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Jessy permaneció unos minutos más con Mc, asegurándose de que estuviera cómoda y tranquila. Finalmente, después de un último abrazo, se levantó de la silla.

—Tengo que ir a hablar con los médicos. No tardo nada. ¿Estarás bien sola un momento?

Mc asintió, forzando una sonrisa.

—Sí, estaré bien. Ve tranquila.

Jessy salió de la habitación con paso decidido, dejando a Mc sola. La habitación se sentía extrañamente silenciosa sin la presencia de su amiga. Mc miró su teléfono, que estaba sobre la mesa junto a la cama, y decidió encenderlo. Había demasiados mensajes y notificaciones.

Mientras intentaba procesar los mensajes de preocupación de sus amigos, algo llamó su atención: varias notificaciones sobre menciones en redes sociales. Había comentarios y fotos de su tío Tony (ahora padre para algunos) en el hospital, lo cual confirmaba lo que Jessy le había dicho. Suspiró, sintiéndose abrumada.

De repente, la puerta se abrió de nuevo. Mc levantó la vista, esperando ver a Jessy, pero en su lugar, vio a alguien que no esperaba.

—¡Jake! —exclamó, incrédula. Jake , su casi novio, estaba de pie en el umbral, con una expresión de asombro y preocupación en su rostro.

—Mc ... —murmuró él, avanzando lentamente hacia la cama—. ¿Estás bien?

Mc parpadeó, tratando de asegurarse de que no estaba soñando. Pensaba que Jake estaba de viaje por trabajo. Verlo allí, en su habitación de hospital, era la última cosa que esperaba.

—¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas en Reino Unido para lo que sigue de la gira.

Jake se acercó a la cama, tomando su mano con suavidad.

—Estaba llegando a Reino Unido. Pero en cuanto no me contestabas, tomé el primer vuelo de regreso. No podía quedarme allí sabiendo que estabas en el hospital.

Mc sintió una oleada de emociones. El hecho de que Jake hubiera volado de regreso solo para verla significaba mucho para ella.

—No puedo creer que estés aquí —dijo, apretando su mano—. Pensé que estabas en medio de algo importante.

Jake sacudió la cabeza.

—Nada es más importante que tú, Mc. Cuando supe lo que pasó, no dudé en volver. Lamento no haber estado aquí antes.

Mc sintió las lágrimas acumularse en sus ojos nuevamente, pero esta vez eran de gratitud.

—Gracias, Jake. En serio, gracias por estar aquí.

Jake sonrió, sus ojos reflejando un profundo alivio.

—No tienes que agradecerme. Solo quiero asegurarme de que te recuperes pronto.

Se sentó junto a ella, sin soltar su mano, y Mc sintió una calidez que no había sentido desde el accidente. A pesar de todo el caos y la incertidumbre, la presencia de Jake le daba un nuevo sentido de esperanza y fortaleza.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Jake, su voz llena de preocupación.

Mc suspiró, todavía abrumada por todo lo que había sucedido y la información que acababa de recibir.

—Confundida. Dolorida. Y... abrumada. Jessy me dijo lo que pasó con mi tío y cómo todo internet sabe ahora que es el famosísimo Tony Stark. Es mucho para asimilar.

Jake asintió, su expresión seria.

—Debe ser realmente difícil. Pero recuerda, no tienes que enfrentarlo sola. Tienes a tu familia, a tus amigos... y me tienes a mí.

Mc asintió, sintiéndose un poco más tranquila.

—Gracias, Jake. Saber que estás aquí hace que todo sea un poco más llevadero.

Jake sonrió y le acarició la mejilla con ternura.

—Siempre estaré aquí para ti, Mc. Siempre.

Mientras hablaban, Mc se dio cuenta de que, a pesar de las dificultades que enfrentaría, no estaba sola. Con el apoyo de sus seres queridos, sabía que podría superar cualquier desafío, porque una parte de ella sabía que esto solo era el inicio del caos. Pero con Jake a su lado, sentía que el futuro, aunque incierto, era un poco más brillante.

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