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Capítulo VII: Conociéndonos

En el capítulo anterior...

Jack quedó petrificado, sus ojos no podían moverse de sitio ¿acaso podría ser? ¿era su mente jugando con el? Su sorpresa aumentó todavía más cuando notó que la chica lo miraba de vuelta.

No era posible, se acercó lentamente mientras veía esos ojos azules igual de asombrados que los suyos.

- “Elsa…”

Totalmente pasmado, Jack llegó hasta la mesa donde se encontraba Elsa, quien a su vez lo miraba llena de sorpresa.
- Elsa, ¿eres tú?- la pelirrubia asintió.

- Sí Jack, pero ¿qué haces aquí? – preguntó sin salir de su asombro -“es increíble”- pensó.

- Estoy estudiando, bueno, es mi primer día- contestó un poco nervioso por estar frente a la joven reina a la que había acompañado hace pocos días a su casa.

Elsa se sorprendió ante la respuesta - ¿en serio? es que, como te conocí trabajando en el café, no esperaba encontrarte aquí - dijo tratando de no sonar mal.

- Ah sí, eso fue sólo un trabajo temporal, antes de entrar y… por cierto ¿a qué se debe que te encuentro aquí también?- preguntó Jack con el mismo cuidado.

- ¿Me creerás Jack? También entré a estudiar hoy- dijo sonriendo levemente

- ¡Wow! ¿en serio? No lo imaginaba- dijo Jack mirando a Elsa y luego miró la silla frente a ella - ¿podría sentarme contigo? –
La chica platinada abrió los ojos apenada por no haber notado eso – claro Jack, adelante- el albino sonrió y se ruborizó de igual manera mientras colocaba su charola en la mesa y tomaba asiento.

- Así que, ¿fue un trabajo temporal en el café?- preguntó Elsa colocando sus manos en la mesa.

- Sí y no, verás, en realidad vengo de Finlandia, me mudé hace dos meses aquí porque fui admitido en esta universidad y lo vi como una oportunidad para ser independiente…- Elsa lo escuchaba atentamente mientras asentía de vez en cuando.
Jack le contó sobre su anterior trabajo con el que logró juntar dinero, el como consiguió departamento rápidamente así como el trabajo en el pequeño café.

- ¿Dices que vienes de Finlandia?- Jack asintió –vaya, debe ser muy bonito, sólo he escuchado de ese país por medio de los embajadores- dijo Elsa con asombro mientras desayunaba sus hot cakes, con chocolate claro.

- No le pide nada a Arendelle, este reino es hermoso- le respondió Jack de manera animada, haciendo que la chica sonriera nerviosa.

- Cuéntame Elsa, ¿cómo siendo reina, tu decidiste entrar a estudiar una carrera?- preguntó Jack de forma animada.
Elsa le empezó a platicar emocionada cómo había fallado un intento para la carrera de relaciones internacionales y su felicidad al haber sido admitida en el segundo intento.

- He tenido el deseo de trascender más allá de los deberes como reina, como tener una preparación profesional y lo mejor es que me ayudará a desempeñarme mejor en mi puesto como gobernante-

- Vaya- Jack se sentía asombrado por el relato de Elsa, empezaba a admirar su decisión y valentía de llevar a cabo dos obligaciones – pareciera que te gusta lo difícil- bromeó un poco.

Elsa rió levemente, el comentario le pareció divertido.

- Realmente espero poder Jack, es uno de mis mayores deseos. Aunque podría pedir a mi hermana ayudarme en caso de que sienta demasiada presión-

- ¿Anna tiene otra ocupación?- preguntó curioso Jack

- Estudia la preparatoria particular, prácticamente todas sus clases son a domicilio y sus exámenes en línea. Sin embargo, ella se mostró preocupada por las ocupaciones que tendría con la universidad… al igual que yo- dijo bajando un poco la mirada.

- ¿Te sentiste nerviosa antes de entrar? - preguntó Jack con una mirada preocupada. Elsa asintió un poco cabizbaja.

- Yo también me sentí así- Elsa lo volteó a ver – traté de disfrutar mis últimos días en el trabajo pues sabía que podría no volver a vivir los mismos momentos. No eres la única que estaba nerviosa, majestad- dijo con un tono suave.

La joven lo miró sonriendo tímida a lo que Jack devolvió la sonrisa

- ¿Ya no regresarás a trabajar ahí?- preguntó

- En realidad sí, solamente serán los sábados por la tarde debido a las obligaciones escolares- respondió Jack rascando detrás de su cabeza.

De cierta manera Elsa admiraba también el ánimo del joven peliblanco, de pronto un recuerdo vino a su cabeza.

- Jack, se me pasó decirte… muchas gracias por el muffin- se sonrojó un poco al decir esto, sabía que iba a pasar pero quería darle las gracias realmente.

- Ahh no fue nada- respondió algo tímido –quería alegrarte la tarde para que no fuera tan pesada para ti-

Elsa sonrió mientras trataba de ocultar su sonrojo posando su mano en la cara. En eso sonó la campana anunciando el regreso a las aulas.

- Será mejor que vayamos al salón- dijo Jack poniéndose de pie al tiempo que Elsa lo imitaba.

- Es verdad, tenemos que llegar antes que el profesor- mencionó Elsa

Se despidieron a la salida de la cafetería

- Ten muy buen día de clases Jack- dijo Elsa empezando a caminar hacia su edificio.

- Tu también, emm ¿Elsa?- la pelirrubia giró su cabeza

- ¿Si Jack?- dijo mirando al joven

- Espero poder verte mañana de nuevo- dijo con una sonrisa tímida.

- Así será Jack- sonrió y ambos marcharon a su edificio.
Durante el resto del día transcurrieron las clases correspondientes, cuando dieron las 4 pm concluyó el primer día para los jóvenes estudiantes.

Jack y Kristoff caminaban a la salida platicando sobre sus impresiones del día.

- ¿Me dices que vienes de Finlandia? – preguntó el rubio
- Si, es la primera vez que vengo a este lugar, pues en mi familia no tenemos muchos recursos. Mis padres trabajan en una empresa de telas, a veces hasta la noche. Yo trabajaba los fines de semana para poder contribuir a los gastos – respondió Jack con un tono bajo

- Lo entiendo amigo, desde pequeño he trabajado en una fábrica de hielo junto con mi familia, al grado de convertirse en la única vida que conocí- esto último lo dijo con una ligera sonrisa.

- ¿Eres de aquí?- preguntó curioso el peliblanco

- Sí. Bueno, crecí dentro del pueblo Sami cerca del reino, pero mis padres se movieron cuando era pequeño por el trabajo.

Continuaron platicando durante el camino, Jack supo que cuando era niño Kristoff encontró en el bosque a una solitaria cría de caribú, al que adoptó con el nombre de Sven, volviéndose su amigo inseparable. Kristoff escuchó como Jack platicó que estuvo trabajando brevemente antes de la universidad, sin tocar el tema de la visita de las chicas. Además de lo mucho que disfruta escuchar música. Al llegar a un tramo cerca del centro del reino, se despidieron y tomaron caminos separados.

Al llegar a su departamento, dejó caer su mochila en un sillón. Su mente estaba nublada por el hambre que sentía, así que comió algo sintiéndose emocionado por lo vivido el primer día de clase. Tomó su teléfono y marcó a sus padres para platicar de su día. Tuvo que soportar los gritos de Emma quien le pedía regrese pronto.

- Estaré contigo pronto, pequeña Emma- le decía entre risas provocadas por su hermana.

- ¡Más te vale que ese pronto sea ya! Extraño como me haces reír cuando jugamos, Jack- decía en una infantil súplica la menor.

- No tienes que extrañarme, pues sigo contigo aunque esté lejos, sólo necesitas cerrar los ojos e imaginar que estoy ahí- le decía

- Lo intentaré. ¡Te quiero mucho hermano! No permitas que alguien más sea tu hermana- advirtió

Jack soltó una pequeña risa ante lo que su hermana dijo –te prometo que estaré bien, Emma, no dejaré de ser tu hermano mayor-

Poco después se encontraba haciendo su tarea. Al terminar se recostó un momento en su cama apreciando la vista del anochecer. A su mente llegó la mirada de Elsa, era tan hermosa y profunda, por alguna razón sentía tranquilidad al pensar en ella.

Esto bastó para que sintiera una inspiración especial, se incorporó sentándose en su cama, busco su guitarra y la tomó.

En el castillo de Arendelle

Elsa había llegado a su casa por la tarde, fue recibida en la puerta por Kai, uno de los principales sirvientes, quien hizo una reverencia a su paso. Sintiendo hambre se dirigió a la cocina donde la comida ya la esperaba.

Estaba lista para tomar asiento cuando escucho pasos apresurados detrás de ella.

