Capitulo 1
—Chica linda—me dice tomando mi rostro y planteándome un beso en los labios—Eres el sueño más grande que he tenido en toda mi maldita vida.
—Y tu el mio—respondo profundizando el beso—Te amo tanto... No soportaría perderte...
—No me vas a perder nunca—promete juntando su frente con la mia.
—Eso espero—susurro aferrándome a su camiseta, mientras aspiro profundamente dejando que su perfume se adentre en mi nariz.
~~~
Despierto agitada por la pesadilla que acabo de tener, las lagrimas no se detienen y mi cuerpo esta temblando. El deseo de tenerlo a mi lado prevalece más que nunca. Me siento destrozada profundamente y aunque el lo hizo lo perdone después de una semana de haberse ido. El amor que le tengo fue más fuerte que el odio.
Las semanas pasan con las mismas pesadillas de la promesa que jamas cumplió. Quisiera olvidarme de el, creer que el ya no existe o que nunca existió, pero solo sería un engaño a mi misma. El cambio todo a mi alrededor y no puedo suponer que eso jamas paso porque si paso.
—Elizabeth Walter—me llaman al frente en mi nuevo instituto. Me paro y camino hacia el frente tratando de calmar los nervios que se apoderan de mi cada vez que hago esto. Ya van tres institutos seguidos, desde que el se fue, mi madre no ha querido que permanezca mucho en solo lugar y lo mejor de todo es que no tengo tiempo para pensarlo demasiado. Mi mejor amiga y mi madre se han puesto en la tarea de no dejarme pensarlo por mucho tiempo, saben que mi cerebro no deja de pasar la misma escena desde el dia en que se fue, pero no pierden la esperanza de que pueda conocer a alguien más y hacer una vida normal sin ningún tipo de limitaciones. Pero lo que no saben es que mi corazón lo sigue queriendo igual desde el día en que se fue y duele, duele tener que hacerle entender a tu cerebro y corazón que el no volverá más.
-Buenos días, mi nombre es Elizabeth Walter-me presento con la mirada perdida-He estado en tres institutos por problemas personales, espero que nos llevemos muy bien por este corto tiempo.
Cierro mi presentación caminando hacia mi lugar con la mirada de todos puesta en mi. Es incómodo pero con el tiempo te acostumbras.
Recibo las clases con normalidad hasta que llega el receso, es el momento que más detesto a lo largo del día porque las chismosas se me pegan como garrapatas buscando hallar información que no les daré de ninguna manera.
-Bien, todos pueden salir al comedor-anuncia la maestra dando por terminada su clase y me preparo para las preguntas que se que van a llover por parte del grupo de chicas que no dejaban de mirarme desde que me presente por la mañana-Sea lo sea que van a preguntar solo no lo hagan-advierto al ver que las más valiente se acerque a mi.
-Solo queremos conversar tranquilamente-levanta las manos en señal de paz-Se lo que te paso y créeme que te va a ser muy difícil olvidarlo. Es muy duro que el amor de tu vida te abandone en una estación de autobus-estoy paralizada, no entiendo como sabe lo que paso, nadie tenía permitido decirlo y la única que lo sabe es la psicóloga del instituto.
-Mi madre es la psicóloga y leí por accidente tu expediente cuando organizábamos su escritorio-dejo de escuchar el resto porque empiezo a caminar a toda prisa hacia la oficina de la directora.
Cuando llego entro sin pedir permiso valiéndome si esta ocupada o no-Se supone que este instituto es uno de los mejores de esta ciudad, que todo esta guardado bajo llave por eso les confié mi pasado creyendo que todo iba a ser totalmente secreto.
-Buenos días señorita Elizabeth-dice a cambio alternando la vista entre la persona a la que estaba atendiendo y yo-Si no le importa ahora estoy ocupada, si pudiera venir unos minutos después cuando ya este calmada y serena...
-No no y no. Me va a atender ahora porque los que se violentaron fueron mis derechos no los suyos-exclamo interrumpiendo todo.
-Esta bien, solo déjeme despedir a la persona que estaba antes de usted-habla con los labios tensos en una sonrisa que ni ella misma se cree.
Se para ha dirigir a la persona que esta a mi lado hacia a fuera. Hasta ahora me doy cuenta de que es un chico, pero no le doy la importancia necesaria gracias a la ira que me recorre por dentro en estos instantes.
-Bien, señorita dígame que es lo que es tan importante para que entre a mi despacho en estas circunstancias y levantando la voz-dice mientras se encamina hacia su silla.
-Pasa que su instituto no es muy eficaz guardando secretos que podrían perjudicar a sus estudiantes-respondo sintiendo el miedo de que ese rumor se pueda propagar en todo el centro.
-No entiendo el punto al que quieres llegar-exclama acomodándose los lentes de lectura que adornan su rostro y le dan un toque más maduro de lo que ya es.
-Mi secreto fue puesto a la luz-suelto sin más-La hija de la psicóloga me busco hace poco a para decirme que siente lo mucho que he sufrido y que debe ser doloroso por lo que pase-mi tono de voz se va haciendo cada vez más fuerte debido a la rabia y el miedo. No puedo volver a pasar por lo que pase en el antiguo instituto de eso nada.
-Esta bien, haré lo que pueda para que no digan nada dentro del instituto pero fuera ya no puedo hacer nada, lo siento-dice levantándose para guiarme fuera de su despacho.
Salgo del despacho echa una furia y echando pestes por cualquier cosa. Me recuerda a mi antigua yo, era muy amargada según decían y el único que podía cambiar un poco mi humor era el. Pero todo eso quedo en el pasado, ahora solo queda convencer a mi corazón de que el no era real.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro