Cuando vi el video pensé que no sería tan malo que el resto también lo viera, así la gente dejaría de tratarme como si fuera alguna especie de conejito perdido. Sin embargo, teniendo en cuenta que era la víctima de la situación, muchas personas estaban simpatizando conmigo.

No sé cómo pasó, pero de nuevo estaba rodeada de gente jodida que quería que hablara de mis sentimientos.

Estos nuevos aspirantes a psicólogos resultaron ser —sorprendente, pero cierto— mucho más molestos que Dara.

Quizás es porque ya estaba acostumbrada a mi vieja amiga, pero cada vez que alguien llegaba a preguntarme cómo me sentía, me daban ganas de sumirle los dientes de un puñetazo. No sabía que tenía todos esos instintos violentos guardados dentro de mí, pero, casi estaba deseando sacarlos de paseo sobre las narices de todos los entrometidos que se me acercaban.

Mientras intentaba no matar a alguien o matarme a mí misma vi a Devon sentado con un grupo de chicas.