- ¡Elsaaa! – volteó solo para ver a Anna en el aire a escasos centímetros de distancia, aterrizando sobre ella.

- Arrg Anna- hizo un esfuerzo para no perder el equilibrio. Anna la envolvía en un abrazo.

- Llegaste tarde hermana ¡no imaginaba que sería tan largo un día en la universidad!-

Elsa sólo luchaba para aflojar el abrazo fuerte –arg Anna!-
- Oh, lo siento, estaba muy emocionada al verte de regreso- la soltó y ambas tomaron asiento una frente a otra.

- Dime hermanita- prosiguió Anna -¿Qué tal estuvo tu primer día?- preguntó con gran interés

- Algo cansado, creo que debo acostumbrarme a este ritmo de vida que llevaré- suspiró al pensar en la tarea y los deberes reales que aún tenía –¿hay pendientes para hacer?-

- No mucho, asistí a dos juntas en la mañana con la ayuda del consejero. Sólo hay unos pocos tratados para revisar y firmar-
Elsa sintió alivio al escuchar estas noticias, por lo que comió más tranquila, su hermana estaba tomando iniciativa en ayudarla.

- Por cierto Elsa, ¿te encontraste a Kristoff?-

- No Anna, no lo ví hoy, aunque...- sonrió un poco al recordar el encuentro con Jack, mientras miraba hacia el vacío.

- ¿Aunque?- preguntó Anna arqueando una ceja.

- ¿Eh?... no, nada Anna-

- Elsa- su hermana se quedó mirándola fijamente.

La joven reina se rindió ante el peso de aquella mirada.

- Encontré a alguien inesperado- dijo ruborizándose.

- ¿A quien?- el interés de Anna crecía en su voz

- No lo creerás, pero ví a… Jack- Volteó a ver a Anna, quien estaba en silencio –el chico del café-

- ¿Quéeee?- Anna abrió mucho los ojos - ¿es en serio? ¿cómo es posible?-

- Yo también me asombré mucho al verlo. Lo que pasa es- Elsa le contó a su hermana como Jack había sido admitido en la universidad, venía de otro país y estaba trabajando temporalmente.

- Ya decía que no se veía de aquí- dijo Anna con asombro –es apuesto ¿no?-

- Ah… ¡Anna!- se sonrojó un poco la joven rubia –sólo es un amigo ¿de acuerdo?-

- Elsa, lo encontraste sin esperarlo ¿no ves que es el destino?- dijo Anna poniendo una cara con mezcla de regaño y emoción.

- Por favor Anna, deja de decir eso- se volteó para evitar que su hermana viera lo roja que se ponía –iré a mi cuarto-.

- Elsa espera, quiero decirte algo antes.

- ¿Sí?- Elsa volteó a verla rogando que su rubor hubiera bajado.

- ¡Tengo una buena noticia! Mañana temprano no habrá deberes y Kristoff me invitó a desayunar, así que iré contigo a la universidad en la hora libre- dijo con gran emoción.

- Eso es genial Anna- dijo sonriendo la joven reina –entonces te esperaré a esa hora-

Dicho esto, se retiró a su habitación, mientras Anna tomaba chocolate del refrigerador.

Elsa se puso a hacer su tarea. Tres horas después se dio un baño para relajarse, entonces se puso a revisar los tratados.

Al terminar, bajó a cenar, subió un té con ella y se acostó en su cama.

Mientras dormía, vió en sueños unos ojos azules que en cierta forma la hacían sentir tranquila, no hubo malos elementos esa ocasión, realmente durmió relajada.

Amaneció al día siguiente y no le sorprendió encontrar aún dormida a su hermana menor. De todos modos la vería más tarde, así que después de arreglarse bajó a desayunar, tomó sus cosas y fue recibida en la puerta por Gerda, otra de las sirvientas del palacio. Ella le abrió la puerta y el chofer la esperaba ya.

Una hora después, Elsa se encontraba en su salón tras el término de la primera clase, cuando sus compañeros se enteraron que es la reina empezaron a actuar como locos, a llenarla de preguntas como si de fanáticos alocados se tratara. Esto abrumó a la joven reina mientras más de ellos se acercaban a tratar de conversar apuradamente con ella. Sin embargo, una joven de cabello rojo se abrió paso entre todos y los silenció con voz de mando:

- ¡Ya déjenla tranquila! ¿no ven que es una chica como cualquiera de ustedes? ¡Denle su espacio!- sentenció mientras los compañeros volvían temerosos a sus lugares.

Elsa la miró asombrada y un poco tímida – m-muchas gracias- dijo mientras la pelirroja volteaba a verla.

- No es nada, es detestable que actúen así ¿estás bien?- preguntó cálidamente la chica

- Sí- dijo esbozando una sonrisa cálida –empezaba a desesperarme-

- Entiendo lo que se siente que te hostiguen- Elsa la miró abriendo grandes los ojos

- ¿En serio?-

La pelirroja asintió –soy Mérida Dunbroch, mucho gusto-

Elsa seguía perpleja –el gusto es mío Mérida, mi nombre es Elsa Arendelle. ¿Tienes algún parentesco con la familia Dunbroch?- preguntó curiosa, a lo que Mérida volvió a asentir.

- Soy su primogénita-

Elsa estaba sorprendida de conocer a otro miembro de la realeza ahí mismo en su salón. Continuaron platicando unos minutos hasta que inició la segunda clase.

Llegó la hora libre y Mérida llamó a Elsa

- Oye Elsa, iremos al comedor unos chicos y yo ¿gustas acompañarnos?-

- Muchas gracias Mérida, pero me veré con mi hermana justamente ahí-

- Comprendo, de cualquier forma puedes acompañarnos cuando gustes ¡vamos chicos!- dicho esto se retiró seguida de otros dos compañeros.

Elsa fue hacia la entrada del instituto, donde su hermana iba llegando, la recibió con un abrazo

- Bienvenida Anna- dijo con felicidad

- ¡Elsa!- dijo sin soltarla –vaya que es grande este lugar ¿está lejos la cafetería?-

- Caminando llegamos en 5 minutos- contestó Elsa, Anna se quedó en silencio. De pronto soltó a su hermana y se echó a correr.

- ¡Anna! Espera- Elsa gritó viendo a su hermana alejarse.

- ¡Quiero llegar antes que se acabe el chocolate!- respondió la pelinaranja sin detener su carrera.

Elsa no tuvo más remedio que seguirla corriendo lo más que podía, renegando del comportamiento de su hermana.

Jack y Kristoff salían de su salón.

- Jack ¿me acompañas a la cafetería?- preguntó animado el rubio.
- Claro que sí, ¿Qué te tiene tan feliz amigo?- le cuestionó el peliblanco con curiosidad
- Lo que sucede es que mi novia viene hoy y desayunaremos juntos- se notaba el entusiasmo en su rostro.
- Vaya, no sabía que tenías novia, felicidades. Te acompaño, también me encontraré con alguien ahí- dijo Jack, aunque para sus adentros pensó con cierto suspenso “espero”.

Llegaron a la cafetería, Jack buscaba con la mirada a Elsa cuando Kristoff exclamó –ahí está Jack, ven, te presento- Jack miró hacia la dirección a donde se dirigió su amigo y de nuevo la más grande sorpresa lo invadió al tiempo que los nervios y una emoción grande querían tomar el control.

En primer lugar, quedó perplejo al distinguir a Anna, la princesa del reino y que al llegar, saludó a Kristoff con un beso ¡era ella la novia de quien hablaba!

Pero lo que causó el resto de sensaciones en él fue ver en la mesa, de nuevo, a la joven reina, quien volteó a ver a Kristoff y luego a Jack, un par de veces, quedándose sin palabras. Mostrando la misma sorpresa en esos ojos azules que le resultaban tan hermosos al joven.

- Hola, Elsa- dijo al acercarse, tratando de controlarse con una sonrisa

- Hola Jack- hizo un esfuerzo ella por disimular su sorpresa.

- ¿Jack? ¡Hola! ¿Como estas?- dijo Anna desde su asiento alzando la mano.

- Ehh…-

- Wow wow wow, haber ¿Qué sucede aquí? ¿ustedes se conocen?- dijo totalmente desconcertado Kristoff.

- Pues…- trató de decir Elsa

- Haber cariño, toma asiento. Jack imagino que vienes a ver a mi hermana, así que toma asiento también- los platinados se sonrojaron al oír esto.

Anna comenzó a contar de la vez que fueron al café, haciendo movimientos divertidos mientras narraba.

- Entonces Elsa me contó ayer que vió a Jack aquí, no me lo podía creer y al parecer ella estaba muy emocionada-

Elsa le lanzó una mirada de súplica para que no hablara más, mientras sus mejillas volvían a sonrojarse.

- Eh..- dijo Anna al darse cuenta –no me imaginé que se conocieran ustedes ¿cómo es posible?-

- Nos tocó en el mismo salón, Kristoff se portó muy amigable desde el principio- comentó Jack para distraer sus nervios.

- Esto es fantástico, ahora son amigos- dijo con emoción Anna –Kristoff, ¿me acompañas a servirnos?- su novio asintió y se levantaron de su lugar.

- Guarden nuestro lugar en la mesa, por favor- dijo Anna mientras se alejaban, dejando a los peliblancos en un silencio no incómodo, pero si tímido.

Se miraron con cierto nerviosismo, tratando de no hacerlo obvio.

- ¿Cómo ha estado tu mañana Jack?- preguntó primero Elsa, sonriendo dulcemente.

- Pues, ha estado bastante bien Elsa- dijo sonriendo – aunque un poco agitado, el profesor de la primera clase es algo, ¿cómo decirlo? Intenso-

- ¿En serio?- preguntó la pelirrubia

- Sí, es el segundo día y ya espera que sepamos todo- después de eso, Jack realizó una imitación graciosa de su profesor. Provocando que Elsa riera divertida.

Mientras reían, sus compañeros de mesa volvían con el desayuno. Sin que lo supieran, Anna le estuvo platicando a Kristoff de la notoria emoción de su hermana al mencionar a Jack esos últimos días. Por lo que al verlos interactuar, se miraron con complicidad.

Llegaron a la mesa y colocaron las bandejas con huevos fritos, tocino y pan con chispas de chocolate. Además de cuatro vasos con leche.

- Elsa, ¿sabías que Jack tiene una beca completa por desempeño académico?- comentó de pronto Kristoff. El joven hizo un esfuerzo para no escupir la comida ante lo inesperado.

- ¿De verdad Jack?- preguntó con asombro Elsa – ¡eso es increíble!-

- Jeje, sí- contestó él con timidez

- ¿Cómo es que lo lograste?- de nuevo asombrada, volvió a preguntar

- Bueno, sólo permanecí en los primeros lugares durante la escuela, nada fuera de lo común- contestó rascando su cabeza por la parte de atrás

- ¿Cómo puedes decir eso? Un logro así no es fácil- dijo con emoción Elsa. Jack le sonrió dulcemente, no se imaginó que ella, siendo una reina, admirara los logros de un chico como él.

Elsa se sintió interesada, pero a la vez intimidada al pensar que Jack era mejor académicamente. Pero sumado al hecho de que era amble, cálido y físicamente atractivo, le daba una comodidad como no la había sentido al verlo.

Anna rompió el hielo de ese momento y continuaron platicando entre ellos hasta el término de la hora libre.

Se estaban despidiendo en la puerta, cuando, aprovechando que Kristoff acompañó a Anna a la salida, Jack se dirigió a Elsa.

- ¿Elsa?-

- ¿Sí Jack?- preguntó la joven reina volteando a verlo con un bello brillo en su mirada.

- ¿Sabes? Estos días que vienen no tendremos hora libre, hasta el viernes. Entonces quería saber si ¿te gustaría ir conmigo mañana al parque?- dijo un poco temeroso. Esperó su respuesta con una gran tensión “¿que estoy haciendo? Ella es la reina, no aceptaría salir conmigo” pensaba.

- Claro que sí Jack- esbozó una sonrisa mostrando su dentadura blanca

Jack sintió como la emoción se agolpaba dentro de él, su tensión disminuía. Le devolvió la sonrisa mientras trataba de contener su emoción.

- Excelente- habló con cierta emoción -si te parece puedo pasar por ti a tu casa- dijo con la sonrisa aún en su rostro

- Me parece perfecto Jack, podemos vernos a las 7 pm, te daré mi número- dijo ella sonriente.

Ambos intercambiaron números de celular y se desearon buen día. Después regresaron a sus salones.

Al final del día Elsa, estaba acostada pensando con emoción en la salida del día siguiente. No podía negar que Jack le gustaba mucho, con esa mirada tímida, pero que a la vez era segura e intensa. Su cabello blanco y brillante como la nieve, así como las cualidades que mostraba la tenían pensando en él, por lo que le costó conciliar el sueño.

Amaneció al día siguiente.


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Espero les haya gustado el capítulo, tarde un poco en hacerlo por que quería vaciar varias ideas

No tarda en salir el siguiente,  pero por lo pronto

¿Que creen que pasará?

Gracias por seguir leyendo y no olviden comentar

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