Si Jane no deja de rebotar en mi cama juro por todos los unicornios del universo que ella va a morir.

-¡Jane ya basta! - levanto  la cabeza de la almohada y le doy una fea mirada - quiero dormir - entierro la cabeza otra vez entre la suave y algodonosa almohada

- Lizzy, tienes que decirme que pasa entre tu y Uriel. ¡Ahora! - la ignoro porque no quiero hablar de Uriel, ni hoy, ni nunca, a ser posible.

- ¡Lizzy! - ahora esta sobre mi montandome como a una tortuga inerte - habla conmigo, ¡por favor!

- Jane, ya basta, he dicho que quiero dormir y eso es lo que haré - hago que se baje de encima de mi - hasta mañana.

Me acomodo en la cama de lado, dandole la espalda a Jane. No recuerdo cuando fue la ultima vez que dormimos cada una en su cama. Parece que hoy lo haremos.

Hay demasiado silencio, ese silencio ensordecedor, que es más fuerte, agudo, atroz, perforador de oídos.

La cama se mueve cuando ella se baja de la cama, se que es estúpido lo que hago, pero es que no quiero más preguntas donde no hay respuestas. Sólo quiero que me dejé por hoy.

Mañana será otro día y podré manejar sus preguntas con humor.

La escucho caminar por la habitación y me siento miserable, pero esta vez no haré nada, no tengo capacidad física ni mental para enfrentarme a ella. Pasé la tarde de nuevo entre nubes, pero estas eran enormes, gordas y feas nubes negras. Ni Siquiera papá ha sido capaz de sacarme de mi estado de interminables pensamientos,  dándole vueltas a lo que paso hoy con Uriel.

Y al final termine como el perro que sigue su cola. En el mismo lugar, sólo que con un dolor de cabeza colosal y un humor de perros.

Así que si, creo que necesito dormir.

Cierro los ojos, ignoro todo a mi alrededor y pronto estoy durmiendo.

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Cuando despierto en mitad de la noche, se que no estoy sola en la cama, porque hay un brazo alrededor de mi cintura y un cuerpo pegado a mi espalda.

Esa mano con uñas  pintadas de color rosa brillante es sin lugar a dudas de Jane.

No tengo idea de a que hora vino a acostarse conmigo, pero se lo agradezco mucho. Esto era lo que necesitaba y ni siquiera lo sabía.

A veces ni siquiera yo misma se que es lo que tengo, o que es lo que quiero, pero Jane si.

Agradezco a Dios por tener a la mejor hermana del mundo, me prometo a mi misma no volver a comportarme como tonta con Jane, ella no se lo merece.

Me giró para estar frente a Jane y la abrazo fuerte, porque es la unica hermana que tengo. Pero no quisiera más, ni ninguna otra, ella es perfecta.

Suspiramos al unísono y todo esta bien para mi, y se que para a ella tambien. Cierro los ojos y con una sonrisa en los labios me dejo llevar por el fantástico sueño.

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Cuando me despierto a la mañana siguiente por supuesto que Jane ya se levantó de la cama. Y por supuesto que me desperte tarde.  El sueño estuvo tan bueno que me desperté con el tiempo justo para sólo cambiarme y, con la ayuda de Dios, correr hacia el Instituto y llegar sin ser atropellada.

Bajo corriendo las escaleras jadeando y viendo hacia todos lados como loca. ¿Dónde esta Jane?

¿Dónde están mis papás?

¿Por qué me dejaron dormir tanto?

Llegó a la cocina y no hay rastro de nadie,  ¿será posible que se hayan ido y se olvidarán de mi?

Pero eso es ridículo. Claro que no se olvidarián de mi. Entonces ¿donde estan?

Muevo la cortina para ver si esta el auto de papá, cuando veo hacia afuera mi sorpresa es que aún es de madrugada. ¡esta oscuro!

Abro la puerta de la calle para percatarme de que es verdad, y no estoy alucinando. Efectivamente, apenas esta clareando.

¿Pero que pasa aquí?

Regresó al intetior de la casa, subo las escaleras de dos en dos y tocó la puerta del cuarto de mis papás. Oigo unos susurros dentro y justo cuando iba a girar el pomo de la puerta, esta se abre.

Es Jane sonriendo ampliamente.

- ¿Que sucede Lizzy? - me escruta de arriba abajo - ¿y por qué estas ya uniformada?

-  Eh... si... eso ¿que hora tiene tu reloj?

Jane estalla en carcajadas y entonces lo entiendo.

- Fuiste tu ¿verdad? - Jane sigue riendo a todo pulmón. - ¡ahhhh! ¡No puedo creer que caí! ¿Donde estas reloj interno cuando te necesito?

- Estoy... despierta, desde... hace rato  - Jane respira hondo tratando de recuperarse - no crei que funcionara.

- ¿Si? Pues que mala eres ¿sabes? - paso a su lado empujandola y cuando entró a la habitación me encuentro con que mis padres están abrazandose fuerte para amortiguar sus risas. ¡No puedo creerlo!

Incluso mis progenitores se burlan de mi. Estaban confabulados con la hermana malvada.

- ¿Ustedes también? - los acusó con mi dedo índice - de Jane me lo esperaba, pero jamas de ustedes, han roto mi precioso corazón, han creado un trauma innecesario en mi vida.

- No seas dramática mi pequeña pocahontas - papá es el primero en recuperarse - te lo merecias y no te atrevas a negarlo.

- Tengo una familia muy mala y vengativa -me arrojo a su cama en medio de ellos - y hasta ahora lo descubrí.

- Eso no se llama venganza Lizzy - mi mamá acaricia mi cabello - se llama "no seas mala con la gente que te ama".

- Es sólo una forma más adornada de decirlo - digo entre dientes.

Jane se lanza sobre mi sacando todo el aire de mis pulmones.

- ¡Oye! - eso es lo que trató de decir, más lo único que sale de mi boca es un gruñido.

Jane se  baja de encima de mi.

- Es enserio, Lizzy - empieza papá - te amamos y nos preocupamos terriblemente cuando algo hace que tu sonrisa y humor se evaporen.  No nos des la espalda, nosotros estamos aqui para ti. Siempre.

- Gracias papi - lo abrazo y él me devuelve el abrazo - perdón a todos por mi actitud de ayer, sólo un mal día y mal humor, lo normal. Pero no volverá a suceder, lo prometo.

- Eso es todo - dice papá. Todos nos abrazamos y estoy bastante segura que nos vemos de risa, pero no importa son todo para mi...

- ¡No te duermas, Lizzy! - Jane me habla, pero ahora seré yo la que se lo haga pasar mal a ella... y no es venganza, es: no seas mala con la gente que te ama...

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