C4-Conociéndolos
Sus ojos se negaban a abrirse, pero su cabeza le decía que debía despertar.
Escuchaba los gritos de una discusión cerca de él pero no lograba identificar las voces.
Le parecía que antes las había escuchado pero aún así no se daba cuenta.
Sus hermanos no eran, porque si no debería de haber cosas rompiéndose o explotando.
-Humm-dice cuando logra abrir sus lindas esmeraldas y ver el panorama frente a él.
Un chico parecido a su versión de 15 años (según le contaron) pero con el cabello verde discutía con un hombre más grande y que se parecía mucho a Mukuro excepto por el color de cabello y la ropa.
Ninguno de los dos notó que él había despertado, por lo que decidió observarlos.
Pasaron unos segundos hasta que reconoció al peliverde que se parecía a él.
Era Lampo, el primer guardián del Rayo Vongola y quien le confío su legado.
Pero al posar su mirada en el otro adulto.
Ese peinado, su parecido a Mukuro y Chrome...... Allí fue cuando lo reconoció....
Sus ojitos se llenaron de lágrimas e hizo un puchero para luego saltar sobre Daemon, aunque lo traspasó, pero eso no lo detuvo y siguió lanzando patadas y manotazos al aire.
-¡Deja a Lampo-san! - gritaba Lambo intentando golpear, sin ningún éxito,a Daemon.
El melón lo miró sorprendido mientras que Lampo logró sostener a Lambo.
-Ya Lambo, tranquilo-pide Lampo al niño.
Lambo lo voltea a mirar con los ojos todavía llorosos.
-Pero... Él nos atacó-dice Lambo con un puchero, Dae apartó la vista y Lampo pidió paciencia.
-Lambo, dime ¿No tienes tú montones de amigos que los han atacado antes?-dice Lampo con una sonrisa tranquila.
El pequeño lo pensó unos segundos y era verdad.
Varía, Millefiore, Simón... Todos ellos.
-Cierto... Lambo-san lo siente-dice el pequeño disculpándose con Daemon.
El peli melón sonrió.
-Tranquilo pequeño-dice con una pequeña sonrisa-Por cierto.... En definitiva se parece a ti-lo último se lo dijo a Lampo.
Antes de que el peliverde le contestara, Lambo se escapó del agarre de Lampo y se bajó de la cama.
-Le diré a Tsuna-nii que despertaron-dice él con una sonrisa y sale de la habitación.
Ambos fantasmas reaccionaron y salieron tras el niño.
-¡Espera Lambo! - dice Lampo, pero el pequeño rayo no lo escuchó.
Lambo siguió corriendo hasta que sintió las llamas de sus hermanos en el comedor, por lo que fue allí.
-¡Tsuna-nii! ¡Los fantasmas despertaron! - grita el pequeño abriendo las puertas, pero a penas lo hace es atrapado por Lampo.
-Yare yare niño travieso-regaña Lampo.
-Esperenme-dice Daemon llegando agitado, cosa rara si era un fantasma.
Por lo menos eso fue lo que pensó la décima generación Vongola.
-Oya oya Melón ¿acaso tienes problemas de resistencia por la vejez? - pregunta Mukuro con una sonrisa.
Tsuna lo regaña con la mirada, mientras los demás trataban de no reír por lo dicho por la piña mayor.
Entonces Lampo y Daemon reaccionaron donde estaban.
El peli melón se tenso a la vez que Lampo soltaba a Lambo, que se fue con Chrome, y se colocaba frente a Dae.
-El no va atacar-dice enseguida Lampo.
La décima generación se miraron entre sí y asintieron.
-Tranquilo Lampo-san, ya sabemos que no atacara-dice Tsuna con tranquilidad.
-El Omnívoro melón ya ha pasado bastante-se escucha la voz de Hibari-Aunque me debe una batalla.
-Kufufu a mi también - dice Mukuro interrumpiendo a la alondra.
Antes de que Lampo o Daemon hablaran, alguien más interrumpió.
-¿Acaso quieren morder el polvo de nuevo? - dice Hayato dándole una calada a su cigarrillo.
-Kufufu no te metas... Muerde almohadas del loco de los cuchillos-dice Mukuro y luego esquiva una pequeña bomba dirigida a él.
Luego de eso se formó una de las típicas peleas de Vongola.
Primero fue entre Hayato y Mukuro, luego se le sumó Hibari porque la piña lo provocó.
Takeshi trató de calmarlos pero los otros tres dijeron algo que hizo que la lluvia desenvainara su espada.
Y por último Ryohei que también cedió a las provocaciones de sus "hermanos menores" y terminó metiéndose en la pelea.
-Esto no me lo esperaba-dice Lampo con cara de poker.
Daemon estaba igual.
-La seriedad se fue por el caño-dice Chrome con Lambo en brazos y se va al lado de los fantasmas- Se que son fantasmas pero por seguridad alejense un poco-pide ella.
-¿Por qué? - pregunta Daemon, entonces sienten un aura terrorífica en la mansión.
Y no, no era Reborn.
-Chicos.... ¿Pueden calmarse? - pide Tsuna con los ojos cerrados y una sonrisa dulce- Y Mukuro... Tranquilo por favor-pide y todos vuelven a sus lugares.
Más las piña que estaba pálido, sinceramente no quería estar en abstinencia de nuevo.
Luego de esa.... Peculiar escena, todos recapitularon su seriedad.
Para Daemon y Lampo sin duda alguna fue una escena bizarra pero entretenida, ni siquiera ellos en su tiempo habían hecho un desastre total en menos de 1 minuto y se recuperaron como si nada hubiera pasado en otro minuto.
Sin duda alguna la décima generación era sorprendente en todos los sentidos.
-Como decía-vuelve a comenzar Tsuna-Sabemos algo de lo que sucedió, por lo que pueden estar tranquilos
-¿Qué tanto saben? - pregunta Daemon entrecerrando sus ojos y mirándolos fijo, algo le decía que esos chicos no solo sabían un poco.
Tsuna suspira.... Debía hablar rápido porque él y los chicos no podrían seguir conteniendo su ira.
-Esta bien, los escuchamos-dice él desviando la mirada un poco avergonzado, pero luego vuelve a recuperar lañ compostura- Pero debes saber Daemon que no te odiamos, ya que tú has sido una victima más.
Cuando dijo lo último, la primera niebla observó hacia los demás guardianes y luego volvió a Tsuna.
Ninguno estaba mintiendo, de verdad le habían perdonado.
-Nufufu... Gracias niños-dice sonriendo de lado.
Lampo también esboza una sonrisa.
-Nagi... - llama Mukuro y entonces Chrome lo mira y asiente.
-Si me permiten, Lambo y yo les daremos un tour por la mansión-dice la chica y ambos fantasmas, un poco extrañados, deciden seguirla.
Y apenas salen del comedor, escuchan unos gritos de por favor y luego uno de Punto zero.
-Mejor no lo volveré a hacer enfadar-dice Daemon con los ojos bien abiertos.
-Solo pasa cuando de verdad está enojado-ríe Chrome y comienza a guiar a ambos fantasmas por la mancion.
Daemon no se sorprendió mucho con algunas cosas, pero Lampo fue otra cosa.
Chrome, Lambo y Daemon tuvieron que reprimir sus risas cuando Lampo se asustó al ver cómo encendían las lavadoras (cuando pasaron por la lavandería) ya que él solo salió del anillo para la prueba de sucesión y luego volvió, por lo que muy poco sabía del mundo moderno.
En un momento del recorrido a Daemon le entró una duda.
-Chrome... - llamó Daemon con un poco de duda.
-¿Si Daemon-san? - dice ella.
Los dos rayos los escuchaban.
-¿Cómo lograron traerme tú y Mukuro de vuelta? - pregunta, entonces la peli piña sonríe suavemente.
-Él y yo sentimos una pequeña cantidad de llamas en el jardín bajo un árbol-comienza-Fuimos allí y encontramos un cofre enterrado con un reloj diferente al que tienen ustedes, allí dentro estaban sus llamas-explica ella.
Lampo se sorprendió un poco ¿acaso sería...?
Luego de eso, el tour terminó y tanto Chrome como Lambo se fueron a realizar sus actividades mientras que Lampo y Daemon volvieron a la habitación.
-Era el reloj que te di- dice Lampo- ¿Lo escondiste ahí? ¿En nuestro árbol? - pregunta exigente.
-Era nuestro refugio, ¿no? - dice Daemon con una sonrisa- Ese lugar... Era lo único que me hacía sentirte cerca-expresa con melancolía.
Ninguno de los dos sabía que estaban siendo escuchados por un lindo Búho que a su vez le transmitía lo que escuchaba a sus dueños.
Y una de ellos soltó un grito fangirl.
Más tarde....
Daemon y Lampo fueron invitados a la cena.
Obviamente no irían a comer ya que eran fantasmas, pero aun así, decidieron ir para no ser descorteses con Tsuna.
Sin duda alguna, para ellos fue bizarramente conocida esa cena.
Era como verse en espejos pero a la vez no.
Ya que la décima generación podría parecerseles pero tenían otro carácter.
Sus peleas, sus anécdotas... Todo estaba envuelto en una calidez familiar.
Mucho más grande que la que ellos sintieron como cuatro siglos atrás.
Pero la "calma" no dura para siempre.
En un momento de la cena una sirvienta apareció y le dijo algo en el oído a Tsuna.
Todos se sorprendieron cuando el castaño escupió lo que estaba tomando en ese momento y luego comenzó a toser.
-¡Juudaime! - grita Hayato y se levanta a ayudarlo a recuperar el aire.
Los demás se sorprenden, para que Tsuna reaccionara así debía ser algo grave.
-¿Qué ocurrió Tsuna? - pregunta Takeshi luego de que el castaño se recuperara.
-Mañana... Vienen los Simon-dice con seriedad.
Las reacciones variaron.
Daemon casi se muere, de nuevo, ya que era posible que viera a los niños a los que les quitó sus familias.
Lampo curioso por ver a los descendientes de Corzat.
Casi toda la décima generación se tensaron un poco pensando en cómo ocultar las presencias de los fantasmas.
Y sí, dije casi toda la décima generación ya que había un solo integrante que, a pesar de lo que tenían encima, estaba feliz.
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VADA: El preámbulo dice que la filantropía tiene relación con el peronismo de la economía social- dice y luego se da vuelta en la cama y sigue durmiendo.
BERMUDA: Ignoren eso... estuvo haciendo trabajos de la universidad y a veces sueña con eso-dice él mientras la arropa mejor.
REBORN: Pues avisa antes que ahora esta se me está ahogando. -dice mientras ve a Jessica en uno de sus ataques de risa extremos.
BERMUDA: Por lo menos terminó la escuela y no sigue soñando con cheques y facturas-dice el negando con la cabeza
REBORN: Y mientras tanto está dame soñando con Pokémon.
JESSICA: ¡Oye! ¡También sueño con otras cosas!
REBORN: Y roncas
BERMUDA: Ignorando a esos dos-dice mientras más atras Jessica y Reborn discutían sobre quién sabe qyue cosa de Pokémon- hoy habrá dos preguntas de la semana y esas son:
¿Daemon dará la cara frente a los Simon?
¿Quién es el guardián que está feliz por la llegada de los representantes de la tierra?
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