Capítulo 26
Encuentro a Jane escondida tras la puerta, espiando a Ken. Esto debe ser frustrante para ella, lo es para mi, no me imagino cuanto será para ella.
- ¿Que ves? - le pregunto, poniéndome a su lado, con cuidado de no ser vista.
- Esta hecho un demonio, eso es seguro. - le hecho un vistazo a través de la ventana de la puerta. Yo lo veo bastante tranquilo, esta sentado junto a mi árbol, tiene una pierna flexionada, cerca del pecho y la otra estirada frente a él. Tiene un brazo apoyado sobre la rodilla, y en su mano esta jugando una cadena. No logró distinguir que figura tiene la cadena. - Tengo tantas ganas de golpear a esos idiotas. Sobre todo a Uriel.
- Jane, él no tiene la culpa. A veces no sabe como actuar o que decir en diferentes situaciones - la abracé desde atrás. - Y no te preocupes, ya lo ajusticie por ti.
- Gracias, pensaba que estarías de su lado.
- Estoy del lado de la verdad.
Nos sonreímos, luego su mirada vuelve a Ken, debe ser doloroso el amar y sufrir por una persona en silencio. Yo conocía muy bien a mi hermana y sabia que lo que brillaba en sus ojos era amor.
- Vamos, vamos a clase. Suficiente drama para estar a media mañana.
Jane sonrió, pero no como solía hacerlo. Nos dimos la vuelta y avanzamos hacia nuestra clase, pero antes de perder de vista mi árbol, Jane se giró hacia Ken una última vez. Con la diferencia que esta vez Ken la miró a ella también. Jane se quedó quieta, mientras compartían su primera mirada recíproca. Mirada que por parte de Ken no dilucidaba nada. La de Jane no podía verla, pero estaba segura que decía mucho.
Así como vino, la mirada de Ken se fue. Siguió viendo a la nada, sin darle importancia. Mientras Jane se volvía un manojo tembloroso junto a mi, sin una palabra, se giró y continuo su camino, la seguí de cerca, sin hacer ningún comentario al respecto.
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No volvimos a la cafetería, regresamos a la clase, allí comencé a jugar con las manos de Jane. Tenía una manos lindas; suaves, finas, de dedos largos. Ella no quería decir nada, aún procesaba esa mirada, supongo. No quise molestarla, ella hablaría cuando se sintiera convencida.
Cuando el receso acabó, todos nuestros compañeros regresaron. En el momento en que Uriel entró, inmediatamente me busco con su mirada, yo se la devolví, pero no hice ademán de que se acercara. Me volví hacia Jane que sacaba su cuaderno, cuando iba a girarme hacia el frente de nuevo el cuerpo de Uriel entró en mi campo de visión. No quería hablar con él, no porque estuviera enojada con él, al contrario, estaba avergonzada, él me hizo darme cuenta de lo prejuiciosa que era.
- Jane - La voz de Uriel era suave y baja. - Quería disculparme. - Jane levantó la vista hacia Uriel.
- A mi no me hiciste nada ¿Por qué te disculpas? - Uriel se agachó para estar a la altura de Jane.
- Se lo que hay en tu corazón. - Tocó la mano de Jane - No quise lastimarlo, no era consiente de ello. Y tampoco quise lastimarte a ti, en el proceso. Lo siento.
La ternura que Uriel desprendía hacia mi hermana, hubiera sido motivo de un arranque de celos colosal, pero no para mi y mucho menos cuando esa ternura iba dirigida hacia mi hermana.
- Gracias por eso, Uriel, sabía que si le gustabas a mi hermana era por algo más que tu cara.
Ambos rieron como si yo no estuviera allí. Eso me indignó.
- ¡Oigan! Estoy aquí. - Cada uno beso una de mis mejillas. Era una chica feliz.
- Y por cierto, le pediré disculpas a Ken también, por supuesto.
- No creo que las acepté. - Esta fue Jane que por alguna razón se escuchaba un poco sentida. Bueno, yo sabía la razón.
- Eso no es lo importante en pedir una disculpa - respondió Uriel. - Lo importante es que tu aceptes tu error y que intentes remediarlo. Ser suficientemente humilde para aceptar tus errores. - Sonreí orgullosa de mi novio, era tan maduro... un segundo, dije: mi novio. Uriel no es mi novio. ¡Ni siquiera hemos tenido una cita de verdad! Pero el punto aquí es; que él es maravilloso.
- Necesitas transferir esa sabiduría hacia Lizzy, lo necesita.
- ¡Yo soy sabia!
- Claro que lo eres - Este es Uriel defendiéndome - sólo te falta vida por vivir. - le sonreí mientras él acariciaba mi mejilla.
- Gracias.
- ¿Uriel, podrías tomar tu lugar para que pueda empezar la clase? - A eso llamó yo ser oportuna. La maestra mató nuestro momento, Uriel inmediatamente se pone de pie, mientras nuestros compañeros soltaban gritos y silbidos que hicieron que quisiera hacerme tan pequeña, a nivel atómico, si no fuera mucho pedir.
- Si sigues así, no necesitaras rubor nunca en tu vida. - Se burló Jane. No le hice caso, no quería avergonzarme más.
- ¿Me permite hacer algo antes? - Uriel de nuevo. ¿Y ahora qué?
- ¿No lo puedes hacer luego?
- Es importante y creo que debo hacerlo delante de todos. - la maestra no se veía muy feliz pero con un suspiro de resignación accedió. Nadie le negaba nada a Uriel.
- Pero que sea rápido. - Uriel asintió, se encaminó hacia el lugar, hasta el final de la clase, de Ken.
- Ken, se que lo que otros chicos en la cafetería te dijeron, no estuvo bien. El que yo no hiciera nada al respecto tambien estuvo mal. En realidad no fue su intención decir eso, no son malas personas, sólo tienen problemas, aunque esa no es una excusa para hacer lo que se nos de la gana. Y quería pedirte disculpas por eso y prometerte que no volverá a suceder.
La clase quedó en silencio, todos muy quietos, Ken ni siquiera levantó la vista de su cuaderno para ver a Uriel, seguía en lo que sea que hacia. Uriel en lugar de verse enfadado o incómodo por su indiferencia, veía a Ken con cariño. Uriel era tan raro... Yo le hubiera pegado en la cabeza con lo que sea que tuviera cerca. Ken siempre era así de grosero, aunque claro, casi nunca se le acercaban en buenos términos. Pero cuando eran buenos con él, los ahuyentaba. Por ende ni las chicas, ni yo nos atravesábamos en su camino.
- ¿No tienes nada que decirle a Uriel, Ken?
Ken se limitó a negar con la cabeza. La maestra lo miró decepcionada, ella siempre trataba de hacer participar a Ken, aunque siempre con infructuosos resultados.
Uriel con su eterna sonrisa se fue a su asiento como si hubiera ganado una medalla olímpica. Tengo que hablar con él, sin saberlo, es un suicida consumado. Se mete a la boca del lobo con una sonrisa y ni siquiera sabe el peligro que corre. Rápidamente arrancó la última hoja de mi cuaderno y le escribo:
Eres un suicida ¿sabías?
Dobló la hoja y se la paso a Jane, diciéndole que es para Uriel. Verificó que llegue a sus manos, veo como desdobla, con sumo cuidado, la hoja y lee con la cabeza inclinada. Esta escribiendo.
La hoja regresa a mis manos.
¿Que es suicida?
¿Es una persona que se asesina a si misma...?
¡Yo no me asesinó a mi mismo! ¡Estoy vivo!
Me refiero a que siempre te estas metiendo en situaciones complicadas, por puro gusto.
Si las situaciones complicadas deben hacerse, las haré. No te preocupes... Tengo el favor del poderoso allá arriba, no me pasará nada.
¿Sabes? Dios tiene cosas realmente importantes que hacer como para estar ¡detrás de ti todo el tiempo! ¡Todos los dias te metes en líos!
¿Enserio?
¡Pues claro! Si no es mi papá, soy yo, Jane , Ken y ahora con los chicos que molestaron a Ken.
Te diré algo, lo escuché el otro día: " Tu tranquila, yo preocupado :)"( :) ¡se puede hacer una carita sonriente con signos de puntuación! No sabía que se podía, hasta ahora que David me lo dijo:) )
¿David? ¿El que se sienta a tu lado?
¡Si y dice que se pueden hacer más! ¿Tú sabías eso?
¿Le estas preguntando eso ahora?
El se acercó y leyó nuestra conversación. Me está enseñando otras que no comprendo. Así que, de momento, me quedaré con la sonriente. :)
¡¿Que lee nuestra conversación?! ¡No dejes que la lea! ¡Es privada!
¿Pero que tiene de malo?
Que es sólo entre tu y yo...
¿Entonces ya no puede seguir leyendo...?
¡No!
Esta bien, le diré que ya no lea...
Bien...
Listo, ya no lee :). Yo se lo leo en voz alta. ¿Así esta mejor?
Este es uno de esos momentos... en los que siento deseos de darte un golpe. Fuerte. En la cabeza...
¿Por qué?
Pero también quiero darte un beso. Tonto x.
¿Tonto x?
Eres tonto y la "x" es un beso.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx.
Demasiado tonto para tu bien...xxxxxxxxxxxxxx.
David dice que... No, yo preguntó, ¿tienes algo que hacer esta tarde?
Jajaja ¿ Es eso es una invitación a una cita?
¿Que es una cita?
David ya me lo dijo...
¿eso es lo que quieres?
Tengo miedo de preguntar pero... ¿Que fue lo que te dijo David...?
Que es un pretexto... David no quier... No quiere, que te lo diga. Que es un pretexto de las mujeres para llegar a cosas más interesantes para los hombres. ( No quiso explicarme esas cosas más interesantes...)
¿Te puedo pedir un favor? No le hagas caso a NADA que te diga David. Luego te explicó lo de las citas. ¿Porque querías saber si tenía algo que hacer más tarde?
Bien, tu siempre sabes que hacer. :) Para hacer la tarde de películas ¿recuerdas? ( David dice que eso es aburrido)
En realidad en todo lo que respecta a ti, no se que hacer. ¡Me encantaría! ( Te lo repito, no hagas caso a NADA de lo que diga David.)
Entonces ya somos dos. Me voy contigo a tu casa. (Te haré caso, empezó a hablarme algo acerca de la abejita y su semillita... no entiendo de que habla)
:) ¡perfecto! ( ¡¡¡¡¡YA NO HABLES CON DAVID!!!!!) ¡Hablamos luego! X. La maestra esta sospechando.
Esta bien. ( Ya no habló, sólo él habla) Creo que tienes razón... comenzó a verme acusadoramente... Así se dice ¿no? Luego me cuentas X.
Con la cara más tonta y ridícula, pero sobre todo roja, por aguantar la risa. Finjo prestarle atención a la maestra, mientras mi cabeza gira en torno a Uriel... Pienso tanto en él que parecería que me estoy enamorando. Lo que es ridículo, apenas lo conozco... aunque también pareciera que nos conocimos en otras vidas...
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