EPÍLOGO
Ana me hace un recogido con todo mi pelo blanco. Hace algunas trenzas y me las recoge en un moño en lo alto de mi nuca. Me deja algunos pelos sin recoger y me hace bucles. Dejo que me peine como quiera, confío en ella.
Me maquilla en tonos grises y blancos. Me pinta los labios en rojo color sangre al igual que mis uñas.
Se va de la habitación y yo me observó en el espejo de la habitación. Estoy bastante guapa y el recogido me sienta bien. Solo llevo puesta la ropa interior de encaje blanco. Estoy nerviosa. Hoy es el gran día, al fin. Hoy me caso con Luke, mi mate.
Ana entra en mi habitación, acompañada de mi madre, con el vestido de novia.
Es precioso. Tiene el cuerpo hecho de encaje y es estrecho hasta encima de la rodilla, donde se hace más ancho. Es un vestido con un corte de sirena. A la altura de la cadera le sale un velo transparente con los filos de encaje. Los tacones son rojos. Al igual que mis labios y mi uñas.
Quería darle un toque original, no quería ir de blanco como en casi todas las bodas. En mis ojos claros, destellos rojos y dorados, hacen que esos detalles resalten más.
Entre mi madre y Ana, me ponen el vestido y me lo abrochan. Me miró en el espejo y hay que admitir que me veo genial. Entallado y que resalta mis curvas.
Miro a mi madre y veo que tiene lágrimas en los ojos.
-Estas bellísima, hija. -dice.
Tiene un pañuelo blanco con el que intenta retener las lágrimas.
-Mamá, no llores, y muchas gracias. -le sonrío.
-Es que te ves tan...tan... Bellísima. Nunca pensé que vería a mi hija casarse.
-No pienses en esos días mamá, ya todo pasó, ahora vivamos el presente, seamos felices.
Ella asiente y sonríe. Ana le agarra el brazo, tienen que irse ya.
-Ahora vete mamá, las demás damas de honor te estarán esperando en el altar.
Todas la damas de honor, que son mi madre, Lucinda, Merida, la madre de Luke y mi tía, van vestidas con un traje de color rojo, tiene el cuerpo estrecho y en la cintura se vuelve ancho. La falda es de encaje rojo y negro. Los tacones son negros y altísimas. Todas van igual peinadas y vestidas. Todas van con semirecogidos, y lo que llevan suelto va con bucles.
Toda la boda va ambientada en los colores blanco, rojo y negro.
Salgo de la mansión y allí me espera mi padre. Él me coge del brazo. En la puerta de la mansión hay una gran alfombra roja muy extensa y estrecha que llega hasta al altar, que desde aquí está bastante lejos. Todo está rodeado por sillas negras, rojas y blancas. Todas las sillas están ocupadas. Toda la manada y algunos alfas y lunas de otras manadas han venido.
Mis manos tiemblan del nerviosismo. Pero soy muy feliz.
Todo está decorado con los mismos colores. Todos van vestidos con esos tres colores, combinándolos de distintas formas. La música nuestra empieza a sonar y las primeras que recorren la alfombra roja son mi madre y Lucinda que reparten pétalos rojos y blancos por la alfombras.
La música típica de una boda empieza a sonar. La produce una mujer que está tocando el piano. Detrás de mí madre y Lucinda, a unos seis metros vamos nosotros. Yo en mis manos llevo un ramo de rosas rojas que resultan con mi vestido blanco.
Mi padre lleva un esmoquin negro, camisa blanca y pajarita roja al igual que los zapatos.
Las personas se levantan de las sillas y me miran a mi.
Recorremos toda la alfombra con la música de fondo. Antes de llegar al altar Lucinda y mi madre se sitúan al lado de las demás damas de honor.
Mi padre me abraza y me suelta. Yo siempre llevo una estúpida sonrisa de enamorada en la cara.
Luke me sonríe, junto a él está Dek, su mejor amigo y beta de la manada. A unos metros veo a su novia, que me sonríe, hemos conectado mucho estos últimos meses y se ha convertido en una buena amiga, que no podía faltar a mi boda.
Subo al altar y Luke me abraza.
-Estas hermosa, princesa. -me susurra y yo le sonrió.
-Tu no te ves mal. -respondo.
Mientras leemos nuestros votos estoy súper nerviosa pero cuando nuestras miradas antes de que ocurra la parte de puedes besar a la novia todo yo me tranquilizo. Lo amo tanto.
-Puedes besar a la novia.
El posa sus manos en mis caderas y me pega a él. Yo dejo caer mi mano con el ramo a un lado. Con la otra atraigo su rostro al mío.
Nuestros labios conectan y cierro los ojos. Todo a nuestro alrededor desaparece y solo existen sus labios sobre los míos.
Cuando nos separamos todos el mundo se levanta y aplaude feliz.
Ahora soy su mujer, y él es mi esposo. Estamos casados. Tengo una sonrisa pegada a mi rostro, que presiento no va a desaparecer fácilmente.
Nosotros abrimos el baile y por la radio suena una canción lenta que pide ser bailada con tu pareja.
Todas las parejas a nuestro alrededor bailan al compás de la canción moviéndose lentamente.
La fiesta dura hasta la madrugada, donde nos despedimos de todos y Luke deja a su beta y su padre a cargo de la manada, así él no se tiene que preocupar durante unos días.
Yo me despido de mis amigas, que incluso lloran de emoción, yo estuve igual en las bodas de las que ya estaban casadas, así que no puedo reprochárselo.
Lila viene hacia mí y me abraza. Yo la subo y ella engancha sus piernecitas a mi cadera, va vestida de rojo, y me sonríe alegre.
-Estás preciosa, Luna. -dice, mostrando sus paletas melladas.
-Tú si que estás guapa, Lila.
Ella sonríe abiertamente y me abraza fuerte con sus pequeños brazos.
La bajo y ella se despide de mí con su manita, corre con su madre que le agarra de la mano y me sonríe despidiéndose.
Después de un rato, entre abrazos y amigos, Luke y yo conseguimos salir. Nos montamos en una limusina, y desde fuera veo como todos vitorean y ríen. La limusina arranca y nosotros nos despedimos con nuestras manos.
Luke me agarra de la mano y entrelaza nuestras manos, una corriente eléctrica atraviesa todo mi cuerpo. La sensación que me produce estar cerca de él no ha cambiado, ni un poco solo.
Me atrae hacia él en los asientos traseros de la limusina y une nuestros labios. Cierro los ojos y le devuelvo el beso con la misma intensidad. Nos despegamos y sonríe.
-Ahora eres completamente mía, Becky.
-Y tú eres completamente mío.
Nos sonreímos y nuestras miradas conectan.
-Tu Alfa. -susurra.
-Tu Luna.
La luna de miel la pasamos como dos simples humanos en una isla bastante apartada de todo. Nos alojamos en un hotel cinco estrellas. Y todas las noches me hace suya.
Llevamos dos semanas aquí y ya mañana nos vamos. Hemos recorrido esta isla de cabo a rabo y debo decir que he quedado completamente enamorada.
Ahora mismo estoy acaricuandole su largo cabello oscuro. Lo tiene bastante largo, hace tiempo que no se lo corta y me gusta así. Él está durmiendo y nuestras piernas están entrelazadas.
Me viene un tremendo dolor de barriga y tengo que saltar de la cama para ir al baño. Me arrodilló delante del inodoro y vómito. Tengo un moño mal hecho donde recojo todo mi pelo. Así no mancho mi pelo. Cuando terminó de vomitar me da un leve mareo pero se me pasa. Esto me pasó también ayer. Luke no sabe nada. Busco entre el equipaje una prueba de embarazo. Me la compre hace dos días.
Espero un rato a que ponga el resultado. Paseo nerviosa de un lado a otro del baño.
Cuando ya esté lo miro. Hay dos rallitas rojas. Da positivo. Se me corta la respiración.
¿¡Voy a tener un bebé?!
La puerta del baño se abre de repente, sin darme tiempo a esconder la prueba y pensar como decírselo. Por ella entra un adormilado Luke.
-¿Qué demonios de pa...? ¿Eso es...? -señala la prueba de embarazo. Se ha quedado a medias.
Asiento y se la enseño mientras pongo una sonrisa inocente.
-¡Oh Dios! ¡Voy a ser padre! ¡Vamos a ser padres!
Viene corriendo hacia mí y me besa mientras me levanta y da vueltas de felicidad.
-¡Vamos a ser los mejores padres del mundo! Lo prometo.
Yo río y lo vuelvo a besar.
💓
Chicxs esta historia llega a su fin...😫😭
Solo queda la escena extra.❤❤
Espero que la historia os haya gustado mucho. 😌
Voten y comenten💓💓
JULY❤
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