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Capítulo 11

— ¿Y, no tienes alguna pareja o planes de salir? — Pregunta de la nada Matías mientras comíamos en la cafetería del hospital.

— Pues, por el momento no ¿Y tú? —

— En realidad no tengo pareja pero... me interesa alguien — Dice.

— ¿Ah si? —

— Así es —

Yo sonreí asintiendo y bebí de mi refresco pero él frunce un poco el ceño.

— ¿No preguntarás quién? —

— ¿Quieres que lo haga? Porque aún así no creo que la conozca — Dije encogiéndome de hombros.

— Has el intento al menos — Dice sonriendo.

— Bueno... am... ¿Y quién te interesa? —

— Pues... tú — Dice directamente.

Yo sonreí, me sorprendía un poco por lo rápido y directo pero en realidad ya me lo veía venir.

— Sé que nos conocemos de poco pero... desde el primer momento me interesaste — Dice.

Asentí apartando la mirada sin saber que decirle y bebí nuevamente.

— ¿A ti... no te interesé yo... ? —

— Ah... — Justo en ese momento vi la hora — Madre mía, debía volver a mi turno hace tres minutos, debo irme, hablamos después. Por cierto, gracias por la cómoda, adiós —

Salí casi corriendo del lugar y suspirando aliviada cuando ya no lo vi más.

O sea, si se me hizo muy guapo y divertido pero... nada de sentimientos amorosos, al menos no por el momento.

Regresé a mi trabajo concentrándome únicamente en lo que hacía, espero que olvide el tema porque no quiero volver a hablar sobre eso.

***

***

Resoplé cansada luego del día, dejé mis cosas lista para irme, me había quedado hasta tarde por una cirugía de emergencia y por el cansancio me quedé dormida en una de las habitaciones vacías.

— Nos vemos Doctora Adams, que descanse — Dicen los enfermeros que se quedan de guardia.

— Nos vemos chicos — Dije sonriendo.

Ellos se alejan y yo busco mi teléfono en el bolso para llamar a Louis pero en ese momento escuché un golpe.

Me quedé de piedra mirando a todos lados pero luego pensé que debieron de ser los de la guardia nocturna.

Aunque mis paranoias provocadas por historias y películas me hicieron ponerme nerviosa y ansiosa.

Caminé algo más lento, debía confirmar que solo eran los de la guardia, porque si no eran ellos... debía llamar a seguridad...

— Oigan, chicos — Dije pero solo había silencio — Mierda... si son ustedes digan algo, yo que sé, digan "presente" —

Nada de nuevo y yo comencé a asustarme. Pero como no escuchaba nada por bastante tiempo, suspiré y me di vuelta para ir hacia la recepción y llamar a seguridad pero solté un grito el cual se cortó al tener la mano de aquel hombre en mi boca y su arma en mi cabeza.

— Ni se te ocurra hacer algo... una bala es más rápida que tú... — Amenaza.

Sentí mis ojos picar y no hice nada, pero escuchamos pasos apresurados y el hombre maldice y se esconde tras una pared pero me apunta igualmente.

— ¿Está todo bien? — Preguntan los de guardia.

Yo apreté mis manos las cuales temblaban, miré de reojo al hombre quien me hace una cena para que responda.

— Y..Yo... si, si... solo... creí ver un insecto, es todo... vuelvan a su guardia, yo estoy bien — Dije.

Ellos me miran algo dudosos pero asienten y se alejan, el hombre sale de su escondite.

— Ahora si ¿Dónde está Hunter Baker? —

Yo no dije nada pero él aprieta la punta de la pistola en mi cabeza, yo cerré los ojos asustada.

— Dímelo... —

Suspiré, me tragué el miedo para responder.

— Lo siento, el horario de visitas terminó — Dije aún así sabiendo lo que podría pasarme.

Él parece molesto y en un momento me agarra del cabello jalándome.

— Si no es él, eres tú... y no creo que quieras poner su vida antes de la tuya... ¿No? —

No respondí nuevamente y él carga la pistola haciéndome asustar más.

¿Qué hago... ?

— Está bien, te llevaré con él... — Dije derrotada.

Me di vuelta y él apoya su arma en mi espalda haciéndome sobresaltar pero me hace caminar. Yo estaba pensando en algo que podría hacer mientras caminábamos pero no podía pensar en nada.

Me di cuenta que estábamos cerca de la habitación de Hunter y lo único que pensé fue en hablar fuerte para que Hunter se despertara y se escondiera o algo...

— ¿Q..Qué piensas hacerle? — Pregunté deteniéndome justamente frente a su puerta.

— ¿No es obvio, idiota? Matarlo, es una amenaza, pero te mataré también a ti si no te apresuras y si no te callas —

Me mordí la lengua pero aún así seguí.

— No puedo decírtelo... eso sería como matarlo de mi parte y eso va en contra de mis principios como... —

— ¡No juegues conmigo! — Me agarra del cuello y quita el seguro del arma a la par que vuelve a presionarla contra mi cabeza.

Me pareció escuchar algo dentro de la habitación de Hunter pero por suerte el hombre no.

— Estoy perdiendo mi paciencia así que apúrate. Dime. Cual. Es. La. Puta. Habitación ¡Ya! —

Apuntá a la puerta.

— E..Es esta... — Dije.

Él me mira y me empuja hacia la puerta para que la abra y cuando lo hice me empuja dentro de la habitación entrando tras de mi.

Pero ambos nos damos cuenta que la cama estaba vacía y eso lo molestó y mucho...

— Eres una idiota, prefieres morir por alguien como él — Me agarra del cuello apretándolo hasta dejarme sin aire pero en ese momento tiene una pistola junto a su cabeza.

— Sueltala... ahora... —

El hombre me suelta poco a poco ya que la mano con la que tenía su pistola, estaba apuntando a otro lado gracias a Hunter quien lo había agarrado.

Yo me alejé unos pasos.

— Zaira quítale el arma y llama seguridad — Dice Hunter mientras hacia más esfuerzo para contener al hombre.

Yo, aunque estuviera asustada, lo hice, me acerqué pero sin estar bajo el alcance de un disparo del hombre le quité el arma y corrí hasta afuera de la habitación y llamé a los de seguridad quienes llegaron rápido y entramos en la habitación, ellos se llevan al hombre.

— ¡Hijos de puta! — Dice antes de ser arrastrado fuera.

Yo suspiré aliviada pero luego me acerqué a Hunter y lo ayudé a volver a su cama ya que se veía adolorido.

— ¿Estás bien? — Pregunta estando ya acostado de nuevo.

Yo solo asentí rápidamente y aspirando un poco pero cerré los ojos y en lo único que podía pensar era en el frío del arma contra mi cabeza, sentía que mi rostro se contraía mientras intentaba aguantarme el llanto por el susto que había pasado pero Hubter estira sus manos hasta mi y me atrae a él para abrazarme.

Un abrazo cálido y protector... lo que necesitaba ahora.

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