Prólogo
"Todos tienen una parte de ellos mismos que no quieren mostrar al resto."
–Pero- ¿Qué está ocurriendo?
El bullicio comenzó paulatinamente a inundar el lugar.
Anya se fue desperezando. Tenía al señor Quimera en su brazos, el peluche estaba siendo apresado con sus extremidades repletas del relleno. La niña vio a sus lados y se encontró con sus dos papis a su lado. Preparados para cualquier tipo de ataque.
"¿Qué clase de situación es esta? ¿Por qué salgo en esa pared? Mantén la calma Twilight, un espía perece si no mantiene la tranquilidad. Primero, hay que analizar el lugar y las personas. Anya está al lado mío junto a Yor. El hermano de Yor se está acercando. Todos aquí parecen estar recién despertando. Puedo identificar a varios agentes de mi agencia, hay varios políticos importantes en este lugar, veo a varios compañeros de Anya aún durmiendo. Parece que los niños son los últimos en irse despertando."
"¡¿Anya está bien?! Sí, lo está. ¿Será algún tipo de ataque? ¡¿Nos quieren matar?! Tranquila Yor, sabes que tú estás capacitada y fácil podrías acabar con todos ellos. ¡Espera! Pero si eso ocurre, todos sabrán que soy una sicaria. ¡¿Cómo reaccionarían Loid y Anya?! ¡¿Y Yuri?! ¡¿Qué tengo que hacer?!"
"Yo ya sé eso, mami"
El vértigo ya la estaba afectando, su cabeza dio vueltas. Estiró su mano para alcanzar la manga de Yor. Esta al sentir un tirón se giró a verla, la niña se apoyó en ella y comenzó a sudar. Mientras más personas iban despertando, más pensamientos iba escuchando y eso la abrumó.
–¿Anya, estás bien? – no recibió ninguna respuesta, Anya cerró sus ojos intentando calmar su cabeza. Yor la alzó de brazos y se dirigió hasta su falso esposo –. Loid, Anya de nuevo se está sintiendo mal.
– ¿¡De nuevo?!
"Mierda, esta situación se está volviendo cada vez peor."
Ahora solo habían pensamientos sobre lo preocupados que estaban sus papis por ella. Levantó su cabeza sorprendida, con la mente más clara.
–¿Anya? ¿Te sientes mejor?
–Chi – "No puedo leer la mente de los que están lejos..."
"Ni a los amigos, ni a los amantes, ni siquiera a la familia."
–¿¡Anya?! – el joven Desmond había despertado hace poco, levantó la vista y, quitando el hecho de estar rodeado de guardaespaldas, divisó una pared. Esta era extraña y mostraba imágenes, además de sonido, parecía la pantalla de televisión pero a la vez era completamente distinto.
– ¿La conoces, Damian?– un sobresalto movió todo su cuerpo, reconocía esa voz. Su hermano totalmente serio lo estaba mirando. Recién caía en cuanta de que estaba junto a su familia, incluido su padre. Una frambuesa podía competir con sus mejillas.
–Ella es una compañera de curso...
Se puso rígido, mejoró su postura y trató de relajar su expresión, entonando el mismo ambiente que su familia. Ignorando todo el resto de la sala.
– ¡Señorita Becky! – un guardaespalda corría tras de ella, pero eso no le podía interesar menos.
"Si todos están aquí, Anya también y con ella debe de estar mi Loid"
Logró divisar una pequeña cabellera rosada, pero en cuanto salió en esa pared, se quedó quieta quedando solo como una más del público. El guardaespaldas, con órdenes de su jefe, tomó en brazos a la niña, está simplemente se bajó del agarre y caminó en silencio hacia su familia, antes muerta que perder el orgullo de ser tomada en brazos.
"Con sonrisas falsas y engaños, ellos ocultan sus verdaderos pensamientos, lo que realmente son. Así es como el mundo..."
–¿¡Yor?! ¡¿Hermana?! – cuando al fin llegó frente suyo la agarró de sus hombros examinando si estaba intacta, al confirmarlo, la soltó suspirando y ahora fue el turno de la mayor de comprobar si su hermano estaba bien–. Yor, quédate a mi lado y alejémonos, no sabemos si estar aquí es peligroso o no.
–Yuri, no voy a dejar a Loid y Anya.
"Ese es el tío, enemigo de papi... ¡Qué genial!"
Yuri estaba a punto de un colapso nervioso, ante sus ojos podía ver todos los ponibles enemigos y peligros que dañarían a su querida hermana mayor. ¡No permitiría que ella salga herida! ¡Sobre todo si él estaba presente!
– Si quieres te puedes quedar a nuestro lado, ¿verdad? – el hombre a su lado se quedó en silencio, estaba encerrado en su mente analizando posibilidades, hasta Anya se estaba mareando con todos su pensamientos-. ¿Loid?
– ¿Eh? Oh, sí, por supuesto que se puede quedar. – Twilight le brindó una cálida sonrisa al estilo Loid Folger y su esposa le respondió con otra sonrisa.
"Funciona para mantener esa frágil paz." Ahora, bajo la mesa y detrás de cada uno mostró lo que celosamente escondían.
Un escalofrío recorrió todas las espinas dorsales. Una rabia inundó el corazón y enfrió las cabezas. ¿Esas eran armas?
– ¿¡Qué mierda está ocurriendo?!
Manos temblorosas y ojos abiertos. Una frustración ahogó a Twilight. Estaba frito, se sentía desnudo frente a tantas personas y por primera vez en todos sus años como espía, no supo cómo reaccionar. Se sintió como un niño pequeño buscando la mirada de su madre. Aún puede arreglar la situación, alguna excusa se le ocurriría.
– Anya, no puedes dejar tus juguetes botados en cualquier lado
– ¿Eh? – la pequeña no entendió. ¿Esos eran sus juguetes? ¿¡Le compraron a Anya juegos de espías?!
– Siempre pidiendo cosas de tu serie, Anya.
– Chi, Pa – ¡Waku waku! ¡Le compraron a Anya más cosas para ser una espía! ¡Tal como en Spy wars!
"Eso mantendrá sospechas sobre mi alejadas, una encubierta perfecta. A un espía no lo descubren por tales cosas."
"¿Entonces no hay nuevos juguetes?
– E-Esos son... ¿¡Cadáveres?! – gritos despavoridos resonaron por la sala. Provenían de las colegas de Yor, en su trabajo de encubierta.
Varias miradas se posaron sobre la mujer, ella solo mantenía sus manos cubriendo su boca.
–Y-Yo... – no sabía qué hacer, hasta su hermano, que antes mantenía una mano sujetándola, se apartó, retrocediendo dos pasos incrédulo.
– Es solo ropa amontonada... – salió su esposo como un héroe. Encontró calma en su mirada y respiró tres veces y forzó una mentirosa sonrisa.
– E-eh, ¡sí! Es sol-solo ropa amontonada... Ul-Últimamente me estoy enfocando en la creación de ropa, así que tengo muchos... maniquíes...
– Anya no sabí– una mano de su papi la interrumpió haciéndola callar.
No era posible, demasiadas excusas. Intentando ocultarse. Sospechoso. La policía no les creyó. Los civiles no les creyeron.
Esto no se sentía bien... ni correcto.
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