Frente a todo el mundo me transformé en un héroe. Mi rostro salió en la edición matutina al día siguiente. No estaba en primera plana, pero me dedicaron un artículo extenso. Esa tarde, Ofelia se vino a vivir con nosotros un tiempo. Mis padres hablaron con la madre de Travis y le prometieron hacerse cargo de la niña mientras estuviera en el hospital. Ahora el padre de Travis se encontraba en la cárcel, las autoridades por fin habían encontrado suficiente apoyo como para iniciar un proceso legal.

Incluso algunos reporteros de un programa local aparecieron haciendo entrevistas y adornaron sus reportajes con grabaciones de algunos de mis partidos.

La mayoría engrandeció bastante la historia. Contaron cosas como que había sacado a Ofelia de la casa o que cargué a la madre de Travis hasta el hospital. Cuando escuchaba sobre aquellos chismorreos siempre me reía bastante, pero nunca negaba nada por completo. Dejé que las cosas siguieran su curso hasta que la semana siguiente, Dara propuso que visitáramos a Travis en el hospital. Al parecer, después de estabilizarlo y preparar todo, sería sometido a una operación en la pierna para colocar un hueso roto.

Travis se había sentado con nosotros un tiempo, era el novio de Honey y Dara había tratado bastante con él, así que se llevaba mejor con él que el resto de nosotros.

Para mi sorpresa, fue Honey quien se negó a ir, diciendo que ellos dos habían terminado.