8. La discusión.
Capítulo Ocho.
La discusión.
Mia Hobbs.
Nos encontramos en la sala de la casa de Alex terminando de hacer el trabajo que teníamos pendiente. Por más que rogué para irnos a la casa de Amber o la mía no quisieron.
Me parece tan injusto, Osea lo hicimos por votaciones y ellos son tres contra uno y por más que intente sobornar a Carlos para que votara para irnos a mi casa no quiso y me siento súper incómoda aquí.
Los chicos no han salido del despacho todavía y se puede escuchar claramente que no ha sido una buena noticia que le han dado a Alex pues se escuchan maldiciones y gritos de frustración, estamos en su casa fastidiándolo y creó que él no esta de buen humor.
- En mi casa podemos ver una película, - intento por séptima vez convencerlos.
- Dolly, te acusaré con Alex si sigues insistiendo, - Amber rueda los ojos.
Vemos a venir a Katy y a Carlos de la cocina con uno vasos de agua y una sonrisa que se nota desde lejos.
¿Cómo demonios pueden estar tan felices?
- Amber, - Todos miramos a Katy la cual es la que esta hablando, - ¡Esta empezando a llover!
- ¡Siiii!, - Chillán los tres.
Y cuando digo los tres es porqué incluyó a Carlos, él también esta en contra de mí. Merece todo mi despreció ¡ufss! Lástima que no pueda despreciarlo pero de igual manera me vengaré no se cuando pero lo haré.
- ¿Qué tiene que ver que valla a llover?
Ellos sonríen y les soy una mala mirada, estoy cansada de ser la última en enterarse de las cosas. No hay nada que odie más que a la mentira una simple mentira puede arruinar una relación de años y hasta un matrimonió, ¿Cúal es el vicio a mentirle a las personas que "Aman"?
Para mí, nadie miente por amor si tu mientes es porqué quieres y punto.
- Mia, no debes molestarte pero Alex nos dijo que si llovía no nos podíamos ir a la casa, - Carlos habla de la manera más relajada posible.
¿Que?
Ya va... no entendí.
Dormir aquí...
Suelto una carcajada que los sorprende, - Chicos es juego ¿Cierto?
Paro de reír al ver que su semblante esta en modo serio, - No estamos bromeando.
- ¿Están locos? Nos tenemos que regresar hoy mismo y si se quieren quedar quedense pero yo me regreso hoy con ustedes o sin ustedes, - Escupo de mal humor, - Estoy cansada de sus misterios, Amber sabes que lo mucho que odio las mentiras ¡Y me mientes!
Me consideró una persona pacífica pero cuando exploto es porque exploto y de verdad no quiero que Amber me siga mintiendo se supone que es mi mejor amiga y me tiene que decir las cosas por más graves que sean.
Quedo estática al ver que han salido del despacho y que escucharon todo lo que he dicho.
Enserio, debo aprender a pensar y ver antes de abrir mi gran boca.
Alex enarca una ceja, - Tú no te mueves de aquí y menos si esta lloviendo, ¿Te quieres enfermar?, - su tono de voz es serió y puedo notar su ceño fruncido nada leve.
Y por su tono de voz me esta, espera..
Enarco una de mis cejas cruzando mis brazos sobre mi pecho, - ¿Tú me estas ordenado?, - Frunzo mi ceño, - Oh, me vas a disculpar pero no tienes ningún derecho a ordenarme nada cuando yo quiera me voy y punto.
Todos han quedado sorprendidos pero me a molestado en el tono que lo ha dicho, ¿A caso cree que puede manipularme? Se ha metido con la chica equivocada.
- Sí te estoy diciendo que no te vas es porque no te vas.
- Y yo no te estoy preguntando.
Alex me mira fijamente, - Pero mientras estés en mi casa haces lo que yo te diga.
Su respuesta me a tomado por sorpresa definitivamente no conocía a este Alex, - Tranquilo no volveré a pisar tú casa, - Hago énfasis en "Tú" me parece tan desagradable que sea de esta manera.
- Ay, la niña es orgullosa, - ¡Malditos labios que un día llegue a probar!
- Prefiero ser orgullosa a un imbécil como tú, - acomodo mi falda, - Creés que por tener esto te hace superior a los demás, pues no querido no te hace ni más ni menos que los demás y si piensas que soy como las demás personas que puedes pisotear, pues no Alex McKay te has equivocado conmigo.
- Y tú deberías aprender a no faltarles el respeto a las demás personas o ¿no te lo enseñaron niña perfecta?, - Habla con asco, le soy una mala mirada.
El ambiente esta súper tenso. Creó que ninguno de los que están en esta sala están parpadeando.
- Ok, Alex ten calmas y Mia te relajas, - Thomás trata de tranquilizar las cosas pero es inútil ninguno de los dos a despegado la mirada del otro, - Amber, habla con Mia.
Amber camina hacia a mí y me agarra del brazo, - Vamos, - Susurra pero no me muevo del lugar, - Te lo explicaré todo te lo prometo.
- Aunque no queráis me lo vas a explicar.
Empiezo a caminar con ella pero una voz nos hace detener, pero para mí ni debería mirarlo.
- No, - me volteo y veo a Alex, - Mia va conmigo, - Habla tan seguro de si mismo que estoy apuntó de reírme pero no estoy de humor para reír.
- Y yo te digo que no voy contigo, - me cruzó de brazos mirándolo con una ceja enarcada.
Una sonrisa incrédula invaden sus prefectos y deliciosos labios, - Y yo tampoco te estoy preguntando, - Dicho esto camina hacia a mi en pasos largos y me sube a su hombro con tanta facilidad que me hace dudar si de verdad estoy comiendo bien.
¡Idiota creído!
Cuando reaccionó ya casi vamos subiendo las escaleras, ahora se que si es fuerte pues me lleva en su hombro cargada, - Ey, bajame.
Ignorando mi berrinche él sigue subiendo las escaleras como si no estuviera hablando puedo escuchar risas y cuchicheos enserio que a él se le debe enseñar que no puede ir por el mundo mandando a la gente como si fuera superiores a ellos.
- ¡Que me bajes!, - empiezo a golpear su espalda con mis manos aunque no lo estoy golpeando fuerte.
- ¡Queréis calmarte! ¡Joder! No hay otra niña más terca que tú en este mundo, - Escupe de mal humor.
Terca...
Terca, ¡Yo no soy terca!
¡Y tampoco soy una niña!
¡Tú si eres un idiota, imbécil, estúpido creído de mierda!
Llegamos a una habitación para luego entrar y cerrar la puerta detrás de nosotros y no pasa desapercibido que le ha colocado seguro. ¡Oh, altísimo de los inocentes, alejame de todos los actos lujuriosos que pueden pasar por mi mente!
Alex se da la vuelta quedando a espaldas de mí, - Me disculpó si te hice sentir mal.
Frunzo mi ceño, - ¿Qué si me hiciste sentir mal?, - Risa sarcástica, - ¡Me hiciste sentir inferior a ti!, - me alejo un poco de él.
- ¡Y por eso me estoy disculpando! - Su grito me hace brincar del susto, la rabia a invadido todo mi cuerpo y mis pequeñas parte pensante se ha esfumado.
- ¡Primero no me grites y segundo una disculpa no resuelve nada!, - Grito de vuelta.
- ¿Y creés que yo no lo sé?, - puedo sentir la amargura en su voz, - Si eres tan perfecta ¡Dime! ¡Dime que puedo hacer para arreglar esta mierda de una vez!
Habla con cierta melancolía en su voz- No soy perfecta, solo que pienso lo que voy a decir, - tomo una bocanada de aire, - Debes saber que lo decís hiere, y mucho.
Mis ojos se cristalizan - ¡Lo sé, Lo sé! ¿Y qué? No puedo hacer nada ¡maldita sea!, - agarra mi mejilla limpiando una lágrima que resbala de mis ojos, - No hay nada que pueda hacer. - sea a vuelto frío, nunca había conocido a una persona más bipolar en este mundo.
Evito contacto visual con él, - ¡Cambiar, eso puedes hacer! ¡Todos somos iguales, Tú, - golpeó su pecho, - No eres más que nadie, somos iguales.
Me mira desesperado, - ¡No soy igual a ellos!, - vuelve a gritar agarrando su cabello en un movimiento desesperado.
Me limpio las pequeñas lágrimas que me quedan, - Nadie a sido sincera contigo, - le doy una ultima mirada antes de salir de la habitación.
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