Maratón 2/3😍😍
Abro los despacio los ojos, desorientada, pero los tengo que cerrar por la claridad que hay en la habitación. No recuerdo como llegué aquí. No se donde estoy. 

Siento todo mi cuerpo pesado y cansado.

Cuando los vuelvo a abrir veo que estoy tumbada en una cama blanca, todo es blanco en el cuarto. Menos una cosa, una persona. Luke.

Está sentado al lado mía. Tiene mi mano entrelazada con la mía y su cabeza está cabeza apoyada en la cama. Tiene los ojos cerrados y sus largas pestañas hacen sombra en sus pómulos. Pero no esta relajado, tiene los rasgos tensos, su ceño esta fruncido, pero sus ojos están cerrados.

Me duele la cabeza pero es soportable, me duelen más heridas que hay repartidas en mi cuerpo, que veo que están vendadas y sanan rápido. Ahora que mis seres sobrenaturales han salido noto como me sano mucho mejor y más rápido. 

Recuerdos llegan a mi mente uno detrás de otro. La pelea, los gritos, la sangre, mi abuelo... mi transformación. Todo paso tan rápido. Pero Luke está bien, aquí al lado mía. Y una suave sonrisa se forma en mi rostro cuando lo miro.

Agito un poco el cuerpo de Luke para así despertarlo.

-Luke... Luke... ¡Luke!

El abre los ojos y sus ojos esmeralda conectan con los míos.

-¡Becky! Me tenías preocupado... Llevas dos días insconciente.

-¿¡Dos días?! -grito.

Asiente.

Me acaricia el rostro con su mano y me analiza con la mirada. Me muestra una pequeña sonrisa, y hace que me tranquilice un poco.

El olor a desinfectante en la habitación es fuerte, a casi un nivel que es insoportable, pero no tengo fuerzas ni para quejarme. Los dos estamos bien, y ahora mismo es lo que más me importa.

-Me has asombrado. Has acabado con Sebastian. Y te has podido transformar. Ahora somos el rey y la reina de los vampiros y los hombres lobo. -dice, parece que no se lo cree aun ni él, está asimilándolo. 

Y yo estoy igual que él.

-¿Qué? ¿Por qué?

A mí me dicen que soy la reina de los vampiros y los hombres lobo y salto de alegría. Y vas tú y pregunta que ¿Por qué? Niña no eres normal.

Conciencia, que las dos somos una persona. Tú haces lo que yo hago. Punto.

Pues que humana más tonta me ha tocado.

Mejor me callo. Ya ni siquiera soy humana.

-Al tu abuelo estar muerto -asesinado por mi- tu eres la siguiente sucesora. Y yo soy el Alfa supremo, es decir somos el rey y la reina de los vampiros y hombres lobo.

-Madre mía... -no sé qué decir, estoy alucinando.

-¿Y Lina, Lucas,(padres de Luke) Germán, Marissa,(mis padres) Mery y Bill (mis tíos)? -pregunto acordándome que no los he visto desde que nos separamos.

-Mi padre ha salido gravemente herido pero los médicos han conseguido salvarle, mi madre está bien, tus tíos también pero tu madre está en riesgo, tu padre solo ha sufrido un golpe, pero está bien. -me explica.

-¿Qué? ¿Qué le pasa a mi madre?

-Un vampiro la apuñaló. Le intento dar el el corazón, pero no lo consiguió.

-¿Puedo verla? -pregunto. 

Necesito saber que esta bien, todo lo bien que puede estar. No puedo perderla de nuevo, no quiero.

-Vistete mientras lo pregunto. Tú estás bien. Me informaron que cuando despertases dijeron que te podrías ir.

Él se levanta de la silla y se inclina sobre mi. Sus labios encuentran los míos y yo me derrito al saborear los suyos. Posa sus manos en mis mejillas y yo sobre su pelo. Me reconforta, y su beso parece darme vida de nuevo.

Nos besamos hasta que nos quedamos sin aire y lamentablemente tenemos que separarnos. Nos miramos a los ojos durante unos segundos. 

-¿Tú estás bien, Luke? También has pasado por mucho...

Él me sonríe y asiente levemente. 

-Ahora que estás bien, sí. 

Se dirige a la puerta. Sale y la cierra detrás de él.

Me doy cuenta que tengo solo puesta la típica bata del hospital. Me levanto y agarro la bolsa donde está mi ropa. Entró al baño y cierro la puerta detrás mía. 

Tengo partes del cuerpo bastante adoloridas, pero no me preocupa. Sanarán en poco.

Observó mi reflejo en el espejo. Observo mis ojos, distintos a como los recuerdo, tengo destellos dorados -por mi loba interior- y rojos -mi parte vampírica-.

Tengo el pelo más largo, hasta las rodillas, como se me puso en la transformación.

Tengo los labios más rojaceos y el pelo más blanco. Esto distinta, pero sigo siendo yo.

Me visto con la ropa que tiene la bolsa, que es toda negra. Unos vaqueros negros, una camiseta del grupo Europe. Unas botas de tacón bajo.

Salgo del baño y en ese momento veo que Luke entra en la habitación.

-¿Puedo ir a verla? -pregunto preocupada.

No puedo perder a mi madre. No ahora que la he encontrado.

-Si. Ven vamos.

Salimos de la habitación con las manos entrelazadas. El me guía por un pasillo blanco con bastantes puertas. Algunas están abiertas. Veo como hombres lobo y vampiros se curan las heridas causadas por la pelea.

-¿Ha habido alguna muerte?

Él me mira triste.

-Lamemtablente si. Varias personas de los dos bandos han caído. 

Joder. Esto se podría haber evitado. Mi abuelo a formando todo esto. Ellos no querían luchar. Pero tenían que hacer caso a las órdenes de su rey. El estúpido rey que era mi abuelo. Ya no. Lo he matado.

Sé que era malo. Pero me carcome saber que lo he matado.

Llegamos a una habitación y al entrar veo a mi madre con los ojos cerrados recostada en una cama al estilo bella durmiente y mi padre está dándole la mano y observando su rostro más pálido de lo normal, y eso que es un vampiro.

Me acerco por el otro lado de cama y me siento en una silla que hay por allí.

La observó. Su larga melena negra está esparcida por toda la almohada. Su rostro parece porcelana sin ninguna expresión. Sus labios han perdido color. Veo que del escote de su camiseta sobresale una venda. Supongo que vendara la herida que tiene.

La máquina a la que está conectada empieza a hacer ruidos raros. Los latidos de su corazón son irregulares.

A mí padre se le saltan las lágrimas. 

Va a morir.

Pero yo no quiero. No quiero que muera. No puedo morir.

No puedo dejar que muera.

Luke también estaba gravemente herido en la pelea y lo cure.

A él lo curé. Yo lo curé.

Tomo a mi madre de la mano y concentro toda mi energía en mis manos. Me concentro en que todo lo que quiero es que sane.

La máquina de los latidos cada vez va más menta. Falta poco. No puedo dejar que muera.

La máquina deja de emitir sonidos.

Suelto un grito agudo. Toda mi energía pasa a su cuerpo y mis lágrimas caen en su cuerpo.

Mi padre llora y Luke me mira triste peto yo no le devuelvo la mirada. No puedo creer que acaba de morir. Lágrimas salen sin control de mis ojos.

La piel de mi madre empieza a comer el tono de blanco que ella tiene usualmente. Sus labios cogen el tono rojizo que la caracteriza.

La máquina empieza a emitir sonidos justo diez segundos después de que haya dejado de hacerlo.

Mi madre abre la boca y de allí salen sus dos largos, afilados y blancos colmillos.

Abre sus ojos de color rojo. Mi padre ahoga un grito. Está viva, todo lo viva que puede estar un vampiro, claro.

Está viva. La he resucitado. Pero ahora yo estoy débil. Cierro mis ojos y noto como Luke me coge en brazos. No me desmayo pero estoy débil.

Escucho como mi madre sale de la habitación. Irá a cazar algo. Tenía hambre. Sus ojos lo demostraban. Mi padre la sigue.

-¿Becky? ¿Estás bien?

Entreabro mis ojos viendo los esmeraldas de Luke.

-Si, solo... Tengo...sueño. -mi voz sale algo rasposa.

Me coge en brazos me acuesta sobre la cama. Él se acuesta al lado. Nos acurrucamos. Me siento bien así, junto a él, y sabiendo que mi madre no ha muerte.

No pienso en mi madre, o en como la he resucitado, ni que he matado a mi abuelo. Tampoco en que ahora soy una reina híbrida. Solo me concentro en el olor de Luke. En mi mate, en que está vivo, los dos estamos vivos. 

Me pesan mis parpados, quiero descansar, dormir, y con el cuerpo de Luke rodeándome me parece el mejor lugar para hacerlo.

-Te quiero, Luke.

-Yo también te quiero, mi Luna. 

Yo sonrío ante esto último. En los brazos de mi Alfa, me siento en mi hogar.

Cierro mis ojos cayendo en los brazos de Morfeo.

JULY❤