ACLARACIONES: En este one shot, Uzi y N son humanos y sus géneros han intercambiado. Además de que N ahora tiene un nombre completo (no cambié el de Uzi porque su nombre es un nombre de pistola, así que técnicamente no es un nombre de chica, por lo que no le ví razón en cambiarle el nombre). 

Disfruten :D

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-En serio, Nati, esto no puede seguir así -regañó Uzi, mientras trenzaba con movimientos expertos el largo cabello plateado de su amiga, quien estaba sentada en el suelo, con la espalda apoyada contra sus piernas.

Los dos amigos estaban en el cuarto de Uzi, ya que no les apetecía ir a ningún lado, pero al mismo tiempo queriendo estar juntos. Y como había pasado un tiempo desde la última vez que Uzi le hizo una trenza a su mejor amiga... Él había aprendido a hacer trenzas sólo para Nati. 

-De verdad, Uzi, no te preocupes, a mí no me molesta -insistió ella con una sonrisa que su mejor amigo no podía ver, y frotándose su brazo derecho con nerviosismo, con cuidado de no rozar el moretón que estaba justo por encima de su codo. Quiso voltear la cabeza para mirar a Uzi, pero fue detenida:

-No te muevas, no puedo hacerte una trenza si mueves tu cabeza.

-Perdón -murmuró. Apoyó su barbilla sobre sus rodillas, abrazó sus piernas las cuáles tenía pegadas contra su pecho, y se quedó un rato callada, mirando un punto fijo en la pared color lila que tenía enfrente. 

-... ¿Y qué es eso de que "no te molesta"? -preguntó Uzi de repente.

-¿A qué te refieres? 

-¿Cómo que no te molesta el como Jeffrey te trata? -aclaró-. Dejas que él te insulte todos los días, dejas que él te trate como si fueras basura... No te entiendo, Nati. Yo en tu lugar, ¡ya le habría enseñado quien manda! -se enojó tanto hablando del tema que sin querer dió un ligero tirón a los cabellos que estaba sujetando, haciendo que Nati soltase un pequeño gemido de dolor.

-Oye, tranquilízate, por favor... -pidió tímidamente.

-Perdona. ¡Pero en serio me enfurece! ¿Quién se cree ese tipo? Me he estado conteniendo, pero hoy se ha pasado. Ese empujón fue de más. Te lo juro, la próxima vez que lo vea... 

-Por favor, Uzi, no quiero que te metas en problemas -suplicó, mirando por encima de su hombro.

-Ya te he dicho, no me pasará nada -agitó una mano en el aire, restándole importancia. Después continuó haciendo la trenza. Ya le faltaba muy poco cuando Nati su mejor amiga dijo algo inesperado en forma de murmullo:

-De todas formas, tampoco lo valgo tanto.

-Espera, ¿qué acabas de decir? 

-No dije nada, no te preocupes -trató de corregir con un tono nervioso.

-Te he oído -dijo Uzi con firmeza, soltando la treza que terminó de peinar, la cuál golpeó delicadamente la espalda de su amiga al caer. Con delicadeza, Uzi empujó un poco a su amiga para poder levantarse y ponerse enfrente de Nati, quien tenía sus ojos fijos en las uñas pintadas de sus pies. Uzi se sentó cruzando sus piernas-. Nati... sé honesta conmigo, por favor -pidió en un tono suave que era poco habitual en él.

Durante un par de segundos se hizo un silencio incómodo en la habitación mientras Nati pensaba en si ser honesta o no. Finalmente habló... rompiendo con sus palabras el corazón de Uzi.

-Quiero decir... -soltó una pequeña risa, como si se acabase de recordar algo gracioso-. ¿No es cierto? No valgo nada. 

-Nati...

-¡Es la verdad! -exclamó, mirando finalmente a los ojos a Uzi de una forma intensa-. No puedo hacer nada bien... Soy demasiado ingenua... y tonta...

-¡OK, ya basta! -exclamó Uzi molesto. Se acercó a Nati y sostuvo sus manos, sorprendiéndola-. Todo eso que dijiste, nada de eso es verdad.

-Pero...

-¡Pero nada! Eso que acabas de decir son tonterías que te han metido en la cabeza -recalcó dandole leves golpecitos en la frente-. No les prestes atención ni por un momento.

-.... Sí que soy ingenua y tonta.

-OK, tal vez eres un poco ingenua. Sin embargo, eso es porque tú eres una persona muy bondadosa y positiva que siempre ve lo mejor en los demás y estás siempre dispuesta a dar una oportunidad. Aún si es probable que no salga bien, tú lo intentas -por un momento Uzi apartó la mirada, sintiendo sus mejillas enrojecer-. Lo lograste conmigo... A pesar de lo rudo que fui contigo... tú siempre fuiste muy amable y paciente... y mira, ahora somos amigos -añadió, mirándola con ojos brillantes. 

Se sorprendió al ver las lágrimas resbalarse por las mejillas de Nati.

-¿Piensas eso de verdad? -preguntó en un hilo de voz y con sus ojos brillando por las lágrimas.

-Sí, Nati, de verdad -aseguró, secándole las lágrimas con la manga de su sudadera negra-. Y yo sé que aunque no lo diga, Vic piensa lo mismo. Aún si se pone modo caradura. 

Al oír aquello último, Nati se rió un poco, haciendo que Uzi sintiese un agradable calor en su pecho. Siempre que veía a su mejor amiga esbozar una sonrisa, o incluso mejor, reír, sentía una gran euforia recorriendo sus venas, como si hubiese sustituido su sangre.

-¿Entonces qué? ¿Te he convencido? 

-Un poco... -admitió. Luego comenzó a jugar con un mechón suelto de su cabello gris-. Sigo pensando que soy tonta.

-¿Por qué? ¿Porque no sacas las mejores notas? -tímidamente, Nati asintió con la cabeza. Uzi rodó sus ojos-. Por favor. ¿A quién le importan las notas? Esos papeles no determinan que tan inteligente eres o no.

-Yo siempre creí que era para eso.

-Mira, sólo por eso no eres automáticamente tonta. Tú eres muy inteligente en otras áreas.

-¿Como cuál? 

-El área emocional. Emocionalmente eres una persona muy inteligente. Sabes leer las emociones de otras personas, como animarlas. Tienes una gran empatía, una que no todos tienen.

-Oh... vaya... -sus redondas mejillas se colorearon de rojo. Eso, más el brillo en sus ojos dorados la hicieron ver adorable desde el punto de vista de Uzi, quien tuvo que contenerse para no tocarle el rostro. 

-¿Ahora sí te convencí? 

-... Sí... -esbozó una gran sonrisa-. Gracias, Uzi. 

-Para eso están los amigos. Ahora dame un abrazo.

Nati se rió y gateó hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para rodearlo con sus brazos. Rápidamente Uzi regresó el abrazo y la estrechó con cariño.

-Tú sí lo vales -le susurró en el oído-. Nunca lo olvides.