Capítulo 19
- Oye, Matías ¿Sucede algo? - Pregunté al estar en el auto pero frente a mi casa ya, el camino a casa fue muy tenso y silencioso.
- ¿Es que a caso me quieres ver la cara de idiota o eres tan ciega que no lo notas? - Dice bruscamente y yo fruncí el ceño.
- ¿Y a ti que te pasa? - Dije yo también con brusquedad.
- Ese tipo, está claro que quiere algo contigo - Dice.
- ¿Eh? ¿Michael? ¡Claro que no! - Dije.
- Lo supe por la forma en que te mira ¡Es obvio! -
- Me mira como a cualquiera, él no quiere nada conmigo - Aclaré.
- ¡Claro que sí! ¡¿A caso estás ciega o te haces la estúpida?! -
Cerré la boca, yo no iba a tolerar esto.
- ¿Sabes algo? Si vas a andar de inseguro e insultándome, mejor me voy - Abrí la puerta y me bajé cerrando de un portazo.
Pero luego escuché a Matías bajarse.
- Espera Zaira... - Me toma de la muñeca - Lo siento ¿Si? Es que... como te miraba... -
- No me miraba de ninguna manera, él tiene esposa y dos hijos a los que ama tanto como para serles fiel de por vida ¿Sabes? -
- Lo siento... en serio... Tal vez si soy... algo inseguro... - Dice y resopla - Es que si te dieras cuenta verías a la cantidad de personas que andan babeando por ti... -
- Si no me doy cuenta es porque no quiero nada con ellos, date cuenta, yo si respeto mis relaciones - Dije y me intenté alejar, pero él me jala levemente y me atrapa la cintura.
- Si... me doy cuenta... y lo siento... ¿Puedes perdonarme? -
Lo miré a los ojos pero luego suspiré profundamente.
- Está bien... - Él sonríe y me besa rápidamente y con intensidad - Pero que no vuelva a ocurrir -
Asiente y continúa besándome pero luego baja a mi cuello y luego sube a mi oído.
- ¿Qué te parece si... me dejas pasar y... nos divertimos un momento? -
Sonreí sobre sus labios y agarré su mano, cruzamos el portón y fuimos rápido hasta adentro de la casa y no perdimos más tiempo en ir a una habitación al azar.
En realidad... no me sentía cómoda llevando a otros hombres a mi habitación, prefería que fuera en otro lado y no allí, no le encuentro el sentido pero... supongo que no importa.
Pero en este momento me alegraba más el haber arreglado de una vez con Matías.
***
***
- Oye ¿Luego de nuestros turnos quieres ir a cenar a algún lado? - Pregunta Karla.
- Lo siento, hoy Matías quiere llevarme a cenar con su mamá y darle la noticia - Dije.
- ¿Aún no se lo dicen? -
Negué.
- Quería esperar un poco más para formalizar la relación y así decirle a su madre - Dije.
Ella hace una leve mueca pero asiente.
- Está bien, pero sabes que puedes llamarme cuando quieras ¿No? -
- Lo sé, lo sé, gracias -
Nosotras volvimos a trabajar, las horas pasaron rápidamente y cuando me di cuenta ya estaba yendo a la casa de la mamá de Matías.
- Vamos, a mamá le encantará verte - Dice.
- Hm, seguro - Dije.
Ambos nos bajamos y nos acercamos a la puerta, él la abre y avisa que habíamos llegado, a los segundos escucho pasos acercarse y luego veo a la señora Reynolds con la chica que la cuidaba sosteniendo su mano.
- Hijito, que bueno que hayan venido - Ella se nos acerca y primero abraza a Matías y luego me mira a mi - Me alegro de verte, cariño -
- A mi igual me alegra verla, señora -
Ella me abraza sonriendo y yo le correspondí gustosa, luego, todos pasamos hasta más adentro de la casa y nos sentamos en la sala.
- Mamá, Zaira y yo... estamos saliendo - Dice sin más Matías y yo lo miré un momento.
¿Entonces solo así? ¿Ni una charla de primera?
- ¡Que bien! Sabía que ustedes terminarían juntos desde la primera vez que los vi en la misma habitación -
Sonreí un poco hacia la señora.
- Estoy feliz de que seas tú, eres muy amable querida - Dice su madre.
- Gracias señora - Dije.
- ¿Y? ¿Qué sabes hacer? - Pregunta.
- ¿Eh? -
- Si, como mujer deberías saber tus responsabilidades, así que... ¿Sabes cocinar? -
Ah, casi olvidaba a la señora Raynolds que conocía.
Suspiré un poco pesada pero no dejé de sonreír.
- Pues... ayudaba de vez en cuando a las chicas que trabajan en mi casa... no soy muy experta pero sé hacer varios platillos - Respondí.
- Hm... pero algo has de saber más... -
- Con todo respeto señora, creo que eso no es lo importante - Dije.
Ella iba a responder pero la chica que se había ido cuando llegamos a la sala, regresa y nos avisa sobre que la comida estaba lista.
- Bien, dejemos este tema de lado y vayamos a comer -
Asentí mirando a Matías y nos levantamos, él me guía hasta el comedor donde la comida ya estaba servida.
- Pero ¿Entonces no sabes ni coser? No importa, puedo enseñarte y tal vez... -
La escuché hablar y hablar mientras comíamos.
Esta será una larga noche...
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