Me asomé lentamente por la puerta del salón fijando mi vista en aquel escritorio. Solté un suspiro de alivio al ver a un lindo peli lila que observaba detenidamente el dige de la cadenita que tenía en su cuello sentado en aquel lugar.

Sin perder el tiempo entré al salón dispuesto a ir directamente con él, pero esto se me fue impedido.

Docko: Todos a sus lugares niñitas -ordenó entrando-.

No tuve de otra que dirigirme a mi lugar.

Docko: Bien, primero que nada buenos dias.

Toda la clase contestó el saludó.

Docko: Recuerden, los modales hacen al hombre.

Shura: Usted es mi ejemplo.

Tõmas: Quiero ser como usted.

Docko: Ya dejen de alabarme, vamos con lo principal. Como ya muchos sabrán faltan dos semanas para los exámenes.

Aioria: Es todo, haré la suicidacion -avisó poniéndose de pie y acercandose a los ventanales abriendo uno de estos-.

Shura: Si tú te matas, yo también -afirmó acercandose hacía donde estaba el gatito-.

Tõmas: Es el poder del amor.

Surt: Oraré -dijo cerrando sus ojos y cologando sus manos juntas-.

Docko: Ya dejen de decir estupideces, ustedes tortolos vuelvan a su lugar.

Aioria: Pero yo si me iba a tirar -afirmó a punto de saltar-.

Docko: ¡Hazlo cuando esten en clase con el profesor Julián!.

Aioria: Eso suena bien -dijo separandose de la ventana-.

Docko: Continuaré... como les había dicho con anterioridad, la semana de ex... Tõmas ¿Que estas haciendo?

Tõmas: Midiendo mi cuello -aclaró  con una de las cintas de su mochila en la mano-.

Docko: Asegúrate de no apretarlo al principio -aconsejó-. Como sea, la semana de exámenes es dentro de dos, mucho tal vez no sobrevivan, no quiero decir nombres... Aioria.

Aioria: Quisiera decir que me ofende pero la verdad es que tiene razón.

Docko: Después de esa dura semana tendrán que prepararse para empezar con los preparativos del festival, pero aconsejó que primero se preocupen por lo de los exámenes.

Milo: Pregunta rápida ¿Aún vamos a tener que unir fuerzas con los de primer año?

Docko: Si. Aunque vayamos hacer actividades diferentes, vamos a trabajar junto a ellos a la hora de limpiar, recodar y todo lo que termine en -ar.

Surt: Los de primer años son lindos.

Tõmas: No más que Mu -dirigió su vista hacía donde estaba el borreguito y le guiño el ojo-.

El peli lila rápidamente se sonrojo y desvío su mirada a otro lado.

Milo: No le guiñes el ojo a mi pequeño -ordenó amenazante-.

Tõmas: Papá Milo, dejé que le exprese a mi futuro esposo lo mucho que me gusta -¿Bromeó?-.

Shaka: ¿Quien dijo que va hacer tu esposo?

Tõmas: ¿Quien más podría serlo?

Aioria: Saga -murmurro-.

Tõmas, Shaka: ¡CÁLLATE!

Docko: Ya dejen de estar peleando por el borreguito o ambos van a ir a visitar al Sub-directo para hablar seriamente de ese tema.

Escuché como Milo se empezó a reir por lo bajo.

Tõmas: ¿Por que iríamos con él?

Todos; excepto Mu y Milo, mirabas al profesor esperando una respuesta clara.

El profesor lo pensó por un momento-: Porque tengo la autoridad de mandarlos con él.

Mime: Eso es abusó de autoridad.

No se tocó más el tema y se empezó con la clase.

Las horas pasaron al igual que las clases.

No pude hablar con Mu durante el almuerzo ya que este se había ido con Saga y su pandilla a quién sabe dónde.

Iba a aprovechar la oportunidad para hacer equipo con él durante teatro; ya que Milo no iba a asistir a la clase por cuestiones x; Pero, alguien se me adelantó y le pidió al peli lila ser su compañero.

Me pasé todo el periodo viendo como Tõmas le coqueteaba a su hermoso compañero mientras que este solo soltaba pequeñas y bellas risitas.

Llegamos al penúltimo periodo del día.

Apolo: Bien. El día de hoy solo haremos una palabra... -se quedó callado un momento y luego con voz grave dijo-... "Quemados"

Todos los deportistas del salón empezaron a gritar con entusiasmo.

Milo: Le rompere la nariz a ese idiota -mascullo-.

Mu: ¿Quieres que te recuerde la razón por la que faltaste a teatro?

Milo: ¡Surt se lo buscó! ¡No es mi culpa que ambos terminaramos en la oficina de la directora!

Shura: La belleza de Camus hace que los hombres se maten entre si.

Camus: A mi no me metan.

Apolo: ¡Callense! Harán dos grupos... los capitanes serán Shaka y Tõmas.

Estaba un 90% seguro que Tõmas escogería a Mu, tenía que impedir eso.

Con un piedra, papel y tijeras decidimos quien escogería de primero; pero, como yo tengo una suerte de la patada.

Apolo: Tõmas escoge primero

Tal y como dije, no dudo en escoger a Mu.

Mu: No soy bueno en el deporte -le hizo saber a Tõmas entre murmullos-.

Tõmas: Tranquilo, no dejaré que te peguen -dijo acariciando la mejilla de Mu-.

Definitivamente no dudaría en pegarle en la cara a ese idiota.

Escogimos y cada uno se fue al lado de la cancha asignado.

Apolo: ¡Comiencen!

Las pelotas empezaron hacer disparados de ambos lados.

Aioria: ¡Auch!

Apolo: Aioria fuera.

Airoia: No es jus... ¡Auch! ¡Oye!

Milo: ¡NO TE METAS!

Aioria: Pero... ¡Auch! ¡Carajo ya estoy fuera!

Mime: ¡ES TU CULPA POR QUEDARTE AHÍ PARADO!

Aioria: Pero si ya me... ¡Auch!

Shura: Perdona, no fue mi ¡Auch!

Apolo: Shura fuera.

Aioria: Eso te pasa por... ¡Auch! ¡PROFESOR APOLO!

Apolo: Lo siento, faltaba yo.

Las pelotas llovian y las personas salían.

MILO: ¡Auch!

Surt: ¡Auch!

Apolo: Milo, Surt, fuera

Surt: ¡Camus pense que me querías!

Milo: ¿Por que me pegaste a mí? ¡Soy tu esposo!

Camus: Solo quise ayudarlos. Ya que tantas ganas tenían de sacarse la madre; pero, como les tocó en el mismo equipo, les saque la madre yo.

Surt: Eres cruel Camus.

Milo: Pero eso solo lo hace aún más sexi.

Los pelotas siguieron volando y las personas saliendo.

Al final las únicas personas que quedábamos eran cinco.

Mime y yo de un lado y del otro lado estaban Tõmas, Mu y camus.

Prácticamente solo estabamos jugando Tõmas y yo; ya que, Mu y camus estaban hablando atrás de Tõmas y Mime solo se dedicaba a ver como nos sacabamos la madre.

Shura: ¡Oigan! ¡Hay cinco en la cancha! ¡No solo estan ustedes dos! -aclaró-.

Apolo: Shura cállate. Quiero ver como termina esto.

Pude esquivar la última pelota que Tõmas me lanzó y aproveché que estaba distraído buscando un balón para lanzarle un último tiro. Iba a dar justo en el blanco; pero, Tõmas se dio cuenta y logro agacharse.

Un golpe en seco se escucho por toda la cancha.

Camus: ¡Mu! -grito-.

Milo: ¡MI BEBÉ! -grito desde las bancas-.

La pelota que había lanzado para desfigurarle la cara a Tõmas, termino en la hermosa carita de Mu haciendo que cayera al suelo.

Tõmas: ¡Mu! -grito corriendo a su lado-.

Shaka: ¡Mu!

No perdí el tiempo y me dirigí lo más rápido que pude hacía donde estaba el borreguito caído.

Mu soltaba pequeños quejidos; mientras con sus ojos fuertemente cerrados tapaba su nariz.

Mime: ¡Tenemos a un borrego caido! -empezó a gritar-.

Shaka: ¡Mu, perdoname!

Camus: ¡IDIOTA! ¡LE ROMPISTE LA NARIZ!

Tenía miedo de que Camus no estuviera exagerando.

Mu: Sh-sha-ka -hablo con un hilo de voz-.

Sentí cierta felicidad de que me estuviera llamando a mí y a nadie más.

Tõmas: ¿Shaka? -repitió molesto-.

Shaka: ¡Estoy aquí Mu! ¡Perdoname, no fue mi intención!

Mu: Al-guien peg-peguele a Sha-ka.

Esas palabras no me gustaron.

Milo me miraba con ojos de asesino serial mientras sostenía una pelota en sus manos.

No fui masacrado gracias al profesor Apolo.

Apolo: ¡Suficiente! ¡No se masacrada a nadie más! -habló con autoridad-. Mu dejame verte.

El borreguito quitó sus manos de su cara sin abrir los ojos. Me sentí como el ser más miserable cuándo vi todo ese color rojo.

Apolo: Esto si esta feo... tengamos fé en que no se te rompió la nariz.

El profesor ayudó a Mu a ponerse de pie.

Apolo: Te llevaré a la enfermería, Shaka acompañame... Camus queda a cargo de la clase.

Nos encontrabamos en la enfermería.

El profesor Apolo tuvo que irse antes ya que no podía dejar a la clase sola.

Miraba a cierta distancia como la enfermera limpiaba la nariz del borreguito.

Pandora: Pobrecito, que suerte que tu linda nariz no se rompió; aunque, me impresiona la cantidad de sangre ¿Como te sientes?

Mu: Sin fuerzas -susurro-.

Luego de apapachar un poco más al borreguito me volteó a ver a mí.

Pandora: ¿Como sucedió? -pregunto-.

Shaka: ¡No fue mi intención! ¡La pelota no estaba dirigida hacía él! -aclaré sintiendo vergüenza-. Nunca tocaría ni uno solo de sus cabellos.

El borreguito me miraba, de cierto modo curioso. Sus lindos ojos solo hacían que sintiera más culpa.

La enfermera también me miraba raro.

Pandora: Iré a traer algo -se dirigió a Mu-. No te muevas.

Caminó a la puerta que llevaba a otra habitación para hacer quien sabe que, dejandonos solos.

Me mantenía cabizbajo. Me sentía muy mal por haberle pegado al peli lila.

Mu: Shaka...

Di un pequeño saltito cuándo escuche su voz. Poco a poco levante el rostro encontrandome con él, este me hizo una señal para que me acercará.

Dudando me acerqué lentamente.

Shaka: Mu... yo...

Mu: ¿Por que esa pelota tenía tanta fuerza?

Shaka: ¡No fue mi intención! ¡Si Tõmas no se hubiera agachado...

Mu: ¿Entonces iba para Tõmas?

Me sentía como un niño que estaba a punto de ser regañado por su mamá. No me salían las palabras.

Shaka: Mu.... perdón...

Mu: Yo también te tengo que pedir perdón -murmuró con un puchero-.

Shaka: ¿Por que?

Mu: Pedí que te pegaran y estoy seguro que Milo te iba a dejar peor.

Shaka: No, no pidas perdón... si eso sucedía me lo tenía bien merecido.

Sentí como Mu se abalanzó sobre mí envolviendo sus brazos en mi cuello y reposando su cabeza en mi hombro derecho. Ya que él estaba sentado tuve que poner mis manos en su cintura para no irme de espaldas.

Mu: No lo hubieras merecido... no me pegaste con intención -susurro-.

Shaka: Mu, en serio perdón.

Mu: Hueles muy bien.

Shaka: No digas eso, estoy todo sudado.

Mu: Es la verdad... me gusta tu olor.

Shaka: El tuyo es mejor -dije acariciando su cabello-. ¿Aún te duele tu nariz?

Mu: Un poco.

Shaka: Me asusté, sangrabas demasiado -comenté-.

Mu: No me enorgullece decirlo; pero, tengo un cuerpo muy delicado, fue normal que sangrada de ese modo.

Shaka: Para mí no fue normal, ni un poco, hablo por todos cuándo digo eso -declare-. ¿Como te sientes?

Mu: Sin fuerzas -susurro-.

Shaka: ¿Ese golpe te descargó todo?

Mu: Si. 

Shaka: ¿Tengo que poner a cargar a este borreguito?

Mu: A este borreguito no lo han puesto a cargar.

Reflexione un poco y me di cuenta que esta conversación se escuchaba muy mal.

Un pequeño silencio se dio en el lugar.

Mu: ¿No vas a preguntar por donde se conecta mi cargador?

Sentí mi cara arder con esa pregunta.

Pandora: ¡Yo tengo la respuesta! -gritó entrando al lugar-.

Rápidamente me separé de Mu; pero, lo volví a agarrar ya que este iba directo al suelo.

Mu: ¿En serio? -pregunto curioso-.

La enfermera sacó un pequeño pan dulce y dijo-: Se conecta por la boca.

Los ojos del borreguito brillaron. Sin darme avisó me lanzó por un lado.

Mu: ¿¡Como lo supo!? -exclamó recibiendo el bocadillo-.

Pandora: Todos lo saben.

Me sentí un pervertido ante mis pensamientos anteriores.

Pero ese sentimiento fue reemplazado cuando me di cuenta que... Mu me lanzó a un lado por un pedazo de pan... ¡Preferiría a un pedazo de pan!

Shaka: Le importa más un pedazo de pan -susurre-.

Mientras el borreguito devoraba el manjar que le habían dado, la enfermera se acercó a consolarme.

Pandora: Tranquilo -dijo acariciando mi espalda-. Si de algo te sirve ¿Quien no cambiaria a su novio por comida?

Shaka: Yo... yo no soy su novio -aclaré-.

Pandora: Con mayor razón te va a cambiar por comida.

Esta mujer no sabe consolar.

Continuara 🐑