Hay algo que siempre he admirado de Devon y es su capacidad para hablar con las personas. Antes yo pensaba que este chico debía ser una especie de reencarnación de Jesucristo, pero últimamente me he dado cuenta de que eso no es cierto.

Devon es una persona especial, no tiene un montón de caras cómo la mayoría de la gente, él solo tiene dos, la buena y la mala. Lo raro con Devon, es que, si ves sus dos rostros juntos, parecen el mismo. Su sonrisa no cambia, tampoco su expresión, pero sus acciones son diametralmente diferentes.

Después de ver el video donde me gravaba borracha me puse a pensar al respecto. Devon jamás fue especialmente amable con nadie, nunca preguntó "¿Estás bien? ¿Qué tal te ha ido?" En su lugar hacía peticiones más directas "Cuéntame que pasó ¿Qué piensas al respecto?"

Él también era bueno convenciendo a los demás de hacer lo que él quería y por supuesto que era experto en que pensaran que sus motivos no tenían una naturaleza egoísta. Cuando estabas con él siempre sentía que eras tú quien estaba tomando las riendas, nada más lejos de la realidad.

Incluso ahora que debería estar arrastrándose por el fango consiguió una mesa llena de chicas guapas y sostuvo los trofeos del equipo durante la ceremonia de graduación.

La personalidad de Devon era adecuada durante cada momento, a pesar de no ser el santurrón que todos pensaban que era, la opinión de la gente no se volvió opuesta hacia él. Con el paso del tiempo a las personas les comenzó a parecer interesante que fuera un cabrón, mientras comenzaban a justificarlo.

"Estoy seguro de que ella hizo algo para que él reaccionara de ese modo"

"¿Que pudo ser ese "algo" tan malo?"

"Debe haber una historia oculta detrás de todo esto"

Probablemente se negaban a pensar que alguien tan guapo y talentoso tuviese algún motivo para ser una mierda, cómo si la gente necesitase razones para ser mala con los demás.

Mientras los veía, me di cuenta de que aquello pasó también en mi caso, una chica buena, guapa, blanca y rubia no podía ser mala .Al final ninguno se daba cuenta que no éramos tan malos o tan buenos cómo ellos pensaban.

No se molestaron en ver la realidad, así que, me encargaría de que todo el mundo supiera la clase de persona que soy.