No he podido dormir en toda la noche. Nate no ha vuelto a aparecer por mi habitación, no lo he visto en todo el día desde ayer cuando nos reconciliamos y Brooks 2 no se ha separado de mí desde que hicimos dicho trato. A ver si lo he entendido bien, porque me parece que no me dado cuenta todavía: soy gilipollas. ¿Verdad? Ya decía yo, debería haberme negado a ser... su esclavo sexual, aunque hubiera ido a buscar a Nate. ¡Me habría dado tiempo a recargar la pistola y matarle a tiros! ¡La sangre no me llega al cerebro! Estupendo, ahora tengo que tener sexo con ese degenerado si no quiero que raje a Nate con un puto cuchillo de cocina. El sueño de mi vida.

Ha dicho que me dejaría notas en mi escritorio, con lo cual tengo que evitar que Nate las encuentre, las lea y que mate a Brooks 2. No es que me importe la vida de ese capullo, pero no quiero que Nate acabe en la cárcel. Tendré que seguir sus indicaciones, hacer lo que él me diga... ser su puta, vamos, para ahorrarme la explicación. Tendré que fingir gemidos, tendré que actuar como que disfruto cuando me toca, y... tendré que obedecer cada orden que me diga en mitad de... eso.

No será una experiencia agradable, tampoco será algo que repetiré cuando acabe. Si es que acaba algún día. Claro que acabará, ¿en qué estás pensando, Mihael? Si Nate no lo descubre, tendrás que detenerlo tú a la fuerza. Negarte. Resistirte. Como lo que deberás hacer ahora, pero a gran escala. Repetirlo una y otra vez, esconderte una navaja en alguna parte por si llega a hacerte daño de verdad. Pero tampoco puede durar mucho, serle infiel a Nate es algo que nunca tenía apuntado en un calendario, ni una alarma llamada"¡Es hora de engañar a Nate con un gilipollas!" para recordarlo. No estaba entre mis planes. Pero ahora me veo obligado a incluirlo.

Estoy sentado en mi escritorio en mitad del trabajo, investigando a Death Star. El modus operandi es el mismo que cuando mataron a Contar Finch, en el ascensor. Pero alguien había manipulado las cámaras de todo el edificio, por lo que no podemos saber cómo lo hizo. No había casi nadie a esas horas, era muy tarde, por lo que alguien pudo haber entrado en el ascensor y matarlo. Cualquiera puede ser sospechoso, incluyéndolo a él. Pero lo tengo en el punto de mira por causarme tantos problemas. Tanto a mí como a mi relación con Nate. Este va a saber quién soy yo. No sabe con quién se está metiendo. No sabe con quién se va a acostar por capricho.

Me levanto para tomar un poco el aire, demasiado estrés en tan poco tiempo. Me dirijo a la habitación de Brooks, echando el pestillo de la puerta, puesto que la de mi cuarto está rota y puede entrar cualquiera. Me asomo a la ventana y contemplo el cielo azul, vacío, sin nubes, únicamente el sol amarillo que cuelga de un hilo invisible en medio del universo. Es como alguien en medio de la nada, como alguien invadido por la soledad absoluta. Como alguien sin nada que hacer o sin gente a la que hablar. Como Nate antes de que Jack llegara al orfanato, no asocial, sino... apartado de la sociedad. De esta sociedad sucia, la que miente, la que hace sufrir. La realidad. Nate simplemente vivía apartado de la triste realidad hasta que ese capullo apareció en nuestras vidas.

Una ráfaga de aire sacude violentamente mi melena rubia, haciendo que varios mechones cubrieran mi rostro. Respiro hondo, no puedo quedarme aquí pensando. Y menos cuando ese pervertido tiene pensado dejarme notas en mi escritorio, notas que me obligan a ir donde él quiera cuando él quiera, notas a las que Nate tiene fácil acceso. Si no quiero problemas, debo volver para ver si el cabrón ya ha dejado una, cosa que veo muy probable.

Salgo de la habitación, volviendo a la sala principal de la ICE. Nate está sentado frente a su ordenador, y Brooks 2 me mira con cara de picarón con papeles entre las manos. Trago saliva, evitando su mirada para no sonrojarme, se me hace muy difícil. Seguro que ya ha dejado un papelito en mi escritorio recordándome que estoy a punto de serle infiel a mi novio. Me siento en mi silla, y me encuentro con un post-it sobre mi monitor. Lo despego y lo leo detenidamente.

"Tú y yo, a las doce de la noche en el

hotel a la vuelta de la esquina. La reserva

está hecha a nombre de Mihael Brooks. Si no

vienes, atente a las consecuencias.

---de Christopher

PD: Ponte algo sexy"

Joder... Lo sabía. El juego ha empezado. Y con unas reglas que no me gustan para nada.

Jadeo, lo único que me preocupa es la amenaza del final. Sé lo que le hará a Nate si no me presento allí a medianoche. Y no pienso permitirlo.

"Si no vienes, atente a las consecuencias."...

-¿Qué pasa, Mihael? -pregunta la dulce voz del albino detrás de mí.

Me doy la vuelta, estrujando el post-it sin hacer ruido en mi mano izquierda a mi espalda, y lo tiro al suelo sin que Nate se de cuenta. Sonrío nerviosamente, no quiero que descubra esto, es lo único que me queda para saltar desde la azotea.

-N-Nada, Nate -le respondo-. No ocurre nada.

-No me mientas, te has puesto pálido -replica él sin mala intención-. Vamos, dime lo que ocurre.

Mierda, estoy perdido. No puedo decirle "Nada, simplemente voy a tener sexo con el gilipollas de nuestro subordinado para que no te mate. ¿Me permites?", mataría a Brooks 2, seguramente después a mí, y luego se suicidará de la forma más cruel que encuentre. Obviamente. Voy a tener que mentirle... otra vez.

-No es nada, tranquilo.

Doy varios pasos hacia él, quedando frente a frente, y le beso. Acaricio su mejilla y, cuando me separo de él, no puedo evitar fijarme en lo que sucede detrás de nosotros. Brooks 2 sostiene un folio en el que está escrito "DELANTE DE MÍ, NO!!". Se pone celoso, ¿eh? Sonrío para mis adentros, voy a poder hacer sufrir a Brooks 2 de una forma. Y da mucho morbo.

Ahora sólo queda esperar hasta esta noche.

[...]

{23:55 h}

Vale, me estoy dirigiendo a mi punto de encuentro con ese imbécil. Respecto a lo que me dijo sobre la vestimenta, me he puesto lo más provocativo que he encontrado entre mis prendas. Mi chaleco negro más ajustado, mostrando mi abdomen, y unos pantalones de cuero color rojo oscuro que me quedan por encima de las rodillas. Y encima, para que no se queje, que sé que lo hará... me he dejado la bragueta abierta. Ya lo creo yo si estará contento. Yo, por la vida de Nate, hago lo que sea. Ya me arrepentiré después.

Ya he llegado al hotel, la reserva estaba a nombre de Mihael Brooks. ¡¿Yo con su apellido?! ¡Los cojones! ¿Es que no había más nombres? Anda que...

Entro y me dirijo hacia la recepción. Allí hay una mujer con su teléfono móvil entre las manos. Al verme, lo suelta y me sonríe.

-Buenas noches -me saluda.

-Hola -sonrío-. Tenía una habitación reservada a nombre de Mihael Brooks, para esta noche.

-Un momento, por favor.

Abre el libro de registros y mira los de hoy, supongo, y vuelve a alzar la cabeza.

-Sí, efectivamente. Es la suite, en la planta cinco. La tercera puerta a la derecha -me entrega la llave de la habitación.

-Muchas gracias -la agarro-. ¿Sabe si ha llegado alguien?

-No, no hay nadie en la habitación.

-Vale, muchas gracias, buenas noches.

Me dirijo hacia el ascensor y pulso el quinto botón. La suite le debe de haber costado una pasta, me pregunto de dónde sacará tanta. Porque no lleva en la ICE ni un mes, deben de ser sus ahorros desde que dejó el FBI. O lo ha robado.

El ascensor se detiene en la tercera planta, las puertas se abren y entra una chica de unos catorce años. Pulsa el botón del planta baja y las puertas vuelven a cerrarse. Un momento... si el ascensor se detiene, hay tiempo de que alguien dañe a quien va dentro... ¡Claro! ¡Eso es! ¡Ya casi sé cómo se cometió el crimen! Jadeo, noto la mirada de la chica en mí. Le sonrío y le guiño el ojo.

-¿Se encuentra bien? -me pregunta.

-Mejor que nunca, muchas gracias -le doy un beso en la mejilla.

Las puertas vuelven a abrirse en cuanto el ascensor se para. Salgo, dedicándole una última sonrisa a la chica, y camino hasta la tercera puerta. Me giro a la derecha y meto la llave de tarjeta en la "cerradura". La luz verde se enciende, por lo que abro la puerta y entro. Nada más cerrar la puerta, entro al baño, Christopher debe de estar a punto de llegar. Debo prepararme para lo que me espera.

{00:00 h}

Estoy sentado en la cama matrimonial, esperando a Brooks 2. Me citó aquí, yo ya he cumplido la mitad de mi parte. Falta él.

La puerta se abre, me levanto al instante, pero tropiezo con mis propios pies y caigo al suelo. Mis brazos están extendidos a los lados, y mis piernas están medio abiertas. Mis ojos están cerrados y mi rostro un poco rojo mientras aprieto mis dientes, mostrándolos. Los pasos se acercan, me dispongo a levantarme, pero se pone encima de mí. Sus manos recorren mis brazos con lentitud y delicadeza, hasta llegar a mis manos y entrelazarlas.

Me besa en los labios, metiendo su lengua. Intensamente. Apasionadamente.

-Ya eres mío -susurra sobre mis labios.

Lo hago por ti, Nate. Que no se te olvide.

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Oh, oh... Algo me dice que las cosas se pondrán un poquito tensas~

Esta vez sí pondré lemmon con Brooks, puesto que la última vez no lo hice, pero no serán muchos capítulos. Mihael ya sabe más o menos cómo se cometió el crimen del agente del FBI... ¿Cómo habrá podido ser?

Pero las preguntas clave son: ¿Nate se enterará de que Mihael lo está haciendo con Christopher a sus espaldas? ¿Escuchará las explicaciones del rubio? ¿Cuáles serán las consecuencias de los actos del joven choco-adicto?

} K-chan {