta mi padre que odia los aviones y casi no ha visto mis actuaciones, está aquí.

Pero la verdad es que ninguno de los abrazos y felicitaciones que me llegan son tan deseados como el que espero que llegue de mi mujer, aunque me parece una eternidad y al levantar la cabeza después de saludar a Hans, la veo, mi Diosa se encuentra al margen de todo, eso es lo que ella siempre hace, dice que esto es algo que me lo he ganado solo y que se siente feliz de solo estar cerca y no ser el centro de atención.

Ella está ahí dándome el espacio que cree que necesito, pero lo único que sé es que la necesito a ella, solo a la mujer que durante un año ha estado a mi lado y me ha enseñado a vivir de una manera que muchos envidian.

No ha sido todo tranquilo, como en cada relación hemos tenido nuestros momentos de enfado, porque joder mi mujer sí que es terca y muy muy orgullosa.

Ha sido un año difícil porque cada principio lo es, desde que llegamos de Grecia después de nuestro maravilloso viaje por lugares que ni yo mismo conocía, se ha venido a vivir conmigo, no nos hemos comprometido aún, pero para nosotros no es necesario, aunque yo ya tengo mis planes hechos sobre eso.

Aún recuerdo nuestra última parada antes de terminar nuestro viaje y la que se armó porque yo soy un maldito posesivo y como tal no dejaría a nadie que viera a mi mujer completamente desnuda en una playa, ¿A qué me refiero? simple.

~~~~~~~~~~◇◇◇◇◇◇◇~~~~~~~~~

La última escala fue a la isla Gaidouronisi, a la playa Chrysi ya son como las diez de la mañana y esperamos todos poder bajarnos para disfrutar de este magnífico lugar, nos acercamos en la pequeña lancha que tiene el yate y llegamos al pequeño puerto que tiene la isla donde paran los barcos que llegan desde Ierapetra con sus respectivos horarios.

El lugar es un paraíso de aguas turquesas y arena blanca. Una taberna y rakí congelado nos espera, mientras que una tienda improvisada con collar hecho a mano de conchas despierta recuerdos de los niños de las flores, sobre todo, de cómo aquí se puede ser libre ...

Para llegar a la parte norte, teníamos que caminar diez minutos entre dunas y cedros centenarios, por lo cual la isla se enorgullece los últimos... 200 años. La playa casi inquietante, sin embargo, somos recompensados ​​por nuestro esfuerzo. Pura arena blanca, rodeado por un bosque de cedros y un sinnúmero de conchas esparcidas... No faltan, sin embargo, algunas hamacas y sombrillas para alquilar, así como un bar de playa para aperitivos y café. Al oeste de la isla está la iglesia de San Nicolás, el lago de sal, las tumbas de la época romana, el faro y el brazo del antiguo puerto.

Al ubicarnos en unas hamacas, Hans sale corriendo hacia el mar y se tira de cabeza, pero no demora nada en salir quejándose por haberse golpeado porque la verdad no ayuda a que no haya profundidad y todos reímos por su cara de enfado.

Elpida se ve tan hermosa bronceada, estos días le han sentado muy bien.

- ¿Vamos a dar un recorrido? -pide mi chica pero de manera que solo yo la escuche y veo como me da su sonrisa traviesa, lo que me provoca esa sonrisa está tan a la vista que mejor será salir con ella de aquí y no quedar en ridículo.

Nos adentramos un poco al bosque y cuando ve que estamos solos y no somos vistos por nadie se lanza a mis brazos, la tomo y envuelvo mi cintura con sus piernas, me ayudo apoyándola en un árbol.

-Veo que estabas ansiosa. -le digo lamiendo el nacimiento de sus pechos.

- ¿Sabes lo que me haces cuando te veo medio desnudo llevando solo el bañador? -pasa sus manos por mi pelo y jala para atraerme hasta sus labios.

La temperatura aumenta y al pasar mis dedos por encima de su sexo cubierto por el bikini, me doy cuenta que está completamente húmeda y preparada para mí.

- ¿Sabes que nos pueden descubrir en cualquier momento? -la verdad es que en este minuto si me dice que pare me dará algo pero lo último que quiero es que se sienta incómoda con algo.

-Por eso, termina ya de hacer lo que has comenzado. -me aprieta aún más con sus piernas y ahogo mi gemido en su cuello.

-Será rápido. -logro decir.

Aparto lo que me impide tener contacto con el manjar más exquisito que he probado en mi puta vida y ella con manos torpes baja un poco mi bañador y la ayudo separándome para que tenga acceso completo a mi erección, sin necesitar más me hundo en su ya lubricado coño.

Ahogamos un grito de placer en un beso de pasión urgente, nos movemos aunque trato de no golpearla demasiado con el árbol para que no salga lastimada.

Llegamos los dos al clímax, y con ella aún en brazos nos dejo caer sobre la arena con la respiración agitada. Nos separamos, pero solo para mantener las apariencias, si alguien pasa y nos ve, que vea a una pareja tumbada y no una que acaba de follar.

-Ha sido ¡uf...! -dice Elpida y no puedo evitar reír.

-Sí, ha sido. Creo que nunca estaré satisfecho de ti. -la beso dulce en los labios y están tan apetecibles que si no paro la volveré a follar aquí donde estamos.

-Quiero ir a la playa nudista que está un poco más allá. -me muestra con su mano.

- ¿Para ver? -pregunto para estar prevenido.

-No. -responde y quiero morirme de inmediato.

-Ni muerto dejo que te bañes desnuda delante de nadie. -Me levanto- ¡Acaso estás loca!

-Pero si estaremos juntos y me da lo mismo si me miran o no, soy tuya. -dice y trata de tranquilizarme pero ya es tarde.

-Por eso mismo lo mío es mío y no es para que lo vea nadie más, así que olvídate.

¡Mierda! como puede pensar que estaría de acuerdo con algo así. Comienzo a caminar para ir al encuentro de los demás y la escucho como me llama pero de verdad es que no puedo creer lo que me ha pedido, paso mis manos por mi rostro y el pelo, al llegar donde están todos no paro, sigo y me lanzo al mar, doy unos largos para poder aclarar mi mente y que mi cabreo desaparezca. Sé que he reaccionado bastante mal para algo que hace años si he hecho, pero de solo tener la idea de ella desnuda frente a hombres que se la comerán con la mirada, no, no lo acepto por nada.

No se por cuanto estoy en el mar hasta que me siento cansado y decido salir, llego donde está mi toalla y la tomo para secarme un poco, todos me miran pero nadie habla, de un momento a otro estoy solo y ella está frente a mí sentada esperando el instante indicado para hablar, pero como estoy ahora no sé si es el momento, así que me dirijo al pequeño bar que hay para poder comprar una bebida.

Llevo mis lentes de sol puestos y mi gorra, me siento en mi hamaca y pierdo la vista en el color turquesa del mar. No sé en qué momento me he quedado dormido hasta que siento unas caricias en mi rostro y poco a poco me encuentro con la mirada preocupada de Elpida.

-No quiero que reacciones así Mijaíl. -no me gusta cuando me llama por mi nombre porque sé que está tratando de mantener un espacio entre nosotros- te lo pedí solo por curiosidad y quería que estuviéramos juntos, quiero que entiendas que si puede que sea tuya en cuerpo y alma, pero mi libertad no te pertenece, no quiero dejar de ser quien soy porque después tampoco seré lo que tú quieres.

Tiene razón, desde el primer momento me enamoró su manera de ser, y no sería ella si tratara de cambiarla. Pero tampoco puedo llevarla a un lugar sabiendo que aparte de los que estemos en esa playa puede vernos todo el mundo porque nunca faltan aquellos que quieren vender una foto mía.

-No quiero que dejes de ser quien eres. -Abro mis piernas y la atraigo a que quede sentada entre ellas con su espalda recostada en mi pecho-. Te amo y me enamoré de ti por eso mismo y si estuviéramos los dos solos no me importaría estar desnudo contigo aquí mismo. Perdona si mi reacción fue demasiado intensa pero de solo pensar que podrías salir desnuda en todas las revistas de Grecia y España -digo y de solo traerlo a mi mente no puedo evitar un escalofrío que traspasa mi cuerpo y Elpida se tensa entre mi cuerpo y es ahí donde se da cuenta de mi reacción. -no, eso no lo soportaría.

Se da media vuelta para poder quedar con su rostro mirándome y su mano en mi mejilla.

-Lo siento, no lo había pensado así. -suspira y sé que está buscando las palabras adecuadas para seguir-. Pero tú no puedes reaccionar como un adolescente, podrías conversar conmigo y juntos encontrar la solución y no pasar dos horas enfadados.

Pasa sus manos entre mi pelo y me atrae hasta unos centímetros de su boca donde puedo sentir su aliento al hablarme.

-Eres un gruñón, un imbécil, un adolescente y un draconiano, pero así como eres te amo con locura. -y sin dejar que me queje por los sobrenombres que me ha puesto, toma mi boca en un beso profundo y apasionado, pierdo mis manos en su culo sabiendo que estamos solos.

-Búsquense una habitación que hay niños mirando, -al separarnos con la respiración agitada puedo ver que Ari mantiene tapados los ojos de Hans con una mano, quien tiene toda la intención de separarse pero no tiene ninguna oportunidad, todos ríen, Elpida trata de alejarse pero la atraigo mucho más para que no deje a la vista el gran bulto que aparece por debajo de mi bañador. Y así entre todos pasamos un día inolvidable y bueno nuestra discusión quedó ahí.

~~~~~~~~~~~◇◇◇◇◇◇~~~~~~~~~~

Alguien abre una ventana y el aire hace que llegue hasta mí el olor inconfundible de mi mujer y eso me trae al hoy, sin duda ha sido un año con todo.

Con sus estudios, su práctica y la casa, de la cual se quiere encargar ella sola, y no es que mi nana se haya ido, pero no la quiere agotar, así que ella es quien hace todo el trabajo duro, lo que hace que cuando yo llego esté muerta de cansancio y con un humor de los mil demonios, pero ya aprendí cuál es su mejor medicina y esa táctica nos ha ayudado de maravilla. El despertar cada mañana envuelto en su cuerpo desnudo, es el puto paraíso y Dios sabe que muchas veces trato de comportarme pero mi fiel amigo opta por tener su propia vida al sentir a mi mujer, como Dios la trajo al mundo, si nada que nos limite.

- ¡Hermanito...! -grita entusiasmada Nefeli trayéndome al ahora, justo en el momento que comenzaba a tener problemas con mi entrepierna. - ¡Ha sido maravilloso...! -su voz entrecortada por la emoción. Me abraza como si llevara años sin verme y no puedo evitar levantar la vista al cielo para deshacerme de las emociones que están comenzando a llenarme, pero la abrazo lo más fuerte que puedo, es imposible evitarlo, ella es nuestro bebé y eso nunca cambiará.

Al levantar la vista me pierdo en esos ojos que me tienen cautivados y que en estos momentos están mucho más brillosos que nunca, puedo ver como intenta limpiar disimuladamente unas lágrimas que se le han escapado.

Mi hermana se pone a llorar en mis brazos.

-Pequeña. -digo para que solo ella me escuche- pero si no es para tanto, no estuvo tan mal ¿o sí? -trato de bromear.

-Idiota. -se separa un poco y me da un golpe en el pecho.

- ¡Auch! ¿Y eso por qué? -me hago el dolido poniendo cara de niño bueno.

-Porqué ha sido impresionante -dice entre hipo- porque me siento muy orgullosa de tenerte como hermano y porqué simplemente eres tú. -termina y me vuelve abrazar y para eso no tengo respuesta. Todo el éxito y toda esa mierda de la fama se reduce a eso, a lo que haces sentir a las personas que amas.

La habitación está a punto de reventar por nuestra familia y amigos, pero ella aún no se ha acercado y eso ya es demasiado. Parece un ángel ahí con su pelo recogido y su vestido corto sin mangas de color azul que llega bastante más arriba de las rodillas y unas sandalias de tacón color plateadas que ya me las imagino alrededor mío.

¡Joder, tengo que salir de aquí! Me acerco a Ari y le digo, susurrando para que solo él me escuche.

- ¿Puedes entretenerlos por un momento? -Algo va a responderme pero le cortó y sigo- necesito arreglar un asunto con Elpida. -sé que mi sonrisa me ha delatado, pero en estos momentos me da lo mismo.

-Tienen veinte minutos. -dice sin más.

Sin argumentar nada en absoluto, me escabullo de todos y me acerco con paso firme a mi mujer, que al darse cuenta cual es mi intención se muerde el labio, no la dejo hablar, la tomo de la mano entrelazando nuestros dedos y la arrastró hasta la oficina del director del teatro que ya se ha ido hace horas al lugar donde nos esperan para nuestra fiesta.

Entramos en la habitación, la coloco entre la puerta y yo, enredando de inmediato sus piernas en mi cintura, haciendo que sus tacones se claven en mi culo, es una jodida y muy excitante sensación.

-Felicidades amor. -dice acariciando mi rostro y con la respiración agitada- estoy muy orgullosa de ti. -me besa suavemente y lame mis labios pidiendo permiso para ingresar en mi boca, algo que demoro menos de un segundo en dárselo, con mis manos ágiles le subo el vestido hasta su cintura y lo único que siento son unas bragas diminutas de encaje y al separarme un poco puedo ver que son azules en el mismo tono que su vestido.

Entremeto mis dedos justo entre nosotros y puedo sentir lo preparada que está para mí, ella gime y corta nuestro beso para poder tomar aire.

-No lo vuelvas hacer. -le digo y sin miramientos le entierro dos dedos en su interior, haciendo que gima, hecha su cabeza hacia atrás y cierra sus ojos por el placer, pero en estos momentos quiero dejarle claro una cosa y que se le meta muy bien en la cabeza. Tiro de su pelo con fuerza, pero sin llegar a lastimarla, abre sus ojos y mira directo a los míos-. Nunca más te quedarás al margen de todo, eres y serás siempre el primer beso y abrazo después de cada momento importante. Amo a nuestra familia pero es a ti a quién necesito a mi lado en cada instante, eres el aire que respiro y sin ti no puedo seguir -veo cómo se prepara para protestar y agrego- No te niegues a lo que te pido amor. -comienzo a lamer y besar su cuello poco a poco, la oigo jadear, busca mayor contacto en su intimidad, está completamente húmeda y es por mí.

La torturo por unos minutos más, pero ya es imposible soportarlo, tengo una jodida erección que pide a gritos ser liberada y poder hundirse en mi Diosa.

- ¡MIJAIL! -grita y puedo sentir cómo se contrae alrededor de mis dedos, así que sin pensarlo los quito de su interior y me contengo para no reír por la cara de enfado que ha puesto, sin hacerla esperar demasiado libero mi miembro y me entierro en ella de una sola vez.

- ¡Dios! -exclama y entierra sus uñas en mis hombros tratando de mantener el equilibrio-. Muévete amor -súplica- necesito sentir cuánto me deseas.

- ¿Es que tienes alguna duda? -me separo un poco de su sexo y sin llegar a salir por completo me vuelvo a introducir con toda la fuerza que me permite esta postura.

Una, dos, tres veces más y ella ya no puede soportarlo.

-Vamos cariño déjate llevar y llévame contigo. -le susurró al oído y ella explota haciendo lo que le pedí, llegando juntos al orgasmo que como todos los anteriores es único.

Como puedo y con ella en brazos me dejo caer en el sillón que está a nuestro lado.

Se acurruca en mi pecho hundiendo su cara en mi cuello, siento como su respiración poco a poco vuelve a la normalidad. Cierro los ojos y por un instante me olvido de donde nos encontramos, solo existimos ella y yo. Trata de alejarse, pero no se lo permito y la vuelvo atraer hacia mí.

-Tenemos que regresar. -dice tranquila.

-Sabes cómo echar a perder el momento. -me burlo y le beso su cabeza.

-Amor, te esperan para celebrar tu éxito. -Dice acariciándome el rostro- Esta noche es tuya. -agrega y me da un dulce beso en los labios.

-Sabes que todo esto me importa una mierda, lo único que necesito es a ti. -Soy sincero- todo lo demás es superficial. Yo no soy toda esta mierda -hago un movimiento con mi mano señalando todo lo que nos rodea-. Cielo, lo que yo siempre anhelaba y necesitaba, eras y serás siempre tú. -Baja su mirada afectada por mis palabras- Mírame amor. -pongo mis dedos bajo su mentón para que vuelva la vista hacia mí-. Mi felicidad, -sigo- eres tú, todo lo que necesito eres tú y lograr hacerte feliz en cada minuto es mi intención, pero te juro, que si en algún momento fuera un estorbo para la tuya, aunque me destrozara el alma, me alejaría.

Paso mi pulgar por sus labios carnosos que tanto adoro, los cuales están manchados por el labial. Su respiración para un minuto, mis palabras junto a mi toque la tienen bastante afectada.

-Respira mi vida. -le pido y de inmediato aparece una sexy sonrisa en su boca.

-Mijaíl. -ahora mi nombre suena tan diferente, es algo entre suspiro y jadeo- amor llevamos casi un año juntos y te aseguro que nunca en mi vida había sido tan feliz, el solo hecho de saber que me amas y me necesitas contigo es para mí más que suficiente para ser completamente feliz. -pone su mano por encima de mi corazón que late solo por ella-. Sé que no siempre todo será fácil, tendremos nuestros momentos, pero de una cosa estoy segura y te lo prometo en este momento, por nuestro amor y por todo lo que aún no ha llegado. -mira directo a mis ojos y su semblante es mucho más serio de lo que esperaba ver-. No te dejaré nunca, escúchame bien, nunca podrás alejarme de ti, porque simplemente pienses que es lo mejor. Sea lo que sea, bueno o malo, siempre estaré ahí. -Acaricia mi mejilla- porque te amo, siempre lo hice, siempre fuiste tú Mijaíl, estas marcado en mi piel, en mi alma y mi corazón. No puedo pensar volver a vivir -su voz se corta- un solo minuto sin que tú existas en mi vida.

- ¡Mi cielo! -Robo su beso como un ladrón, porque en este momento es una necesidad de la cual depende mi vida-. Estoy seguro que nunca será necesario elegir algo así, pero te aseguro que si en algún momento tuviera que hacerlo, no lo pensaría dos veces. Tú estás muy por encima de todo. -cómo puedo la vuelvo a sentar a horcajadas y ella enreda sus dedos de inmediato entre mi pelo y me besa posesivamente, haciendo que cada célula de mi cuerpo reaccione de manera inmediata.

Esta conversación fue demasiado, no quiero pensar en que podría vivir en algún momento sin ella, por eso es que estoy haciendo todo lo que debo para cuando llegue la hora perfecta ella decida ser mía para siempre antes los ojos de Dios, porque para mí fue, es y será mía para la eternidad como yo lo soy suyo.

~~~~~~~~~~~~~◇◇◇◇◇◇◇◇◇~~~~~~~~~~~~

He tenido que venir solo a la fiesta, sin mi Diosa, por la simple razón de que mi hermanita no se sentía muy bien y Elpida no quiso dejarla sola, bueno sola no, porque Strato no se separa de ella en ningún momento, pero como dijo mi chica "Ustedes son hombres y no tienen idea de cómo atender una situación de emergencia" bueno era la media verdad porque siendo mi amigo médico estoy seguro que sabría cómo cuidarla, pero a ella no hay nadie que le gane. Yo estaba obligado a asistir a este evento y peor aún tener que estar separado de ella por unas horas, cuando la verdad es que lo daría todo por estar enterrado en mi lugar preferido del mundo.

Llego y puedo ver un montón de gente esperando por nosotros para poder ganarse una foto o un autógrafo nuestro, después de lo que me pareció una eternidad, el responder las preguntas imbéciles de los periodistas las cuales iban desde las profesionales como cuando comenzaba mi próximo trabajo y en qué consistía, hasta las más personales, como si Elpida y yo nos habíamos separado. Ya que no me acompaña esta noche, siempre estos desgraciados queriendo sacar noticias de donde no existe nada.

Carlos Antonio Guzmán, nuestro director, me saluda justo en el momento que ingreso al club. Es uno de los lugares más lujosos de la ciudad y hoy está reservado solamente para los miembros de nuestra obra, familiares y unos cuantos más invitados de honor.

"Seven Gold" Es único en todos los aspectos, tiene los tragos más exclusivos y de un precio tan alto que son muy pocas las personas que se pueden dar el lujo de beber de ellos.

-Felicidades colega. -Dice Juan Vázquez, uno de mis compañeros de actuación- creo que hicimos un muy buen trabajo.

-Así es amigo. -nos damos un abrazo de hombre para lo cual debo doblarme un poco ya que es un poco más bajo que yo.

-De verdad Mijaíl -dice- espero que podamos volver a trabajar juntos en otras oportunidades, fue un placer compartir esta experiencia con todos ustedes, sin excepción.

-Para mí también lo fue. -Es verdad- fue uno de los mejores trabajos que he realizado en todos los aspectos.

- ¡Aquí está el gran actor...! -alguien grita a mis espaldas. -al que todo el mundo clama, ese actor por el que todo el mundo aplaude a su paso. -Dice un completo borracho Roberto Suárez-. Venga señores, no esperen más, demos un gran aplauso a Mijaíl, el ladrón de papeles...

¡¿Qué cojones?!

-Este señor. -me señala con un dedo golpeando mi pecho. Intento apartarme para no dar un espectáculo mayor-. Sí es que se le puede llamar así, me robó el papel protagonista de la obra, sospecho que incluso se folló a mi hermana... la muy zorra -dice y le da un largo trago a la botella de vodka que sostiene en su mano derecha.

Roberto era uno de los candidatos para ser el protagonista de la obra que acabamos de dar por terminada, y yo me había ganado ese puesto, pero parece que a él no le cayó muy bien.

-Este éxito es mío cabrón. -dice y vuelve a intentar empujarme. Ya me he cansado de toda esta mierda.

-Yo no te he robado nada, soy completamente merecedor de este éxito. -a mi lado de un momento a otro se encuentra Ari, quien trata de mantenerme alejado de ese imbécil ya que ve cómo comienzo a perder la paciencia.

-No te rebajes a su nivel. -Dice mi amigo para que solo yo lo escuche- ¿No ves lo borracho que está?

Roberto comienza a reír como un demente en el momento que se tambalea, cada vez le cuesta más mantenerse en pie.

¿Dónde mierda esta la seguridad de este lugar?

-Me lo robaste... nada de lo que hay aquí te pertenece -dice hipando- ¡Halagarme a mí! -Grita mientras da vueltas para que todos los presentes lo admiren, ya hay bastante gente reunida a nuestro alrededor- ¡Yo soy el verdadero protagonista!

¡Se acabó! No estoy dispuesto a aguantar esta mierda. Me doy la vuelta para apartarme de este capullo, pero cuando comienzo a alejarme siento un líquido frío correr por toda mi espalda y eso hace que desaparezca hasta la más mínima gota de paciencia que hasta en este momento lograba tener.

Me detengo en seco, trato de mantenerme lo más tranquilo que puedo, pienso en la única persona que saldrá perjudicada de verdad si en este momento me tiro a moler a golpes a este hijo de puta.

- ¡Déjenme! -escucho que grita desesperado y al girarme lo único que alcanzó a ver, es como dos tipo del tamaño de un gorila lo sacan arrastrando hasta que desaparece de mi vista.

Llega a mi lado el dueño del lugar con una cara que demuestra estar avergonzado por todo lo sucedido, y la verdad es que no es para menos porque si la prensa llega a sacar lo sucedido en su club, perdería en el instante todo su prestigio.

-Señor Renieri, lamento todo lo sucedido y espero que esto -refiriéndose a lo que acababa de pasar- no sea motivo para que deje de visitarnos, y si lo desea en mi despacho tengo camisas nuevas por si quiere cambiarse -la verdad es que me gustaría, no quisiera salir así y que los malditos buitres, si esos malditos que siempre esperan por comerte vivo, me vieran en este estado y quizás sabe Dios qué historia se inventan.

Después de media hora estoy de regreso, menos mal que en el despacho tenía un baño y así pude darme también una ducha y sacarme de encima el olor a vodka. De verdad aquí tenían pensado hasta el último detalle, por si alguno de nosotros llegaba a necesitar algo.

Ya era hora de irme, eran pasadas las tres de la madrugada, junto a mis amigos y compañeros pude olvidar el mal momento que pasamos.

-Bueno chicos -dije dirigiéndome a mi hermano y Ari- es hora de irme que tengo al amor de mi vida esperando por mí, en mi cama.

-Sabes que si esa Diosa se enfada, es el mismo demonio. -dijo burlándose Ari, ganándose en el momento un golpe por parte de Gaby en las costillas.

No puedo aguantarme y rio con ganas.

-Lo sé, lo sé, por eso me voy derechito a casa.

- ¡Mas te vale...! -escucho que me grita cuando ya he comenzado a apartarme de ellos.

- ¡Oh cariño! -Por Dios lo que me faltaba para terminar la noche.

-Hola Antonia. -la saludo sin ganas.

- ¿Te vas tan temprano? -ignora por completo mi manera de hablarle.

-Si ya es demasiado tarde y la verdad es que me esperan en casa.

- ¡Ah! si, se me olvidaba que te has convertido en un hombre decente -dice burlándose de mí, pero la verdad es que sus palabras me dan lo mismo.

-Pues sí, así que buenas noches. -al pasar por delante de ella me toma del brazo y dice

- ¿Me puedes llevar a casa? -súplica, aunque en sus ojos hay un brillo que no podía definir. Lo peor de todo era que sabía que su casa estaba en el camino a la mía, así que no me pude negar.

Al salir los fotógrafos nos cegaron con sus flashes y para no caer Antonia se sujetó de mi brazo, y eso estaba seguro que por la mañana tendría que dar explicaciones.

Mi coche apareció delante de nosotros y un chico la ayudó a ella a subir mientras que yo tomaba las llaves y me sentaba en el lado del conductor, pero antes de partir le mande un mensaje a Elpida avisando que ya iba en camino.

"Mi cielo en menos de media hora ya estoy en tus brazos"

Te amo M.

No esperé a recibir su respuesta, de seguro ella ya estaba dormida así que guardé el móvil en el bolsillo de mi chaqueta y por fin nos pusimos en marcha.

Una vez que perdemos el club de nuestra vista Antonia coloca su mano en mi pierna tratando de subir hasta mi miembro.

-Antonia por favor. -digo y aparto su mano un poco brusco.

-Vamos cariño, sé que lo quieres y nadie se enterará.

- ¿Es que no lo entiendes? NO QUIERO, es simple.

-Siempre quieres Mijaíl y no te hagas el santo. -dice y esta vez intenta poner su mano directo en mi miembro.

-NO. -sujeto su mano en el aire pero sin apartar la mirada de la carretera- no me obligues Antonia a parar el coche y dejarte sola en mitad de la nada.

-No te atreverías.

-No me pruebes mujer, que paro en un segundo y no me importa lo que te pase.

Por unos segundos nos quedamos en completo silencio, un incómodo silencio pero yo no tengo la culpa.

-Perdona. -Se disculpa-. La verdad es que nunca pensé que te negarías a algo así, pero veo que de verdad la amas y aunque me duela aceptarlo te ves feliz.

-Lo soy.

Llevamos más de diez minutos conduciendo cuando unas luces me ciegan por el espejo retrovisor, intento mantener la calma, pero no dura demasiado ya que al instante el mismo coche nos da un golpe en la parte trasera, haciendo que Antonia grite del susto, acelero para poder alejarnos de quien sea que intenta sacarnos de nuestro camino, no lo logra, aun puedo mantener el control.

- ¡¿Mijaíl que sucede!? -primera vez que la veo tan asustada y llorando, claro, no es para menos, alguien está tratando de matarnos.

- ¡No lo sé! pero tranquila que nos sacaré de su alcance. -digo y vuelvo a pisar el acelerador.

Miro por el espejo retrovisor y logro ver al hijo de puta perderse en un callejón, por fin puedo respirar tranquilo. Poso mi mano en la pierna de ella para darle calma.

-Descuida, ya pasó. -trato que mi voz suene segura y no demostrarle lo nervioso que me encuentro.

-Pero por Dios ¿Quién...? -y su pregunta queda en el aire porque un golpe que llega justo en mi lugar hace que pierda todo el maldito control, lo único que puedo escuchar son sus gritos y pensar que pasaría con Elpida si la llego a dejar sola ¿Cómo reaccionaría? ¿Quién estaría con ella para apoyarla?

El coche sale del camino y comienza a dar vueltas y vueltas, siento mi cabeza reventar por los golpes que recibo, intento ayudar a mi acompañante, pero es inútil, no puedo contra la fuerza de los movimientos.

El coche se detiene después de haber golpeado algo, no me puedo mantener despierto y la oscuridad me llama.

Hace demasiado calor, siento como si alguien me estuviera metiendo en un horno. Como puedo abro los ojos y veo que de la parte delantera comienzan a salir unas llamas que nos comienzan a consumir. Intento moverme pero aparte del dolor me es imposible, mis piernas están atrapadas.

-Antonia, Antonia por favor despierta. -Intento moverme pero es inútil- vamos preciosa abre tus ojos -vuelvo a decir, escucho como gime por el dolor y comienza a volver en sí-. Así es cariño, abre tus ojos -el coche comienza a llenarse de humo algo que me hace difícil respirar y mis ojos comienzan una vez más a cerrarse. Intento abrir la puerta pero es imposible.

Mi acompañante comienza a gritar por el dolor y yo no puedo hacer nada, me falta el aire, necesito mantenerme despierto, pero no puedo y al fin me gana la oscuridad. Lo último en lo que puedo pensar es en ella, mi amor, mi todo.

Perdóname mi cielo por dejarte....


{]~7

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro