Capitulo 4
Montserrat:
¡¡Esta situación me va a volver loca!!
Elizabeth tiene que encontrar a alguien mejor que el castroso que la abandonó sin importarle nada. Pero no se como hacer que ella entienda que si no olvida a ese idiota, no podrá conocer a nadie más. Es una situación complicada, ya que involucra los sentimientos mi mejor amiga y un chico que desconozco pero me cae bien.
El simple hecho de notarla a pesar de los esfuerzos de Eli por ser invisible ya lo hace una persona admirable. Me puedo imaginar los desplantes que mi mejor amiga le habrá hecho en estas últimas semanas y hasta siento pesar por el.
En estos momento me encuentro en la habitación de Eli saltando como desquiciada en su cama, ya que acaba de aceptar conocer mejor al chico misterioso. Y eso me hace feliz, verla así, con las mejillas sonrojadas y la mirada perdida... me hace más que feliz.
—Bien, vamos a averiguar primero su nombre—me siento de un brinco y tomo una pequeña libreta para apuntar los pasos que según yo vamos a seguir para sacar información de ese chico...
—No seamos tan apresuradas—me recrimina lanzándome una mirada de advertencia, ya que suelo emocionarme de más en estos casos— Primero voy a charlar con el durante unos días, y después puedes averiguarle hasta el tipo de sangre si quieres.
Evito indignarme ya que se que lo que dice es cierto, pero tampoco voy a dejar que me diga mis verdades en mi cara así que le pego un golpe en el brazo en señal de advertencia.
—¡¡Oye!!—me mira mal sobándose el brazo—No me dolió pero seguro que me vas a dejar un moretón ridícula.
Abro la boca en señal de indignación absoluta, no porque me haya dicho ridícula, si no porque se esta quejando de un golpe que siquiera le dolió.
—Uy flor.....—respondo a cambio tratando de ponerme seria—Cambiando de tema, necesito que miremos una película de terror que acaba de salir en cine— su rostro se pone pálido y empieza a negar rápidamente con la cabeza.
—Oh no
—Oh siiiiiiii
—Sabes que no me gustan ese tipo de películas..
—Pero a mi si, y como eres la única que me aguanta tal como soy ahora te chingas y la ves conmigo, además ni da tanto miedo.... o eso creo.
>> Ya que las críticas de esta película dicen que no da miedo y que es chafa, así que la quiero evaluar contigo para ver si así es.
—Esta bien, tu ganas pero no la voy a ver. Voy a buscar una manta y me voy a tapar con ella hasta que acabe la película...
—Si, si, si haz lo que quieras mientras estés presente aquí conmigo.
—Bien—articula y veo como se levanta de donde estaba y se acerca a su armario para buscar la manta más gruesa que tiene. Dudo que la encuentre ya que la escondí en un lugar seguro. Necesito que vea esta película para que se le quite el miedo sobre este género.
—¿Has visto mi manta negra?—pregunta a pasos de mi pero me hago la loca y niego con la cabeza—¡Que raro!, estoy segura que la había puesto por...
—¡¡Tuuuuuuu!!
Me sobresaltó por su grito y me preparo para empezar a correr por mi vida.
—¿¡¡Que!!?
—¡¡TU TIENES MI MANTITA!!
—¡¡NO GRITES!! ¡¡ADEMAS NO LA TENGO!!
—¡¡Claro que si!!
Trato de levantarme sin que ella lo note pero ya es tarde cuando la siento caer encima de mi, se coloca a ahorcadas de mi y empieza a sacudirme sin descanso hasta que grito que pare y resignada le doy su dichosa mantita.
—Ten tu pinche manta cobarde de quinta— le enseño mi dedo cariñoso y ella me saca la lengua cual niña de cinco años.
— Montserrat—escucho mi nombre, pero estoy enfadada y no quiero dirigirle la palabra—Nena, sabes que lo hago porque amo mis sueños y me da miedo dormir después de ver tus dichosas películas. Además siempre te vas y me dejas con traumas y eso no es justo para mi, lo sabes ¿verdad?.
—Claro que lo se, pero no es mi culpa que no me den permiso para quedarme, sabes que mis padre son estrictos y que jamás en su vida me dejarían quedarme en una casa que no es la mia— susurró apenada por que se que lo que dice es verdad y siempre pienso en mi como una total egoísta.
—Lo se mi vida, ¿me das un abrazo de ridícula a ridícula?
Sonrío y me abalanzó hacia ella cayéndose encima. Seguido de eso escuchamos un sonido no tan bonito salir de la televisión. La cosa esa se cayó y por un momento pensamos que estaba rota pero los milagros existen y cayo encima de las almohadas que pusimos para poder ver la película.
Un suspiro de alivio sale de nuestras bocas y decidimos acomodarlo en el suelo con una extensión que teníamos guardada por ahí.
***
Elizabeth:
La película termina con el avance de la secuela que se ve es más aterradora que la primera. Me despido de Monse y la acompaño hasta la puerta de mi casa. Su casa queda a tres casas de la mía, así que puedo ver como se mete en su casa desde mi porche.
Una vez la veo estar sana y salva me adentro en la mia y trato de que las escenas de la película no vengan a mi mente por esta noche.
Subo a mi habitación y pongo toda mi atención en mi teléfono tratando de distraerme lo mejor posible.
No se cuanto tiempo pasa pero alrededor de unas horas recibo un mensaje de un número desconocido y las escenas de la película atraviesan el escudo que había puesto y entro en pánico.
Miro alrededor de mi cama por unos minutos y mi pulso se acelera con solo imaginarme encontrar a alguien parado frente a mi cama con un cuchillo de carnicero en sus manos.
La piel se me eriza por completo al escuchar un leve golpe en mi ventana y me levanto para ver que es lo que ocasiona el golpe o quien...
Me asomó por la ventana y no veo absolutamente nada, así que la abro completamente dejando que el aire frio de la noche impacte contra mi rostro y cause que mis mejillas y nariz se tornen heladas.
Mi mirada capta una figura escondida tras unos arbustos y me paralizó completamente imaginando las escenas de la película.
¡¡¿Que tal si es un asesino serial?!! ¡¡¿ Y si vino por mi, solo por el hecho de ver la película esa?!!
¡¡No quiero moriiiiiiir!!
El pánico me aborda casi por completo y trato de no perder la compostura frente al asesino. Si voy a morir por lo menos que sea con gracia y no como las actrices de las películas que tiran su dignidad por algo que el asesino obviamente no les va a conceder.
No es como si ellas dijeran: no por favor, no mates te lo suplico...
Y el asesino las dejará en paz solo por sus súplicas, por favor esas son esperanzas baratas que las películas te venden sabiendo que eso no te va a servir de nada..
Regreso mi mirada a la figura del arbusto y trago grueso al ver que no está, en su lugar no hay absolutamente nada. Salgo corriendo directo a mi teléfono encontrando el mensaje del desconocido. Paso de largo y llamo a Monse con el corazón bombeando a mil dentro de mi pecho.
—¿Que quieres Elizabeth?—responde al primer tono—Espero que sea algo bueno o si no....
—Hay alguien afuera de mi casa—interrumpo— Hace poco mire una figura oscura detrás de un arbusto y solo me distraje un segundo, lo juro, fue solo un maldito segundo y cuando mire otra vez ya no estaba y tengo miedo—susurro contra el teléfono mordiéndome una uña a espera de su respuesta.
—¿ Y porque susurras? ¿Ya te atrapo? ¿Te esta obligando a hacer esta llamada para pedir recompensa? ¿Que paso? ¡¡Dime mujer!!
Oigo como se altera pero soy incapaz de hablar pues escucho un golpe en mi ventana que me hace sobresaltarme en mi lugar y enmudecer completamente.
Me abro paso hacia la ventana que esta abierta y saco la cabeza para observar los alrededores cuando siento un impacto en mi frente muy doloroso.
Caigo de trasero hacia atrás, y por inercia llevo mi mano a la zona afectada.
Mi miedo es superado por la furia de tener un dolor agudo en mi frente y no saber quien lo causo. Así que me muevo rápidamente a la ventana y gritó.
—¡¡¡¿Quien chingados me pego en la frente?!!!—mi respiración es un desastre y se vuelve peor cuando veo a la sombre volverse a poner en el mismo lugar que antes, nada más que ahora no me da miedo y corro hacia las escaleras para ponerlo en su lugar.
Rápidamente salgo de casa y me apresuro hacia el lugar en donde se encontraba el sujeto.
—¡¡Oye tu!!—camino rápidamente hacia el cuando logró visualizarlo desde mi punto de vista—¡¿Acaso nadie te enseñó que si vas a matar a alguien no lo matas a pedradas en la frente?!
Grito y en su lugar recibo una carcajada de su parte. Así que tomo una piedra del camino y se la tiró dándole en la frente que tiene cubierta con un gorro negro.
De inmediato se cubre la zona adolorida con las manos mientras yo sigo caminando hacia el echa una furia.
Retrocede al verme sujetar otra piedra y yo sonrío de satisfacción como una psicópata.
—¿Que pasa? Hace un momento me estabas molestando tirandome piedras en la frente pero ahora ya no quieres seguir jugando...— hago un puchero y niego con la cabeza mientras avanzo—Tirarle piedras a las personas esta mal, y eso fue lo que tu hiciste. Así que tienes que pagar por tu travesura niño malo.
Suelto una carcajada que se seguro pondría en duda mi salud mental pero no me interesa, la mirada que me está dando este chico me está divirtiendo demasiado y me es casi imposible parar.
—Esta bien, está bien—dice por primera vez el desconocido, levantando sus manos en señal de rendición y eso me basta para bajar la piedra y mostrarle una sonrisa de satisfacción.
>>De veras que eres una psicópata. Pero aún asi me gustas....
Dice dejándome enmudecida. Y hasta ahora reconozco su voz y esos ojos negros que tanto pensé por la tarde.
—¡¿Eres tu?!
Notita:
Nuevo adelanto.....
Es un capítulo largo por todo el tiempo que me tardo en actualizar, siento que tengan que esperar tanto y prometo actualizar más seguido así que sin más lo dejo..
Se les quiere con todo el kokoro❤ hasta la próxima actualización.... Byee.
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