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Salida

Escuchaba a lo lejos como el molestó ruido de mi puerta siendo tocada me despertaba, acompañado del sonido de la irritante voz de Asmita.

Estaba tan comodo y calentito en mi camita que decidí dejar que siguiera tocando hasta que se cansara y se fuera.

Pero este de una patada abrió la puerta y grito-: ¡SHAKAAAA!

-Jodete -dije tapandome hasta la cabeza-. ¿Que quieres?

-Milo acaba de llamar al teléfono de la casa, dice que prendas tú teléfono.

-¿Por qué llamó?

-Preguntó que sí querías ir con él y con Camus al parque.

-No tengo ganas de ser la tercera rueda -gruñi-.

-¡Oh! También dijo que otro chico los acompañaría.

Eso llamo mi atención haciendo que me despertara y me sentará en la cama.

-¿Te... Te dijo el nombre del chico?

-Ummm... creó que dijo que era "Mu".

No tuvo que decirlo dos veces para que me pusiera de pie y lo empezará a echar de mi habitación.

-¡Fuera! Tengo que avisarle a Milo que si iré y me tengo que arreglar -exclamé empujandolo fuera de mi habitación.

-¡Oye! ¡Tranquilo! ¿¡Quien es Mu!?

Le di una patada en las pompis logrando al fin que saliera y le grite-: ¡NO TE INCUMBE! -luego le cerré la puerta en la cara.

-¡Shaka! ¿¡Quién es Mu!? ¿¡Es lindo!? ¿¡Que relación tienen!? -Interrogaba detrás de la puerta mientras la tocaba.

Decidí no prestarle atención y empezarme a alistar eso sin antes avisarle a Milo que sí iría.

Me siento emocionado y nervioso, es la primera vez que pongo así por alguien.

Creó que tengo que ir a un doctor.
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Llegué al parque donde me iba a reunir con ellos.

Los busque con la mirada hasta que los encontré, estaban bajo un árbol esperandome.

Mientras caminaba hacía donde estaban me dí cuenta de la escenita que tenían Camus y Milo.

Milo tenía abrazado a Camus de la cintura mientras le daba besos en el cuello, el otro solo esbozaba una pequeña sonrisa.

Mientras tanto un pobre peli lila estaba sentado a la par de ellos abrazando sus piernas con su carita reposada en sus rodillas, tenía una cara de aburrimiento acompañada de un tierno puchero.

-¿Interrumpo algo? -dije llegando a los dos chicos a la par del borreguito.

-¡Ya era hora! -exclamó Milo sin soltar a Camus.

-Hola Shaka -saludó Camus indiferente.

Dirigí mi mirada al borreguito que me estaba viendo con su puchero y su carita descansando en sus rodillas.

-Bu-buenos días Mu -Saludé con un notable nerviosismo en mi voz.

-Buenos días -Contestó cambiando su puchero por una linda sonrisa.

Sentía que tenía el corazón en la mano.

-Dime mi buen amigo ¿Ya desayunaste? -llamó mi atención Milo.

-Dijiste que viniera sin desayunar.

-¿Y tú Mu? -pregunto al peli lila-.

-Más te vale darme algo que comer -amenazó con el ceño fruncido haciendo temblar al escorpión-.

-Eh~ tranquilo -dijo con voz temblorosa.

-Más te vale darle su comida al niño -aconsejo igual de amenazador Camus mientras acariciaba la cabeza del peli lila.

-Ya~ ya entendí, vamos a esa cafetería -dijo señalando el lugar al otro lado de la calle.

-Vamos Mu -habló Camus cariñoso mientras que Mu asentía con su cabeza como niño pequeño.

Este con ayuda de Camus se puso de pie y empezaron a caminar al lugar.

-A veces me dan miedo -me susurro al oido el escorpión.

-Camus tiene buen instinto maternal -recalque.

-Lo se -hablo embobado.

-¡Milo! -llamó el cubo a su novio.

-Ya voy amor -exclamó igual de embobado y se fue detrás de el como perro con su dieño.
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-¿Siempre son así de empalagososo? -pregunto el peli lila que estaba sentado a mi lado.

-Mentiría si te dijera que no.

Ambos mirabamos a la pareja dandose de comer, besandose, abrandose y mimandose.

-¿Tienes que sufrir seguido tú solo?

-Mentiría si dijera que no.

-¿Siempre le haces de mal tercio?

-Mentiría si dijera que no.

-Pero ellos te invitan ¿Cierto?

-Mentiría si dijera que no.

-¿Solo eso sabes decir?

-¿Eh? ¡Ah! Lo siento -dije apenado al darme cuenta que decía lo mismo una y otra vez.

-Veo que eres alguien muy honesto -recalcó. Lastima que seas un pervertido.

-No soy pervertido -dije con los animos bajos al darme cuenta que su primera impresión de mi seguiría en su mente.

-Claro que lo eres -dijo mientras jugaba con la última fresa que quedaba en su plató.

-No se juega con la comida -regañe en broma.

-Si no jugáramos con la comida, entonces se iría triste a nuestro estomago -contestó con una pequeña sonrisa mientras partía la fresa a la mitad.

Este tomó una de las mitades con su tenedor y lo dirigió a mi boca.

-¡Ahhhh! -indicó que abriera mi boca.

Sentí como mis mejillas empezaban a arder ante tal acto.

Vi como abrió sus ojos y estos brillaban de una manera hermosa al igual que su pequeña sonrisa en su rostro que reposaba en una de sus manos.

Abrí mi boca y este me dio la mitad de la fresa, la disfrute como no tienen idea.

-Busquen un cuarto -llamó la atención el escorpión que nos miraba empalagado juntó con Camus que nos miraba normal.

Mi sonrojo solo creció más al ver a Mu voltear su rostro a otra dirección de seguro para esconder el suyo.

-Eso diganselo a ustedes, par de calientes -recalque haciendo que mis dos amigos se sonrojaran de la misma manera.

Escuche como Mu se reía por lo bajó logrando sacarme una sonrisa.

-¡Hey! ¡Hey! No te burles -regaño Milo estirandose y dandole un pequeño golpe en la cabeza-. ¿¡Ves lo que haces Shaka!? Eres un mal ejemplo para nuestro niño.

-Mu, que te hemos dicho de juntarte con gente así -regaño cariñoso Camus-.

Mu no aguanto más y soltó una bella carcajada haciendo que nosotros también nos rieramos.

Después de terminar de comer fuimos a caminar en todo el parque.

Mu y yo caminabamos detrás de los tortolos que iban agarrados de las manos.

-Hace un lindo día -llamé la atención del borreguito.

-Sí, el cielo esta felíz -dijo-.

-¿Esta felíz? -pregunté al escuchar lo que había dicho.

Este me vio y luego levantó la vista al igual que uno de sus brazos y señaló al cielo.

-El sol brilla de manera agradable y el color del cielo es un celeste puro acompañado de nubes blancas, ¡Esta feliz! -explicó-.

-Interesante -contesté-. Nunca había escuchado que el cielo tuviera emociones.

-Claro que las tiene -recalcó-. Él es como tú y yo, él es nuestro mayor confidente y amigo.

-¿Confidente?

-Él siempre mira lo que pasa, nos mira cuando lloramos y cuando reimos, aunque lo nieguen todos confian sus sentimientos al cielo, las lágrimas, las risas, los enojos, los caprichos, todo lo hacemos bajo él cielo.

-¿De donde sacaste esa idea? -pregunté sintiendo ternura ante su pensamiento.

-Alguien me lo dijo alguna vez de niño. "Viéndonos a nosotros fue como él aprendió a tener sentimientos y nos devuelve el favor al estar en todo momento presente".

El borreguito miraba al frente en algún punto inexistente para mí, mientras que en sus ojos se reflejaba.la nostalgia que sus palabras expresaron.

-Bueno, ahora que ya lo se tendré más en mente al cielo -comenté-.

Pero no hubo repuesta de parte del peli lila.

Me di cuenta que este se había quedado unos paso detrás de mí.

Se encontraba cabizbajo, tenía una de sus manos en su cabeza, podía escuchar desde donde estaba como se le dificultaba respirar y su rostro reflejaba cansancio, como si todas las energías que tenía hace rato se hubieran esfumado.

-Mu ¿Estas bien? -pregunté preocupado acercandome a él-.

-Mu ¿Que pasa? -pregunto el escorpión acercandose a nosotros junto con Camus-.

-No es nada -negó intentando sonreir- creó que se me esta pasando factura por haber dormido poco -comentó-.

-¿Quieres que te lleve a tú casa? -pregunto Camus.

-No quisiera moletar, puede irme yo so...

El borreguito no termino de hablar ya que un escorpión serio lo interrumpio.

-Deja que él te lleve -ordeno con voz ronca-.

El borreguito lo vio unos segundos y luego asintió con su cabeza.

-Perdonen por causarle molestias -dijo apenado.

-No digas eso, eres mi bebé tengo que cuidarte -recalcó Camus tomando los cachetes de Mu y apretandolos un poco.

-Iré a verte cuando regrese a casa -comentó el escorpión mantenimiendo su semblante serio.

-Esta bien.

-Vayan con cuidado -hablé con preocupación-.

-¿Quien crees que soy? -dijo Camus dandome un golpe en la cabeza-.

Nos despedimos y el peli aqua se fue  juntó con él peli lila al estacionamiento del parque.

-Te iré a dejar a tú casa -habló él escorpión aún serio.

-Si, gracias.
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-¿¡QUIEN ES MU!? -exclama Asmita que me tenía del cuello y frotaba su puño conta mi cabeza-.

-¡SUELTAME! ¡AUCH! -me quejaba-.

-No hasta que me digas quien es ese tal Mu.

-Es un nuevo compañero.

De inmediato me soltó.

-¡Ves! Nada te costaba decir eso -recalcó mientras que yo sobaba mi cabeza-. Dime ¿Es lindo? -pregunto curioso.

-No te interesa.

-¡Ay! Perdón -dijo ofendido-.

-Que te perdone dios.

-¿Por que regresas tan temprano? Pense que ibas a regresar hasta la noche.

No pude contestar ante su pregunta ya que un sentimiento de preocupación me invadió.

No se que cara tenia pero Asmita me estaba viendo igual de preocupado.

-Shaka ¿Que paso? ¿Estas bien?

-Si, no pasó nada, solo es que Mu estaba cansado y decidimos que lo mejor sería irnos -aclaré-.

-Ya veo. Te preocupa tú nuevo compañero ¡Eh! -recalcó con picardía-. Debe de ser lindo.

-Cállate -ordene molesto-.

-Jajaja esta bien ¿Quieres ensayar Chelo conmigo? Te enseño si quieres.

-¡Ja! ¿Te has escuchado? Parece como si un gato estuviera pariendo.

Rápidamente tuve que esquivar una almohada que mi hermano me lanzó.

-Al menos yo hago que suene como gato pariendo, tú solo le pones una mano encima y se quema.

Le tire una almohada y este la esquivó al igual que yo.

Luego ambos nos sacamos la lengua.

Me sente en el sofá personal y saque mí teléfono para escribirle a Camus.

Chat abierto

-Hola ¿Mu llegó bien?

Sabía perfectamente que iba a tardar en contestarme, pero igual no me iba a quedar tranquilo si no le preguntaba.

Espero que esté bien.

Continuara 🐑







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