12. Tú eres mi casa.
Me encontraba abrazado a mi amiga Belle y con la cabeza de Alicia apoyada en mi hombro y haciéndome cosquillas en los brazos, me encantaba estar así con ellas.
-Tía, no me jodas, ¿Luca te ha pedido salir?- dije sorprendido de que hubiera ocurrido tan pronto.
- Sí, va a ser una cita original, le voy a enseñar a pescar, que dice que le hace ilusión – se le veía muy emocionada- él no es como los otros chicos, es tan especial.
-Belle te has pillado por él- dijo Alicia con una sonrisa burlona.
- Bueno ¿y qué tal vas con Dy? ¿os habéis arreglado ya? Me tenéis en ascuas muchachos – comentó Belle divertida.
-Nos besamos otra vez y me dijo que por mucho que nos separaran acabaríamos encontrándonos – dije y mis mejillas enrojecieron.
-N, estás viviendo una historia digna de una novela romántica- dijo mi amiga pellizcándome el brazo.-Auch- me quejé- espero que tenga un final feliz.
De repente llamaron a la puerta, fui a abrir dejando a mis amigas en el sofá y te vi parado en la puerta con los ojos rojos de tanto llorar y un moratón en la cara, el pelo desordenado y yo sentí una daga en el corazón, llevabas una camiseta azul mojada y unos pantalones negros. Cerré la puerta y te estreché en mis brazos, te acurrucaste en mí como un gatito buscando refugio en unos brazos amables y lloraste, no me importó en aquel momento que mojaras mi camisa, solo me importabas tú.
-Shhh cariño, todo va a salir bien – te traje un vaso de leche caliente y Belle te trajo unas galletas, cuando te calmaste dejé que explicaras lo que había ocurrido.
-Mi padre descubrió que estuvimos juntos y empezó a gritarme como si fuera un ogro, aunque creo que eso es lo que es, me pegó por desobedecerle y mi madre estaba desesperada intentando calmarle, pero él la empujó para atrás y yo me asusté porque nunca había sido violento con ella y me escapé de la casa a pesar de que rugía como un dragón, no sabía a quién más acudir, no quería ir a casa de María y Belle porque sé que Mar se pondría fatal y no quería que mis amigos me vieran así, vine aquí porque tú eres mi casa
- Sentí que volaba cuando escuché la última frase.
-Quédate a dormir, mis padres no están y mi hermano se ha ido a pasar la noche en casa de su novia, puedes dormir conmigo, te prometo que mientras yo esté no te pasará nada- besé tu cabeza. Cuando fueron las doce y Alicia y Belle se fueron te conduje hasta mi habitación donde te dejé una camiseta y un pantalón que me dejó mi hermano para que te la pusieras, fui al baño a ponerme el pijama y cuando volví me acosté contigo en la cama.
- Gracias por quedarte conmigo, mariposa – dijiste juntando nuestras frentes y rozando mi nariz.
Gracias por elegirme- dije con una amplia sonrisa.-
Te elegiría una y mil veces – no pude aguantar más y te besé y tú me apegaste más a ti mientras seguías el beso y yo rocé el cielo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro