Hola! Mis queridos caballeros negros aquí está un capítulo más de esta historia, nos vamos acercando a la recta final, pues como había comentado esta historia no sería tan larga como yo suelo hacerlas, así que atentos, ahora lean, voten y comenten

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Al día siguiente muy temprano Manuel se despidió de Matilde, Josefina y Prudencia, pidiendo a estas dos últimas que por favor cuidaran muy bien de Matilde, un último beso a su mujer y se fue para la ciudad, sin pensar en las consecuencias que podría traer ese viaje para su matrimonio.

Josefina y Prudencia se aseguraron que Matilde almorzara muy bien, después la acompañaron a dar un pequeño paseo, pues tampoco podía estar demasiado tiempo acostada, después entonces si Matilde se fue acostar pues estaba agotada, mientras tanto Prudencia y Josefina hablaban de cualquier cosa, incluso jugaron cartas para distraerse.

Josefina había mandado una carta a Humberto diciéndole que estaría fuera por dos semanas o más, pues tenía cosas que arreglar y que esperaba cumpliera con su trabajo y comportamiento, este bufo al saber eso, pero nada podía hacer, su trabajo en el cultivo si era pesado pero no como el esperaba, así que podría seguir llevándolo acabo.

Ese día después de la cena Matilde dijo que se iría acostar, no sin antes tomar un baño pues necesitaba relajarse, una vez lista se acostó en su cama pero no podía dormir, porque, no lo sabía, así que tomó un libro para leer un poco y así pasar algo de tiempo para intentar dormir, pero más de una hora después eso no pasó, así que salió de la habitación para ir a caminar un poco, quizá eso funcionaria, pero en la Sala se encontró a Josefina quien estaba tomando un té.

JOSEFINA- ¿que haces despierta? ¿Te sientes bien?

MATILDE- si, es solo que no puedo dormir.

JOSEFINA- quizá porque ya te acostumbraste a dormir con Manuel y el hecho de que no estará por varios días te tiene nerviosa.

MATILDE- puede ser, porque ya intente y nada.

JOSEFINA- pues debes descansar, debes cuidarte, así que anda yo te acompaño en lo que te duermes.

MATILDE- ¿harias eso por mi?

JOSEFINA- por supuesto, vamos.

Josefina fue a dejar la taza a la cocina y después fue con Matilde a la habitación de esta, ambas se recostaron en la cama y solo bastaron unos minutos para que Matilde se quedará dormida, Josefina pensó en irse pero prefirió quedarse, pues quería que Matilde descansará bien, así que se acomodo y se durmió. Por la mañana Matilde fue la primera en despertar y vio que Josefina aún seguía a su lado dormida, sonrió por lo tierna que se veía dormida, pues parecía una niña.

Con cuidado se levantó y fue al baño a arreglarse, una vez lista salió de la habitación dejando a Josefina aún dormida, bajo y vio si ya estaba el desayuno pues tenía hambre, ahí vio a su tía comiendo galletas y le quitó algunas, justo cuando el desayuno estaba listo Josefina bajo ya lista.

PRUDENCIA- ¿y como dormiste hija?

MATILDE- pues al principio no podía tia, pero gracias a Josefina que se quedó conmigo pude dormir muy bien.

PRUDENCIA- ¿enserio?

MATILDE- si, es que el pensar que Manuel estará tantos días fuera me puso nerviosa.

JOSEFINA- pero ya le dije que es normal, esta acostumbrada a dormir con el y por eso me ofrecí a hacerle compañia.

PRUDENCIA- te lo agradezco Josefina, con eso de que tomó mi medicamento para dormir hay ocasiones en las que no siento ni al más mínimo ruido.

JOSEFINA- no agradezca, ustedes han hecho tanto por mi que esto es algo mínimo.

MATILDE- pues me alegro de que ahora nos estemos ayudando mutuamente, además me agrada mucho tu compañia. - la tomó de la mano-.

JOSEFINA- lo mismo digo Matilde.

Prudencia se alegro de esa complicidad que había entre ellas, pues eso le traía tranquilidad y felicidad a Matilde, y ahora con el embarazo lo necesitaba aún más, después de desayunar las tres salieron a dar su paseo, Josefina en ningún momento soltaba a Matilde, iba a cuidarla lo mejor posible.

Paso una semana desde que Josefina estaba en la Hacienda con Matilde, Humberto ajeno a eso se estaba acostumbrando a su trabajo, en esos días era tanto el cansancio que apenas y llegaba a la casa, cenaba y se iba a dormir, ni ganas le quedaban de ir a jugar o beber, Renato lo interceptó un par de veces cuando salía a trabajar para intentar que fueran a la taberna, pero no lograba su cometido.

Augusta se enteró por oídos chismosos de como estaba trabajando Humberto, algo que la molesto pues su hijo no tenía porque trabajar en esas circunstancias, así que fue a la casa de Josefina, pero ahí le dijeron que esta se encontraba de viaje y Humberto trabajando, así que molesta se fue prometiendo regresar para hacer que su hijo deje de trabajar, pues no tenía porque hacerlo.

En esa semana Josefina durmió todos los días con Matilde, así que su cercanía creció aún más, tanto así que casi no se separaban para nada, Prudencia casi no pasaba tiempo con ellas, pues quería que esa amistad se fortaleciera más, así que ella se dedicaba el pequeño jardín que había en la Hacienda, aunque eso si, siempre al pendiente de todo lo que pudiera pasar.

Ese día Josefina despertó antes y es que quiso tener un detalle bonito con Matilde, así que se vistió y fue a la cocina donde ayudó a la cocinera a preparar el desayuno, solo que este se lo llevaría a Matilde a la habitación, así que cuando lo estuvo listo subió con la bandeja, al llegar con cuidado abrió la puerta y entró.

Se acercó con cuidado y dejó la bandeja en la mesita y se acercó para despertarla, pero al tocarla la sintió temblar y eso no le gusto, así que le tocó la frente y vio que tenía fiebre, así que de inmediato fue a pedir que llamaran al médico y después regresó con Prudencia, entre las dos mojaron unos pañuelos para tratar de bajar la fiebre, por primera vez en mucho tiempo Josefina sintió miedo.

CONTINUARÁ......

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Si les gusto déjenme sus votos y comentarios, que tengan una buena mañana/tarde/noche depende de donde me lean, nos vemos en el próximo, bye.

FRANCHIZRDZ 😘😘