Varias horas después, abro los ojos, y sólo veo blanco. Recuerdo lo último que había pasado y una sonrisa se pinta en mis labios inevitablemente. Esta venganza ha sido muy dulce, ya puedo dormir tranquilo.

Siento los cabellos blancos de Nate sobre mi pecho, y veo que su brazo rodea mi cintura. Me aparto de él con cuidado y lo recuesto suavemente sobre el suelo. Se revuelve entre mis brazos y se despierta, estirando sus brazos y dedicándome una sonrisa.

-Hola -bosteza.

-Hola -sonrío.

Busco mis prendas y empiezo a vestirme mientras Nate se levanta con lentitud. Al terminar de colocarme el chaleco, abro la puerta y la cierro detrás de mí rápidamente.

Nada más poner un pie en el pasillo, siento una mano agarrarme en cuello del chaleco y empujarme contra la puerta. No me hace falta mirarle para saber quién es.

-Eres un hijo de puta -dice Brooks 2-. Un vengativo y rencoroso hijo de puta.

-Ya me tenías harto de salirte con la tuya -murmuro con indiferencia.

Christopher entorna los ojos.

-No sabes lo que puedo llegar a hacer por tenerte, Mihael -dice cerca de mis labios-. Tú eres mío, y nada ni nadie me va a separar de ti. Ni siquiera esa pelusa.

-No te atrevas a insultar a Nate. El malo soy yo, he dejado que me follaras para que no lo mataras. Así que prácticamente le he engañado, le he puesto los cuernos. Es a mí a quien deberías insultar.

Se queda un instante mirándome a los ojos, inmóvil, sin siquiera respirar. Acaba por soltarme y marcharse sin decir palabra. Yo simplemente me dirijo a la sala principal, donde Avgusta y Jolanda están hablando sobre el caso.

-Hombre, Don Juan -ríe Avgusta, mirándome-. ¿Ya te has vengado?

-Sí, me he quedado a gusto -sonrío yo.

-Bueno, pero yo que tú tendría cuidado, la familia Brooks ha sido siempre muy peligrosa -comenta Jolanda-. La maldad ha pasado por todos los varones de la familia, incluyendo a Christopher y a Jack.

-Ya me había dado cuenta.

-Lo digo en serio. Andrew Brooks asesinó a su esposa. Allan Brooks robó a los ciudadanos ingleses durante quince años. Chuck Brooks blanqueó casi veinte mil libras.

-Vaya familia -jadea Avgusta, incrédula.

-Y mira lo de estos dos: han intentado violar a gente, sólo que uno de ellos lo consiguió.

Sí, pobre Ryan... Ya tenemos algo en común.

Me quedo anonadado al escuchar a Jolanda, ha seguido los casos de los Brooks de generación en generación. Sabrá poco, estas historias son de hace mucho tiempo. Menos las de Jack y Christopher, obviamente. Asesinato, corrupción, blanqueo... Ha habido de todo. Es un surtido de delitos.

Pero ahora que ha sido Brooks 2 el que ha sufrido, ya no pienso en que he engañado a Nate. Él me lo ha hecho una vez, y yo lo he hecho con mi novio una vez con él de mirón en la puerta. Estamos en paz, uno a uno. Ojo por ojo, ya lo dijo L. Ojalá siguiera vivo...

Vuelvo a la realidad cuando oigo a Christopher entrar en la sala, refunfuñando, parece bastante furioso por lo que pasó.

-¿Qué tal, sex symbol? -pregunta con arrogancia.

-Muy bien, soplapollas -respondo yo.

-Chicos, no discutáis, Nate se está acercando.

Reina el silencio hasta que Nate se nos une, nada más verle la cara se forma una sonrisa en mi rostro. Siento que Brooks 2 me da un codazo en el antebrazo, pero no le doy importancia.

-Avgusta, Jolanda, ¿puedo hablar un momento con vosotras?

Las chicas asienten y los tres salimos de la habitación. Nos dirigimos a la suya, en la cual aún quedan algunas cosas que ordenar. Se sentaron en la cama, yo cojo la silla al lado del espejo y me siento frente a ellas.

-¿Qué pasa? -pregunta Jolanda.

-No estoy seguro de cómo me siento -digo.

Las dos cruzan una mirada antes de volver a mirarme.

-¿De cómo te sientes sobre qué? -pregunta Avgusta.

-Sobre mi venganza, pienso que lo he arruinado todo en vez de haberlo arreglado.

-¿Por qué?

-No sé... Creo que es porque sé lo que Christopher es capaz de hacer, y que tengo miedo de lo que pueda hacernos a Nate o a mí.

-Sé cómo te sientes -comenta Jolanda-. Nosotras pasamos por alto parecido.

-Jolanda, no le des más vueltas, sabes que yo te quiero a ti.

Avgusta pone una mano en la mejilla de su novia y le da un tierno beso en los labios. Al separarse, ambas tienen una sonrisa en la cara.

-Lo sé, solamente se lo contaremos para ayudarle.

Sus miradas se vuelven hacia mí.

-Había una chica americana, Sarah Bullock, por la que empecé a sentirme atraída en mitad de nuestra relación -explica Avgusta-. Estuve mucho tiempo dándole vueltas, pero me di cuenta de cómo era Sarah en realidad: egoísta. Sólo pensaba en ella misma. Y finalmente me decidí por Jolanda, y no me arrepiento de nada, si tengo que ser sincera.

-Una vez, intentó separarnos con una discusión -continúa Jolanda-. Se volvió un problema. Uno muy gordo. Pero yo lo descubrí todo y se lo expliqué a Avgusta y... Aquí estamos.

-Ambas lo pasamos muy mal.

Su historia me sorprende bastante, demasiado debería decir. Es algo parecido a lo que me pasa a mí, sólo que yo no siento nada por Brooks 2.

Nate seguramente sospecha algo, pero no estoy seguro. Lo mejor va a ser denunciar a ese imbécil por asesinato y así desaparecerá de nuestras vidas. Y a ver si Nate y yo podemos vivir pacíficamente aunque sea por una vez en la vida.

Nos quedamos hablando durante un rato sobre qué debería hacer, y creo que va a ser mejor callarme la boca, hasta que llegue el momento de desvelar la verdad. Así como denunciar a Brooks 2 por asesinato, amenazas y violación. Eso es lo que pasará justo después, lo juro por Dios. Lo hago por Nate. Porque le amo con todo mi corazón.

Al final llegará un momento en el que pensaré en esto, lo hablaré con Nate, y seguramente nos reiremos mucho los dos. Pero mientras tanto, afrontaré mis problemas y les buscaré una solución.

Salgo de la habitación, y estoy a punto de volver con Nate cuando una mano agarrar mi brazo. Me doy media vuelta y me encuentro con los ojos color miel de Brooks 2.

-Tenemos que hablar -dice.

Me arrastra hasta su habitación y me tira en la cama. Se pone encima mía a cuatro patas, paralizando mis manos y mis pies.

-Sí vuelves a hacer algo así, te irá muy mal, y a Nate también -me dice, acariciando mi abdomen con una mano-. Lo que haré será degollarle, cortarle la cabeza, y acercarme a ti con ella por las noches para atormentarte. Va en serio, Mihael, no me hagas enfadar.

-Es imposible que mates así, ya que ese no es tu modus operandi... Death Star.

Sus ojos se clavan en los míos, y una sonrisa victoriosa pero malvada se forma en sus labios, los cuales acaban unidos con los míos en un puto beso. Lo aparto como puedo y le miro a los ojos yo a él.

-Me has descubierto... ¿Ahora qué harás? Si mantienes la boca cerrada, puedo darte mucho más placer del que puedes imaginar. Y Nate estará a salvo. ¿Trato hecho?

Nate seguirá viviendo... Ya sabe lo que voy a decir.

-Hecho.

Se separa de mí y yo me voy corriendo de allí.

Qué bajo estoy cayendo...