Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XVII. Castigo

Mis manos comienzan a recorrer su cuerpo por debajo de su ropa, de arriba a abajo, despacio, con delicadeza, a la vez que mis labios se juntan con los suyos durante pocos segundos. Oigo como Nate empieza a gemir sin hacer ruido, cualquier sonido en la habitación hace eco, y sonaría escandaloso. De maravilla, pero escandaloso. Ahoga un gemido cuando llego a su entrepierna, la cual empiezo a acariciar sin dejar de besarle.

Nate echa su cabeza hacia atrás, tapándose la boca con una mano, la cual yo retiro rápidamente.

-Suena muy bien, Nate... -le susurro, provocativo-. Déjame oírte.

Aparta la mano de sus labios, y empieza a gemir cuando yo continúo acariciando su entrepierna. Le beso en los labios, hambriento, desesperado, tengo ganas de devolverle la jugada a Brooks 2. Ahora le toca a él sufrir un poco.

Nate rodea mi cabeza con sus brazos, acercando más nuestros cuerpos, sonrío para mis adentros. Quedando encima de Nate, me coloco hasta poner mi erección encima de la suya. Gime sobre mis labios y se separa de mí, mirándome a los ojos de forma lujuriosa.

-Mihael, ¿desde cuándo te pones así? -pregunta casi riendo.

-Desde que discutimos -miento.

-Bueno... Ya es hora de complacerte -sonríe.

Yo sonrío igual y no pierdo ni un segundo más. Mientras voy repartiendo besos por su cuello, empiezo a desabrochar la camiseta de su pijama blanco. Sus gemidos resuenan por toda la habitación, dándole un ambiente más excitante a la situación. Bajo mis besos hasta su pecho, lamiendo sus pezones, mordiéndolos, chupándolos, pellizcándolos, sacándole aún más gemidos.

-Agh~... Sí... Mmm, Mihael...

Con lo cual, mi deseo se apodera cada vez más rápido de mí.

Entonces él me detiene cogiendo mi rostro entre sus manos y me da un apasionado e intenso beso en los labios. Yo le sigo el beso, lamiendo su labio inferior, profundizándolo aún más. Gime sobre mis labios, yo me separo de él con una sonrisa, satisfecho.

-¿Y tú desde cuándo te pones así? -pregunto.

-Desde siempre -responde, y me muerde el cuello.

-Ah-ah, aquí el que toca, chupa y muerde soy yo. ¿Te ha quedado claro?

-No -mete su mano por debajo de mi chaleco.

-Voy a tener que enseñártelo.

Suelta una risa pícara y vuelvo a atacar su cuello con besos y mordiscos, Nate agarra mis cabellos rubios mientras gime y jadea, haciendo que mi miembro se endureciera más. Atrapo sus piernas entre las mías, frotando nuestras erecciones, y sus gemidos suenan aún más fuertes.

-¡Ah~! ¡Miha-!

Su frase se la comen mis labios, haciendo los mismo con los suyos. Mi lengua se mete en su boca, entrelazándola con la suya, a la vez que lamo su labio inferior para que me deje más acceso. Al separarme de él por falta de aire, jadeo mientras aún hay un hilo de saliva entre nuestras bocas.

Desabrocho la cremallera de mi chaleco negro, dejando mi abdomen al descubierto, Nate lo me mira con los ojos como platos.

-Tócalo si quieres -le susurro, seduciéndole-. Nadie te lo impide.

Nate es muy fácil de tentar, especialmente si es conmigo o con juguetes. Extiende su brazo, acercando su temblorosa mano a mí, hasta acariciar mi abdomen. Mi sonrisa se hace más amplia, la cara de Nate está un poco sonrojada, se ve muy tierno así.

Vuelvo a colocarme encima de él, besando su abdomen, dejándolo un poco rojo junto a las marcas de mis dientes. Agarro sus caderas, dispuesto a bajarle los pantalones, pero entonces algo nos interrumpe: alguien está llamando a la puerta.

-¡Keehl! ¡Sé que estás ahí!

Estabas tardando... Brooks 2.

Me levanto y le pongo seguro a la puerta antes de que la abra.

-¡Pues sí, estoy aquí! -grito-. ¡¿Qué pasa?! ¡¿Quieres unirte a nosotros?! -Nate y yo reímos.

-¡Los cojones! ¡Sal de ahí ahora mismo! ¡O echaré la puerta abajo!

-¡Inténtalo! ¡Mientras tanto, disfruta del espectáculo!

Le bajo a Nate los pantalones de un tirón, y meto mi mano por sus bóxers.

-Mmm... Qué maravilla, Mihael... ¡Ah~...!

Al estar en una habitación completamente vacía, estoy seguro de que los gemidos de Nate se escuchan desde fuera. Esto va a ser mucho más placentero de lo que creía. Empiezo a notar el miembro de Nate un poco duro, y bajo su ropa interior. Lamo la punta de su miembro, siento que Nate se estremece. Acaricio su pecho y su abdomen para tranquilizarle, quiero que Brooks 2 se joda, pero no que me castigue después.

Mi lengua empieza a recorrer su miembro de arriba a abajo, los gritos de Nate parecen salir al lado de mi oído. El albino lleva una de sus manos a mi pelo, apretándolo, a la vez que sus gemidos salen disparatados de su boca.

-¡Ah! ¡Mihael! ¡Sigue!

Obedezco, lamiendo cada vez más rápido su miembro, hasta que se corre dentro de mí, mi boca se llena de su semen, cayendo por mi barbilla.

-Qué delicia... -murmuro.

Beso a mi albino en los labios, arrastrando un poco de su semen de mi boca a la suya. Me separo de él, acariciando sus mejillas rosadas.

-Qué morbo -comento-. Lo tiene que estar pasando fatal.

-¿Por qué? -pregunta mi novio.

Mierda. Soy gilipollas, ¿para qué digo eso en voz alta?

Mi sonrisa se desvanece, intentando encontrar una excusa creíble y razonable.

-Eh... Porque yo puedo disfrutar de una delicia como tú y él no, está celoso -Esto debe funcionar.

-Oye, no soy una delicia -replica él como un niño pequeño.

-Sí. Eres mi delicia, mi chocolate favorito.

Sonrío y él me devuelve la sonrisa sin mirarme. Vuelvo a besarle en los labios, siento las manos de Nate quitarme mis pantalones de cuero, y comienza a masajear mi miembro. Esta vez soy yo el que gime en mitad del beso, y me aparto de él.

Nate me acorrala contra la pared, bajando mi ropa interior, y se mete su miembro entero en mi boca.

-¡Ah! ¡Nate!

Seguro que Brooks lo está pasando fatal.

Un momento... ¿Por qué me preocupo por eso? Ah, claro, porque él me ha hecho sufrir a mí y ahora le toca sufrir a él.

No le doy importancia, y vuelvo a la realidad cuando siento mi erección aún más grande, pero aún no me corro. Empujo a Nate, quedando encima de él, y coloco sus talones sobre mis hombros. Introduzco mi dedo índice en su entrada, moviéndolo en círculos.

-¡Ah~! ¡Mihael! ¡Mmnn!

Acaricio sus muslos, metiendo el segundo dedo lentamente. Esta vez los separo y junto como si fueran tijeras, los gemidos del albino continúan disparatándose, sigo besando su cuello, él agacha su cabeza para no permitírmelo, pero consigo hacer que me deje hacerle lo que quiera.

Clavo mis uñas en sus nalgas, y aulla de placer cuando meto el tercer dedo. Los saco a todos a la vez, y meto mi lengua en su entrada.

-¡AH! ¡Mmm! ¡Dios! ¡No pares!

Sonrío para mis adentros, y continuó lamiendo su entrada. La mano de Nate en mi pelo empieza a hacerme daño, pero no me quejo. Separo la lengua de la entrada de Nate, y acomodo sus caderas para empezar a penetrarlo.

Se la meto toda en una sola vez.

-¡AHHH! ¡Mihael!

Con cuidado, comienzo a penetrarlo con fuerza, haciendo que Nate grita y gima más alto, dejándome sordo hasta a mí.

Mis embestidas disminuyen un poco el ritmo para que Nate no se quedará afónico. Pero él me suplica con un hilo de voz:

-No... Más rápido...

-Si no te escucho no tiene gracia -replico yo sin detenerme.

-Por favor, hazlo más rápido...

No pude decirle que no. Si me lo pide mi albino...

Pues eso hago. Aumento el ritmo de mis embestidas de nuevo, sintiendo que llego a lo más profundo de Nate, y me corro dentro de él. Sin embargo, no me detengo, me encanta escucharle gemir de esta forma.

-¡Keehl! ¡Te voy a matar!

No hago caso al imbécil que se encuentra detrás de la puerta y sigo a lo mío.

Nate sigue gimiendo y gritando de placer, sin cesar, y se corre sobre él mismo y sobre mí.

Caigo junto a él abrazándole, y ambos nos dormimos incluso escuchando los gritos y amenazas de Brooks 2.

Esto... Ha sido delicioso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro