Han pasado cinco meses desde lo sucedido. Ahora vivo en paz con él, no hay nada mejor en el mundo para mí. Aún me río cuando recuerdo nuestra relación hace doce años, éramos dos niños que peleaban y daban lo mejor de ellos para llegar a ser el próximo L. Yo me dejaba llevar por mis instintos y en cambio él siempre mantenía la calma, le envidio por eso. Sin embargo, así estamos ahora, no puedo vivir sin él y viceversa. De hecho me alegra que no hayamos acabado enfadados por el resto de nuestras vidas. Estoy feliz de estar con él.

Soy Mihael Keehl, y trabajo con Nate River, MI albino. Nos conocen como Mello y Near, pero sólo nos llamamos por nuestros verdaderos nombres cuando estamos solos y cuando no estamos trabajando. Aunque no aguanto ni tres horas sin tocarlo, sin besarlo, sin verlo en su lado infantil. Sencillo pero tierno, frío pero inocente, y callado pero perfecto. Es la única forma con la cual describiría a Nate, a Near. Y debo dejar claro una cosa: Nate River es mío.

Aunque ya está todo olvidado, Nate se sigue preocupando por la cicatriz que quedó de la herida que me hizo el gran hijo de... perdón, que me hizo Jack Brooks. Se siente culpable, a pesar de que le digo que no debería. No fue culpa suya que ese imbécil me hiriera, no fue culpa suya que después el imbécil se suicidara. Nate nunca se había sentido culpable por nada, siempre se quedaba en la sombra y no parecía sentir nada. Pero esta vez la situación es muy diferente, es algo complicado y difícil de tratar. Debemos pensarlo bien.

Nate ya no es el mismo de antes, yo mismo he podido notarlo. Ahora es más frío, lo noto más distante. Seguro que es por lo de Brooks, este no deja de dar problemas ni muerto.

No dejaré que nadie vuelva a separarme de Nate.

[...]

Estoy sentado en mi cama, la que comparto con Nate, comiendo una barra de chocolate. Él estaba trabajando en un caso nuevo, me había pedido que fuera a descansar. Me preocupa que se esté metiendo en un lío. Me repito mio veces que no será nada, Nate siempre mantiene las cosas bajo control. No sé ni porqué me preocupo tanto, tiene casi veinte años, sabrá lo que hace. Pero, ¿qué estás diciendo, Mihael? Después de todo lo que ha pasado, ¿piensas que Nate estará bien solo? No, claro que no, ya lo creo yo que no. Sigue teniendo mentalidad de un niño pequeño, pero ese niño pequeño también tiene sentimientos. Y ese niño es mío, que le quede claro a todo el mundo.

Me levanto y guardo la tableta de chocolate en el bolsillo interior de mi chaleco. Salgo de nuestra habitación y me dirijo al cuartel general de lo que fue la SPK, que ahora es la ICE, Investigación Criminal Experta. El nombre lo puso Nate, que está buscando a gente para que trabaje con nosotros. No podemos con tantos casos nosotros solos, y aunque sólo sea un pasatiempo por lo menos ganamos dinero. Bastante dinero. Nos pagan más de $900 por caso. Y resolvemos cinco o seis al mes. Los Estados Unidos últimamente son muy peligrosos, no sabría decir porqué.

Llego a la sala principal de la ICE y lo veo allí, con tres portátiles delante y más de diez documentos arrojados sobre el escritorio. Está sentado revisando un papel mientras que con la otra mano juega con su cabello blanco. Le escucho murmurar algunas cosas en inglés, no entiendo porqué dice esto:

-You've got to be kidding me, not you again -"Tú otra vez no"... ¿Quién es?

Me acerco a él en silencio y le tomo de los hombros por detrás. Acerco mi rostro a su oído con una sonrisa pintada en los labios.

-¿Ocurre algo?

Siento que se estremece, pero no baja la guardia. Me cago en la puta, hace dos meses estos trucos aún funcionaban de maravilla. ¿Por qué narices nos dieron tanto trabajo a nosotros solos? Me entran ganas de matar a todos los que nos mandaron tres casos el mismo día. Nate no había dormido lo suficiente, es demasiado trabajo aunque los resuelva en cuatro días.

Suspira y se da la vuelta sonriendo, mi sonrisa se hizo aún mas amplia. Echaba de menos verlo feliz.

-No es nada, pero se nos ha presentado más de cinco veces la misma persona a la que hemos rechazado -explica.

-¿Esa a la que le dijiste "no" nada más leer el nombre?

-Sí, no pienso cogerle.

Le tomo de la mano y se levanta. Llevo mis manos a su cintura y le doy un tierno y dulce beso en los labios. Me sigue el beso y cierra los ojos. Yo le imito y acaricio su espalda mientras el rodea mi cuello con sus brazos. Nos separamos pocos segundos después por falta de aire.

-Deberías tomarte un descanso -digo jugando con su melena blanca-. Es demasiado trabajo para ti sólo, ve a descansae un rato.

Me mira por unos segundos antes de reír y soltarme.

-Está bien, dejaré un poco el trabajo. Revisa esos documentos y después dime quién crees que serían los mejores candidatos para trabajar con nosotros.

-Tranquilo, yo me ocupo de todo. Además -me acerqué a su oído-. Esta noche tengo una sorpresa para ti.

Muerdo el lóbulo de su oreja y le escucho soltar un pequeño gemido. Le doy un beso en la mejilla antes de soltar su cintura. Me dedica una última media sonrisa y sale del cuartel. Le preocupa algo, aquí hay gato encerrado seguro. Nunca se ha comportado así. Lo que le preocupa está entre esos documentos, estoy seguro al 100%, no hay duda alguna. Pues voy a descubrir qué es.

Voy hacia el escritorio, me siento en la silla delante a él, y empiezo a leer los informes uno por uno. No había casi nada interesante, de cincuenta persona veía adecuadas seis. Sigo así hasta que llego a un informe que me llama bastante más la atención que los demás.

-"Christopher Brooks" -leo en voz baja.

Lo que me atraía no era lo que estuviera escrito en él, si no el apellido. Lo leo todo, decía mucho acerca de su triunfo en casos con el FBI y con la CIA. Parece un buen candidato, pero Nate ha puesto una equis roja en la esquina superior derecha. Cuando llego a la lista de familiares cercanos, me encuentro con algo sorprendente.

-"Jack Brooks, hermano menor fallecido hace cinco meses".

El informe cae de entre mis manos y siento que ahora todo tiene sentido, mucho más sentido de lo que pensaba. Así que era esto, por eso Nate estaba tan anguistado y discutía algunas veces por teléfono con la misma persona. Por esto le costaba dormir por las noches, y por esto se negaba a contarme nada. No quiere que me preocupe y lo entiendo, pero ahora la situación no es la misma para nada.

Esto no ha terminado. El hermano de Brooks viene por nosotros.

Me levanto rápidamente y llego al dormitorio. Escucho a Nate gritar en el interior, apoyo la oreja en la puerta y me quedo quieto y callado por unos segundos.

-¡No pienso aceptarte, déjame en paz de una vez! ... ¡Yo no tengo la culpa de la muerte de Jack, basta ya!

No me he equivocado. Estamos metidos en un buen lío.

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¡"Kuro to Shiro" ha vuelto! ♥

{K-chan}